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Voto de castigo, una alternativa democrática

Fuentes: Rebelión

Qué bueno que en este proceso electoral, estemos discutiendo más ampliamente acerca del voto ciudadano. He seguido las diversas argumentaciones y, en general, hay una omisión. No se precisa desde donde se está hablando, los intereses implícitos en la postura que se promueve. Yo hablo desde los agraviados, indignados, hartos por múltiples motivos: la burla […]


Qué bueno que en este proceso electoral, estemos discutiendo más ampliamente acerca del voto ciudadano. He seguido las diversas argumentaciones y, en general, hay una omisión. No se precisa desde donde se está hablando, los intereses implícitos en la postura que se promueve.

Yo hablo desde los agraviados, indignados, hartos por múltiples motivos: la burla a los familiares y al país, con «la verdad histórica» de Ayotzinapa; la impunidad ante la corrupción en los casos de la casa blanca, Malinalco, los Duartes en Veracruz y Chih, los Sandoval en Jalisco y Nayarit, los papás Leonel en Jalisco y Nuevo León; los problemas del agua en Sonora, Chih, río Santiago, Temaca; la contaminación de las mineras; la violación de derechos de los trabajadores en los jornaleros Agrícolas de San Quintín, Sonora, Sinaloa, Colima, Jalisco, etc.; maestros sin plazas, sin prestaciones, con salarios atrasados; padres de familia sin escuelas, escuelas sin maestros, sin muros, sin techos, sin baños… madres, familias de desaparecidos o muertos.

Todos los ciudadanos agraviados, solo contamos con una institución para castigar a los gobernantes, el voto. Por no convenir a ellos no tenemos: reelección, revocación de mandato, plebiscito, referéndum, gobernanza (control ciudadano del ejercicio de gobierno); por convenir a ellos tenemos simulación en la democracia (¿para que sirvió la reforma electoral? ¿Hay control de los dineros en el financiamiento de campañas? ¿Hay órganos electorales que garanticen la elección? ¿Hay partidos que acatan las leyes electorales?; simulación de sistema nacional anticorrupción con fuero y sin sanción para los altos funcionarios corruptos ¿A que juegan?

Si las instituciones que nos hemos dado para avanzar en nuestra democracia, no son lo que queríamos, ¿por qué seguirlas legitimando? ¿Por qué avalar con el voto, partidos que no nos representan? ¿Por qué avalar una estructura de división de poderes que se ha convertido en sumisión de poderes?

Si usted, no está entre los beneficiados discrecionales, del régimen y tiene alguna razón para avalar al sistema y sus portadores, publíquela para ver nuestro error. Y si no la tiene considera la propuesta de los miles de mexicanos violentados en sus derechos: El voto de castigo es una alternativa democrática, aunque sea jurídicamente nulo. En este caso, el mensaje es político, el tratamiento jurídico no importa. Si es nulo es porque a ellos así conviene.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.