Zamora, Michoacán. Las ciudades conurbadas de Zamora y Jacona, en el norte de Michoacán, se han convertido en el segundo lugar más violento de la República Mexicana. De mayo a noviembre de este año se cometieron 211 ejecuciones por el crimen organizado y tan sólo en noviembre fueron 28 homicidios. Es decir, en promedio son […]
Zamora, Michoacán. Las ciudades conurbadas de Zamora y Jacona, en el norte de Michoacán, se han convertido en el segundo lugar más violento de la República Mexicana. De mayo a noviembre de este año se cometieron 211 ejecuciones por el crimen organizado y tan sólo en noviembre fueron 28 homicidios.
Es decir, en promedio son 21 decesos mensuales, datos que proporcionaron los académicos de El Colegio de Michoacán (Colmich) J. Luis Seefoó Luján y Ranniery Juárez Magaña en el foro Soñar seguridad, celebrado el 15 de diciembre, mediante el trabajo de investigación. Una política de shock: control social mediante el miedo.
Estas cifras fueron construidas en una exhaustiva investigación hemerográfica de noticias locales; detallando la fecha, el nombre de la víctima, de los hechos y si existió o no la detención del agresor. Estos datos colocan a estos dos municipios vecinos de Zamora y Jacona en uno de los primeros lugares con más homicidios dolosos en México.
Lo que era una ciudad tranquila, conocida por la producción de fresas, y de férvida devoción cristiana, hoy es una ciudad de miedo y desconfianza. Convertida en un terreno de disputa entre dos cárteles que se pelean la plaza, el cártel Jalisco Nueva generación y el cártel de los Caballeros templarios, Zamora y Jacona, en los últimos meses ha inquietado a la sociedad de esta entidad.
El foro Soñar seguridad, efectuado en Zamora, reunió a organizaciones civiles, autoridades locales y académicos que, preocupados por el constante crecimiento de la violencia, asistieron para compartir sus experiencias y reflexiones sobre los pasos y actividades a realizar.
La organización de mujeres zamorana Vivas nos Queremos denunció un acenso en los feminicidios en esta localidad, precisó que, de los 34 asesinatos perpetrados con extrema violencia contra mujeres que se han denunciado en Michoacán, siete pertenecen a los municipios de Zamora, por lo que hacen un llamado al gobierno michoacano para que establezca una alerta de género en esta ciudad.
Para el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Zamora ocupa uno de los primeros lugares de mayor violencia, teniendo una tasa de 71 homicidios por cada 100 mil habitantes, y Acapulco con 111.5 homicidios, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Publica y de Justicia Penal.
Mientras el SNSP cita que de enero a julio se cometieron 84 asesinatos que ubicaban a Zamora en el primer lugar de homicidios, investigadores del Colmich aseguran que de agosto a noviembre de este año se sumaron 124 los homicidios en la área de Zamora y Jacona, colocándola a finales del año en el segundo lugar más violento de México después de Acapulco.
Cifras de esta investigación contradicen lo que el gobernador Silvano Aureoles declaró el 11 de marzo de 2016 en Morelia, en el Foro de Participación Ciudadana para la Prevención Social: en Michoacán poco a poco se va recuperando la confianza y la tranquilidad de las familias y de la ciudadanía, lo que es resultado del trabajo coordinado y de la participación de la población.
La desmedida alza de homicidios dolosos en Zamora y Jacona que se produjo a principios de este año ha convocado a la sociedad y alertado a sus organizaciones.
Por ello, en el foro Soñar seguridad estuvieron presentes representantes de la Organización Levadura, iniciativa impulsada por Cáritas AC y la Pastoral Social en varios municipios de Michoacán, entre ellos Tangancícuaro, que colinda con Zamora y también registra un índice elevado de violencia.
La Organización Levadura elabora diagnósticos de la realidad social, movilizaciones ciudadanas y talleres de derechos humanos. Fomenta núcleos de reflexión para la sanación de las rupturas del tejido social en las familias y en el corazón de las personas causadas por la creciente ola delictiva.
Por otra parte, la Visitaduría Regional de los Derechos Humanos del Estado de Michoacán confirma que las quejas recibidas por este organismo son mucho más bajas de las que deberían existir si la población ejerciera cabalmente su derecho de denuncia.
Más de la mitad de las 310 quejas recibidas en 2016 son dirigidas contra integrantes de Secretaría de la Seguridad Pública y cuerpos policiales; las mujeres son quienes más denuncian y muestran mayor activismo y conciencia ciudadana en la reivindicación de sus derechos.
La llamada violencia de cuello blanco, a la que se refirió Phillippe Schaffhauser, investigador del Colmich, se hace evidente en la corrupción y el desvío de recursos que ha manchado la actuación de la alcaldía zamorana. Contra estos delitos se enfoca el Observatorio Ciudadano, activo desde hace un año en la ciudad.
Regidores del municipio de Jacona pidieron al Observatorio Ciudadano su intervención para poder cumplir su labor como servidores públicos, ya que no lo han podido hacer dentro de los canales oficiales, por la mala administración que existe en el municipio.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/