EL MST y el diputado Parrilli se adjudican el «mérito» de haber sido los primeros en proponer en la Legislatura porteña el juicio político a Macri… que después tomó el mismo Macri en su favor. Está claro que si Macri, derechista declarado, y la banda de corruptos PRO pudieron «robarle» la propuesta al diputado Parrilli, […]
EL MST y el diputado Parrilli se adjudican el «mérito» de haber sido los primeros en proponer en la Legislatura porteña el juicio político a Macri… que después tomó el mismo Macri en su favor. Está claro que si Macri, derechista declarado, y la banda de corruptos PRO pudieron «robarle» la propuesta al diputado Parrilli, es porque ésta no era muy dañina para sus intereses en una legislatura copada por los partidarios de la clase dominante.
Intentando dar una explicación a semejante patinada, el MST ensayó una curiosa comparación. Parrilli dijo en radio América que «el PRO pide juicio político, de la misma manera que Galtieri fue a Malvinas, creyendo que puede obtener un triunfo rápido. Galtieri usurpó una bandera justa y fue a Malvinas buscando un éxito rápido a fin de perpetuarse en el poder, pero setenta días después debió huir de la Rosada, echado por la movilización popular. Salvando las distancias, a Macri le puede pasar lo mismo con su desesperada maniobra de recurrir a su propio juicio político».
¿Habla en serio el MST? ¿Quiere convencer a alguien de que es comparable una guerra contra el imperialismo con una mera maniobra parlamentaria? En el primer caso la utilización de la junta militar de una causa justa en la que debió recurrir al enfrentamiento armado con Inglaterra, daba la posibilidad de superar, en las calles y armas en mano, a la conducción militar de la guerra para triunfar en una lucha contra la opresión nacional. Pero en el segundo, se trata de un mecanismo enteramente en el terreno del orden institucional y pacifico de la burguesìa, y donde, además, … el MST ha quedado en el campo de Tatcher-Macri.
La ubicación en que quedó el legislador del MST Marcelo Parrilli en la crisis política de la Capital es un test: demuestra que jugar con las «herramientas institucionales», como la demanda del juicio político parlamentario (¡la que también reclamó «antes que Macri» el Partido Obrero!), puede dejar, como es el caso, a los diputados de izquierda como soldados de los partidos patronales.
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