Recomiendo:
0

14 kilómetros: El largo viaje de la inmigración africana

Fuentes: Revista Pueblos

Es muy frecuente encontrar en los medios de comunicación noticias sobre la llegada de pateras a las playas de Canarias, evidentemente de inmigrantes africanos. Ya hace varios años que estas noticias no nos son ajenas, las vallas de Ceuta y Melilla fueron protagonistas de la «avalancha» de la inmigración africana hacia Europa, asimismo el resto […]

Es muy frecuente encontrar en los medios de comunicación noticias sobre la llegada de pateras a las playas de Canarias, evidentemente de inmigrantes africanos. Ya hace varios años que estas noticias no nos son ajenas, las vallas de Ceuta y Melilla fueron protagonistas de la «avalancha» de la inmigración africana hacia Europa, asimismo el resto de nuestras costas y las de otros países mediterráneos sufren estos flujos de personas. Pero estas noticias se han hecho tan normales que, en la prensa, por ejemplo, se reflejan en un segundo plano, ya no son importantes. Es triste haber llegado a esta situación cuando el problema sigue siendo importante. En el momento que escribo esta reseña, las noticias más importantes son la caída de las Bolsas, los tipos de interés, las hipotecas, el precio del petróleo, las campañas electorales, etc, en fin, los problemas del mundo capitalista en el que vivimos. Pero hay algún economista que dice que España sigue necesitando más inmigrantes para cubrir la demanda de mano de obra, a pesar de la recesión (o lo que sea) en el sector inmobiliario o de la construcción.

Lo dicho sirve de preámbulo para hablar de 14 KILÓMETROS, una película de Gerardo Olivares. Director muy experimentado en documentales sobre naturaleza, historia y pueblos diversos de todos los lugares del planeta. Desgraciadamente los documentales no gozan del atractivo que tiene tanta «morralla» que nos ponen en las salas y en televisión. Ni qué decir tiene que es un gran logro poder ver esta película en los cines. La culpa de que 14 KILÓMETROS se exhiba, dense prisa que la quitarán enseguida, es de la SEMINCI de Valladolid. El jurado de este festival cinematográfico le dio la Espiga de Oro, un premio importante si se considera que no lo ha recibido ninguna película española. Probablemente alguien pensará que por ser un Festival de segundo nivel, pasa desapercibido y no es importante como son los de San Sebastián, Berlín, Cannes o Venecia, que alardean del glamour y son importantes mercados de venta y distribución cinematográfica. No es así, la SEMINCI tiene un gran prestigio, por este Festival han pasado buenas películas y grandes directores como Andzrej Wajda, Yilmaz Güney, Manoel de Oliveira, Nikita Mihalkov, Stanley Donen, Arthur Penn, Ken Loach, Abbas Kiarostami, Krzysztof Kieslovski, Atom Egoyan, André Téchiné, Costa-Gavras, Theo Angelopoulos, Jonathan Demme, Ang Lee y otros muchos.

14 KILÓMETROS, la película, hace referencia a la distancia que nos separa de África, un continente incomprendido y despreciado, sumido en la pobreza y en continuas guerras. El mundo occidental siempre se ha aprovechado de África, pero nunca se ha esforzado en ofrecerle soluciones efectivas a sus problemas. Millones de africanos nos miran con envidia. Millones de personas que quieren tener una vida mejor. 14 KILÓMETROS nos cuenta el viaje que tienen que hacer muchos de ellos para conseguir llegar a Europa, despojándose de lo poco que tienen, vendiéndose a las mafias, muriendo en el camino. Los tres personajes de la película de Gerardo Olivares representan a todos aquellos que hacen el trayectos de miles de kilómetros, primero por el desierto y después por mar, en cayucos. Malí, Níger, Mauritania, Senegal y demás países de la zona subsahariana son el origen de los inmigrantes que ansían una vida mejor. La película de Olivares emociona porque nos acerca a ellos.

14 KILÓMETROS es ficción y es documental. Lo primero porque tiene actores no profesionales que crean personajes y convencen; y lo segundo porque nos muestra y nos transporta por todo ese tremendo itinerario del desierto. La película de Gerardo es bondadosa con África, mostrándonos a sus gentes, sus ciudades, sus grandes paisajes, todo ello arropado con una fotografía brillante y por una música que no desmerece en ningún momento.

A poquito que uno sea sensible esta película golpeará en nuestras conciencias. Las noticias sobre pateras e inmigrantes muertos seguirán en los rincones oscuros de la prensa y la televisión, no nos afectarán. Pero el hambre no entiende de fronteras, seguirán viniendo. La inmigración es un gran problema para el siglo XXI. África seguirá denigrándose si el mundo occidental no apoya la consolidación de sus democracias, con planes de desarrollo, con mayor y más efectiva cooperación.


Juan Vicente Monteagudo es colaborador de Pueblos. Este artículo ha sido publicado originalmente en el nº 31 de la Revista Pueblos, marzo de 2008.