1. Introducción. El gobierno lanza una jauría de perros rabiosos a la calle, más tarde pide a la policía que los neutralice. Pero sigue lanzando perros rabiosos y la población pide más represión, pero los perros se ponen más furiosos y audaces, y la situación se torna caótica. El gobierno no interrumpe el lanzamiento de […]
1. Introducción.
El gobierno lanza una jauría de perros rabiosos a la calle, más tarde pide a la policía que los neutralice. Pero sigue lanzando perros rabiosos y la población pide más represión, pero los perros se ponen más furiosos y audaces, y la situación se torna caótica. El gobierno no interrumpe el lanzamiento de perros rabiosos a la calle, ni intenta reducir el número de perros infectados usando vacunas antirrábicas.
La metáfora es horrenda ya que en realidad los perros rabiosos son seres humanos que por desesperación se hacen delincuentes. Son peligrosos por su falta de experiencia que los hace reaccionar por temor, matando o hiriendo con más frecuencia que los delincuentes profesionales. Además, muchas veces, ese mismo miedo los lleva a buscar valor ingiriendo drogas, que los hace aún más peligrosos. Recordemos con Paulo Freire [1] que la explotación no solo deshumaniza al explotador, sino también al explotado. Todos somos testigos de esa deshumanización fruto de la pérdida de sensibilidad del indigente desesperado. La parte final de la metáfora tiene su correlato en la falta de acción efectiva por parte del Estado.
2. Análisis de la situación.
Salvo en lo que hace a la anulación de la impunidad de los represores de la época de la dictadura militar (1976-1983), que marca un camino hacia el respeto de los Derechos Humanos, que en sí no es poca cosa; el actual gobierno no ha hecho cambios sustanciales en lo que se refiere a las políticas económicas que siguen la vía marcada por el neoliberalismo.
Bien se sabe que ideas erradas sobreviven porque son útiles a grupos de poder. Sin duda eso ha pasado. Si se estudian las estadísticas claramente se percibe que la práctica del neoliberalismo en el mundo y en la Argentina, dio como resultado el incremento de la polarización entre ricos y pobres y un aumento desmesurado de la indigencia entre los grupos no favorecidos.
Argentina desde la debacle del 2001 se recuperó macro-económicamente fundamentalmente por los buenos precios de las «comodities», pero la pobreza (pese a la trampa de la caída de la desocupación por los Planes Sociales) sigue tal cual. En pocas palabras unos pocos se beneficiaron pero la conocida trampa de los economistas de ignorar las medidas de dispersión y usar solo promedios intenta mostrar que toda la Argentina esta mejor. ¡Mentira! Solo un grupo está mejor. Las cifras son elocuentes:
El Indec informó que durante el tercer trimestre de 2005 el 10 por ciento más rico de la población obtuvo 31 veces más ingresos que el 10 por ciento más pobre, mientras que (…) en mayo de 2002 -en el peor momento de la crisis-, de 30,4 [2].
Recordemos que por la Doctrina de Continuidad del Estado el actual gobierno debe hacerse cargo de todas las tropelías contra nuestro pueblo y -como responsables- emprender las tareas para resolver lo más pronto posible las injusticias y la miseria a la que arrojaron a gran parte de nuestros conciudadanos. Volveremos sobre este tema en el acápite Planeamiento Estratégico.
Para definir caminos, en todos los casos es necesario elegir entre dos posturas antagónicas:
a) Todo ser humano por el solo hecho de haber nacido tiene derecho a una vida digna.
b) Las cosas son como son, al que le va bien que se alegre, al que le va mal que se aguante.
Aquí viene la elección, quienes elijan la alternativa a) y actúen para conseguir esa condición, podrán ver disminuir la violencia en la sociedad limitándola a la de los delincuentes profesionales. Quienes elijan la b) tendrán que aceptar que la violencia seguirá y que los delincuentes profesionales tendrán a su lado a los delincuentes por desesperación y a los deshumanizados por la explotación (niños no deseados y educados en la calle ya crecidos o niños aún). La mano dura no modifica la ecuación, basta observar que los EEUU forman la sociedad con mayor porcentaje de ciudadanos encarcelados pese a que en muchos Estados se aplica la pena de muerte y la tolerancia cero.
Creerse poseedor de la verdad o de la solución perfecta, es privilegio de los oligofrénicos o de los locos. Lo que sigue pretende ser una propuesta por lo menos coherente y elaborada con buena fe de alguna solución que creemos posible.
Supongamos amigo lector que usted eligió la alternativa a). Nos quedan entonces dos problemas. I) Cómo solucionar la situación actual; II) Cómo prevenir que en el futuro reaparezca.
3. Cómo resolver la situación actual. Plan Táctico.
Existen muchos trabajos sobre la forma más eficiente de disminuir la criminalidad sin modificar las variable socioeconómicas de un país. En Argentina las conoce e incluso han sido publicadas. Las patrullas son inoperantes, poca cosa consiguen. El 911 es altamente efectivo. La presencia de policías en lugares peligrosos disminuye la delincuencia (los guardias privados privilegian este modo y hacen uso de la llamado a un patrullero).
Esta acción es necesaria para el período inicial.
Lo dicho es para la prevención de la violencia. Ahora debemos abocarnos a la tarea mucho más difícil de tratar de eliminar las causas de esta violencia a corto plazo. Es claro que a los delincuentes profesionales estas reflexiones no se aplican, para ellos siempre estará la policía.
Bien se sabe que el asistencialismo es castrador de voluntades. La persona que recibe ayuda requiere una previa identificación de su necesidad y «a posteriori» la verificación de que su situación subsiste y que ha hecho todo lo posible para salir de ella. Si esta situación perdura por mucho tiempo su autoestima se habrá degradado y esa persona será incapaz de volver a trabajar.
Pero a corto plazo no existe ninguna solución alternativa.
Un ejército de Asistentes Sociales deberá lanzarse sobre las zonas carenciadas, para hacer un relevamiento de las necesidades urgentes de adultos y menores, y satisfacerlas a corto plazo.
Si bien este sería el plan táctico de los primeros días, la continuación del mismo todavía sin pasar al plan estratégico sería asignar trabajos para construir escuelas, comedores, para huertas comunitarias, … Todo realizado en un régimen de gran disciplina.. Los trabajadores y trabajadoras una vez llegada esta etapa deberán marcar tarjeta de entrada y salida y cumplir con las labores asignadas. Esto no es una fantasía. Durante una visita a la provincia de San Luis a fines de 2005, verifiqué que el gobierno de la provincia había hecho un censo de desocupados y les había asignado un estipendio de 450 pesos mensuales condicionados al cumplimiento del horario y de sus labores de guardia urbano. Lamentablemente se hizo solo una vez quedando cerrada la puerta a nuevos desocupados. De todas maneras San Luis tiene una de las tasas de delincuencia más bajas de la Argentina [3], lo que señala que este camino es válido. Nótese que no es asistencialismo a las personas se las respeta porque se les da trabajo y responsabilidades a más de mostrar la seriedad de la iniciativa haciendo cumplir horario. Aparentan quizás ser tonterías, pero una persona tratada con respeto y a la que se le asigna una responsabilidad y se le exige disciplina ya no se siente inútil y su autoestima no es afectada.
En esta etapa debería comenzar la educación de los adultos para lograr una paternidad responsable. Los niños no queridos es muy probable que se transformen en delincuentes. La afirmación sobre los niños no queridos (no deseados) no es gratuita. Existen estudios, que en este momento son leídos en los EEUU en un best-seller titulado «Freakonomics», que muestran con fuertes argumentos que existe una alta correlación entre las leyes que permiten el aborto y la disminución de la criminalidad. Desde la promulgación de la ley deben pasar aproximadamente 16 años tiempo en que los niños (solo los queridos, los no queridos son abortados) llegan a una edad en que habitualmente comienzan a delinquir. Por más que una sociedad no admita el aborto los resultados de los estudios deberán ser tenidos en cuenta para lanzar campañas de prevención para evitar la concepción de hijos no queridos. Educación y medios de prevención de embarazos gratuitos, disponibles en las zonas carenciadas, son mandatorios.
4. Plan estratégico.
Flanklin Delano Roosevelt, tras varios años de lucha consiguió mejorar el estado catastrófico en que habían quedado los EEUU después de la Gran Depresión de los ’30, pero no fue hasta la segunda guerra que se volvió a estados de bonanza anteriores a la Depresión. No podemos hacer ciencia con un solo ejemplo, pero al menos nos podemos dar cuenta que con todos los factores a favor, el keynesianismo no bastó. ¿Por qué? Porque el sistema siguió siendo el mismo, con un rostro más humano, término que se vuelve a usar en la actualidad, pero no fue suficiente ni estable, como lo demuestra la recaída a mediados de la década de los ’70 al capitalismo salvaje anterior al Estado de Bienestar, que hasta hoy nos atormenta.
Creo que no hay duda de que el cambio debe ser revolucionario. Paños fríos y aspirina son insuficientes para esta urgencia.
La respuesta es sucintamente: establecer una Renta Básica Ciudadana. La propuesta fue formulada inicialmente por dos prestigiosos teóricos sociales europeos, profesores de la Universidad de Lovaina, Philippe Van Parijs y Robert J Van der Veen en el año de 1986.
La Renta Básica es un ingreso pagado por el estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva [4].
En setiembre de 2004, publiqué un artículo que señalaba las estafas y errores de los gobiernos, que no gobernaron, sino asolaron a Argentina desde la incursión de José Martinez de Hoz en la dictadura militar, inaugurada en 1976, y algunos caminos posibles para paliar sus efectos desintegrantes [5; 6]. En ese artículo ya había sugerido la solución que planteo ahora, pero de manera muy sucinta.
No trataré el tema de la recuperación de lo estafado, ni del cambio de actitud hacia los organismos multinacionales, temas que tienen importancia para el financiamiento de una Renta Básica pero que han sido tratados extensamente en el mencionado artículo.
El tema de hoy es cómo redistribuir la riqueza sin necesitar modificar la constitución ni establecer la dictadura del proletariado.
Mucho hay que decir y mucho que reflexionar y discutir sobre el tema de la Renta Básica. Existen varios argumentos fuertes que podrán encontrarse en la Red Renta Básica [7]. Pero el argumento quizás más fuerte es que: ¡ha sido legislada en Brasil en enero de 2004, aunque su implantación será progresiva! [8; 9].
Pero, la justificación de la Renta Básica, requiere algunos argumentos. Si bien el texto que sigue ha sido publicado en español en el año 2000 y existen documentos anteriores, las palabras de Ignacio Ramonet son una mezcla de periodismo y poesía. Ahí van:
«Es preciso establecer un ingreso básico incondicional para todos, que se le otorga a cada individuo desde que nace, sin ninguna condición de status familiar o profesional. El principio, revolucionario, es que cada cual tiene derecho a ese ingreso básico porque existe, y no para existir. La instauración de este ingreso se funda en la idea de que la capacidad productiva de una sociedad es el resultado de todo el saber científico y técnico acumulado por las generaciones anteriores. Los frutos de ese patrimonio común deben beneficiar al conjunto de los individuos bajo la forma de un ingreso básico incondicional. Que podría extenderse a toda la humanidad, porque de ahora en más el producto mundial equitativamente distribuido bastaría para garantizar una vida confortable al conjunto de los habitantes del planeta.» [10]
La Renta Básica le sale al paso también al problema del «Fin del Trabajo», tan bien documentado por Jeremy Rifkin [11], pero con soluciones por demás ingenuas aportadas en su libro.
La automatización ha llegado para quedarse, al igual que la inteligencia artificial y en general el avance tecnológico incluyendo la biotecnología. El estudio de la vida social en las ciudades-estado de la Grecia clásica, nos dan una solución. En vez de esclavos (las polis griegas eran sociedades esclavistas), usemos a la automatización, usémosla sin reparos, pero eso sí, los beneficios serán para todos (incluso sin expropiar las empresas, solo bastará que se paguen los impuestos). Todos gozaremos del ocio contemplativo, tan ponderado por Platón y luego por Aristóteles. ¿Para qué? Para que cada persona sea libre de usar su tiempo en hacer lo que más le agrade y seguro que lo hará. ¡Patrañas algunos exclamarán! Pero no es fantasía, toda persona sana física y mentalmente desea hacer algo útil, usar sus potencialidades y al usarlas alcanza su autorrealización y es feliz. Ya Víctor Frankl en la década de los ’50, usaba la laborterapia con resultados asombrosos para curar profundas depresiones a jóvenes desocupados. O sea, aunque el ser humano tenga asegurado un sustento básico, igual querrá trabajar aunque sea gratis para satisfacer su necesidad de realización. Podrá crear, investigar, iniciar algún emprendimiento e incluso emplearse si quiere ganar más dinero.
«La principal crítica que podría hacerse a la Renta Básica no es que no pudiera financiarse, sino que no fuera justa», esta era la preocupación de Philippe van Parijs, pero a más de los argumentos de Ramonet, ya hemos visto que frente a la violencia obligada, el asistencialismo es castrador. La Renta Básica en cambio es incondicional, no afecta la autoestima ni la autovaloración de la persona, la reciben ricos y pobres, gente que trabaja y gente sin trabajo. Según los estudios realizados en España es posible financiar la Renta Básica mediante impuestos, que solo afectarían a las grandes ganancias, ya que como todos la reciben la clase media verá que el incremento de impuestos es compensado por lo recibido como Renta Básica.
Como es incondicional el costo será solo el de los importes, ya que no requerirá verificaciones de pobreza ni la carencia de trabajo informal. Además reemplazaría todas las prestaciones que hoy se hacen por vejez, por desocupación, por invalidez…
En Argentina ya hubo intentos de aplicación a nivel Municipal.
Lo que hace falta es valentía, la valentía necesaria para terminar con la violencia sin encarcelar o asesinar a todos los pobres.
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Referencias.
[1] Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Editorial: Siglo XXI. 2005 (ed. original: 1969).
[2] Menos pobres, más desigualdad.
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=782466
[3] INDEC. Tasa de delincuencia.
http://www.indec.mecon.ar/nuevaweb/cuadros/8/d030501.xls
[4] Red Renta Básica. Inicio.
http://www.redrentabasica.org/castellano/
[5] Parodi, G. La valentía necesaria.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=4539
[6] Parodi, G. Inseguridad, pobreza y desocupación en la Argentina.
http://www.lanacion.com.ar/636323
[7] Red Renta Básica.
http://www.nodo50.org/redrentabasica/documentos/home.php?pag=30
[8] Lula sanciona Lei da Renda Mínima. http://www.vermelho.org.br/diario/2004/0109/0109_renda_minimab.asp
[9] Lula sanciona Renda Básica.
http://www.maritonio.com.br/default.asp?escolha=corpnoticias&valor=839
[10] Ramonet, Ignacio. La Aurora.
http://www.insumisos.com/lemonde/Eldiplo/a_0260.htm
[11] Rifkin, Jeremy. El Fin del Trabajo. Ed. Paidós. Buenos Aires. 1996.
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Guillermo F. Parodi es escritor, profesor universitario, miembro del Observatorio Internacional de la Deuda y de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Este trabajo es copyleft y se puede reproducir libremente, a condición de mencionar al autor y la fuente.