En la vida se cierran ineluctablemente ciclos para bien o para mal según los veamos. Siempre esperamos sean para bien, pero sabemos que no, sin embargo, esa experiencia que la vida nos regala al dejar ir algo o cerrar una etapa, nos permite mirar hacia otros horizontes tal vez soñados o tal vez nunca vistos, […]
En la vida se cierran ineluctablemente ciclos para bien o para mal según los veamos. Siempre esperamos sean para bien, pero sabemos que no, sin embargo, esa experiencia que la vida nos regala al dejar ir algo o cerrar una etapa, nos permite mirar hacia otros horizontes tal vez soñados o tal vez nunca vistos, que nos traerán nuevos derroteros.
Esta es la visión que debemos tener de 2019, que deseamos sea prospero para todas las mujeres y los hombres de buen corazón, trabajadores y honrados. Pero también deseamos sea un año lleno de proyectos nacionales concretables tanto como sociedad como gobierno.
Los mexicanos todos los días nos preguntamos cuando las cosas van a cambiar para bien, pero muchas veces no ponemos de nuestra parte para que eso suceda, queremos trabajo y no lo buscamos, queremos salir del hoyo pero no nos preparamos, queremos tener salud y no cuidamos la que tenemos, queremos unidad familiar pero no hacemos nada para lograrlo, queremos vivir mejor y no ahorramos, independientemente de tener o no dinero que no lo es todo en la vida, que si hace falta pero que no es factor de buscar ser mejores. Creemos que el Gobierno debe darnos todo cuando necesitamos, sí, darles un pescado a los más necesitados, pero sobre todo darles una caña y enseñarlos a pescar.
El estado por consiguiente en sus tres niveles de gobierno debe cumplir con la máxima democrática de gobernar escuchando al pueblo; gobernando obedeciendo.
En esta etapa nacional donde por primera vez gobierna la izquierda en México, existe miles de esperanzas y deseos de que a todos nos vaya bien, una agenda impresionante en materia de gobierno viene en todos los sentidos a partir de enero una vez autorizado el presupuesto de egresos de la federación, y las esperanzas están centradas en un gobierno honesto, trasparente y rendidor de cuentas que encabeza Andrés Manuel López Obrador, quien esperó condiciones para llegar a la Presidencia de la República y lo logra en 2018, ante un país abatido por la corrupción, la inseguridad, el desempleo y sobre todo la pérdida de confianza de los mexicanos en sus gobiernos, lo que fue lo más desastroso de todo, el sentir los mexicanos que no tenían gobierno federal y que el país estaba al garete a merced de todo tipo de peligros lo que en si no es nada oculto.
La tarea de reconstrucción nacional en todos los sentidos no es tarea fácil, y por ello gobierno y sociedad debemos caminar juntos, de la mano, sabedores de que si confiamos en el gobierno y lo apoyamos en todo lo que la ley le marca nos irá bien a todos. Existen grandes males que nos aquejan y que no se han ido, desaparecidos, inseguridad pública, delincuencia, encono entre los propios partidos porque no ganaron elecciones, sin saber que solo son entidades de interés público como lo ordena la constitución y no negocios privados, clubes de amigos, agencia de colocaciones. Porque los partidos son esto deberían pedir u ofrecer perdón a México por tantas tropelías dejaran hicieran, quienes a través de ellos llegaron al poder, como lo fue el gobierno federal pasado de triste memoria.
Los mexicanos estamos ofendidos, agraviados y eso fue el detonante de mirar hacia otros actores políticos como AMLO con un proyecto claro, limpio. AMLO sabe que las cosas están mal y busca revertir lo vivido, sanar heridas, cerrar el paso a la impunidad y evitar al máximo más mexicanos inocentes caídos, que son conjuntamente con la corrupción que imperó en el pasado, el sello de la casa vieja que se queda en 2018, de un gobierno federal putrefacto como el del pasado peñista que no tuvo los tamaños de darle a su pueblo seguridad, y progreso, que juró la constitución y que le falló a ella, a los mexicanos, se falló a sí mismo que nadie cuerdo puede entender.
Son tiempos idos los del pasado y centremos ahora nuestras miradas y acciones hacia el presente donde todos, gobierno y sociedad debemos ser uno solo, buscando en todo momento la unidad nacional que nos falta para salir adelante. Con un gobierno honesto y trabajador y con un pueblo crítico y propositivo. A ello estamos obligados todos.
Veracruz me llena de orgullo
Qué mejor eslogan del gobierno del Estado que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, que gana la elección sobre su principal contendiente PAN/PRD dos votos a uno, que el de «Veracruz me llena de Orgullo». La toma de protesta en la Plaza Lerdo en Xalapa de Cuitláhuac -como lo llama el pueblo- y la llegada el 2 de diciembre de AMLO al mismo lugar fueron escenarios populares espectaculares con calles llenas de ciudadanos que desean un nuevo despertar en el estado, con trabajo, seguridad pública, estabilidad, empleo, salud, educación y nuevas formas de hacer política.
Es este nuevo Veracruz que me llena de orgullo hay ciertos personajes que lamentablemente no les llena de orgullo el nuevo Veracruz que ha llegado, pero afortunadamente son los menos. Sin embargo, el hecho de seguir incrustados en espacios donde ya no son bien vistos hace que el proceso de trasformación veracruzana se vea empañado con manchas de aceite que deberán quitarse en el corto plazo.
Los reductos pintados de autónomos del pasado deben irse. Algunos ya se fueron a rumiar su amargura y nostalgia del poder público lejos de Estado, que no supieron darle cause ni responder a una sociedad agraviada por más de 8 años. Las autonomías públicas constitucionales en Veracruz no son sinónimo de impunidad o encuartelamiento meta constitucional. Las observaciones o solventaciones internas que se hicieron en 30 días a las dependencias del estado y entes afines, siguen su marcha y habrá muchas sorpresas, sin embargo, ello no significa que se puedan o no fincar responsabilidades por observaciones mayores a las mismas que pueden ser atendidos o denunciadas en un año por lo que de tenerse no debe esperarse tanto a efecto de no hacerlas bombas de tiempo o trampas para dar a conocer los progresos que el estado tenga en ese tiempo, es decir no se vean opacadas las buenas acciones presentes a futuro. Existen ciertas y graves acusaciones ciudadanas y colectivos sobre acciones o incumplimientos de un deber legal sobre autónomos, que deben versarse en el ámbito del fuero común y del federal por el impacto, el delito o el recurso publico aplicado. Cosa de enfoques. Lo cierto es que el Veracruz que todos queremos es uno que nos llene de orgullo, que no es nuestro sino de los hijos de los hijos de nuestros hijos, es un Veracruz y grandeza que nos han prestado las futuras generaciones y a las cuales conjuntamente con las presentes debemos entregarles prospero, limpio. Valiente, saludable, generoso. Las caritas sonrientes que fuimos en el pasado debemos serlo ahora a partir de un nuevo gobierno comprometido con los veracruzanos, queremos volver a sonreír y regar nuestros campos con agua limpia y no llanto, tristeza, desesperación impotencia.
Apoyar al Gobierno de Cuitláhuac es apoyarnos como sociedad, debemos aprender a no se presas de confusiones y difamaciones sobre las acciones de gobierno. Poco a poco las aguas van a tomar su cauce y veremos la luz del sol al final del camino, si seguimos unidos. Así debe ser, así será, Felicidades a todos y lo mejor para México y Veracruz. Quienes padecen una tristeza, una pena, una perdida recuerden que no están solos, pueden voltear a un lado y verán a un veracruzano hermano que les dirá, cuenta conmigo. Pero sobre todo, en la desgracia contar con Dios es más reconfortante, aunque parezca que no, así lo es. Él te dice calma, no pasa nada. Ánimo Veracruz. ánimo México.
Rafael Marín Marín es Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos de Veracruz COLPROTVER y delegado en el Estado del Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado. INCDA.
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