1. Los movimientos de huelga nacieron en México junto a los sindicatos al iniciarse el siglo XX; pero las huelgas ya existían de diversas formas en otros países porque los trabajadores tenían que buscar métodos de lucha para la defensa de sus intereses frente al capital que siempre los ha explotado y sometido. Las huelgas […]
1. Los movimientos de huelga nacieron en México junto a los sindicatos al iniciarse el siglo XX; pero las huelgas ya existían de diversas formas en otros países porque los trabajadores tenían que buscar métodos de lucha para la defensa de sus intereses frente al capital que siempre los ha explotado y sometido. Las huelgas nacieron de la espontaneidad combativa de los campesinos, artesanos, obreros, y así vivieron cientos de años. Fue la enorme capacidad de maniobra de las clases dominantes (la burguesía) quienes las reglamentaron disponiendo a su favor todo: registros, juntas de conciliación, conteo de huelguistas, declaración de «legal o existente», sanciones a huelguistas, amenazas de represión, no intervención de personas externas y demás.
2. Hoy existen aún huelgas de «derecho» controladas y huelgas de «hecho» o revolucionarias. Las huelgas «conforme a derecho» están aprobadas en todas las legislaciones porque han sido las mejores maneras que usa el Estado para controlar a los trabajadores. Primero, aunque evidentemente los trabajadores estén sumamente explotados, pobres y miserables, se les obliga a «diálogos» de conciliación con sus explotadores, aunque éstos cada año obtengan miles de millones de pesos en plusvalía. Esto, para los de «conciliación» importa un carajo porque ellos quieren convencer que no haya huelga a cambio de un «aumento» salarial de hambre. Buscan que no estallen las huelgas para recibir muy buena «propina» del patrón.
3. Las «huelgas de hecho» son otra cosa radicalmente distinta, pero dependen del alto nivel de conciencia de los trabajadores que se refleja en su combatividad, en marchas, asambleas, conferencias de capacitación; es decir, de una permanente preparación de por lo menos un año, desde que termina la huelga anterior y/o se firman el contrato. Lograr una organización así es un lujo: Organizar un programa de con asambleas cada mes, con manifestaciones cada mes, con cuotas para fondo de huelga, con visitas permanentes a otros sindicatos, con un docena de conferencias de otras luchas obreras, acerca de la economía y política nacional e internacional. Pero si no hay programa y cumplimiento de él, todas las luchas fracasan.
4. La huelga de los trabajadores de la universidad de Yucatán (UADY) va bien porque las tres guardias cumplen sus horarios; «va de acuerdo al derecho, es legal y «existente», sin embargo requiere de apoyo externo. a) Necesita con urgencia la declaración de apoyo del sindicato de maestros; b) Pedir a las organizaciones estudiantiles de la UADY su apoyo; c) Editar cientos de miles de volantes explicando la huelga para repartir en mercados y plazas; d) Realizar aunque sean tres marchas en las calles en los próximos días; e) en concordancia con el abogado de rectoría exigir tendido de cables de luz al campamento y tener acceso a los servicios sanitarios; f) organizar comisiones del campamento para visitar otros centros de trabajo para informar y volantear.
5. En la mente de las autoridades está la idea de comprar a los dirigentes, al abogado y a los medios de información y, si los dirigentes no se venden, están pensando en reprimir o cansar la huelga. ¿Creen las autoridades que los trabajadores son tontos o imbéciles para ser engañados? El 3.4 por ciento que se ha ofrecido u otorgado a nivel nacional como «tope salarial» es una mentada de madre a los trabajadores. ¿Averiguaron acaso cuántas décadas de atraso tienen sus salarios respecto a los altos precios de las mercancías? A mí nunca me ha gustado hablar de minucias, pero se sabe que en todo el país los trabajadores siempre han sido súper explotados y manipulados por el capital y es tiempo de que comiencen a rebelarse, pero con coordinación.
6. La Universidad de Yucatán fue fundada en 1922 con proyecto de tres universidades de Vasconcelos y estando en el gobierno Carrillo Puerto, líder obregonistas-callista asesinado por el delahuertismo y los hacendados. Jamás, nunca, fue socialista la Universidad (escribí un libro en 1994 sobre sus historia, proyectos y rectores, estudié en ella y fui profesor e investigador); por el contrario ha sido siempre una universidad de derecha y muy memorista. Con excepción de haber realizado una marcha de dos horas en 1968 protestando contra la violación de la UNAM por el ejército y haber cerrado sus puertas en 1974 cuando fue asesinado Calderón Lara, la UADY ha permanecido al margen de las luchas estudiantiles y problemas educativos de carácter nacional.
7. Sin embargo, poseo una enorme esperanza que los movimientos de los trabajadores de Yucatán dejen de ser retaguardia, es decir, sólo de cuando en cuando movilizarse siguiendo el movimiento nacional, y se convierta en un brazo más de los millones que se levantan para apoyar los luchas campesinas, obreras, estudiantiles que se desarrollan en el DF, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Chiapas. Yucatán, antes de la separación de Campeche (1858) y de Quintana Roo (1901), era el estado y Mérida la ciudad- más importante del sureste en economía, cultura, estructura y demás. Yucatán y sus dos millones de habitantes sólo recuperarán su presencia en la región cuando los trabajadores organizados aprendan a rebelarse contra sus explotadores.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.
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