Según la Limeddh el saldo hasta hoy es: 15 ejecuciones, 200 detenidos, 150 lesionados, más de una treintena de ‘desaparecidos’.
En Oaxaca se ha instrumentado un programa de acciones federales y estatales para acallar la protesta social, se recurrió a la utilización de grupos militares, policías municipales, estatales y federales, así como de grupos paramilitares y elementos de la Agencia Federal de Investigaciones «para reprimir y agredir a la población», el saldo hasta hoy es: «15 ejecuciones, 200 detenidos, 150 lesionados, más de una treintena de ‘desaparecidos’ y están por ejecutarse, otras 200 órdenes de aprehensión, informó la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh).
Al hacer un balance de la situación en Oaxaca, a más de seis meses de conflicto, la Limeddh resalta que «ante la profunda crisis que demuestra el clima de ingobernabilidad, ruptura del orden del Estado de Derecho y las graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos, como son detenciones arbitrarias, tortura, uso excesivo de fuerza, intimidación por la fuerza pública, cateos ilegales a domicilios, utilización de gases lacrimógenos y mostaza, y armas de alto poder, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Europea y el Parlamento Europea, han manifestado al gobierno su preocupación y exigido que se frenen las violaciones a los derechos humanos».
La Limeddh sostiene que se ha constatado la utilización del ejército, de la Marina en estados aledaños a Oaxaca, y en la misma capital de ese estado, elementos de la Policía Federal Preventiva, policías estatales y el uso de tanquetas antimotines y armas de alto poder, policías ministeriales vestidos de civil, que han actuado contra la población, además de que grupos paramilitares y grupos vinculados al PRI , han puesto precio a las cabezas de los dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), y se ha documentado una ofensiva contra las organizaciones de defensa de los derechos humanos en la entidad.
Adrián Ramírez, presidente de la Limeddh sostiene que «en Oaxaca no ha prevalecido el Estado de Derecho, sino derechos del Estado, se ha pasado por encima de las normas nacionales e internacionales, y ahora todo parece indicar, que con el cambio del gobierno federal, va a continuar el «tratamiento de terrorismo a la lucha social, y esto es un mal precedente».
Anunció que se prepara un documento de análisis de la situación, y que las organizaciones de derechos humanos continúan impulsando la Comisión Internacional de Intermediación que esté integrada por académicos, intelectuales, artistas y diversas personalidades para llamar al diálogo y la negociación en Oaxaca.
Subraya la Limeddh que el Comité Contra la Tortura (CAT) de la ONU, luego de analizar la situación de México y escuchar a las organizaciones no gubernamentales, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y a la delegación oficial, instó al gobierno mexicano a investigar de manera pronta, efectiva e imparcial los hechos ocurridos en San Salvador Atenco, la tortura contra altermundistas en Guadalajara, loa feminicidios de Ciudad Juárez y los acontecimientos de Oaxaca, en donde, cuestionó el CAT; «se han recibido numerosas quejas por tortura, violencia y agresiones sexuales contra mujeres durante lo operativos policíacos».
Los familiares de los detenidos a raíz de la marcha del 25 de noviembre pasado en Oaxaca, dice la Limeddh, –ese día se registraron 31 personas desaparecidas, hubo 203 detenciones (50 mujeres y 103 hombres , 4 de ellos eran menores de edad) –hacen notar que «la movilización ciudadano transcurría pacíficamente, pero las corporaciones policíacas iniciaron una brutal represión, iniciaron la agresión con gases tóxicos, y luego siguió el tolete.
Fueron varias horas de agresión vespertina, y por la noche y madrugada se realizaron la mayoría de las detenciones, muchos de ellos, sólo eran curiosos o transeúntes, y se les ha tratado con brutalidad, rudeza y bestialidad».
Denuncian los familiares de detenidos de ese día -25 de noviembre –, que «la Policía Federal Preventiva en complicidad con la policía ministerial detuvo a decenas de personas y las condujeron a mazmorras clandestinas que en su mayoría son bodegas o campos de seguridad y en condiciones de aislamiento pudieron manosear y golpear a las mujeres detenidas a su gusto, sometieron a salvajes torturas a los hombres y a todos les infligieron humillantes vejaciones de lesa humanidad».