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Voto dividido, otra trampa de la derecha

Fuentes: Rebelión

Uno de los más conocidos voceros e ideólogos de la ultraderecha mexicana, Enrique Krauze, aconseja a los ciudadanos practicar en la elecciones generales el llamado voto dividido: sufragar por el candidato presidencial de su preferencia, pero al mismo tiempo votar por los abanderados de un partido distinto al del candidato presidencial.

Como está claro para Krauze que en los comicios generales de 2024 será imposible vencer a Morena, a éste y al conservadurismo se les ha ocurrido la idea de evitar que el candidato presidencial de este partido obtenga la mayoría en el Congreso de la Unión, con el obvio propósito amarrarle las manos al presidente o presidenta morenista, quien no podría gobernar con el Congreso en contra. 

Un Congreso opositor frenaría cualquier propuesta de beneficio popular y en favor de la nación. Sería una manera eficaz de frenar o descarrilar la transformación económica y política puesta en marcha por Morena desde diciembre de 2018.

Frente a la idea conservadora del voto dividido existe la propuesta contraria: el voto indiviso, es decir, sufragar por todos los candidatos de Morena, y darle así al presidente o presidenta morenista la posibilidad de continuar la obra transformadora en marcha. 

La propuesta conservadora anunciada por Krauze es en realidad una trampa. Aconseja el voto dividido con el pretexto de evitar la acumulación de poder en un solo partido. Pero lo que en verdad busca es la dispersión del poder con el fin de evitar los cambios que han perjudicado a la derecha y beneficiado al pueblo.

Por ejemplo: si la sociedad hubiera dividido su voto en las elecciones de 2018, el Presidente no habría logrado hacer ley la prohibición de la condonación de impuestos. Ni hubiera conseguido elevar a rango constitucional las pensiones para los adultos mayores.

Como tampoco habría podido rescatar de manos privadas nacionales, pero sobre todo extranjeras, las industrias eléctrica y petrolera, lo que hubiera perpetuado la dependencia energética del país.

El voto dividido habría hecho imposible la recuperación del salario hoy presente, así como los significativos y constantes incrementos del salario mínimo que se han dado en los últimos cuatro años.

A la derecha, evidentemente, le conviene el voto dividido. Y al pueblo, por lo contrario, lo que le conviene es el voto indiviso, es decir, todos los sufragios, sin importar los nombres de los candidatos, para el programa democrático, popular y transformador  de Morena.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.