El panismo se impone en el consejo administrativo de PEMEX, después de su designación por Felipe Calderón y la aprobación por la Cámara de Diputados. Los «consejeros independiente» de PEMEX, fueron aprobados por el Senado a pesar de que contradice las reformas a la ley donde establece que deben estar apartados de intereses partidistas. De […]
El panismo se impone en el consejo administrativo de PEMEX, después de su designación por Felipe Calderón y la aprobación por la Cámara de Diputados. Los «consejeros independiente» de PEMEX, fueron aprobados por el Senado a pesar de que contradice las reformas a la ley donde establece que deben estar apartados de intereses partidistas. De los cuatro, dos consejeros son avalados por el Partido Acción Nacional; uno de ellos ex diputado Federal, y ex secretario en el gobierno de Ernesto Rulfo, el Bajacaliforniano Fortunato Álvarez, quien cumplirá 6 años en el cargo. Otro consejero, cercano a Felipe Calderón, que se ha desempeñado en varios compromisos de gobiernos panistas, es Héctor Moreira quien durará 5 años. Los demás también fueron respaldados por fuerzas políticas: Rogelio Gasca por el PRI, con un periodo de 4 años y, por 3 años, Fluvio Ruiz por el PRD. También el Ejecutivo Federal cayó en una franca violación de la ley al no proponer en sus tiempos establecidos a los consejeros (debió hacerlo a más tardar en diciembre, lo hizo hasta finales de febrero). A pesar de todo esto, los diputados la ratificaron. En teoría la reforma acordaba crear al comité con fines de contrarrestar el monopolio del Sindicato en las decisiones en PEMEX, sería un grupo de expertos en temas petroleros ajenos a intereses partiditas que pudieran beneficiar a la paraestatal con una visión plural y amplia de la realidad energética. Sin embargo el gobierno federal dejó a un lado la teoría, que él mismo propuso, para imponer personas del partido que llevó al neoliberalismo a su máximo desarrollo. Moreira, ex secretario del presidente de la republica y Álvarez, actual «experto y calificado consejero», ex secretario general del estado de Baja California y ex senador, que será el que más tiempo mantenga el cargo, fueron amparados personalmente por Calderón.
Se trataba de un comité experto e imparcial para contrarrestar los intereses del gobierno de los partidos no de una maquinaria procedente de la burocracia actual que maneje los principios de la clase política.
El nuevo «consejo independiente» fue calificado por el senador petista, Ricardo Monrreal, como una «farsa» y acusó a los legisladores de actuar en base a «cuotas partidistas». Los nuevos consejeros -que recibirán un «jugoso» salario- debieron ser calificados y expertos en temas petroleros para atender, entre muchos otros, los comités que ellos presidirán, por ejemplo: el de «Elaborar programas de sustitución progresiva de los hidrocarburos por energías alternativas» o «Elaborar los programas de prevención de derrames de hidrocarburos, tanto en zonas terrestres como marítimas». Aseguran muchos, estos «consejeros profesionales» lejos están, ya no digamos de elaborar los programas, si no al menos de entenderlos. «No son, ni por mucho, los mejores exponentes para esos altos cargos».
Que los consejeros que dirigirán las mayores decisiones de PEMEX provengan de repartos partidistas y de gobierno agravará aun más el problema. El perfil de los nuevos consejeros confirmará las intenciones reales del Gobierno Federal con respecto a la posible privatización de este patrimonio nacional.