Voy cruzando las etapas de una noche larga. Abro puertas en mi mente y quiero enloquecer. … Bailando en el Infierno Viejas Locas «El fascismo no sólo fue la conjuración que de hecho era, sino que surgió además dentro de una poderosa tendencia social. El lenguaje le da asilo y en el lenguaje se […]
Voy cruzando las etapas
de una noche larga.
Abro puertas en mi mente
y quiero enloquecer.
…
Bailando en el Infierno
Viejas Locas
«El fascismo no sólo fue la conjuración que de hecho era, sino que surgió además dentro de una poderosa tendencia social. El lenguaje le da asilo y en el lenguaje se manifiesta la oculta y creciente catástrofe como si fuera la salvación» sostiene Theodor Adorno en un pasaje de La ideología como lenguaje.
«Esta noche estamos haciendo historia. Esta noche -como les dije antes- hicimos posible lo imposible: cambiamos futuro por pasado» pronunció, en la algarabía triunfante, la flamante electa gobernadora de la provincia de Buenos Aires…
Acto fallido…
Jacques Lacan ha planteado la cuestión acerca de ¿dónde está el acto? ¿del lado del que se equivoca, o del lado del que hace la lectura del equívoco? En un movimiento típico lacaniano, aparece la reminiscencia a Sigmund Freud, para quien este tipo de actos son más generales: son «actos sintomáticos». Y, tanto uno como otro, van al «significante», y las condiciones que deben darse para que el acto pueda ser leído como acto (la cuestión de la interpretación). En dos voluminosas obras, Freud y los límites del individualismo burgués de León Rozitchner, y El Anti-Edipo (primer volumen de Capitalismo y Esquizofrenia) de Gilles Deleuze y Félix Guattari, se pone en cuestión las condiciones interpretativas sobre el individuo, y desplazan -por decirlo resumidamente- la interpretación a lo complejo de lo social.
«¿De qué se defiende Estela de Carlotto? ¿Le hicieron algo? Si se está defendiendo de sus demonios internos es problema de ella», dice Jaime Durán Barba al consultársele sobre la expresión pronunciada por la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo: «hace un mes estamos viviendo en el infierno, todos los días hay que defenderse de algo». Y el asesor del PRO agrega «No sé, debe estar angustiada por algo. Son personas que por su fanatismo ideológico viven entre fantasmas». Es destacable la sofisticación de Durán Barba para enunciar lo mismo que se le atribuye al siniestro general Albano Harguindeguy, ministro del Interior en la dictadura conducida por Jorge R. Videla, quien mientras miraba desde la Casa de Gobierno la ronda alrededor de la pirámide de los nacientes movimientos de Derechos Humanos de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo exclamó que eran unas cuantas «viejas locas». Existe una diferencia entre Harguindeguy y Durán Barba, en el primero aún subyace la idea de conjunto, de colectivo, de -al menos- agrupamiento, en el segundo es el puro individuo en su individualidad y en su problemática individual e individualizada.
«Cambiamos futuro por pasado» se engarza con el discurso cínico del jefe de asesores de PROpuesta Republicana.
Vale leer hasta las comas del reportaje cedido al diario La Nación por este asesor de asesores, porque nos provee de un material sin igual para estudiar el funcionamiento, la lógica, de la razón cínica.
Cuando el entrevistador pregunta acerca de Cristina Kirchner, el asesor ecuatoriano hace una gran confesión: «Creo que Cristina está fuera de la realidad. Tensa totalmente la piola y no debe hacerlo. El presidente Mao tenía una frase muy sabia. Decía: «Cuando el enemigo es muy poderoso, el movimiento popular debe desaparecer en el agua como el pez cuando se asusta»».
El jocoso Durán Barba sostiene que «Nada hay más importante que reírse de sí mismo. A mí cuando me atacan me muero de risa» y que «Si ponemos a Balcarce cuando Mauricio es presidente, estamos diciendo «no nos la creemos, no somos dioses. Balcarce viene acá y está perfecto, somos seres humanos comunes». Es el mensaje más profundo de la campaña de Mauricio». El jocoso Durán Barba nos anuncia, por boca de Mao, que el enemigo es muy poderoso y que «el movimiento popular debe desaparecer en el agua como el pez cuando se asusta» (debemos morirnos -no de risa-), mientras que palabras antes se preguntó «No sé, debe estar angustiada por algo. Son personas que por su fanatismo ideológico viven entre fantasmas». Y resuena ese «por algo» en la milimétrica cínica del discurso del duranbarbismo.
El acto está en ambos lados, del lado del que tiene el lapsus y del lado del que hace la lectura. El material empírico para sostener la tesis sobre qué significó/significa aquel acto fallido de Vidal es más que abundante (y peor aún: más que abundante es abrumador). Observación: al momento que escribo esto me anoticio de que a la detención política de Milagro Sala se le suman nuevas detenciones por ejercer el derecho a la protesta. ¡Asustar a los peces para que desaparezcan en el agua!
«Donde todo es comunicación, ésta es algo más que mera comunicación» sostenía ya en 1967 Adorno, dando conformación crítica a la tensión existente entre la forma de lo expresado y el contenido de lo expresado. «El que escucha debe recibir algo. Pero he ahí un préstamo del mundo mercantil: la exigencia del consumidor de que también lo espiritual debe, contra su propio concepto, regirse por él» agrega este pensador.
En lo comunicacional, el PRO instaló una concepción efectista, una comunicación en la que «vos estás siempre presente». En el La ideología como lenguaje se nos indica que «la tesis, agazapada tras la jerga, sobre la relación yo-tú como el lugar de la verdad ennegrece su objetividad como cósica y pone a calentar en secreto el irracionalismo». Así, «en el lenguaje se manifiesta la oculta y creciente catástrofe como si fuera la salvación»…
Balcarce y los peces.
A veces pienso que
esa gente tan cool
no tiene chispa para
conquistar
si sus monedas lo pueden
comprar
ellos se olvidan de lo
artesanal.
Se olvidan de lo artesanal
ellos se van a olvidar de lo
artesanal.
…
Lo artesanal
Viejas Locas
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