El pasado 3 y 4 de Septiembre de 2018 como el 2 y 3 de Octubre de 1968, videos e imágenes le dieron la vuelta al mundo, mostrando a un México que golpea estudiantes y deja que otros se conviertan en porros o sin ser estudiantes anden como tales revueltos entre aulas y libros. Nuevamente […]
El pasado 3 y 4 de Septiembre de 2018 como el 2 y 3 de Octubre de 1968, videos e imágenes le dieron la vuelta al mundo, mostrando a un México que golpea estudiantes y deja que otros se conviertan en porros o sin ser estudiantes anden como tales revueltos entre aulas y libros. Nuevamente fueron como hace 50 años CCHs, facultades, estudiantes los agredidos, con el saldo de dos lesionados con picahilos y cuchillos, una oreja mutilada y dos en terapia intensiva, todos estudiantes.
Hoy las imágenes fueron más que vistas en todo el planeta en tiempo real, dado el nuevo capítulo de Derechos Humanos llamado «Redes Sociales», que nos obliga a ser más responsables son ellas y valientes por supuesto, como las tomas y videos de todos los estudiantes que en su campus Rectoría, fueron vilmente agredidos por porros pagados, o malos y pocos estudiantes convertidos en porros, pero al fin porros.
En México llamamos Porros a quienes agreden estudiantes no para robarles sino para desestabilizar sus luchas legítimas y progresos universitarios, atacar su autonomía universitaria pues. Y este ha sido el caso porque dichos porros han sido sembrados desde afuera por interés ajenos a la Rectoría, a sus Planteles, a sus directores, a sus estudiantes y su comunidad estudiantil en general, a sus libertades.
Y no vienen estas agresiones de partidos políticos o actores perdedores de las elecciones pasadas, sino en voz de los estudiantes, de acomodos nuevos en los cargos universitarios para imponer desde afuera a quienes deban tomar el control de la UNAM, el IPN y todo centro educativo de educación superior pues.
Son Porros hoy poderosos, que quieres que sus porros no tanto, sean sus emisarios del terror, la anarquía y el desorden hasta ver caer las autoridades democráticas que hoy la UNAM se ha dado y el clima de progreso que día a día tratan de ganar los estudiantes para ellos mismos y el país. Lo que no debemos de permitir.
Imagine usted lector si en esa provocación cobarde y vil uno de esos porros hubiera sacada un arma de fuego o más, para al verse vencidos en número, disparar contra los estudiantes cuyas únicas armas son sus mentes claras y libres, libros, libretas y lápices que portan dentro de sus mochilas.
La pregunta es:
¿quién o quiénes quieren sin importarle nada, caiga quien caiga, generar otro 68? ¿Vale la pena que la comunidad universitaria egresada y pueblo en general, deje que un grupo de desestabilizadores dentro y fuera, provoquen a nuestros estudiantes e hijos que allí encuentran en la Universidad el saber y el conocimiento que los hará libres de por vida porque los empodera de conocimiento científicos, cultural, académico, deportivo, histórico y político?
No bastan los pronunciamientos que desde el poder ejecutivo o legislativo se den, sino debe investigarse a fondo y dar con los responsables «intelectuales y materiales» de este artero y no esperemos sistemático ataque a nuestras instituciones públicas como UNAM, IPN, UAM.
Ya sean porros de adentro o estudiantes convertidos en porros o Porros de afuera, deben ser castigados con el rigor de la ley, porque parece que México con su Sistema Penal acusatorio mal aplicado, se instaura un escenario de impunidad ya que el delinque sale o no entra a la cárcel y el agredido, víctima o como se le llame no encuentra justicia. En México el proceso penal esta para proteger al inocente, castigar el delito, que el delito no quede impune y reparar el daño. Tal parece que eso en la UNAM está aún muy lejos.
Aunque regresando un poco al sistema penal acusatorio no hay rehabilitación en el sistema penitenciario en caso de entrar, ni las medidas cautelares se aplican como debe ser, en parte bajo la voz gubernamental que no hay dinero, bueno no para esto.
Por eso la base estudiantil, la comunidad egresada, el pueblo en general no debe permitir que nada malo les pase a nuestros muchachos. Ni hoy ni nunca jamás en ninguna parte del país. Como dice la base estudiantil, #en una lucha justa ni un paso atrás, pero, sobre todo, sabedores los estudiantes que la mejor herramienta para defender su autonomía universitaria y su progreso, es su propio conocimiento, intelecto y por supuesto el Estado de Derecho que deben aprender a utilizar todos los estudiantes, no solo quienes serán abogados. Actuemos.
Rafael Marín Marín es Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz; Delegado del Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado y, Presidente de México Crítico APN.
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