Recomiendo:
0

Xavier Sala i Martín, o la defensa de un neocolonialista de las empresas transnacionales en Latinoamérica

Fuentes: Rebelión

La necesidad de la contra información El siempre actual Platón ya nos recordaba que «el individuo justo es aquel que usa la razón según los dictados de la verdad».1 Sin embargo, una de las características más destacadas de los medios de comunicación oficiales es que cuentan con articulistas que no tienen escrúpulos para salir en […]

La necesidad de la contra información

El siempre actual Platón ya nos recordaba que «el individuo justo es aquel que usa la razón según los dictados de la verdad».1 Sin embargo, una de las características más destacadas de los medios de comunicación oficiales es que cuentan con articulistas que no tienen escrúpulos para salir en defensa de la verdad de las clases dominantes, del poder sobre, en vez de la verdad de los explotados, del poder hacer, o del poder-para liberarnos de la explotación y la miseria.2 Esta defensa supone que la lectura que hacen estos personajes de los hechos siempre es sesgada, cargada de opiniones y tópicos, dando por bueno todo aquello que sirve a los intereses de los poderosos capitalistas, sin aportar argumentos, y asumiendo que la disciplina de la ciencia que estos sujetos llegaron a memorizar es una, grande y libre. Durante el capitalismo franquista estos personajes eran unos; durante el capitalismo democrático, siguen aquellos y se han sumado otros. Por aquella época, los unos procedían de las universidades, del mundo político, e incluso del periodismo; en la actualidad, la composición del establo no ha cambiado; la raza de la manada incluso se ha ido degradando. Hoy quiero responder a las ‘verdades’ de uno de estos ilustres notables: Xavier Sala i Martín.

Platón también nos alertaba de otro aspecto que practican estos individuos. Decía «qué el gran mérito de la injusticia consistía en hacer parecer justo aquello que no lo es». Y así ocurre con estos demagogos a sueldo del capitalismo, que consiguen que pensemos que este sistema es justo y eficiente, cuando no lo es. Esta gente consigue algo más perverso para nuestras mentes: y es que pensemos que, en el capitalismo, nada se puede hacer; es decir, que lo que realmente está en nuestras manos y voluntades de poder hacer y transformar, nos parezca imposible. Y así lo aceptamos; así nos va de mal a nosotros, y así le va de bien al sistema.

Necesitamos mantener y ampliar la contra-información

Reforma o transformación del sistema capitalista

¿Cuántos siglos duró la sociedad esclavista? O, ¿cuántos la feudal? O, ¿cuántos durará todavía la capitalista? Difícil de establecer, aunque lo que queda claro es que ninguna de ellas, histórica y filosóficamente hablando, es afortunadamente eterna. Por esta razón, algunos defendemos el diguem no, y gritamos ¡no! a cualquier sistema de dominio y explotación de los seres humanos. Como nos hace reflexionar cierto autor, «en el principio es el grito […] Ante la mutilación de vidas humanas provocada por el capitalismo, un grito de tristeza, un grito de horror, un grito de rabia, un grito de rechazo: ¡NO! […] En el discurso académico no hay lugar para el grito. Más que eso: el estudio académico nos proporciona un lenguaje y una manera de pensar que dificulta expresar nuestro grito […] El grito se aferra a la posibilidad de una apertura, se niega a aceptar el cierre de la posibilidad de una otredad radical. El grito es un rechazo a aceptar lo inaceptable, a aceptar que la desigualdad, la miseria, la explotación, y la violencia crecientes son inevitables. Un rechazo a aceptar la verdad de lo falso, o a ser victimas de la opresión […] El punto de partida de la reflexión teórica es la oposición, la negatividad, la lucha»3 contra el sistema capitalista.

No tengo esperanza de que el avispado profesor entienda nada de esto. Está demasiado preocupado por el color de sus chaquetas,4 o por defender que el mercado capitalista funcione lo más libre posible, sin ninguna traba para beneficio del beneficio de las empresas. No parece que estas preocupaciones le dejen tiempo para dedicarse a aprehender; no parece que el joven profesor aspire a disfrutar del saber, del conocimiento como un bien por excelencia.

Sin embargo, antes de responder a las afirmaciones del citado profesor, quisiera que el lector supiese que respeto las medidas anunciadas o tomadas por el presidente boliviano, aunque tengo que añadir que las encuentro muy suaves para un anti capitalista como yo; es decir, ser una persona antisistema me compromete a buscar una sociedad alternativa, definida por el lugar donde poder llevar una vida de reposo en la actividad, de trabajo que es placer, y de placer que es trabajo.5; y caracterizada por unos mínimos: 6

  • No a la propiedad privada; si a la comunidad de bienes, a la propiedad comunitaria de los recursos y los bienes de producción.7

  • No a las relaciones de producción capitalista, dónde se explota el esfuerzo humano y se despilfarran los recursos naturales. El ámbito de la producción ha de ser comunitario por la aplicación del punto anterior.

  • No al mercado de bienes y servicios. El ámbito de la distribución, o acceso a los bienes que se necesitan para satisfacer las necesidades humanas, ha de ser libre y equitativo.

  • No al sistema jerárquico. La estructura de decisión y gestión ha de ser totalmente horizontal, participativa, asamblearia, etc.

  • No al sistema individualista de valores. El bien común y el ser social han de estar en armonía con el respeto a la realización individual de cada persona.

Nada de estos mínimos están anunciados por el presidente boliviano para que el capitalismo internacional y sus gobernantes comiencen a asustarse, a soltar a sus lebreles los medios de comunicación para que nos sumemos a las condenas que están repitiendo estos personajes como el profesor en cuestión. La búsqueda de estos mínimos exige un proceso de transformación diferente al que se sigue en Bolivia, pero que cada pueblo tiene el derecho a buscar y a que se respete el que inicia. De aquí que me parezcan impresentables las observaciones del profesor neoneoconcon 8 e intente, desde mis pequeños conocimientos, al menos matizarlas

Las obviedades del profesor

El astuto profesor comienza su filípica con una frase del presidente boliviano, al que pretende instruir, o asesorar, o moralizar, o las tres cosas, que a todo se atreve. «A partir de este momento quedan nacionalizados todos los hidrocarburos. Se acabó el saqueo de los recursos naturales por parte de las empresas internacionales. El petróleo y el gas natural pasa a ser propiedad de los bolivianos. Evo Morales Ayma, presidente de Bolivia, 1.º de mayo del 2006«.9

El profesor continua incluyendo el reconocimiento de ciertas verdades de aquella realidad explotada por el capital extranjero y sus propias oligarquías, manteniendo a la población en la más absoluta miseria, pero que están introducidas con el ánimo de justificar su ecuanimidad; como tantos otros ‘profesores’ y ‘expertos’, repite cuando no copia, los aspectos que se han convertido en obvios: la explotación de los indígenas, el derecho que tienen estos pueblos a sus recurso naturales, y a que las empresas actúen dentro de la legalidad.

Las falsedades del profesor

Sin embargo, utilizando su propias palabras, intentaré desvelar donde yo creo que esconde las cartas tramposas de las afirmaciones que hace en su espacio periodístico, donde están las falsedades que nos quiere inculcar como verdades eternas:

  • Xavier Sala i Martin (XSM). Ahora bien, que las mayorías indígenas hayan sido explotadas por las minorías españolas no implica que la expropiación de empresas sea deseable. No porque me importe el dinero de las multinacionales, sino porque no conseguirá mejorar la situación económica de los ciudadanos.

Respuesta (R). Si tomamos como año cero el momento que el presidente Morales llega al cargo, que se sepa, todas las empresas extranjeras, en connivencia con las oligarquías bolivianas, han estado saqueando las materias primas y cualquier otra mercancía que tuviera valor en Bolivia. Sino, ¿cómo explica que la población boliviana se encuentre entre las más pobres del mundo durante los últimos quinientos años?

  • XSM. Tiene razón Morales cuando afirma que los recursos naturales son de los bolivianos. De eso no debe haber (y me parece no hay) ninguna duda. Pero eso no quiere decir que las empresas que los han estado extrayendo estén saqueando el país. Que se sepa, las empresas como Repsol están comprando (repito, comprando) el derecho de explotación y lo están haciendo a un precio que acordaron con el Gobierno de Bolivia. No era el Gobierno de Morales, pero era un gobierno tan democrático y tan legítimo como el suyo. Es posible que el precio no sea el que el actual presidente cree que es justo. Si es así, lo que debería hacer no es expropiar, sino renegociar los contratos de acuerdo con la legislación internacional.

R. Primero. Cierto que los gobiernos son elegidos democráticamente, pero estos no han garantizado que, una vez en el poder, hayan actuado democráticamente. Pongamos unos ejemplos:

  • «La Constitución boliviana dice bien clarito que cualquier contrato que tenga que ver con los recursos naturales necesita del consentimiento del Congreso. Ningún contrato firmado desde 1997 ha sido avalado por el Congreso, por tanto son ilegales».

  • «Cuando Sánchez Lozada privatizó las empresas nos dijo que todo iba a cambiar, que iba a haber más salud, educación y empleo y menos hambre». ¿Cuándo se cumplieron estas promesas? Sin embargo la privatización se consumó sin respetar la Constitución.

  • «¡Ni Repsol ni nadie puede decir que ha sido una novedad! Son medidas anunciadas hace tiempo. Hubo conversaciones antes de tomar la decisión. Y nadie informó de aquello. La prensa calló. Todo lo que se ha dicho sobre el alcance de las medidas en hidrocarburos es falso», 10 incluyendo las afirmaciones del profesor que, debido a su ignorancia, o mala fe, o ambas cosas, pretende desconocer.

Segundo. Sólo un profesor con tantos cargos académicos 11 puede pretender que creamos en la idea de que hay precios justos,12 y en la neutralidad de los tribunales y la legislación internacional. Para muestra, ahí está el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya, nombrado para juzgar el genocidio en el mundo, y que se ha concentrado últimamente en los Balcanes y Africa, mientras andan sueltos otros genocidas internacionales como Aznar, Blair, Bush, Cheney, Rice, Sharon, etc.

  • XSM. Es sabido que los recursos naturales tienden a arruinar a los países que los tienen, ya que, al ser fáciles de robar, generan peleas y corrupción entre los políticos que intentan apropiarse de ellos.

R. Se olvida de decirnos que las oligarquías nacionales, convertidas en políticos y empresarios, son las que se dejan sobornar por la empresas trasnacionales y del país. También se olvida de decirnos que los recursos naturales explotados por unos y otros arruinan a los pueblos, pero enriquecen a las empresas que los explotan. Porque sino, ¿quién las obliga a ir? ¿Se quedarían en el país si no obtuviesen suculentos beneficios? No pretenderá decirnos que están allí perdiendo dinero, por pura filantropía. No somos laureados profesores, pero tampoco estudiantes ingenuos.

  • XSM. Bolivia necesita tecnología extranjera. Sin ella, no sólo no podrá extraer el gas de su subsuelo sino que no podrá desarrollar su economía. Cierto: el Gobierno debe asegurarse que las empresas cumplen la ley. Pero si éstas la cumplen, expropiarlas ahuyentará la inversión exterior y los más perjudicados no serán los accionistas de España, sino los consumidores bolivianos, que se pueden quedar sin teléfonos, sin ordenadores, sin maquinaria industrial y sin posibilidad de progresar.

R. Primero. La tecnología como forma de saber, y las nuevas tecnologías y las innovaciones tecnológicas, son mercancías que el capitalismo produce, cuya distribución controla, y vende. Las empresas transnacionales están deseando vender la tecnología a estos países. Con la venta del gas y los recursos minerales, el gobierno boliviano podrá comprarlas si le conviene, pues sabemos que la mayoría de ellas, de aplicarlas, consolidarán el modelo de acumulación del capitalismo.

Por otra parte, la tecnología no es neutra, sino que sabemos como su aplicación condiciona una dependencia del comercio exterior en forma de servicios y suministros con un muy alto valor añadido a pagar. Una transformación de la sociedad ha de tener que potenciar otras tecnologías más acordes con su proyecto social. Una cosa son los modelos capitalistas de crecimiento y otro, si el objetivo es transformar estas sociedades, el aplicar nuevos modelos que consigan un desarrollo anticapitalista.

Segundo. A una parte de la preocupación le responde Abel Madani que dice, «en las condiciones actuales, existen otras empresa extranjeras dispuestas a venir como socios. Y, si no aparecen, estamos refundando nuestra empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos. Necesitamos de la inversión extranjera, como cualquier país, pero queremos trabajos en conjunto, que beneficien a ambos lados». No en las condiciones leoninas actuales.

Tercero. Un país tan pobre como Bolivia, con una renta per capita de 2.902 dólares anuales,13 unos 8 dólares diarios si hubiese una distribución equitativa, decir que se «pueden quedar sin teléfonos, sin ordenadores, sin maquinaria industrial y sin posibilidad de progresar» es realmente frívolo. ¿Cuándo la gran mayoría del pueblo boliviano ha tenido algo más que hambre? De acuerdo con ciertos estudios, en este país hay más de 5 millones de pobres, lo que supone más del 55% de la población boliviana. También añaden como «la pobreza es la principal causa para el crecimiento de los índices de abandono infantil, acompañado de otros factores como la migración de mujeres madres a otros países en busca de fuentes laborales». Y como «cada hora 18 bolivianos se hunden en la pobreza: Bolivia vive una amarga paradoja: el país es cada vez más rico, con la creciente producción y exportación de gas, minerales y potencial agrícola, pero la población es cada vez más pobre».14 ¿Dónde está el bienestar que trae la inversión exterior? ¿Dónde la capacidad de compra de tales productos?

  • XSM. Que los recursos sean de los bolivianos tampoco quiere decir que deban ser extraídos por empresas públicas. Digan lo que digan los demagogos europeos (como el intelectualoide francés Ignacio Ramonet) que tanta influencia tienen en América Latina, las empresas públicas no funcionan ni en Europa ni en Latinoamérica. De hecho, sabemos que no funcionan en Bolivia porque Bolivia ya nacionalizó el petróleo en 1937 expropiando a Standard Oil y, cuando vio que el sector público no conseguía producir nada, tuvo que privatizar. Y volvió a nacionalizar en 1969 (esta vez fue la Gulf Oil) y el correspondiente fracaso llevó a la privatización de 1996. Y se dirá lo que se quiera sobre las privatizaciones de los noventa, pero lo cierto es que no sólo aumentaron la productividad, sino que fueron esas empresas las que descubrieron las reservas de gas natural que ahora se quieren expropiar.

R. Primero. Qué las empresas privadas funcionan mejor que las públicas está por demostrar. Ya hemos dicho que las empresas privadas que vienen a estos países vienen a saquear, aunque no le guste el verbo al profesor liberal. Forzosamente, para realizar los beneficios han de invertir previamente, léase gastar en conocer dónde están las fuentes de riqueza y en los medios para su extracción, sea el gas o los muchos minerales que existen en el país. Si los quieren llevar a precio de salarios de pobreza, tendrán que extraerlos. A nivel de ‘tercer mundo’, el pillaje de algunas de las riquezas que desean apropiarse está a la vista: es el caso del agua y de los bosques; esto supone frecuentemente desplazar las poblaciones indígenas hacia espacios ajenos a sus tradiciones y a sus culturas, algo tan vital para estos pueblos que el profesor ni siquiera menciona. Este aspirante a Premio Nobel, mide la riqueza únicamente en porcentajes de crecimiento del PIB, una visión muy limitada, pero apropiada a la idea de rentabilidad del capitalismo.

Segundo. El profesor parece olvidar, si alguna vez ha considerado el caso, como el Reino Unido, a partir de la Segunda Guerra Mundial, conoció un período prolongado de crecimiento económico y la consolidación de un amplio estado del bienestar. Todo ello, a pesar de que, durante este época, el gobierno inglés había nacionalizado la producción de los sectores más importantes de la economía, como el gas, la electricidad, la telefonía, el carbón y el acero, las minas de metales, el transporte (aéreo, urbano, ferrocarriles, algunos de carácter fluvial), la vivienda social, así como la venta al detalle de los aparatos domésticos relacionados con estos servicios: cocinas, calentadores, estufas, etc. Y de servicios tan importantes para la población como la educación, la sanidad, etc. Por tanto, la nacionalización de todos estos sectores estratégicos de la economía y de los servicios que garantizaban un bienestar a los ciudadanos británicos no implicaba que el Reino Unido fuese un sistema menos capitalista que la Argentina de N. Kirchner, la Bolivia de E. Morales, el Brasil de I. Lula, el Chile de M. Bachelet, el Ecuador de A. Palacio, el Perú posiblemente de O. Humala, el Uruguay de T. Vázquez, o la Venezuela de Chávez, gobiernos a los que se les acusa de tener veleidades izquierdistas, porque intentan limitar el poder de las transnacionales, recuperar el control de las riquezas nacionales, reducir a cero el hambre del pueblo, limitar las políticas imperialistas del gran hermano yanki, etc.

  • XSM. Finalmente, que los bolivianos sean los propietarios de los hidrocarburos no quiere decir que el Gobierno deba ser el destinatario de los ingresos que éstos generan. Es sabido que los recursos naturales tienden a arruinar a los países que los tienen, ya que, al ser fáciles de robar, generan peleas y corrupción entre los políticos que intentan apropiarse de ellos. Bolivia todavía está a tiempo de evitar esta maldición de recursos naturales que afecta a tantos países pobres. Para ello, el Gobierno de Evo Morales podría tomarse en serio su propio discurso y dar a los bolivianos lo que es de los bolivianos. Es decir, en lugar de quedarse él (y sus ministros) con el dinero de la venta y explotación de los recursos, que lo reparta entre la ciudadanía: que cada año todos los bolivianos reciban en una cuenta corriente la parte que le corresponda del dinero generado por la venta de gas. Esta propuesta no es una locura: actualmente el Gobierno ya regala unos 250 dólares anuales provenientes de los hidrocarburos a cada jubilado a través del programa Bonos Solidarios Bonosol. El Estado debería generalizar este sistema a toda la riqueza del gas y a toda la población. Además de permitir que las madres escolaricen a sus hijos, inviertan en sus negocios o gasten el dinero libremente, eso evitaría que una parte importante de la riqueza acabara en Suiza. Si, una vez distribuido, el Gobierno quiere recursos para financiar obras públicas, que ponga impuestos como todo el mundo. Al menos de esta manera los ciudadanos sabrán lo que se saca de los hidrocarburos… y lo que malgastan sus dirigentes.

R. Primero. El profesor parece ignorar todo lo que suponen las teorías del estado. Al igual que en los Estado Unidos, Japón, y los países europeos, ¿quién, si no el Gobierno, ha de ser el destinatario de las ingresos públicos? Otra cosa es que se pida que estos ingresos tengan una finalidad, y que la reasignación del gasto público priorice el gasto social: escuelas, sanidad, protección social, etc. Así se podría entender la expresión «dar a los bolivianos lo que es de los bolivianos«. Abel Madani lo recalca bien: «¡llevamos 120 días de gestión! De momento hemos cumplido con una de las 10 ofertas de la campaña electoral: la austeridad. Hemos rebajado los sueldos del presidente y los ministros a la mitad, invirtiendo ese dinero en formación. Primero las emergencias: salud y educación».

Segundo. El Gobierno NO regala unos 250 dólares anuales provenientes de los hidrocarburos a cada jubilado a través del programa Bonos Solidarios (Bonosol), sino que es la decisión de uno de los gobiernos anteriores, no sin cierta oposición, de privatizar varias empresas estatales. El Bonosol es un pago anual a todos los beneficiarios de la capitalización residentes en el territorio nacional fruto de esta privatización (véase más abajo los detalles en el Anexo formativo).

Tercero. En Suiza y otros paraísos fiscales se encuentran las evasiones fiscales de muchas empresas, directores, políticos, magnates y deportistas de élite que no son bolivianos, y seguramente algún que otro profesor. Singularizar esta práctica en los miembros del gobierno Morales es tener muy mala leche. Comienzo a pensar que la osadía de este profesor es gemela de su ignorancia.

Cuarto. La corrupción tiene dos caras: el corruptor y el corrompido. Ejemplos de esta índole aparecen diariamente en los medios de comunicación, en los cuales los dirigentes de las empresas capitalistas corrompen a los políticos de las democracias burguesas y viceversa, a la vez que entre ellos practican la corrupción: directores que sobornan en un momento y directores que se dejan sobornar en otro. ¿Por qué el profesor ignora, o al menos no menciona, estos hechos tan conocidos? ¿Sobre qué evidencia, más allá de su mala intencionada sospecha, justifica la acusación que hace de los miembros del gobierno de Evo Morales? El final de su frase es propia de un tipo prepotente y mal educado.

  • XSM. Resumiendo: hacerse el machote y expropiar a las transnacionales puede dar muchos votos en la Latinoamérica populista de principios del siglo XXI, pero es una estrategia que no va a traer nada bueno. Bolivia debe buscar un equilibrio entre la justicia (es decir, unos ingresos razonables por la venta de hidrocarburos) y la eficiencia (que las condiciones impuestas no ahuyenten a unas empresas con las que el Estado boliviano debe colaborar). Una vez encontrado el equilibrio, que el presidente Morales demuestre que realmente defiende a los bolivianos, renuncie a los ingresos derivados y reparta el dinero entre los ciudadanos. Eso contribuirá a evitar… la maldición de recursos naturales.

R. Resumen del resumiendo. Hasta ahora, tenía la idea de que el profesor sólo cambiaba el color de sus chaquetas,15 léase capitalismo de libre mercado. Pero con este giro hacia la defensa del pillaje, del neocolonialismo que ejercen las empresas multinacionales en Américalatina, lo que pienso es que esta vez ha cambiado de chaqueta., léase que ha salido a apoyar el imperialismo y el capitalismo monopolístico.

Sin embargo, no me sorprende su desfachatez, que corre gemela con la osadía de su analfabetismo político, al pretender dar recomendaciones de lo que tiene que hacer el gobierno de Morales. A menos que esté ejerciendo su función de asesor del BM, del FMI y del FE de Davos y, como chico de los recados de estas instituciones, haya salido a decir todas estas tonterías. Aquí también cabe señalar la colaboración de los medios, en este caso de La Vanguardia de Cataluña, por dar espacio a estos comisionados del capitalismo.

Tampoco pretenderá convencernos de que la expresión populista se le ha ocurrido a él, es una ocurrencia original; este adjetivo lo hemos oído últimamente en boca de todos los gobiernos y comentaristas al servicio de las transnacionales, con la intención de desprestigiar aquellos gobiernos de Américalatina que no se pliegan a sus intereses. Cuando alguien utiliza el término populismo para descalificar a alguien, o a alguna medida política, se desacredita a sí mismo; la única respuesta en estos casos es insinuarle: si no tienes argumentos cállate y no hagas el bocazas.

Mucho menos conseguirá que nos creamos que los recursos naturales están malditos; esto sería tanto como conseguir que practicásemos el fetichismo de las mercancías, la creencia de que están posesas de espíritus malignos. Si fuese así, tanto daño harían a los pobres como a las empresas que los expolian. No, el maldito es el capitalismo, y las perversas son las empresas transnacionales que mantienen en la miseria a los pueblos a causa de la apropiación de la riqueza que contienen estos recursos naturales.

Para ir acabando, alguna cosa que él también debiera aprender. En Bolivia, como en cualquier otro país, con el capitalismo no puede haber justicia. Tampoco eficiencia, como no sea la de la degradación de los recursos naturales y la miseria de la explotación humana. La voluntad del Gobierno Evo de redistribuir la riqueza que expolian las transnacionales es encomiable, por necesaria, aunque algunos pensemos que no es suficiente, que ha de ir más lejos. Pero primero, démosle tiempo, que para exigirle, la historia siempre ofrecerá su momento. Segundo, estas medidas merecen mucho más respeto por parte de todos: desde empresarios y banqueros, hasta burócratas y políticos, e incluso los profesores incultos. Y no olvidemos que, posiciones ideológicas como la de Xavier Sala i Martin son las que en su día hubieran justificado el esclavismo y el feudalismo, y que hoy defienden abierta y sin remordimientos la explotación, el racismo y la xenofobia que desencadena la expansión neocolonialista del capitalismo. Cuidado con este tipo de gente.

Anexo formativo

  • En Bolivia existen 120 especies diferentes de minerales metálicos de los cuales solo una docena tienen importancia económica, los demás constituyen rarezas mineralógicas. Los yacimientos ferrosos, sin ninguna importancia en el pasado, hoy adquieren con el depósito del Mutún, una decisiva y estratégica significación para el país, por la posible utilización de gas y por la construcción de carreteras dentro los corredores bioceánicos. Se puede establecer el siguiente orden de importancia de los minerales según el valor de su exportación en el año 2003: 1. Zinc. 2. Plata. 3. Estaño. 4. Plomo. 5. Antimonio. 6. Wolfram. 7. Oro. 8. Otros (sal, yeso, cadmio, manganeso, calcita, baritina, mármol, arsénico, ulexita, borax, baritina, pizarra piedras semipreciosas, yeso )

Fuente: www.bolivia.com

  • La Ley del Bonosol se aprueba con polémica. CEDIB-Bolivia Press 2002, Nr.18 (21-Nov-2002) (12/12/2002 15:47)

El sábado 23 de noviembre, la Cámara de Diputados aprobó la ley del Bonosol, un bono anual de Bs. 1.800 para todas las personas mayores de 65 años, que debía ser financiado por los dividendos de las empresas capitalizadas. El Bonosol fue una de las columnas de la campaña electoral del presidente Gonzalo Sánchez Lozada. Ahora sólo falta la aprobación en detalle para que esta Ley sea promulgada por el Presidente de la República. El oficialismo (MNR, MIR; UCS) no encontró consenso con la oposición, pero gracias a los votos de tres diputados de la corriente de Ivo Kuljis, que abandonaron al NFR, logró una estrecha mayoría de 66 votos en la Cámara de Diputados. Se prevé que la liquidez para pagar el Bonosol a aproximadamente 350 000 beneficiarios, saldrá de la fusión de los recursos del Fondo de Capitalización Individual (FCI) que maneja los ahorros de los trabajadores, con las del Fondo de Capitalización Colectiva (FCI), que recibe los dividendos de las acciones de las empresas capitalizadas.

Fuente: www.bolivia.indymedia.org

  • El Fondo de Capitalización Colectiva fue creado con el dinero proveniente de la privatización parcial de una decena de empresas estatales. El producto de esta operación financiera, alrededor de 1.600 millones de dólares, unos 1.250 millones de euros. Fue transferido a la propiedad de todos los bolivianos que hasta diciembre de 1995 cumplieron 21 años, por una disposición del Gobierno de Gonzalo Sánchez Lozada (1992-1997). El Bono de Solidaridad se entrega una vez al año a unos 300.000 ciudadanos mayores de 65 años que el 31 de diciembre de 1995 cumplían 21 o más años de edad. La cantidad asignada es de 1.800 bolivianos al año, unos 176 euros.

Fuentes: La Razón de la Paz, 21 septiembre del 2003 y El País, 19 mayo del 2006.

Notas

1 Aristocles «Platón». La República. Edicomunicación. Barcelona 1999. En toda su obra, Platón dedicará mucho esfuerzo a encontrar y convencernos de su verdad, pues él sabía que hay muchas clases de verdades, y de distintos pelajes.

2 John Holloway. Cambiar el mundo sin tomar el poder. El Viejo Topo. Barcelona 2002.

3 John Holloway. Trabajo citado.

4 Otro elemento de desencuentro con el presidente Evo Morales por los jerseis o chaquetas que este lleva.

5 William Morris. Noticias de ninguna parte. Ediciones Abraxas. Barcelona 2000 y Trabajo útil o esfuerzo inútil. Editorial Pepitas de calabaza. Logroño 2004.

6 El lector le puede añadir todo aquello que cree le falta. José Iglesias Fernández. ¿Hay alternativas al capitalismo? La Renta Básica de los iguales. Baladre/Zambra. Xátiva 2006.

7 Véase la importante distinción que hace Eric Fromm entre propiedad de uso y propiedad de medios de producción. Del tener al ser. Paidós. Barcelona 1991.

8 Este no es un adjetivo despectivo, sino una calificación que se desprende del currículum que él incluye en sus trabajos: consultor del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, y asesor del Foro Económico de Davos.

9 Xavier Sala i Martin. «La maldición de los recurso naturales». La Vanguardia. 17 mayo 2006.

10 Abel Mamani. «No admitimos injerencias, ni de Chávez ni de nadie». Supongo que se está también refiriendo a nuestro profesor. El Periódico de Cataluña. 18 marzo del 2006

11 Sala i Martin se presenta a sí mismo como profesor de las Universidades de Columbia y la Pompeu y Fabra.

12 Supongo que será el libre mercado quien los establezca; si es así, este no ha oído hablar jamás de los sectores o empresas price makers ni de los price takers.

13 España tiene aproximadamente unos 26.000 dólares anuales, unas 9 veces más que Bolivia.

14 Íñigo Macías-Aymar. Analista IIGC. Orígenes y razones de la pobreza en Bolivia. www.iigov.org . Gabriel Tabera. www.econoticiasbolivia.com

15 Hasta en el estilo de las chaquetas son opuestos.