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El partido del presidente electo comienza a enfrentar los desafíos éticos de la nueva democracia que nació el 18 de diciembre

Un primer escollo para Evo Morales es el defecto prebendal de la democracia

Fuentes: Servicio Informativo datos & Analisis

La Alcaldía de Cochabamba pretende incrementar 80 ítems en la Casa de la Cultura y militantes del MAS que apoyaron la frustrada candidatura prefectural de Jorge Alvarado podrían beneficiarse con esa medida, en un detestable intercambio de favores. El partido del presidente electo comienza a enfrentar los desafíos éticos de la nueva democracia que nació […]

La Alcaldía de Cochabamba pretende incrementar 80 ítems en la Casa de la Cultura y militantes del MAS que apoyaron la frustrada candidatura prefectural de Jorge Alvarado podrían beneficiarse con esa medida, en un detestable intercambio de favores. El partido del presidente electo comienza a enfrentar los desafíos éticos de la nueva democracia que nació el 18 de diciembre. El MAS está ahora en el centro de un sistema corrupto y el desafío para transformarlo es un colosal reto moral y estratégico.

A primeras horas del domingo 18 de diciembre, un anciano aymara en la ciudad de El Alto, postrado en su vejez, exigió a su familia levantarlo de la cama para ir a votar. Su hijo era presidente de la mesa de votación, ayudó al anciano a sufragar y luego el hombre murió en pleno recinto electoral cumpliendo su última voluntad, el último acto de su vida: votar por Evo Morales para Presidente de Bolivia.
Aquella muerte casi inmolatoria y singularmente bella, emblematiza el nacimiento de una nueva era en la democracia boliviana.
El Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales llegó al poder con el 54% de la votación nacional, hecho sin precedentes en la historia latinoamericana.
El pueblo boliviano gestó semejante revolución electoral ante la insostenible decadencia institucional de esta democracia que, durante 20 años de neoliberalismo, provocó una plaga de nuevos ricos en las esferas políticas dominantes. El MAS está ahora en el centro de este sistema corrupto y el desafío para transformarlo es un colosal reto moral y estratégico.

DEFECTO PREBENDAL DE LA DEMOCRACIA

El saqueo de los recursos naturales y el debilitamiento del Estado con el fin de privatizar y entregar al capital extranjero el control de la economía nacional necesitan, para prosperar, de un régimen corrupto donde el prebendalismo, el patrimonialismo y el nepotismo se constituyen en norma de gobierno. Tal la vulgar esencia del neoliberalismo.
Bolivia ha sido víctima de este modelo desde 1985. Partidos como el MNR, MIR, ADN, Condepa, MBL, UCS, NFR e incluso recientes «agrupaciones ciudadanas» desprendidas de este sistema -como CIU en el municipio de Cochabamba- vinieron alternándose en este lapso para seguir enriqueciendo a sus dirigentes, hasta que llegó el MAS para intentar liquidar este ciclo perverso de «democracia pactada».

LOS EXCESOS DE LA FLEXIBILIDAD TÁCTICA

El éxito obtenido por el MAS en las urnas y la necesidad de canalizar la energía indígena, obrera y popular hacia un triunfo concertado con el conjunto de la sociedad boliviana,  obligaron a este partido a desarrollar una flexibilidad táctica diseñada para incorporar en este proyecto clases medias y sectores éticos del empresariado nacional.
Sin embargo esta flexibilidad táctica supuso un riesgo para la preservación de la línea estratégica del MAS, ya que la apertura de este partido hacia adversarios no antagónicos creó, en algunos entornos del electo Presidente Indígena, una corriente que tiende a cohonestar con la corrupción imperante en el sistema.
Se identifica como representante de esta corriente ultra pragmática dentro el MAS al ex diputado y frustrado candidato prefectural en Cochabamba, Jorge Alvarado.
El estilo con que Alvarado ejerce su rol político cerca de Evo ya fue criticado durante la pasada campaña electoral, cuando se estableció que este candidato a Prefecto realizaba proselitismo sin haber renunciado a su condición de diputado, es decir seguía cobrando una dieta de aproximadamente 3.000 dólares mensuales sin asistir a las sesiones congresales.
Durante su gestión como gerente de la empresa de agua SEMAPA en Cochabamba, cargo que obtuvo tras la revuelta popular en abril del 2000, Jorge Alvarado fue acusado de promover irregularidades y tráficos de influencias en esa empresa, hechos en los que incluso fueron involucrados dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de esta ciudad, tal como se denunció formalmente en mayo del 2001.

EL MAS AVALA NEPOTISMO MUNICIPAL

Tras un ampliado realizado el pasado fin de semana en Cochabamba, en ausencia del presidente electo Evo Morales que se hallaba en gira internacional, el Movimiento al Socialismo emitió una declaración de franco respaldo a la criticada gestión del alcalde de Cochabamba Gonzalo Terceros, evitando así una censura (destitución) que era alentada por los propios concejales del MAS. Los principales promotores de este respaldo fueron Alvarado y su entorno.
Paradógicamente, la gestión del alcalde Terceros fue denunciada como corrupta y prebendal por los tres concejales que tiene el MAS en el gobierno edil conformado en enero del 2005: Oscar Coca, Javier Cremer y Gonzalo Lema. Estos munícipes del MAS fueron implacables con Terceros cuando se evidenció que esta autoridad había reincidido en su recurrente afán de convertir a la Alcaldía en un feudo familiar, a tal extremo que su esposa Lourdes Toledo usaba bienes, vehículos y personal de la Municipalidad para beneficio personal y de sus empresas privadas.
No obstante aquellos antecedentes, y contrariando la eficaz labor fiscalizadora de los concejales del MAS, Alvarado como candidato a Prefecto aceptó el apoyo de «Ciudadanos Unidos» (CIU), un desgaje de la Nueva Fuerza Republicana (NFR) que encabeza el alcalde Terceros, quien puso al servicio de esa candidatura masista la necesaria infraestructura municipal. Aún así, o por ello mismo, Alvarado perdió la elección.
Sin embargo el pacto MAS-CIU sostenido por Alvarado y Terceros sigue en curso aún después de la campaña. Más allá de una disolución pos electoral de tal alianza, Alvarado y Terceros la profundizan y se empecinan en anexar esta desastrosa gestión municipal al próximo gobierno central que presidirá Evo Morales, bajo el pretexto de «neutralizar» al nuevo prefecto Reyes Villa, adversario personal de Terceros en la interna de NFR.

80 NUEVOS ÍTEMS EN LA CASA DE LA CULTURA

Fiel a su estilo, el alcalde Gonzalo Terceros pretende legitimar su cuestionada gestión forzando una relación estrecha con entidades como el MAS para fingir una imagen de eficiencia y honestidad. Llegó al extremo de ofrecer la presidencia del Concejo al munícipe masista Oscar Coca, quien, rechazando tal oferta, asumió la vicepresidencia de este órgano fiscalizador en reemplazo de su correligionario Gonzalo Lema, no como una concesión de CIU sino como el derecho que detenta el MAS en esta comuna donde es segunda fuerza después del chalismo.
Sin embargo Terceros insiste en el propósito impostor de teñir su gestión de azul y blanco (los colores del MAS) y en ese juego no vacila en utilizar arbitrariamente los recursos municipales, aún violando normas vigentes.
Por ejemplo, tras el fracaso de Jorge Alvarado en la elección prefectural del 18 de diciembre, trascendió que los militantes del MAS que apoyaron a este candidato habrían recibido la oferta de ingresar a trabajar en la Alcaldía, al no haberse logrado la Prefectura.
El trascendido comenzó a tomar cuerpo cuando el Alcalde reformuló el Plan Operativo Anual del 2006 incrementando 80 nuevos ítems en la Oficialía de Cultura, instancia que sería sometida a una incongruente «desconcentración» que vulnera leyes de control fiscal. Este proyecto que fue presentado en vísperas de Navidad y después de las elecciones del 18 de diciembre, estaría dirigido a beneficiar a gente que hizo proselitismo para Jorge Alvarado. Supondrá para el erario municipal una erogación adicional de aproximadamente 26.000 dólares en las planillas mensuales, sin contar que el plan de Terceros abarca el incremento de sueldos en niveles jerárquicos de la Alcaldía cuando el presidente electo Evo Morales anuncia que reducirá su propio salario en un 50%.
Sin embargo, aunque este contubernio que daría «pegas» a militantes del MAS en la Alcaldía con el voto de CIU, será rechazada y resistida por los tres concejales masistas que han sido aislados y vilipendiados por obra de Alvarado. Javier Cremer, Oscar Coca y Gonzalo Lema declaran al unísono que de consumarse aquel proyecto prebendal y en caso de que militantes del MAS obtengan empleo en la Alcaldía, ese hecho podría desnaturalizar la línea estratégica de este movimiento para transformar al país. Confían en que los mandatarios electos, Evo Morales y Alvaro García Linera, a su retorno del Brasil, replantearán esta alianza con Terceros.
Así están las cosas en Cochabamba.
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