Recomiendo:
0

Viejas recetas y los mismos actores de la mano de Milei y el FMI impulsan la contrarreforma laboral esclavista

Fuentes: Rebelión

En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190), Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), cuestionó el proyecto del Gobierno para una reforma laboral y advirtió sobre sus posibles efectos negativos. Si bien reconoció que el sector necesita nuevas leyes de trabajo, sostuvo que la medida debe apuntar a mejorar la productividad y la competitividad. Sin embargo, advirtió que “si la industria sigue cayendo”, la reforma podría finalmente “generar desempleo”.

Daniel Rosato es dirigente industrial. Se desempeña como presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), representando los intereses del sector de las pequeñas y medianas industrias del país. También es CEO de la empresa Papelera Rosato y Rosato Sociedad Anónima, además de presidente del Parque Industrial Plátanos, ubicado en Berazategui.  

¿Jornada laboral de 12 horas?: qué países trabajan más y cómo les va
En la apertura de hoy planteamos la idea de que hay una “puertorriquización” de la Argentina. Cada vez se acerca más a una cultura norteamericana, y es posible que el dólar resulte más atractivo que el peso en un eventual referéndum. En particular, como presidente de una organización de PyMEs, ¿le parecería acertada una medida en la cual Argentina dolarizara su economía y sustituyera el peso por el dólar?

Nuestra experiencia nos ha dicho que eso nunca ha sido posible. Argentina en cierta forma está dolarizada. Nosotros, la industria, tenemos nuestros costos dolarizados. Tenemos la energía y los costos de los insumos en dólares. Todo lo que importamos es en dólares. Entonces, prácticamente es lo que de alguna manera nos está llevando a una situación en el país, y a la industria en general, a atravesar esta recesión debido a los altos costos en dólares.

Entonces, a nivel internacional, Argentina hoy es muy cara. No hay manera. Nosotros no vemos, desgraciadamente, a corto plazo, cómo se puede revertir esta situación, porque hay una decisión política por parte del Gobierno nacional de que la economía esté dolarizada. Eso genera una gran preocupación, porque hace que hoy Argentina no sea competitiva y que la industria no sea competitiva.

Dice que ya estamos dolarizados, y eso nos hace malos competidores, porque nuestros costos internos son mayores que los norteamericanos, y nuestra productividad es menor que la de Estados Unidos. Esto lo decía Silvio Berlusconi en la época del euro: él decía que el problema en Italia era que se había eliminado la lira, porque todos los años podían devaluar 15% y con el euro dejaron de poder devaluar. Entonces, deduzco de su respuesta que le parece que dolarizar definitivamente sería peor todavía.

Sí, sería peor, porque la Argentina tiene que ordenarse, la economía tiene que ordenarse, y creemos que los costos impositivos que tenemos son muy diferentes a los que tienen las industrias en el exterior, incluso en Estados Unidos. Nosotros tenemos un costo, por ejemplo, de la energía muy por encima del costo que tiene Estados Unidos. El costo de electricidad más el gas es uno de los ejes que hace a la inflación y al costo de la producción.

Hoy estamos atravesando esa situación donde no hay manera de bajar los costos, y por más que busquemos los medios, como por ejemplo la modernización de la ley laboral, para tratar de generar empleo y pensar que la competitividad pasa por esta reforma, no es solo eso.

¿Usted cree que si hubieran hecho una especie de votación entre los empresarios PyMEs que usted representa, ganaban los candidatos de Milei el domingo pasado, o no?

Posiblemente sí. Esa es la discusión.

Es una paradoja, porque los empeora económicamente, pero lo votan.
Sí, porque creo que se han vivido momentos difíciles que han generado desconfianza. Indudablemente hay una cosa que hay que tener en cuenta, que es que en los últimos siete años, Argentina perdió 30.000 empresas. Entonces, es ahí donde hay que hacer el análisis de qué es lo que está pasando.

Esto no es de ahora, viene de hace varios años atrás. La política ha hecho malas cosas. Y creo que se mira puntualmente algo que no pasa por ahí, como la reforma laboral, que es muy importante y la necesitamos. Desde el sector industrial se viene pidiendo, y en algunos casos se ha consensuado. Nosotros desde IPA hemos presentado un proyecto de ley laboral alternativo, que no era tan duro para el trabajador como en este caso se plantea. Era algo más equitativo, en el sentido de que el trabajador también tenía un beneficio.

Tanto el trabajador como el empleador buscan seguridad jurídica, que el empleador pueda tomar un trabajador sin terminar en un juicio laboral injusto que le represente a una PyME no poder hacer inversiones, por tener que pagar sumas millonarias por un juicio injusto, que deriva en la industria del juicio. Creo que el problema básico hoy pasa no solamente por la reforma laboral, sino por buscar paralelamente una solución al problema del empleo y del trabajo, y que seamos competitivos.

Pero los PyMEs votan…

Sí, no todos. Hay sectores muy sensibles, como los de textil, calzado y fabricante de bienes de capital, que hoy en día debería estar trabajando al 90% de su capacidad instalada. Pero las grandes empresas del sector hidrocarburífero no compran en el país.

Entiendo perfectamente. Quería sintetizar que hay dos circunstancias: uno, el costo de los juicios laborales, y otra, el costo de la pérdida de mercado que implican las importaciones. Ese dilema que tienen las pymes lo tiene también el empleado de la pyme, que quiere las importaciones para comprar más barato, pero si se queda sin trabajo no va a tener la plata para comprar. Entonces, el dilema lo tienen todos, y simplemente traté de plantearlo para que se pueda comprender mejor que no es blanco o negro, y que la solución no es tan simple como parece.

Pero no es necesario cerrar las importaciones.

Eso no lo estoy poniendo en un extremo.

Pero es importante porque acá se ha ido de un extremo al otro.
Probablemente, en todos los temas, no sea ni una cosa ni la otra. Ni en la reforma laboral ni en las importaciones. Lo planteé en forma dilemática para ser más didáctico.

Nosotros lo que queremos es que el Gobierno escuche más al sector pyme. No está escuchando a las PyMES industriales, y creo que ese es un error. Lo mismo lo planteamos en su momento a otros gobiernos.

No escuchan a la UIA…

Está claro que abrir las importaciones perjudica a las PyMEs y que una reforma laboral las beneficiaría. Si viniese un ser fantástico y le dijera que abre las importaciones y al mismo tiempo produce una reforma laboral, ¿usted firma?

No, firmo porque estoy en desacuerdo. Nuestra postura es que necesitamos una ley que genere un modelo industrial.

Pareciera haber una contradicción porque el Gobierno tiene un modelo que no valoriza la industria.

¿Cuál de los dos sería un mal peor? ¿Usted preferiría seguir como antes, con las importaciones cerradas sin reforma laboral, o si eventualmente hubiera reforma laboral?  

Me está haciendo una pregunta muy difícil y comprometedora. Creo que el país ha crecido cuando fuimos competitivos, cuando pudimos producir, cuando el trabajador ha estado en mejores condiciones, tuvo mejor poder adquisitivo, y eso generó mercado interno, generó demanda. Hoy no tenemos demanda, la demanda viene cayendo. Entonces, yo puedo tener una reforma laboral, pero no tengo trabajo. Vamos a seguir perdiendo empresas e industrias. Y creo que ese es un tema que requiere de un análisis más profundo desde la política.

Ustedes comprenden que la reforma laboral nunca la va a hacer alguien que no sea como Milei. Entonces, Milei, abriendo las importaciones, es un mal menor, porque si hace la reforma finalmente va a generarle a las PyMEs mayores oportunidades, y en el futuro podrá venir otro gobierno que corrija el tema de las importaciones. Milei es un instrumento para producir un cambio que no produciría nadie. ¿Lo estoy interpretando bien?

Sí, está bien lo que usted plantea. Lo que ocurre es que, desde mi lugar como industrial PyME, con una empresa de 80 años que viene de mi padre, me cuesta mucho poder aceptar. Tenemos que discutir y pelear, en el buen sentido de la palabra, para que esto se transforme. Hoy en día el Gobierno pierde recaudación. No entran divisas al país por falta de exportaciones de la industria manufacturera, que viene cayendo permanentemente. Cada vez la brecha entre exportaciones e importaciones es más chica. Aumentaron 30,5% las importaciones y 7,6% las exportaciones. Todo eso está marcando una realidad.

¿Por qué tenemos que pensar así? ¿Por qué no pensar como un país más grande, con un gran futuro, porque contamos con todas las riquezas? Hay que buscar la manera de hacer viable la producción en la Argentina, que las PyMEs puedan crecer, desarrollarse y generar trabajo genuino. ¿Por qué esperar, a lo mejor, cuatro años más, cuando van a desaparecer 20.000 empresas más? Por ese lado, lo veo injusto. No creo que sea justo ese planteo. Creo que está bien lo que usted dice de esperar, ¿pero se puede esperar?

Yo fabrico papel. En la época de Carlos Menem también hubo un proceso de falta de competitividad por la apertura de importaciones, pero en ese momento no teníamos energía. Hoy tenemos algo que debería ser la base de un modelo de desarrollo industrial, que es la energía. Si antes las empresas no venían a la Argentina porque no había energía para producir, y hoy tenemos la energía para poder producir. Pueden venir las inversiones, el sector de la agroindustria puede fomentarse y desarrollarse porque contamos con energía. Entonces, me parece que debería haber otro razonamiento. Con todo respeto a mis colegas, digo que es importante la reforma laboral, pero también es importante avanzar con un proyecto industrial que permita el desarrollo y la generación de empleo.

Aceptemos que la reforma laboral es una prioridad y que sigan las importaciones. Pero si la industria sigue cayendo… Yo tengo 180 empleados. Estoy debajo del punto de equilibrio por los costos que tenemos. Imagínese que de un mes a otro CAMESA nos aumentó 200% la energía en el sector electrointensivo. ¿Cuál es la herramienta que tengo para despedir gente a bajo costo? Va a ser la reforma laboral. Entonces, en vez de transformarse en una manera para generar empleo, esa reforma laboral se va a transformar en una manera para generar desempleo. Lógicamente, va a ser una salida para todos, pero no es conveniente pensar de esa manera.

Los 3 puntos clave de la reforma laboral que tiene en su escritorio Milei

Javier Milei tiene en su escritorio el borrador del proyecto de reforma laboral que será terminado de debatir el próximo 5 de diciembre en el marco de la última convocatoria a representantes del Consejo de Mayo, integrado por gobernadores, empresarios, gremios, diputados y senadores. Una vez que se cierre esa instancia, la iniciativa será enviada al Congreso para ser tratada en sesiones extraordinarias.

Cuenta de tres ejes o reformas centrales: Prelación (que el convenio más chico prevalezca sobre el más grande); Ultractividad (reformas al sistema de contratación y jornada laboral), y “Carancheo” (limitar al sistema de indemnización por despido y aportes patronales); esto último es un reclamo de las empresas para evitar lo que denominan la industria del juicio laboral.

El próximo martes habrá otra cumbre de ministros y equipos técnicos para terminar de delinear las iniciativas que modifican los regímenes laboral y tributario.

En la Casa Rosada confirmaron que evalúan el 5 de diciembre como la fecha para convocar al Consejo de Mayo por última vez y terminar de consensuar los proyectos que hoy están en manos de la mesa chica del presidente, Hasta ahora en el Concejo de Mayo lo presidía Guillermo Francos, y ahora quedará en manos de su sucesor, Manuel Adorni.

El Gobierno buscará así conseguir apoyo político de representantes de los gobernadores, de los bloques de la oposición dialoguista en el Congreso, de las Cámaras empresarias y de gremios enrolados en la CGT, antes de elevar los proyectos el 15 de diciembre, fecha en que Milei tiene previsto convocar a sesiones extraordinarias.
En la última reunión el Consejo

de Mayo cambiará un actor clave: Adorni reemplazará a Guillermo Francos como presidente de la mesa de diálogo, mientras que el representante de los gremios, Gerardo Martínez, deberá revalidar sus títulos tras el cambio de autoridades de la central sindical CGT, con sectores que evalúan presentar su propio proyecto.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger explicó los 3 principales puntos que contiene la reforma laboral que enviará el Gobierno para ser discutida en sesiones extraordinarias y los definió en los conceptos de:

  • Prelación: busca modificar la ley de contratos de trabajo y que el convenio colectivo más chico prevalezca sobre el más grande. Es decir, las negociaciones por empresa estén por encima de las negociaciones por rama de actividad.
  • Ultractividad: De acuerdo con la última versión del borrador, el proyecto propone cambios relevantes sobre la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), regímenes especiales y procedimientos judiciales. Hoy si un convenio se vence por falta de acuerdo, sigue rigiendo hasta tanto se consensúa uno nuevo. La idea es que el convenio que se cae, se caiga.
  • Carancheo: aportes obligatorios a Cámaras empresariales/sindicatos, industria del juicio, etc…)
  • Según trascendidos, el texto abarca principios generales, criterios de registración, organización de la jornada laboral, vacaciones, beneficios sociales, licencias por enfermedad, esquema indemnizatorio y la regulación de servicios esenciales.

También introduce un capítulo específico para la economía de plataformas y otro sobre el ejercicio profesional sin matrícula obligatoria. El artículo 2 del borrador redefine el alcance de la LCT y excluye al empleo público, el trabajo agrario, el régimen de casas particulares, los vínculos comerciales regidos por el Código Civil y Comercial, y los servicios personales de transporte, reparto y mensajería realizados a través de plataformas digitales. Esa delimitación establece qué actividades permanecerán bajo la ley tradicional y cuáles quedarán sujetas a normativas propias. El artículo 12 mantiene la irrenunciabilidad y el 15 determina que los acuerdos conciliatorios, liberatorios o transaccionales requerirán homologación judicial o administrativa. En cuanto a la antigüedad, el artículo 18 indica que se computará acumulando períodos sucesivos e incorporando lapsos previos de quienes reingresen dentro de los dos años posteriores a su desvinculación. En tercerizaciones, el artículo 30 transforma la responsabilidad del principal: pasa a ser subsidiaria y ya no solidaria, excepto en casos de irregularidades de registración, aportes y seguros. El esquema de vacaciones también se redefine: el período deberá otorgarse entre el 1º de octubre y el 30 de abril, se permite el fraccionamiento en tramos mínimos de siete días y se exige reprogramar aquellos que se interrumpan por enfermedad. El artículo 197 bis abre la posibilidad de que los convenios colectivos establezcan bancos de horas, esquemas de compensación y sistemas flexibles adaptados a los ciclos productivos. El artículo 198 dispone que la jornada máxima se calculará sobre promedios y permitirá compensaciones, sin sobrepasar límites legales. Se mantienen los descansos mínimos y el descanso semanal de 35 horas. El proyecto de reforma laboral de Milei incluye la creación de un sistema unificado de registración administrado por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). En cuanto a la renuncia, esta deberá presentarse por telegrama laboral gratuito o de forma personal ante la autoridad correspondiente. El artículo 241 requiere escritura pública o intervención administrativa/judicial para los mutuos acuerdos. En el régimen indemnizatorio, se establece un mes por año de servicio, con un tope de tres salarios promedio del convenio y un piso del 67% de la mejor remuneración. El artículo 245 bis define el despido discriminatorio y agrega un agravamiento del 50% al 100%. También se permite que los convenios reemplacen la indemnización tradicional por un fondo de cese laboral o un seguro equivalente.

No habrá mejoras para trabajadores de plataformas

Un abogado vinculado a Rappi redacta la reforma laboral y el gobierno no introducirá mejoras para los trabajadores de plataformas, que seguirán siendo independientes. Al no blanquear la relación de dependencia, no existe derecho a reclamos sindicales.

Julián de Diego es un abogado especializado en asesoramiento laboral empresario. Entre las compañías que asesora está Rappi, representada formalmente por el Estudio Cárrega. Al igual que todas las plataformas, Rappi no reconoce a sus repartidores como empleados.

Se trata de una discusión compleja: en ninguna parte del mundo logran resolver cuál es el tipo de vínculo que existe entre los trabajadores de aplicaciones como Uber o Rappi y las empresas.

En el estado de Rajastán, en India, Uber paga una tasa que va a un fondo que luego se vuelca a la seguridad social. Eso permite que los trabajadores de plataformas gocen de algunos de los derechos que tienen los trabajadores formales. Esa idea circuló en la campaña presidencial de Horacio Larreta.

En la Argentina se considera a los trabajadores de aplicaciones como independientes. Eso les permite no cumplir con horarios fijos, pero les impide conformar sindicatos para reclamar mejores condiciones laborales.

La cuestión comenzó a generar interés para la CGT, pero al ser tema mundial, incluso la OIT  trabaja en un convenio que debería aplicarse en los estados miembro. Ya se aprobó una primera parte y la segunda estaría lista el año próximo. En el gobierno le restan importancia, pero la reforma podría terminar generando un conflicto con el sistema internacional del trabajo.

La cuestión de los turnos fijos es el principal argumento de las plataformas para negar la relación de dependencia. Es algo que preocupa a los repartidores y choferes, que trabajan para múltiples empresas en los horarios que más les convienen.

El sistema da lugar a situaciones insólitas: como independientes, algunos trabajadores de plataforma subcontratan a otros trabajadores que utilizan sus mismas cuentas y mejoran su ranking para obtener más recompensas.

“Es difícil de abordar, porque cualquier cambio que introduzcas puede terminar perjudicando a los trabajadores, pasó en países como España, donde las apps de transportes terminan funcionando bien solo en las grandes ciudades”, explicó la fuente.

El doble rol de De Diego es una cuestión que no pasa desapercibida. Hay un conflicto de intereses. Si asesorás al Estado en la reforma y trabajás para una empresa podés inducir al Estado a que beneficie a la empresa que representás.

De Diego carga sobre sus espaldas con el mayor fracaso del derecho laboral argentino: fue el autor de la ley de ART, que terminó perjudicando a empresas y trabajadores.

La ley buscaba beneficiar a las empresas al limitar los montos que debían pagar por los accidentes laborales previa contratación de aseguradoras de riesgo de trabajo. Tiempo después, la Corte determinó que era inconstitucional ponerle un tope a las indemnizaciones por accidentes.
Como no podían contratar otro seguro laboral más que la ART, las empresas terminaron cubriendo con su patrimonio la diferencia entre la indemnización que fijaba el juez y el tope de las ART.

No es el único paso en falso de De Diego: también asesoró y fue lobbysta de las empresas de trabajo eventual Adecco y Manpower. A través de esas consultoras, las empresas buscaban tercerizar sus contrataciones y ocultar la relación laboral con sus empleados. Otro fallo de la Corte rompió ese sistema.

Más De Diego, abogado de empresarios, reconoció que colabora activamente en la reforma laboral  

“Si yo soy un mozo, me conviene trabajar 12 horas porque recibo más propina”, es el curioso argumento de uno de los impulsores de la Reforma Laboral

Se trata de Julián De Diego, un abogado de empresas, reconoció que trabaja en el borrador de Reforma Laboral junto con Julio Cordero. Salió a defender la idea de extender la jornada laboral y de tener salarios “dinámicos” en base a lo que se trabaje.

Julián De Diego, el abogado de empresarios, admitió que colabora activamente con el Gobierno Nacional en el diseño del borrador del proyecto de ley de Reforma Laboral, que sería presentado a mediados de diciembre, con la intención de ser tratado en sesiones extraordinarias.

“El borrador en el que estamos trabajando con el secretario de Trabajo [Julio Cordero] tiene tres ejes: salario dinámico, que cobra sentido en un escenario sin inflación y para que se den aumentos de salario por productividad. El otro eje es flexibilizar la negociación colectiva, y que sea por empresa y no por actividad. Por último, está lo del banco de horas, que puede ser útil, dependiendo de qué actividad se trate”, dijo el especialista.

De Diego, fundador y titular del estudio “de Diego & Asociados” uno de los elegidos por los grupos empresarios más duros de la Argentina, además dio especificaciones sobre por qué podría “convenirle” a los trabajadores la reforma.

El abogado señaló que “el nuevo contrato de trabajo tiene que ser fluido, simple, con libertad para las partes” y explicó que “la jornada de trabajo debería ser a través del banco de horas, el que existe desde 1991 pero solo se usó en actividades selectivas”.

“El banco de horas permitirá que el trabajador tenga una remuneración flexible, que se llamará dinámica, porque va a tener el convenio colectivo de base que le va a garantizar la categoría mínima, pero va a poder ganar más que lo que dice el convenio a través de un mecanismo de productividad”, dijo.

Destacó que “con la aplicación del banco de horas una persona podría trabajar hasta 12 horas por día”.

“La jornada promedio implica que si un trabajador un día trabaja 12 horas al otro día trabaja 6 horas”, señaló y explicó “si yo soy un mozo, me conviene trabajar 12 horas porque recibo más propina”.

La “canasta de horas”

En el proyecto de reforma laboral impulsado por Javier Milei, la “canasta de horas” —también llamada “banco de horas”— permite que las empresas acumulen las horas trabajadas por encima de la jornada habitual para compensarlas luego con descansos o jornadas más cortas.

En lugar de pagar las horas extras con recargo del 50 % o el 100 %, esas horas se depositan en una cuenta individual del trabajador que la patronal podrá “devolver” cuando convenga a la producción. El tiempo del obrero deja de pertenecerle y pasa a formar parte del capital disponible de la empresa.

La reforma laboral que impulsa el Gobierno incorpora el artículo 197 bis a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), habilitando a los convenios colectivos a acordar modalidades flexibles de jornada. Se introduce el banco de horas como alternativa al pago de horas extras, con requisitos específicos
El discurso oficial presenta el cambio como “modernización” o “adecuación a los ciclos productivos”: el empleador gana libertad para mover horarios, cambiar francos, exigir turnos extendidos o suspender descansos según la demanda.

La vida personal, el estudio o la familia se vuelven variables dependientes del cronograma empresarial.

En la práctica, la “canasta de horas” desdibuja los límites entre trabajo y vida, descanso y productividad.

El antecedente de Metalsa

En la autopartista Metalsa Argentina S.A., ubicada en El Talar de Pacheco, partido de Tigre, sobre la Autopista Panamericana, los conflictos por la organización del tiempo de trabajo no son nuevos.

Durante 2014 y 2015, los trabajadores denunciaron que la empresa —con aval del sindicato— intentaba imponer un esquema de “banco de horas” que flexibilizaba horarios y eliminaba el pago directo de las horas extras.
Ignacio “Nacho” Serrano, delegado de un sector, encabezó la resistencia en la asamblea donde la UOM intentó hacer votar a los trabajadores la modalidad del Banco de horas, y fue despedido junto a varios compañeros, en un episodio que incluyó cortes en la colectora y movilizaciones frente a la planta.

Tras una larga lucha que incluyó una demanda judicial, Nacho logró su reincorporación, pero el mensaje disciplinador quedó grabado en la planta: quien cuestione la administración patronal del tiempo va a ser perseguido.
Este antecedente es importante tenerlo en cuenta aquí. La UOM junto a esta multinacional mexicana intentó imponer la Canasta de horas, la Reforma laboral venía una vez más a partir de un acuerdo entre la burocracia sindical y la patronal.

El tiempo como territorio de disputa

No se trata solo de una cláusula en un convenio. Se trata de la propiedad del tiempo humano.

La “canasta de horas” implica que el descanso, la vida familiar, el ocio y la salud quedan subordinados al ciclo del capital.

Donde antes existía el derecho a una jornada limitada, aparece la lógica del saldo: horas que se deben, horas que se recuperan, horas que se pierden.
El trabajador se convierte en un reloj vivo que marca el pulso de la producción, sin control sobre su propio tiempo.

La “canasta de horas” que impulsa Milei precariza.

Destruye la frontera entre trabajo y vida, erosiona el descanso y reordena la existencia obrera al compás del capital, una clase trabajadora vigilada por el reloj y privada del derecho más elemental: disponer de su propio tiempo.

Fondo de cese laboral

Por Omar Rombolá

El Gobierno presenta la reforma como “modernización laboral”, pero detrás se esconde un esquema de privatización del derecho a la indemnización y una nueva caja de poder para la burocracia sindical.

El nuevo fondo de cese laboral, reglamentado por el Decreto 847/2024 en el marco de la Ley Bases, se vende como un avance en la “modernización” y la “previsibilidad”.

En realidad, es una transferencia del dinero de los trabajadores al sistema financiero, con el beneplácito de un nuevo triunvirato de la CGT que parece más interesado en administrar fondos que en defender derechos.


Según la Comisión Nacional de Valores (CNV), este sistema permitirá reemplazar la indemnización tradicional por aportes mensuales a Fondos Comunes de Inversión (FCI) o Fideicomisos Financieros (FF).
(Infobae, 20/6/2025)

Será “optativo”, pero solo si lo acuerdan Sindicatos y Cámaras empresarias dentro de los Convenios colectivos de trabajo. Es decir: una “voluntariedad” decidida desde arriba, donde los trabajadores no votan ni eligen.

El dulce de la burocracia

El gobierno encontró la fórmula: promete modernidad al empresariado y les ofrece una nueva caja a los burócratas sindicales, ya que los fondos pueden ser manejados por los sindicatos si así lo acuerdan en el Convenio Colectivo de Trabajo.

La CGT —tan dialoguista como funcional al poder— ya empezó a analizar su incorporación a los convenios.

El atractivo es evidente: manejar fondos multimillonarios con escaso control público, igual que ocurre con las obras sociales o los fideicomisos de capacitación.

Se refuerza el poder de las cúpulas. Y donde hay caja sin control, hay negocio: inversiones dudosas, contratos cruzados, retornos políticos y corrupción encubierta bajo el discurso de la “gestión profesional”.
Un dirigente político como Javier Milei que llega al gobierno con un discurso “contra la Casta”, no deja de dar oportunidad de negocios a la misma en este caso a la Casta empresarial y Sindical, contra los y las trabajadoras.

El despido se abarata, el control se privatiza

El nuevo sistema convierte la indemnización —una conquista histórica frente al despido arbitrario— en una cuenta financiera.

El empleador deja de asumir un costo imprevisto y lo reemplaza por un gasto previsible.

La CNV fue clara: estos fondos “canalizarán el ahorro interno hacia instrumentos de inversión”.

En criollo: el dinero del trabajador entra al circuito de la especulación.
(Página/12, 24/6/2025)

Si los rendimientos son malos o las inversiones fracasan, el que pierde es el obrero despedido. No el empresario, no el sindicato, no el Estado.

Conclusión

El fondo de cese no es neutro: redefine la relación entre trabajo y capital.
Donde antes había un derecho individual garantizado por ley, ahora habrá una cuenta colectiva que escapa al control de los trabajadores.

Por eso, la respuesta no puede ser delegar ni confiar en la buena voluntad de la CGT y de las dirigencias de los Sindicatos.

El nuevo fondo de cese laboral abarata el despido, debilita la indemnización y potencialmente refuerza el poder económico de las burocracias sindicales.

El gobierno lo llama “modernización”; los empresarios, “previsibilidad”; el FMI, “madurez institucional”.

Pero para los trabajadores, se prepara una estafa legalizada: un fondo de cese para los derechos, y una fuente de ganancias para burócratas y empresarios.

Pollo Sobrero: «La reforma laboral de Milei va a ser peor que la de Menem»

—¿Qué opina de la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei?
—La reforma laboral ya está hecha: bajaron los salarios escandalosamente. Mejor reforma laboral que esa, imposible. Este gobierno y los empresarios tienen voracidad y desprecio de clase. Es una corriente mundial de mesiánicos delirantes, cuando eso se acabe, vendrá el tiempo de reconstrucción: No se puede pegarle a jubilados. Hay que ayudar a quienes tienen hijos con discapacidad. La obra pública es buena; hay que echar al corrupto, no eliminar la obra. La economía debe ser real, no financiera. No pueden endeudarte por cien años como hizo el ministro Luis Caputo con Mauricio Macri, y ahora con Milei. Triunfó el individualismo. Yo pensé que el proceso político estaba más avanzado, pero aún hay gente que le cree a un psiquiátrico como Milei.
—Durante los noventa, también se impulsó una reforma laboral. ¿Qué opina al respecto?
—La reforma laboral de Milei va a ser peor que la de Menem porque no moderniza el empleo, sino por el contrario, desprotege el trabajo, trasladando todos los riesgos al trabajador. No es una reforma laboral acompañada por políticas productivas y de formalización. Y el resultado más probable es que seguramente vamos a tener mayor precarización y un impacto importante de conflictividad social.
—¿Cómo evalúas el rol de la dirigencia sindical durante el gobierno de La Libertad Avanza?
—Estos dos años de la dirigencia general fueron la peor lacra del movimiento obrero. No solo por una cuestión económica, sino política. No pueden abrir la boca. ¿Cómo planteás que tenemos que salir a pelear por un programa político y económico, como hicieron en 1985 con los 26 puntos de la CGT? Podías estar de acuerdo o no, pero había un norte. Igual que en Huerta Grande o La Falda: la CGT salía a pelear por algo. Hoy sólo llaman a marchar cuando les tocan un poco el bolsillo para negociar y después se meten adentro de la cama. No pueden sostener ningún reclamo. Es político: no pueden sacar los pies del plato. La sociedad entre dirigentes gremiales, empresarios y gobierno es un triángulo de hierro.
—¿Apoya una reforma sindical para democratizar la representación de los distintos gremios?
—El sistema capitalista necesita a estos dirigentes gremiales porque son la valla de contención. Cuando los trabajadores pasan esa valla, aparecen los Cordobazos y las revoluciones que se llevan todo puesto. El único cambio llega cuando los trabajadores se auto organizan y sacan a la lacra: multimillonarios, viejos, que creen que los sindicatos son empresas personales. Andrés Rodríguez, de UPCN, lo dijo claro: “La CGT está para garantizar la gobernabilidad de todos los gobiernos”. Yo pensé que estaba para representar a los trabajadores. Por eso ves gremios firmando 1% de paritarias con inflación de 4 o 5% mensual.
—¿Qué piensa de los trabajadores que han votado por Milei?
—Yo no encontré ninguno. Obviamente hay trabajadores, porque si no, no llegaba a ese porcentaje. Dentro del movimiento obrero hay un voto con vergüenza, parecido al de Carlos Menem en la segunda reelección. Lo que pesa más acá es la ruptura con el peronismo. Muchas veces lo dieron por muerto y no era así, pero hoy está en un piso bajísimo, sin capacidad de renovación dirigencial.  La campaña del peronismo fue “Saquemos a Milei”. ¿Escuchaste algún dirigente del PJ decir qué va a hacer con la deuda? No. Te dicen “vamos a pagar”, aunque sea ilegal e ilegítima. Hoy manda Donald Trump, principalmente. Eso solo lo puede enfrentar una fuerza de izquierda. Se fueron con 41% de pobreza con Alberto. Hoy subió. Mitad de los trabajadores en negro o precarizados. Obvio que eso se paga. La bronca sigue, y hace que haya gente que elija a un tipo que, si lo ve un marciano, no entendería nada. Hay que ver si frenan la denuncia del narco vinculada a la empresa de Eugenia Vidal, que roza a Patricia Bullrich, Villaverde y varios más. Tener poder permite tapar cosas, pero la realidad está: eso va a explotar tarde o temprano.
—Fue una buena elección. En Capital estuvimos muy bien. En provincia, en varios municipios también. Pero para lo que yo quiero, es poco. Muchos nos mezclan con el kirchnerismo y pagamos eso. Aunque superamos la elección anterior, estamos para mucho más. Seguiremos trabajando para que nos elijan más. Tenemos un gran problema: compartimos electorado con el peronismo. Por eso ponen a Juan Grabois: para captar voto de izquierda-peronista. Creo que Myriam Bregman es muy buena candidata. Nosotros tenemos buenos candidatos. Puede ser que no gusten sus modos, pero tiene que ver con un programa político. Pero tenemos una cantidad importante de dirigentes, y ninguno denunciado por corrupción. Ni uno. Ni siquiera Eduardo Belloboni, del Partido Obrero, que lo acusaron de comedores inventados. Todo quedó en mentira. Los únicos limpios somos nosotros. Les guste o no.
—¿Qué opina de la imagen de Cristina Fernández bailando en el balcón en estas últimas elecciones?
—Es la mejor propagandista que tiene Javier Milei. El kirchnerismo es el mayor caudal de votos del peronismo, pero es uno de los sectores más repudiados. Cada vez que aparece, le resta votos al peronismo. Cristina me metió preso; así que buen concepto no tengo. Creo que esta elección marca un punto final para ese movimiento. Hay compañeros kirchneristas que se están acercando a la izquierda. Tenemos buen futuro. Viene tiempo de lucha. Nosotros sí vamos a salir a la calle. Algunos dirigentes gremiales no van a poder.
—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas de la USBA y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.
—Siempre participo de estas entrevistas y siempre les digo que cuando me jubile, voy a estudiar Periodismo. Yo dije que iba a ir a estudiar con ustedes, así que cuando termine acá, ahí estaré. Sobre el país, tengo que decir que se vienen tiempos difíciles. Ahora es cuando se ven los verdaderos. Es como River Plate: cuando estamos mal, hay que bancar. En el país es igual: hay que bancar los trapos ahora. No desconozco al gobierno: es legal, lo votó la gente. Pero todo tiene un límite. Gracias a ustedes y abrazo grande a todos.
Rubén Sobrero participó del Ciclo de Entrevistas de estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de la USBA.
Por Fabián Gómez y Gisele Juárez
Posgrado en Periodismo de Investigación
Universidad del Sur de Buenos Aires

La reforma laboral del Gobierno “profundizará la destrucción del empleo”

El secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, lanzó duras críticas contra el proyecto de reforma laboral que prepara el Gobierno de Javier Milei, al que calificó como una “regresión sin precedentes” y una amenaza directa a los derechos conquistados por el movimiento obrero argentino.

“Detrás del concepto de modernización se esconde más explotación y precarización. Intentan debilitar la protección de los trabajadores, atacar y fragmentar a los sindicatos. Los convenios colectivos son una conquista histórica y los vamos a defender hasta las últimas consecuencias”, advirtió el dirigente estatal.

Según información relevada por el sindicato, el borrador de la iniciativa oficial incluiría la extensión de la jornada laboral a 12 horas, el pago de indemnizaciones en cuotas, la habilitación de acuerdos laborales por empresa —en lugar de por actividad— y la implementación de incrementos salariales atados a la productividad.

El vocero presidencial Manuel Adorni adelantó que el proyecto sería presentado en el Congreso después del 10 de diciembre, una vez asumidos los nuevos legisladores.

Aguiar consideró que este esquema “solo busca elevar los márgenes de rentabilidad empresarial” y que, de aprobarse, “acelerará la destrucción del empleo formal”. “Los salarios dinámicos son una trampa: pagar por mérito amplía las desigualdades y profundiza la brecha de género. En realidad, lo que quieren es premiar la docilidad, no el esfuerzo de los trabajadores”, sostuvo.

El dirigente aclaró que ATE no se opone a discutir una reforma laboral, siempre que el objetivo sea mejorar las condiciones de vida y de trabajo: “El problema no es si hay que modernizar, sino quién define qué significa modernizar. Una verdadera reforma debería reducir la jornada, garantizar igualdad de oportunidades e incorporar la digitalización sin pérdida de derechos”, remarcó.

Aguiar cuestionó además que las medidas del Ejecutivo se enfoquen en “recortar derechos en lugar de distribuir la riqueza”. “La mayoría de los trabajadores son pobres y los empresarios, todos ricos. Alguna vez la Argentina tiene que animarse a discutir la riqueza si quiere terminar con la pobreza”, afirmó.

Desde la asunción de Javier Milei, la tasa de desocupación pasó del 5,7% al 7,6%, lo que representa a más de 2,3 millones de personas sin empleo, según los últimos relevamientos. Para Aguiar, estos datos demuestran que las políticas de ajuste y desregulación “no generan trabajo, sino que agravan la crisis del mercado laboral”.

“Se trata de una regresión sin precedentes para la Argentina. No podemos permitir que se apruebe”, concluyó el secretario general de ATE Nacional.

Gobernadores peronistas apoyan la reforma laboral esclavista

En una conferencia de prensa en la mañana del lunes, Osvaldo Jaldo, acompañado por todo el gabinete de la provincia, anunció el apoyo del gobierno provincial al proyecto de Reforma Laboral esclavista que tiene en agenda Milei y las patronales. En esa misma conferencia también anunció que acompañará la reforma del Código Penal que pretende, entre otras cosas, bajar la edad de imputabilidad a 13 años.

Bajo el eufemismo de “modernizar” las leyes laborales, Jaldo y todo el gabinete del PJ, plantean una acompañamiento a las medidas de recorte de derechos y avanzada sobre los derechos laborales. El anuncio fue acompañado por el vice gobernador Miguel Acevedo, Rossana Chahla, Federico Masso, y ministros.

“No nos podemos oponer a que se actualicen las leyes laborales. Hoy tenemos la tecnología, la informática, la inteligencia artificial, la robótica que no está contemplada en la ley laboral. Pero las modificaciones no van hacia atrás, porque ninguna ley es retroactiva», sostuvo Jaldo.

Con total cinismo Jaldo plantea que no se tocarán los derechos laborales adquiridos, una mentira con la que pretenden dividir a los trabajadores. Los borradores de reforma que hoy están circulando dejan a las claras que se busca facilitar despidos, cercenar el derecho a huelga e instalar que es legal las jornadas de 12 o 14 horas de trabajo. Incluso se refirió a la posibilidad de regionalizar Convenios colectivos, como el de la UTA, anticipando que le dará a las patronales locales la posibilidad de rebajar los sueldos.

Bajo el nombre de “Tucumán Primero” todo el peronismo, incluyendo al kirchnerismo en Tucumán con el ahora diputado Javier Noguera, salió a plantear que le pondría un freno a Milei. En realidad, y quedó muy claro, eran eslóganes de campaña para juntar voluntades en base a engaños y apoyar el plan libertario.

Hasta el momento, ni el diputado Pablo Yedlin, ni Javier Noguera, se han pronunciado respecto a esta decisión oficial. Recordemos que en mayo de 2024 la intendenta de Tafí Viejo, Alejandra Rodríguez, esposa de Javier Noguera, firmó una solicitada pidiendo a los diputados y senadores tucumanos que voten la Ley Bases. Y el propio Javier Noguera firmó como legislador una solicitada de apoyo a Osvaldo Jaldo cuando se estaba tratando la Ley Ómnibus y el gobernador ya había anticipado su postura “dialoguista” con la Casa Rosada.

El acuerdo de unidad en el peronismo tucumano para estas elecciones se dio bajo condición de dar de baja el sello “Fuerza Patria”, que impulsaron Yedlin y Noguera y que no duró ni dos semanas, y a cambio de un lugar para el ex intendente de Tafí Viejo en la lista de diputados. Ese acuerdo incluyó la vuelta del municipio taficeño al «Pacto Fiscal» y el cierre de una disputa abierta con el gobernador por más de 15.000 millones de pesos.

Ellos quieren profundizar la libertad para explotar, más trabajo precario, más facilidades para despedir. El desarrollo de la tecnología, a diferencia de lo que dice el coro de Jaldo, Milei y Sturzenegger, podría servir, al revés, para disminuir la jornada laboral y repartir el trabajo entre todas las manos disponibles; trabajar todos 6 horas, 5 días, con plenos derechos y con un salario igual a la canasta familiar. No es cierto que entregando derechos se defienden los puestos de trabajo, el limón tucumano es un gran ejemplo, donde en base a la contratación temporal fueron despidiendo a trabajadores permanentes y de planta en muchos empaques como la propia Citrusvil.

«Ni un paso atrás frente al ajuste y la entrega»

La Asociación Bancaria rechazó la reforma laboral impulsada por la administración de Javier Milei al calificarla de “regresiva”.

“Frente al avance del Gobierno nacional de Javier Milei, que intenta imponer una reforma laboral y previsional regresiva, destruir el salario, privatizar la banca pública y ajustar sin límites sobre los trabajadores/as y jubilados/as, desde La Bancaria reafirmamos nuestro compromiso de lucha, organización y resistencia”, indica un comunicado.

“Ratificamos nuestra defensa irrestricta de la Banca Pública, pilar fundamental del desarrollo nacional. No estamos dispuestos a permitir la voracidad privatizadora del poder económico, que destruye el patrimonio del pueblo argentino”, agrega el documento.

“Nuestro pueblo ha demostrado a lo largo de la historia que sabe levantarse ante cada embestida del poder económico”, señala el gremio en otra parte del texto.

“Hoy, una vez más, estaremos en la primera línea defendiendo los derechos conquistados, el trabajo digno, la educación, salud y la banca pública. Ni un paso atrás frente al ajuste y la entrega”, prosigue en su argumento.

“Con la fuerza de la unidad, declaramos enérgicamente el rechazo a toda reforma que implique pérdida de derechos, defender la banca pública y el patrimonio nacional, y sostener con firmeza las organizaciones sindicales, herramienta esencial de resistencia y lucha para transformar esta triste realidad que nos toca vivir al pueblo trabajador”, finaliza el comunicado.

«Acciones contundentes” contra la flexibilización laboral  adelanta un sector de la CGT

Martínez, de la UOCRA, y Palazzo, de La Bancaria, advirtieron que saldrán a las calles contra el proyecto que Milei pretende enviar al Congreso.

El secretario general de la UOCRA y referente de la CGT, Gerardo Martínez, advirtió que la central obrera está dispuesta a desarrollar “la movilización y acciones contundentes” si el gobierno de Javier Milei avanza con la reforma laboral regresiva contra los trabajadores que pretende enviar al Congreso luego del recambio legislativo del 10 de diciembre. A la amenaza de Martínez se sumó mas tarde La Bancaria, que a través de un comunicado expresó “enérgicamente” su rechazo a “toda reforma laboral que implique pérdida de derechos”, y dijo que el proyecto libertario “busca destruir el salario”.

Si bien Martínez aseguró que la CGT es un actor de gestión que prefiere debatir ideas antes de confrontar, la falta de diálogo efectivo con que hasta ahora se manejó el Gobierno respecto de la flexibilización en carpeta cerrará las puertas a la paz social. “No queremos ir al conflicto, pero si se nos cierran todas las puertas y no nos dan garantías vamos a utilizar todas las herramientas que tengamos en la defensa de nuestro derecho”, enfatizó Martínez, en medio de la discusión por los borradores de la reforma.

Asimismo, cuestionó las propuestas y los conceptos que circulan en el oficialismo sobre la modernización laboral, apuntando directamente a funcionarios sin experiencia en el terreno. En ese sentido, mencionó explícitamente a Federico Sturzenegger, uno de los arquitectos de las reformas. “Lo que salen a plantear no saben lo que es pagar un salario, lo que es discutir un Convenio colectivo de trabajo. Respeto su capacidad intelectual, vendrán de las mejores universidades, pero no entienden lo que significa la modalidad laboral en la Argentina”, afirmó.

El dirigente de la UOCRA puso en duda nociones como la de “salarios dinámicos” y criticó: “El hecho de que sea secretario un funcionario no quiere decir que sea un iluminado”.

La Bancaria, por su parte, emitió un comunicado aprobado en su Plenario de delegados, que lleva el título “Ni un paso atrás frente al ajuste y la entrega”.

“Frente al avance del Gobierno que intenta imponer una reforma laboral y previsional regresiva, destruir el salario, privatizar la banca pública y ajustar sin límites sobre los trabajadores y jubilados, desde La Bancaria reafirmamos nuestro compromiso de lucha, organización y resistencia”, afirmó el sindicato.

Además, Martínez manifestó la preocupación de la CGT por los puntos que incluiría la posible reforma, como los bancos de horas, la aplicación de salarios dinámicos y la habilitación de Convenios colectivos por empresa, que podrían complicar la negociación colectiva sectorial y modificar la estructura de las horas extra. Todo en un contexto económico regresivo, con pérdida de puestos de trabajo. “Han quebrado alrededor de 20.000 empresas de distintas actividades. El consumo cae, los bienes transables no son competitivos. La política económica del Gobierno, de abrir fronteras y estar inundados por productos importados, ha generado una recesión importante”, graficó el dirigente.

En la misma línea, el ex ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, aseguró que “de ninguna manera es el momento adecuado para tratar una reforma laboral”, en un contexto de “destrucción de trabajo sin lugar a duda” y recesión económica.

Tomada sostuvo que esta clase de iniciativas “no resuelve ninguno de los graves problemas que tiene Argentina”, sino que buscan incrementar el beneficio de las empresas a costa de los derechos de los empleados.

El especialista en derecho laboral cuestionó la naturalización del término “reforma laboral” y advirtió que la propuesta podría aumentar la informalidad en un país donde “casi el 50% de los trabajadores son informales”. Asimismo, afirmó que lo que se intenta es “formalizar la informalidad” al convertir en legales situaciones que antes eran consideradas fraude.

Explicó que, figuras como el contrato de locación de obra o servicios, que antes permitían a un trabajador reclamar sus derechos, ahora, “si vas a reclamar a un juez te dicen que tenés un contrato permitido por la ley”.

Se reunió la CGT sin llamado a luchar contra la reforma

Por Lisandro Libertad

Se reunieron 70 gremios en la sede de la UOCRA, de cara a las elecciones de conducción de la CGT (05/11). Se prometieron mantener la unidad de la Central. Y hablaron de una supuesta «estrategia para frenar la reforma laboral» que no tiene ni fecha ni propuesta.

Mientras el gobierno de Javier Milei se reunía con 19 gobernadores a pactar el tratamiento de las reformas laboral, tributaria y del Código penal en el Congreso de la Nación; los líderes de la CGT se reunían en la sede de la UOCRA para negociar las próximas elecciones de la cúpula, el 5 de noviembre.

La reunión estuvo encabezada por Héctor Daer (Sanidad) y Jorge Argüello (Camioneros), integrantes del saliente triunvirato. Y por miembros del actual Consejo Directivo: Gerardo Martínez, Hugo Moyano, Armando Cavalieri (Comercio) y José Luis Lingieri (AYSA). En la misma mesa, los tres que suenan para el recambio: Jorge Sola (Seguros), Cristian Jerónimo (Vidrios) y Maia Volcovinsky (Judiciales).

Del encuentro del jueves participaron representantes de 70 gremios cegetistas. Entre ellos, algunos de carácter «opositor», dentro de las disputas inter-burocráticas. Ahí estuvieron Abel Furlán (UOM) y Mario «Paco» Manrique (SMATA), ambos cercanos a Cristina Fernández Kirchner. Aún así, la conclusión general fue no ceder ante tentaciones rupturistas y mantener la unidad por arriba de la central sindical.

Es algo simbólico que eligieron la sede del gremio conducido por Gerardo Martínez, el dirigente que se sentó con el gobierno en el Consejo de Mayo, cuando meses atrás comenzaba a masticarse los pactos para las reformas. En la mesa donde Milei sentó a los gobernadores, también hubo tres mandatarios de Fuerza Patria; la misma lista a la que adscriben la mayoría de los líderes gremiales del país.

Los líderes de la CGT, que dejó pasar ataque tras ataque del gobierno libertario, lógicamente se mostraron muchísimo más interesados en la interna gremial que en plantear un plan de lucha para enfrentar al Gobierno. En cuanto a la reforma laboral, trascendió que si fuera necesario movilizarían y hasta convocarían a paro; pero que no renunciarían al diálogo con gobernadores y legisladores para presionar dentro del Congreso. Incluso dejaron saber que podrían reunirse con el Gobierno «si es que los convoca».

Ninguna especulación parlamentaria será suficiente. Probablemente el gobierno tenga que negociar aún con los gobernadores, en base a los fondos para las provincias. También buscarán pactos con los líderes sindicales. Ante el rol pasivo y cómplice de la central sindical, es necesario impulsar la organización desde abajo, en base a asambleas y coordinación, para enfrentar los ataques que preparan. Hay que avanzar en unir lo que los gremios y las patronales dividen y sumar las fuerzas de todos los sectores que quieran salir a resistir.

El dirigente de la Federación de Aceiteros, Daniel Yofra, ya anticipó que «Tienen un objetivo y lo van a tratar de cumplir, hacerle la guerra a la clase trabajadora (…) Creo que hay que ir a un plan de lucha. Y no creo que lo haga la CGT. Creo que hay que armar un frente sindical».

En estos dos años de gobierno mileista, distintos sectores de trabajadores y trabajadoras han resistido a lo largo y ancho del país, a pesar del rol entreguista de la mayoría de los sindicatos.

Los sindicatos frente a la reforma laboral de Milei

Por Omar Rombolá

En distintos gremios están publicando con diferentes formas la siguiente leyenda que parece haberse transformado en línea de varias organizaciones gremiales:

“Después no culpes al sindicato ni a tus delegados cuando te toquen el bolsillo.

La reforma no la firmamos nosotros. La firmaste vos con tu voto.”

La publicación que fue compartida, por ejemplo, en la planta Alcorta de Coca Cola FEMSA no llevaba membrete, aunque un cartel idéntico sí se publicó en diferentes centros de Logística de Camioneros con su sello oficial.

El mensaje es claro: los sindicatos se preparan para NO LUCHAR. El enemigo no es la reforma de Milei, sino el propio trabajador que —dicen— votó mal.

La responsabilidad ya no es del patrón, ni del gobierno, ni del sindicato: la culpa es del Laburante, que según ellos deberá aceptar su destino sin quejarse.

Así, la dirigencia sindical más vieja del continente se recicla como aparato de contención, dispuesta a justificar la ofensiva patronal con un discurso moralizador, ningunean así al trabajador como si las organizaciones sindicales hubieran encabezado una lucha seria contra la ofensiva del gobierno de Milei.

Esta Cúpula gremial es parte del Pacto de Mayo y, cuando el gobierno les restituyó en la negociación de Ley Bases el 1% que se le retiene al trabajador en forma compulsiva en favor de los gremios, abandonaron todo simulacro de lucha.

La angustia de aquellos que ya vimos esta historia, pero ahora redoblada, nos puede llevar también a la tentación de centrar nuestro enojo en el lugar equivocado, debo confesar que me ha pasado y he sentido esa sensación de estar viviendo un Holocausto Zombi, por ello la cuestión no es que los sentimientos nos manejen sino de intentar una reflexión lo más profunda posible.

Estamos justamente tratando de explicar como sirviéndose de los sentimientos reinantes y manipulación mediática mediante la ultraderecha captó el voto obrero, sin embargo, tuvo materiales para servirse que le otorgaron básicamente el Peronismo y la burocracia sindical.

No se trata de absolver al trabajador de su voto. Cada elección es también un gesto de responsabilidad, aunque a veces desesperado. Pero esa decisión no surge en el vacío: fue cultivada durante años por dirigentes sindicales que, en los lugares de trabajo, predicaron la obediencia y desarmaron toda conciencia colectiva; y por punteros políticos que, en los barrios, cambiaron organización por favores y dignidad por clientelismo. Entre ambos sembraron el individualismo que hoy florece en el voto a Milei: el reflejo de una clase trabajadora que ya no espera nada de nadie, ni siquiera de sí misma.

Cuando, por ejemplo, en una fábrica la obtención de categorías no es producto de un reclamo colectivo llevado adelante por la organización sindical, sino depende del grado de acercamiento del compañero o compañera con miembros de una Comisión interna o Cuerpo de delegados o con la directiva del Sindicato o incluso con las Jefaturas, estamos hablando de la construcción de una práctica individualista cimentada durante años por la misma organización gremial, y luego se preguntan, de dónde sale el egoísmo individualista en la Clase Trabajadora.

I. La culpa es del obrero

La publicación en FEMSA no es un hecho aislado. Es la traducción ideológica de una práctica de décadas: negociar a la baja y transferir la responsabilidad hacia los de abajo. En Coca Cola FEMSA la reforma laboral ya pasó y fue avalada por el Sindicato.

El SUTIAGA, por ejemplo, firmó en 1997 un convenio con FEMSA que habilitó jornadas de 12 horas incluyendo sábados, domingos y feriados sin pago de horas extras.

En 2015 y 2018 el sindicato avaló despidos discriminatorios contra integrantes de la Agrupación Marrón, incluso miembros de los cuerpos orgánicos del Gremio salieron de testigos de la empresa contra los compañeros que peleaban la reincorporación.

En 2019, ante un “preventivo de crisis” trucho presentado por Coca-Cola, el mismo sindicato avaló 32 despidos.

II. El sindicalismo empresario

José Pedraza, el dirigente ferroviario que llegó a ser dueño de las tercerizadas del ferrocarril, ordenó a su patota reprimir a los trabajadores tercerizados que luchaban por pasar a planta permanente, está claro que los laburantes estaban poniendo en jaque el negocio del secretario general de la Unión Ferroviaria.

El crimen de Mariano Ferreyra, en 2010, fue el punto más brutal de esa fusión entre burocracia y capital. El sindicalismo empresario no defiende trabajadores: administra negocios.

III. Convenios que matan

Damos en este capítulo solo algunos ejemplos, que podrían reproducirse de a miles y por una cuestión de espacio, ser objeto de una próxima nota.
Es de público conocimiento que el gremio de gastronómicos (UTHGRA) ha estado negociando para unirse a un modelo de “fondo de cese” que se inspira en el modelo de la UOCRA, para la eliminación de las indemnizaciones tal cual las conocemos.

Por su parte Armando Cavalieri, ya había comunicado al Gobierno su decisión de incorporar al convenio colectivo de la actividad el nuevo “fondo de cese laboral” impulsado en el cuestionado DNU en reemplazo de las habituales indemnizaciones.

El SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) firmó con Toyota Argentina en 2017 un acuerdo “de productividad” que permitió trabajar los sábados como parte de la jornada normal, sin pago adicional de horas extras.

Para la misma época en el sector energético, el Sindicato petrolero había acordado con las patronales que los obreros trabajen en pozos con vientos de más de 60 km/h, una condición prohibida por normas de seguridad básicas.

Es la misma lógica: “no perder puestos” a cambio de perder derechos, “salvar la fuente de trabajo” a costa de la vida obrera, cuestión que con el tiempo se desnuda como una clásica extorsión patronal y argumento del sindicato para dejar pasar las medidas contra las condiciones de trabajo de los obreros.

El lenguaje del miedo reemplazó al de la lucha, hoy esos mismos dirigentes sindicales hacen publicaciones dónde responsabilizan al trabajador por votar a quien viene a destruir los derechos, derechos que ellos ya habían comenzado a entregar hace años.

Milei viene a destruir hasta la última conquista obrera en función de bajar los costos laborales en favor de los empresarios, pero no nos confundimos, la burocracia sindical está siempre más cerca de negociar con el gobierno y los patrones que de enfrentarlos.

IV. De defensores a gerentes del capital

Durante años, las cúpulas sindicales firmaron “pactos sociales”, congelamientos salariales, rebajas encubiertas.

Apoyaron a todos los gobiernos patronales.

Son los mismos dirigentes que hoy se presentan como víctimas de las urnas, cuando en realidad fueron constructores del desencanto.

Los trabajadores votan a la ultraderecha no porque crean en su programa, sino porque no creen en una salida colectiva ya que sus organizaciones, los sindicatos, trabajan para las patronales.

Cuando el sindicato se transforma en patrón, cuando la lucha se convierte en trámite, el obrero busca castigar a su verdugo votando a otro verdugo, aunque sea el más perjudicado y no vea que en última instancia Milei y la dirigencia Sindical confluirán en acuerdos e intereses.

V. El espejismo del voto y la precariedad real

Más del 42 % del trabajo argentino es en negro o precarizado.

¿De qué derechos hablan los sindicatos cuando millones no tienen ninguno?

¿De qué paritarias si los salarios reales se desploman mientras los dirigentes se enriquecen?

El voto de los trabajadores hacia la ultraderecha no es adhesión ideológica, sino grito de hartazgo.

El problema no es el error individual del votante, sino la traición sistemática de las estructuras que debían organizar la defensa de derechos en lugar de entregarlos.

VI. Recuperar la palabra y la herramienta

Si los sindicatos se preparan para culpar a los obreros por su propia miseria, la salida no está en el arrepentimiento ni en el voto, sino en la autoorganización.

Asambleas de base, coordinación entre sectores, comités independientes: los gérmenes de un nuevo sindicalismo sin burócratas, sin patrones, sin miedo.

La defensa de los derechos no se delega; se ejerce.

El poder obrero no se pide: se construye.

Palabras finales

Cuando los sindicatos reparten carteles que dicen “la reforma no la firmamos nosotros”, están admitiendo algo más profundo:

que renunciaron a luchar. Pero la historia no la escriben los que renuncian, sino los que resisten. La clase obrera argentina nació en huelga, no en las urnas.

Y volverá a levantarse, como siempre lo ha hecho, sin permiso de sus verdugos.

El Gobierno presiona con plata y votos a la CGT para imponerle la reforma laboral

Por Mariano Martín

La administración nacional congeló un desembolso de 60.000 millones de pesos que el ministro Lugones había comprometido para las obras sociales de la central sindical. Con el resultado electoral a mano, Milei busca ahora forzar a los gremios a ceder ante los proyectos oficiales de modificación de la normativa laboral.

En apenas 24 horas la CGT pasó del cielo al infierno: la derrota inesperada y categórica del PJ en las elecciones del domingo 26 de octubre derivó en un cambio de reglas con el Gobierno que promete signar la relación hasta el cierre del mandato de Javier Milei. La primera esquirla llegó con el congelamiento de un desembolso que el Ejecutivo había comprometido con destino a las obras sociales sindicales y el mensaje implícito de que esa liquidación quedará atada al comportamiento de la central obrera en la discusión por la reforma laboral. El nuevo escenario y su efecto sobre la elección de la nueva conducción de la organización, el 5 de noviembre, serán ejes de una reunión de la “mesa chica” ampliada este jueves en la sede del gremio de los albañiles (Uocra).

Antes del desenlace electoral la CGT se encaminaba a una renovación de autoridades ideada para raspar a un Ejecutivo que se descontaba debilitado para la segunda fase de su gestión. Las premisas eran bloquear cualquier intento de reforma laboral e incluso de las normas que rigen la vida de los sindicatos (como los proyectos de debilitamiento impulsados por el diputado radical Martín Tetaz), apalancarse en un Congreso con mayoría holgada para el peronismo y proyectar el futuro partidario a caballo de la figura de Axel Kicillof, a quien imaginaban empoderado y sin mayor resistencia interna por parte del kirchnerismo.

Dos semanas atrás, incluso, el ministro de Salud, Mario Lugones, le informó a un puñado de dirigentes sindicales sobre la decisión de Javier Milei de asistir con 60.000 millones de pesos a varias obras sociales de las de mayor número de afiliados. El monto saldría de un remanente de un programa establecido en 2016 por la gestión de Mauricio Macri como parte de otra negociación con la CGT que alumbró la denominada Cobertura Universal de Salud (CUS) con un fideicomiso de administración que llegó hasta la actualidad sin la totalidad de sus recursos ejecutada.

El triunfo oficialista, sin embargo, potenció y encaramó al tope de la agenda parlamentaria del oficialismo la flexibilización laboral diseñada por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, con asistencia de los estudios jurídicos que asesoran en la Argentina a los grandes grupos empresarios. Tal como anticipó en exclusiva El Destape en julio y diciembre del año pasado, los ejes de esa reforma incluyen la posibilidad de negociaciones laborales y salariales a la baja; el fin de la ultraactividad (la garantía de vigencia de los convenios incluso después de su vencimiento hasta la firma de sus reemplazos); ampliación hasta 12 horas de la jornada; fraccionamiento de vacaciones e indemnizaciones, y hasta la vuelta de los tickets de comida.

A esa agenda el secretario de Trabajo, Julio Cordero, le agregó días atrás la confirmación de que la nueva ronda de paritarias incluirá promover aumentos salariales “por mérito”, tal como había adelantado El Destape. Y también reveló que parte de esa dinámica contempla permitir que esas mejoras sean reversibles como supuesta garantía a los empleadores. Se trata de un paso más en un proceso que dio comienzo este año con el bloqueo por parte del Gobierno de cualquier incremento salarial fijado de común acuerdo por empleadores y gremios por encima de la inflación mensual.

Como si fuera poco, el resultado electoral también congeló aquella promesa para las obras sociales sindicales. Anoche entre los gremios denominados “gordos” (los más numerosos, del  rubro de servicios) y otros de porte medio dejaron trascender que la plata comprometida para esta semana brillaba por su ausencia y no había señal alguna de que podría saldarse. Algunos sindicalistas dijeron que ni siquiera se habían dado por anoticiados de la promesa de Lugones mientras que otros, al tanto de esa exposición, admitieron que ahora el Ejecutivo había quedado en posición de retacear los desembolsos a cambio de una acción concesiva de la CGT ante la inminente reforma laboral.

Si el apriete gubernamental tendrá o no éxito es una incógnita pero lo seguro es que ya tomaron nota en los sindicatos que más animan la interna de la central obrera. Incluso puede influir en el diseño del nuevo triunvirato que reemplazará a los actuales secretarios generales, Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Octavio Argüello (Camioneros). Para la sucesión el único nombre que luce intacto es el de Jorge Sola (empleados de aseguradoras), apadrinado por Daer.

Abogados Laboralistas alertan por la reforma laboral de Milei

El abogado laboralista Matías Cremonte, presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas de América Latina (ALAL), realizó una fuerte crítica contra la reforma laboral del Gobierno de Javier Milei, advirtiendo que sus puntos clave buscan un «debilitamiento total» de los derechos de los trabajadores y sus organizaciones gremiales.

Cremonte desestimó el argumento de la «modernización» que utiliza el Ejecutivo para impulsar la iniciativa, asegurando que la propuesta es, en realidad, un retroceso que se asemeja a una vuelta a la legislación inexistente del siglo XIX.

Uno de los aspectos más cuestionados por el abogado es la inclusión del denominado «banco de horas». Según el presidente de la Asociación, esta medida llevaría a una «flexibilización total de la jornada laboral», eliminando las protecciones sobre los horarios de trabajo.

Además, el letrado puso la lupa sobre la intención de promover la «negociación colectiva por empresa» en detrimento del modelo actual de paritarias por rama o actividad. Cremonte enfatizó que esta maniobra ataca la estructura del modelo sindical argentino, cuyo principio fundamental es establecer un piso de derechos que no puede ser perforado. «La idea es darle en el punto de flotación a nuestro modelo sindical… Esto no es avanzar hacia el futuro, es volver al siglo XIX, cuando no existía legislación laboral», apuntó .

El abogado denunció que el Gobierno busca establecer una «situación de máxima debilidad sindical» y promover un «falso abstencionismo del Estado», alertando que la no intervención estatal en las relaciones laborales solo favorece a la parte más fuerte.

Cremonte refutó el argumento oficial de que la flexibilización laboral generará empleo, calificándolo como una «falacia». El especialista recordó que el nivel de empleo depende de la política económica y no de la rigidez de las leyes laborales.

Para ejemplificar su postura, el letrado citó la experiencia de los años 90, donde la flexibilización total coincidió con picos de desempleo del 25%, mientras que períodos con normativas más protectoras registraron índices de desocupación significativamente más bajos.

Asimismo, citó estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que concluyen que en ningún caso una reforma regresiva ha demostrado ser un motor para el crecimiento del empleo.

El abogado contextualizó el conflicto recordando que este nuevo intento por reformar la ley se da luego de que la Justicia declarara inconstitucional el Título IV del DNU 70/23 y tras la inclusión parcial de cambios laborales en la Ley Bases. Cremonte concluyó que lo que se observa es un «ataque integral» al mundo del trabajo, dirigido contra sindicatos, la justicia y los propios abogados laboralistas.

En el Coloquio patronal de IDEA, Adorni y Caputo, prometieron la reforma laboral

El Gobierno se encamina a implementar una reforma laboral para eliminar los convenios colectivos de trabajo y facilitar los despidos. Esa fue la promesa que hizo el presidente Javier Milei –a través de su vocero, Manuel Adorni– y el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, a los empresarios reunidos en Mar del Plata para el Coloquio de IDEA 10 días antes de las elecciones del 26 de octubre. El anuncio incluyó el reemplazo de las mesas paritarias por «negociaciones libres» entre Cámaras empresarias y sindicatos, según confirmaron ambos ante un auditorio repleto de directores ejecutivos y miembros del círculo rojo. La letra chica estará contenida en un proyecto de ley que podría ingresar al Congreso luego del recambio legislativo del 10 de diciembre, fecha a partir de la cual la Rosada esperaba un Parlamento «más receptivo a las reformas», según dijo Adorni.


Si bien no fue la primera vez que el Presidente o sus ministros anunciaron en las últimas semanas que la reforma laboral estaba en carpeta, esta vez le dieron el marco de una suerte de relanzamiento del Gobierno postelecciones, como parte de una segunda etapa de la gestión libertaria que también incluye una reforma tributaria. «El primer paso fue estabilizar el descalabro heredado: fiscal, monetario y cambiario; y el segundo paso, reformas para mejorar la competitividad de la economía argentina», dijo Adorni. «Necesitamos reformar el mundo del trabajo, para que el dinamismo económico pueda estar acompañado del dinamismo laboral», agregó.

La apuesta es a que los cambios en el mundo laboral y el recorte de derechos incluidos en el futuro proyecto de ley abran la discusión del Congreso que se viene, como una forma de retomar la iniciativa perdida en medio de los escándalos de corrupción y la derrota en la Provincia de Buenos Aires. Pero la futura norma busca también ser una prenda de negociación para recomponer el marco de alianzas políticas –como la que la Rosada construyó en la Ley Bases– que le reclama el Tesoro de los Estados Unidos como condición del salvataje.

En esa línea ya se inscribió Mauricio Macri. El líder del PRO sostuvo en un extenso posteo en twitter que su voluntad en esa nueva etapa post elecciones será «plantear metas concretas e inmediatas que permitan orientar los acuerdos». Un ejemplo de esas metas sería la reforma laboral en ciernes. Los empresarios y el círculo rojo, con su habitual mantra de «reglas claras para invertir», juegan en sintonía: “Tenemos que saber en qué cancha estamos jugando”, pidió el presidente del Coloquio de IDEA, Mariano Bosch, al inaugurar el encuentro. Por supuesto que todas esas posiciones estaban atadas al resultado de la elección, lo mismo que el apoyo norteamericano, tal como lo dejó en claro desde Washington el propio Donald Trump.

Una de las preocupaciones centrales de los trabajabadores es que desde la asunción de Milei ya se perdieron unos 200.000 puestos de trabajo y el salario formal se estancó cinco puntos por debajo del nivel de fines de 2023.
La reforma, según adelantaron Adorni y Caputo, se basa en las viejas ideas de la derecha tradicional argentina de desregular el mercado laboral, lo que abriría una supuesta etapa de beneficios para todos. Adorni hasta prometió «una revolución productiva» parafraseando el eslógan de campaña de Carlos Menem.

“Necesitamos que las empresas quieran y puedan contratar“, fue el mensaje de Milei a través de Adorni. Para ello, dijo, se necesita «dar la batalla contra la judicialización del conflicto laboral» y «eliminar trabas a aquellos que quieran emprender». Adorni incluso fue mas allá y se permitió una disgresión propia: «contratar a un trabajador no puede ser lo mismo que adoptarlo».

El antecedente más inmediato fue el capítulo laboral de la Ley Bases, que fue frenado en la justicia. «El Gobierno ya intentó una reforma laboral, que fracasó por completo», dijo Gustavo Ciampa, de la Corriente de Abogados y Abogadas Laboralistas 7 de Julio e integrante del Foro de Abogados y Abogadas de Organizaciones Sindicales. «Creció el desempleo, creció el empleo negro, con lo cual no es el camino. Cada vez que en la Argentina se quiso degradar los derechos de los trabajadores con la excusa de que era la forma de generar empleo lo que se hizo fue destruir empleo», agregó.

«La legislación laboral lo que hace es preservar la dignidad de las personas que trabajan. No tiene aptitud para generar empleo, como mienten Milei y Caputo, lo que genera empleo es una política económica acertada. Si no se está generando empleo es por el fracaso de la política económica del Gobierno, lo que tienen que hacer es cambiar la política económica», concluyó.

Salarios de pobreza para siempre

Según el último informe del Mirador de Actualidad de la Economía y el Trabajo (MATE) –publicado completo al final de esta nota-, el salario estatal se encuentra hoy día un 19% del nivel en el que estaba cuando asumió Milei, y lleva 10 meses en ese nivel.

Cada estatal perdió 8,1 millones de pesos de forma acumulada desde entonces.

En tanto que el salario del sector privado está 5 puntos abajo del nivel en el que estaba cuando asumió Milei y no crece hace 10 meses.

Cada trabajador privado acumula una pérdida de 1,7 millones de pesos bajo esta gestión.

La apuesta de Cordero, y de Milei, es que esto siga así, para, supuestamente, cuidar a las empresas. Las mismas empresas que están cerrando, 28 por día y 16.322 desde diciembre de 2023, gracias a las políticas económicas de este gobierno.

Cordero hizo una defensa de la Reforma Laboral que ya hizo Milei, la que está dentro de la denominada Ley “Bases” y que entre otros ítems, quitó las multas a las empresas que no cumplen con la legislación laboral, volviendo completamente inocuo y gratuito incumplirla.

“Las personas siempre tienen sus derechos laborales, las multas iban para el Estado, no para el trabajador. Existen multas e intereses gravosos cuando sale un expediente respecto de una persona que fue contratada de manera informal. Haber eliminado multas apunta a un desarrollo que lleve a la conclusión de la informalidad. Por supuesto que falta, pero lo que se hizo fue el comienzo, es una base”, se felicitó Cordero.

Los dos alfiles de Techint que están detrás de la contrarreforma laboral

La contrarreforma laboral es el sueño eterno de las patronales. Tras las elecciones Javier Milei puso otra vez en agenda la reforma laboral, a través de un proyecto presentado por la diputada Romina Diez.

No es la primera vez que el Gobierno impulsa esta propuesta. Cuando asumió en diciembre de 2023 a las pocas semanas presentaron el DNU 70/2023 que incluía un capítulo laboral con propuestas de disminución de indemnizaciones, ataque al derecho a huelga y a realizar asambleas y poder despedir de manera más fácil. Luego la justicia suspendió la aplicación de las normas laborales incluidas en el decreto.

De la elaboración del capítulo laboral participaron grandes estudios jurídicos especializados en derecho laboral afines a las ideas de La Libertad Avanza. Entre los asesores estaban Julio Cordero, quien trabajó más de 30 años para el Grupo Techint y actualmente es el secretario de Trabajo del Gobierno, Miguel Ángel Ponte (ex Techint) y Federico Sturzenegger.

Cordero es quien hace dos años preguntó, durante una reunión en la Cámara de Diputados, cuál sería la razón por la que un trabajador o una trabajadora querrían trabajar menos horas de lo que hacen. «¿Trabajar menos para qué?», disparó el ex gerente de la multinacional metalúrgica.

El capítulo laboral del DNU 70/23 también se realizó con aportes de especialistas del sector privado, convocados por Miguel Ángel Ponte.

Durante buena parte de la administración de Cambiemos Ponte ocupó la Secretaría de Empleo, primero bajo las órdenes del ministro de Trabajo, Jorge Triaca y, en el último tramo, en la órbita del ministro de Producción, Dante Sica, hasta su renuncia, en enero de 2019. Tiene un historial laboral ligado a Rocca ya que fue gerente de Recursos Humanos de Ternium, del Grupo Techint.

Durante el macrismo Ponte dijo abiertamente lo que piensan las patronales. El funcionario afirmó que «la posibilidad de entrar y salir del mercado laboral hace a su esencia; es como comer y descomer». Dejó claro que quieren un mercado laboral que le permita a los empresarios disponer de los trabajadores a su antojo, sin ninguna “traba”.

Ponte también opinó sobre las paritarias y aseguró que deben negociarse según las posibilidades de cada empresa. En sintonía con esta declaración Cordero habla de “salarios dinámicos” para que las paritarias se negocien por empresas y atadas a la productividad. Se esconde bajo la alfombra la pérdida del poder de compra de los salarios de los últimos años, que se profundizó bajo el gobierno de Milei.

El prontuario de Sturzenegger es más conocido. Es ex funcionario de Menem, De la Rúa y Macri. Bajo el gobierno de De la Rúa llevó adelante otro capítulo del endeudamiento público con el «megacanje», una operación fraudulenta realizada en complicidad con Domingo Cavallo que, entre otras cosas, terminó en la crisis de diciembre de 2001.

El argumento del gobierno para promover una reforma laboral es el de siempre. Se intenta convencer de que avanzando en este sentido habrá más empleo. Sin embargo, el resultado de estas políticas que ya se aplicaron siempre ha sido de peores condiciones laborales para los trabajadores, así como saqueo y vaciamiento del país.

En los hechos, detrás de este relato está la necesidad de los grandes empresarios de imponer un abaratamiento de la fuerza de trabajo para asegurar la continuidad de las ganancias y la perpetuidad de las fugas y remesas de utilidades. Hay que prepararse para derrotar las reformas pro-patronales que propone el gobierno.

Fuentes: Karne de Máquina, Infogremiales, Perfil, Resumen Latinoamericano, MinutoUno, La Izquierda Diario, Página 12, Mundo Gremial

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.