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Uribe en Buenos Aires, yanquis en el Chaco

Fuentes: América XXI

Diferentes medios de prensa anunciaron que el próximo miércoles 23 el ex presidente colombiano Álvaro Uribe estará en Buenos Aires. El miércoles a las 16hs presidirá un acto público en el Teatro Gran Rex, ubicado en la tradicional calle Corrientes. Uribe se ha lanzado en las últimas semanas a una sobreactuada campaña contra el presidente […]

Diferentes medios de prensa anunciaron que el próximo miércoles 23 el ex presidente colombiano Álvaro Uribe estará en Buenos Aires. El miércoles a las 16hs presidirá un acto público en el Teatro Gran Rex, ubicado en la tradicional calle Corrientes.

Uribe se ha lanzado en las últimas semanas a una sobreactuada campaña contra el presidente Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana. Llega a Buenos Aires invitado por Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma. No es la primera vez que Macri oficia de anfitrión para que expongan su elevadas opiniones individuos tales como Mario Vargas Llosa, José María Aznar y el propio Uribe, entre otros fascistas supérstites en la Internacional Negra, al parecer con especial predilección por Argentina para realizar sus aquelarres.

Al margen cuestiones de protocolo, es de esperar que la presidente Cristina Fernández no reciba esta vez al ex mandatario colombiano. Y sería deseable que todo el arco político argentino hiciera audible y visible una inequívoca posición de rechazo al discurso belicista, intervencionista y proestadounidense de Uribe.

Recuérdese que en el último tramo de su gobierno, el ex mandatario habilitó a Washington para emplazar siete bases militares estadounidenses en territorio colombiano, fronterizo con Venezuela. Aquella decisión provocó una crisis en Unasur. Hubo dos cumbres abocadas al tema. La segunda tuvo lugar en Bariloche, en agosto de 2009. Los países del Alba denunciaron el significado guerrerista e intervencionista de las bases yanquis instaladas en Colombia. Contra toda lógica y evidencia Uribe aseguró que ésas no eran bases estadounidenses, sino colombianas. A punto de estallar la instancia unitaria suramericana, se encontró una vía de salida con la propuesta de que esas bases fueran inspeccionadas por una comisión de Unasur. Como era de esperar, esa inspección nunca tuvo lugar. Estados Unidos está debilitado, pero no a tal punto.

Tres años más tarde, a la misma hora en que Uribe expondrá en la capital porteña, mil kilómetros al norte la Asamblea Popular de Resistencia ultimará los preparativos de una manifestación que el 25 de mayo, aniversario de nuestra Revolución, marchará desde el centro de la capital chaqueña hasta el Aeropuerto, en cuya área se ha instalado un centro de operaciones del Comando Sur estadounidense. En la edición de este mes de América XXI publicamos un informe que prueba de manera irrefutable la existencia de este plan del Pentágono, viabilizado por autoridades nacionales.

No hay casualidad en esta coincidencia. Uribe integra el pelotón de políticos al servicio del imperialismo y está en Buenos Aires por las mismas razones que el coronel Edwin Passmore (oficial de inteligencia en Afganistán e Irak, conspirador expulsado de Venezuela) se reunió con el gobernador Jorge Capitanich para acordar la instalación del centro operativo del Pentágono en Resistencia. Washington ha perdido mucho terreno al Sur del Río Bravo en la última década. Y ha lanzado una contraofensiva para intentar recuperarlo.

Resistencia es un punto en el diagrama regional y Argentina es una clave. Por su debilidad, no por su fuerza. Nuestra debilidad en esta etapa histórica puede hacer que nuestra inmensa fuerza histórica se vuelque hacia uno u otro lado. Definirla a favor del imperialismo de manera franca y activa es una condición para los planes del Departamento de Estado. Es la clave de la victoria o la derrota de la estrategia imperialista.

La base en el Chaco tuvo su punto de partida en 2006. La aprobación fue firmada por Aníbal Fernández, ministro de Néstor Kirchner. Con gestos diferentes, su sucesora no corta sin embargo esos nudos gordianos tejidos por las clases dominantes. Para hacerlo hay que romper con ellas. Salirse de ellas. Diseñar y practicar una estrategia contra ellas.

Terceros caminos llevan a abismos conocidos. Están otra vez en el horizonte. No hay punto intermedio entre revolución y capitalismo y quienes no lo entienden así son víctimas de la correntada. No se trata de que el gobierno no reaccione contra un gobernador que actúa abiertamente contra la perspectiva de Unasur y Celac, frontalmente contra el sentimiento mayoritario de la población de su provincia y el país todo. Se trata del grueso de las dirigencias sindicales, políticas, sociales, estudiantiles, impávidas ante la escalada enemiga. Una mortal combinación de ceguera y cobardía paraliza sus reflejos.

No hay un medio de comunicación comercial de alcance nacional que informe sobre estas bases. No hay un político con cartel que salga a denunciar este ultraje.

Pero está el pueblo chaqueño y sus genuinas vanguardias. Hay además incontables organizaciones y personalidades en todo el país empeñadas en impedir que siga su camino esta violación sin precedentes a la soberanía, este manotazo para retrotraer a Argentina a los tiempos del alineamiento incondicional con Washington.

Uribe está en Buenos Aires. Los yanquis en el Chaco. ¿Dónde están las dirigencias nacionales, populares, revolucionarias? ¿Dónde están los defensores de la democracia y la paz?

Ésa es la incógnita a resolver. Y lo haremos. Con la invencible fuerza subterránea que busca salir a la superficie, para recordarle a los argentinos y al mundo que aquí hay una historia de coraje, libertad y revolución.

Luis Bilbao. Director de América XXI

Fuente: http://americaxxi.com.ve/notas/ver/uribe-en-buenos-aires-yanquis-en-el-chaco#