El peligro de la división se cierne hoy sobre Bolivia, alentado por dirigentes cívicos y departamentales de cuatro regiones del país que convocaron a un cabildo autonomista para este viernes, despreciando los llamados al diálogo del gobierno. En contraposición, integrantes de los movimientos sociales, campesinos e indígenas del país, organizan desde la víspera cabildos populares […]
El peligro de la división se cierne hoy sobre Bolivia, alentado por dirigentes cívicos y departamentales de cuatro regiones del país que convocaron a un cabildo autonomista para este viernes, despreciando los llamados al diálogo del gobierno. En contraposición, integrantes de los movimientos sociales, campesinos e indígenas del país, organizan desde la víspera cabildos populares de rechazo a esos sectores oligárquicos y sus reclamos de dos tercios en la Asamblea Constituyente. En medios de estas dos fuerzas claramente definidas, se encuentra el gobierno central, quien invitó al diálogo a los autonomistas de la llamada media luna (Santa Cruz, Pando, Beni, Tarija), al tiempo que pidió se abstuvieran de promover la violencia. Alex Contreras, vocero presidencial, cuestionó la autenticidad de los cabildos convocados para este viernes por los cívicos y dirigentes departemetales de la media luna, los que consideró impopulares y coercitivos. Recordó que ese tipo de reuniones siempre han tenido un carácter popular, con la característica de que son los movimientos sociales quienes las convocan y debaten de manera abierta y pública la solución de problemas. Lamentó que los encuentros de hoy estén signados por la presión y la coerción, al tiempo de considerar que es casi imposible que puedan reunir a un millón de personas, ni siquiera en todo el país. Igualmente llamó a los demandantes a no crear las anunciadas juntas autonómicas antes de dialogar con el gobierno, y recordó que dichas reuniones no están contempladas en la constitución de la República. En ese sentido, el portavoz advirtió que el gobierno no aceptará actitudes contrarias a la ley del Estado. Sobre el reclamo de los dos tercios, felicitó que se hubiesen reanudado las sesiones de la Asamblea Constituyente, retrasada en su cronograma de trabajo por la posición de los sectores opositores negados a aceptar la formula mixta de votación. La Asamblea Constituyente de Bolivia volvió a reunirse este jueves, a solicitud de Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y pese al repliegue de la agrupación opositora más recalcitrante, Poder Democrático Social (PODEMOS). En el mensaje del MNR se explica la necesidad de concluir las deliberaciones de ese foro, empantanadas por posturas inflexibles de PODEMOS, cuyos representantes insisten en aplicar los dos tercios para todas las decisiones. La Asamblea transcurrió en la sureña ciudad de Sucre y, a propuesta del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), los debates fueron transmitidos de manera directa por la televisión estatal. La plenaria se desarrolló en medio de un clima de tensión, debido al diferendo entre el gobierno y la oposición, gobernadores y comités cívicos, inclinados a la autonomía. En una de las más aplaudidas intervenciones, el delegado por el MAS de Santa Cruz Saúl Avalos explicó que esa agrupación jamás negó la posibilidad de abrir el diálogo sobre el polémico artículo 71. En ese sentido, señaló que la oposición se resiste a los cambios que encabeza el presidente Evo Morales. De ahí sus posiciones inflexibles sobre la propuesta de la fórmula mixta del MAS, que sí habla de dos tercios, pero para los artículos más complejos y la aprobación del texto global de la Carta Magna, propugnó. Avalos mencionó, asimismo, el papel que en ese proceso tendrá el referendo popular, porque es el soberano el que tendrá la última palabra, aseveró.