San Francisco Cherán, es un municipio indígena ubicado en la meseta purépecha en el estado de Michoacán. El municipio, cuenta con alrededor de veinte mil habitantes, que han entablado una relación vital con el bosque, cuyos bienes naturales (flora y fauna) son fundamentales para la reproducción de la vida. Cherán es heredero de la lucha […]
San Francisco Cherán, es un municipio indígena ubicado en la meseta purépecha en el estado de Michoacán. El municipio, cuenta con alrededor de veinte mil habitantes, que han entablado una relación vital con el bosque, cuyos bienes naturales (flora y fauna) son fundamentales para la reproducción de la vida. Cherán es heredero de la lucha que han librado los pueblos purépechas desde hace más de quinientos años por defender su tierra y su cultura. En el siglo pasado, durante las décadas de los sesentas y setentas, la región de la meseta protagonizó distintas luchas por la tierra y por la autonomía, y durante el fraude electoral de 1988 y la posterior movilización popular, fue uno de los municipios que tomaron la alcaldía local. Sin embargo, con el avance del imperialismo en su insaciable búsqueda de bienes naturales para su privatización, Cherán empezó a vivir una situación en la que la vida misma del pueblo y la naturaleza estaba siendo amenazada.
Con la declaración de la guerra contra el pueblo, a la llegada de Calderón a la presidencia, así como con la imposición en 2008 del plan Mérida para la profundización de la domianción imperialista, el hostigamiento paramilitar se intensificó en Michoacán en general y en Cherán en particular. Los bosques, llenos de vida, de plantas y animales, fueron la presa del capitalismo salvaje, que en un par de años, acabó con veinte mil de las veintisiete mil hectáreas de bosque de Cherán. Este proceso de privatización y despojo se sostuvo gracias a que los grupos narco-paramilitares se encargaron de aterrorizar a la población, con secuestros, asesinatos, desapariciones forzadas, en contra de todo aquel que se atreviera a alzar la voz para detener la destrucción del bosque. Sin embargo, el 15 de abril del 2011, las mujeres de Cherán, junto con todo el pueblo, llevaron a cabo una insurgencia civil y pacífica en la que echaron a las autoridades, con todo y partidos, así como a los policías y sicarios, para imponer su propia autonomía con sus órganos de vigilancia: cientos de fogatas, su «rondín comunitario».
La comunidad alzada en autodefensa, en un inicio, exigía la presencia del ejército para la protección de los bosques, pero el gobierno, tanto estatal como federal, hizo caso omiso a las justas exigencias del pueblo de Cherán. La comunidad, que recibió entonces expresiones de apoyo y solidaridad de distintos sectores, políticos, intelectuales (músicos, académicos) y hasta religiosos (en el caso de los sacerdotes locales) decidió avanzar, consolidando su autodefensa, sus medios de comunicación (como Radio Fogata) y su autogobierno, en forma de concejo, que impidió las elecciones del mal gobierno que se realizaron en Michoacán durante el 2011. Al IFE no le quedó más que «aprobar» la autonomía de Cherán por estar bajo sus «usos y costumbres», pero el estado siguió con sus agresiones contrainsurgentes. En fechas recientes, una decena de comuneros fueron desaparecidos, y tan solo días después del primer aniversario del levantamiento del 15 de abril, un grupo de paramilitares atacó al rondín comunitario, asesinando a dos miembros del rondín, para que después, el gobierno y los medios montarán un «teatro» en el que presentaba la agresión como un conflicto inter-comunitario.
Esta actuación es una práctica típica del estado para preparar el camino hacia la represión, con miras al proceso electoral que no estará excento de obstáculos. según Proceso (1 de Abril) en estos momentos un 14% de las secciones electorales se encuentran en estado de «atención espacial», mientras que 6% son «focos rojos», una situación nueva e incierta. De ahí que podamos entender la prisa por que se «imponga la legalidad» y se acabe, de uno u otro modo con el autogobierno. A nadie le conviene que «indígenas alzados» impidan la instalación de las urnas, como ya lo hicieron. En el terreno nacional, que aparentemente está ocupado por las elecciones, el ánimo de la población es como una pradera seca, que con una chispa, podría arder. Los años de elecciones presidenciales suelen ser momentos en los que el hartazgo popular, como una liga, es estirada hasta que llega a tal tensión que revienta… o se queda floja y estirada. Cherán, en ese sentido, por ser una resistencia local a la guerra de contrainsurgencia preventiva, oponerse y frenar el despojo capitalistas y recuperar las tradiciones indígenas, representa algo más peligroso, una potencial chispa, una grieta.
En el escenario nacional mexicano, que se acerca cada vez más a exacerbar las tensiones y contradicciones, en el marco de la crisis integral (¿Terminal?) del estado capitalista dependiente, la existencia de «Astillas» o «grietas» como el autogobierno (o la Comuna) de Cherán significan la materialización de la posibilidad de un mundo nuevo, esto es, un desfase del «continuum» del tiempo de la dominación, una autonomía contra y más allá del poder: Esto quiere decir para Nostrxs, lxs de abajo. Para el poder, para los de arriba, el significado es idéntico pero antágonico: una grieta, sí, nombrada por los mismos opresores como «un punto rojo», a punto de «desbordarse» como fue calificado por el dirigente estatal (Michoacán) del PRD, que en su ridícula actuación, anunció el re-establecimiento del gobierno municipal «constitucional». La desaparición forzada de comuneros cheranenses, el ataque para-militar y la campaña de desprestigio en los medios, son una señal de alarma, que marca la hora de entender que la situación, en efecto, ya ha molestado bastante a los poderosos, que aunque lo hayan querido ignorar y ver solo como una piedra en el zapato, terminó por amenazar con su caminar.
La presencia del conjunto unido de las fuerzas del orden (con todo y para-militares) en Cherán, que antes no quisieron actuar para frenar la destrucción del bosque, ahora no es más que la expresión material de la amenaza de re-conquista, de destrucción de la autonomía. El pueblo digno de Cheran, que ya se ha enfrentado a muchas desgracias, debe decidir si continuar, hacia adelante y cerrarse ante las elecciones presidenciales y/o tomar las medidas y acciones que decidan, arriesgándose a caminar en lo desconocido, lo que probablemente significaría una escalada de la violencia contrainsurgente (ya de por sí inevitable), y que requeriría sobre todo, un movimiento nacional e internacional más organizado, que ya está dando sus primeros pasos con acciones como las del movimiento por la paz con justicia y dignidad y la carta firmada por importantes intelectuales y organizaciones. Detenerse o dar pasos hacia atrás, en la lucha de clases puede ser algo táctico o estratégico, que en ciertos momentos nos lleve a mejores condiciones, o condiciones menos malas. Sin embargo, ya es tradición de estos pueblos que llevan luchando más de quinentos años en contra de la dominación, que sus luchas vayan siempre adelante, pues retroceder no es garantía de nada, salvo de que el enemigo avanzará.
Las profundas raíces de estos pueblos junto con su creatividad espontánea hacen que cada segundo de existencia del auto-gobierno de Cheran sea un peligro tan grande como un movimiento de placas téctonicas que permanece latente, amenazando y haciendo temblar las estructuras que parecían sólidas. Pues hoy, lxs cheranenses, esas personas sencillas, trabajadoras, cansadas, soñadoras, valientes, con miedo, con esperanza, han logrado construir algo que ya es invaluable para la historia. La Comuna de Cherán hoy es una estrella cuya fuerza reside en el solo hecho de existir, de enfrentar de frente al futuro, a la oscuridad, como en el cielo de las ciudades, que aunque hay pocas estrellas, las que resisten, nos dan más fuerza, a todas las gentes sencillas, cansadas, que también guardamos, aunque sea muy adentro, la chispa de espontaneidad creativa. En todas esas voluntades, en todas esas relaciones, en todas esas esperanzas que sostienen la autonomía y llevan un impulso hacia la autodeterminación, es decir, a tomar en Nuestras manos Nuestro propio destino común (o hacer la revolución), está el horizonte, la utopía y la realización de las luchas de todxs: construir nuestras propias autonomías, nuestras autodefensas, nuestros autogobiernos, resolviendo nuestros problemas materiales y también espirituales, desde abajo, como en Cheran,
En la meseta purépecha, los bosques, tan nobles, tan absolutamente vitales, tan llenos de vida, fueron las víctimas de la depredación imperialista; en Veracruz, Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Chihuahua, Coahuila, en toda la república, son las industrias radiactivas y contaminantes, las represas y la industria capitalista, la minería, la urbanización, los megaproyectos, así como muchas otras cosas, las que representan la punta de la lanza colonizadora, que despoja y privatiza nuestros bienes comunes ¿Si en todas esas comunidades, pueblos, ciudades y territorios, decidiéramos seguir el camino de Cherán? Pues lo más seguro es que después de echar a las autoridades, policías y paramilitares, se prohibirían las industrias que destruyen la naturaleza, se recuperaría la tierra y el territorio, se organizaría la toma de desiciones para resolver cada prioridad, como dejar de alimentar al capitalismo para construir muchos mundos nuevos; Tan solo eso basta ¿Qué esperamos entonces? Hay que decirlo al menos: ¡Cheran es el camino, vamos a alcanzarlo! Los poderosos temblarían y así podríamos defender verdaderamente la Comuna y todas las experiencias de autonomía que vienen detrás, que incluso apenas se están soñando.
Lo cierto es que muchos seguimos soñando, y parece que estamos lejos o no tenemos las fuerzas todavía para ampliar nuestras trincheras de lucha y fortalecerlas, sin embargo, sea lo que sea, desde nuestro espacio y tiempo, aunque sea reducido y limitado, SÍ podemos conocernos, comunicarnos, coordinarnos y organizarnos. Tenemos los medios y la fuerza suficiente, pues, para levantar y articular mejor nuestros esfuerzos, canalizándolos a una campaña de solidaridad, de denuncia, de apoyo, de organización. La consigna del Ché: «crear dos, tres, muchos Vietnam» hoy en México es totalmente vigente. Los mismos pueblos, muchas veces sin guías ni teorías, generan su propio poder y ponen en práctica tales consignas, a su manera totalmente original: Las comunidades purépechas que seguirán el ejemplo de Cherán, la Policía Comunitaria que se fortalece y se amplía, la digna resistencia de las comunidades zapatistas y muchas otras experiencias conocidas o actualmente ocultas por la sombra del poder. Mientras el estado capitalista mexicano se cae a pedazos, agrietado por todos lados, llevando a cabo solamente acciones que profundizan su crisis terminal, los pueblos proponen y práctican sus propias alternativas, creando destellos que nos muestran formas y caminos para la autodeterminación.
Las elecciones, que tanto le preocupan al estado y a los capitalistas, se realizarán en medio de la guerra, revelando que no son más que un mecanismo de legitimación de los poderosos que prolonga e intensifica de la pesadilla que vivimos y morimos lxs de abajo. Éstas solo han conseguido dividir, distraer y gastar tiempo y fuerza del pueblo y sus organizaciones, sean rechazadas o no las elecciones. Es necesario romper con esa lógica, pasar a organizarnos y votar por la solución que traerá solución a nuestros problemas… ¡Propongo que votemos Cherán! No en las urnas, sino en las calles, en los barrios, en los pueblos, en las fábricas, en las casas, en los medios de comunicación. Levantemos dos, tres, muchas acciones, asambleas, jornadas, campañas (¿Electorales? no), discusiones, acampadas, huelgas, barricadas; porque «votar Cherán» es no esperar a que nadie venga a solucionar nuestros problemas sino empezar a resolverlos de raíz, desde abajo, desde aquí, desde ahora. Decida lo que decida el concejo de autogobierno de Cherán, en el «diálogo» con el gobierno y posteriormente, Nuestro apoyo, de todxs lxs de abajo, debe ser algo que nunca falte; hay que acompañarnos, hay que defendernos, no solo es posible: es necesario. ...y tú ¿Qué opinas? ¿También votas Cherán?
N. del A. :
Con todo y lo limitado de mi trabajo a través de estas letras, este esfuerzo es para alentar la discusión y la solidaridad, en estos tiempos tan trágicos para los pueblos ¡Critiquemos, opinemos, construyamos! Dedico todas estas palabras y las acciones que les corresponde a expresar mi apoyo, solidaridad y amor por las luchas de los pueblos por la autonomía, así como de todas las luchas dignas y reprimidas como Ayotzinapa, que a todos los estudiantes nos duele en el alma, a ellxs y a los compas de Cherán que el 15 de abril cumplieron un año de haberse puesto de pie: ¡COMPAS, SU LUCHA HEROICA PARA NOSOTROS ES FUERZA!
¡ESTAMOS CON USTEDES EN EL LUTO Y EN LA LUCHA!
¡SEPAN QUE EN ESTAS HORAS OSCURAS, LA SOLIDARIDAD CON USTEDES Y CON TODXS LXS QUE LUCHAN ES NUESTRA PRIMER TAREA!
¡ADELANTE!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.