El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, inició este jueves en el país las negociaciones con la petrolera Shell -que tiene acciones en la empresa transportadora de hidrocarburos Transredes– para que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) asuma pleno control del transporte de hidrocarburos en el marco del Decreto Supremo No. 28701, de nacionalización de los hidrocarburos.En […]
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, inició este jueves en el país las negociaciones con la petrolera Shell -que tiene acciones en la empresa transportadora de hidrocarburos Transredes– para que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) asuma pleno control del transporte de hidrocarburos en el marco del Decreto Supremo No. 28701, de nacionalización de los hidrocarburos.
En contacto con los periodistas, el presidente interino de la estatal petrolera, Juan Carlos Ortiz, confirmó que el gerente de la petrolera Shell, Antonio Assuncao, quien se encuentra en La Paz, fue recibido por el ministro Carlos Villegas, en el marco del primer encuentro para la compra de acciones por parte del Estado.
La autoridad señaló que simultáneamente se están haciendo gestiones para la compra de las acciones de las empresas capitalizadas o privatizadas Chaco, Andina, las Refinerías de Cochabamba-Santa Cruz y el transporte por ductos.
El presidente interino de YPFB explicó que los ejecutivos de la Shell ratificaron su interés en vender esas acciones en oportunidad en la que el presidente, Evo Morales Ayma, visitó Holanda.
Ortiz manifestó que a la estatal petrolera le falta entre 16 a 17 por ciento para alcanzar el 50 por ciento más uno de las acciones para que YPFB asuma pleno control del transporte de los hidrocarburos en territorio boliviano y que en la actualidad está en manos de la brasileña Petrobras.
El decreto de nacionalización del 1 de mayo pasado establece que la estatal petrolera boliviana debe tener al menos el 51 por ciento de la propiedad de Transredes y de las empresas mixtas Andina (filial de Repsol YPF) y Chaco (del grupo British Petroleum).
Actualmente, Shell y la británica Ashmore controlan a partes iguales el 50 por ciento de Transredes, en tanto que el Estado boliviano tiene el 34 por ciento de las acciones y el restante 16 por ciento está en manos de bancos.
La empresa opera una red de transporte de gas natural y líquidos de aproximadamente 6.000 kilómetros, que conecta los campos de producción en el sur, centro y este de Bolivia, con los centros de consumo, inclusive hasta una terminal en Arica, en el norte de Chile.