1. Ante un gobierno asesino y un país que se cae a pedazos porque no crece su economía, se desploma su moneda y cada día registra más asesinatos, el ejemplo de lucha que los padres de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos hace un año, es una enorme enseñanza a los 100 millones de pobres y […]
1. Ante un gobierno asesino y un país que se cae a pedazos porque no crece su economía, se desploma su moneda y cada día registra más asesinatos, el ejemplo de lucha que los padres de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos hace un año, es una enorme enseñanza a los 100 millones de pobres y miserables mexicanos. ¿Cuántos millones, a través de las décadas, por falta de dignidad e inteligencia, hemos sido manipulados por mentirosos informes de la Procuraduría y sus repetidores medios de información? ¿Cuántos millones creímos en la telenovela que nos platicó Murillo Karam pensando en que era verdad? Pero los padres inmediatamente dijeron: «nos están mintiendo, quieren comprarnos y que nos retiremos a nuestro hogar a llorar a los hijos».
2. Ese grito de resistencia de humildes trabajadores del campo, de no creer en el poder, extendió la duda y ahora se confirma que así nos han engañado por los detentadores del gobierno. ¿Cuántos millones de pesos ha ofrecido el gobierno para comprar la dignidad y silenciar a los padres? ¿Cuántas triquiñuelas ha usado el gobierno para que los padres no difundan las trampas de que han sido víctimas? La humildad y firmeza de esos campesinos -que se saben observados por sus hijos- durará muchos años más porque no es un juego. Saben que tras sus batallas no sólo está la aparición de sus hijos, sino también la supervivencia de las Normales Rurales, de la educación pública, del respeto a los trabajadores mexicanos.
3. Murillo, como cualquier político, no es malo, trata bien a sus hijos, a su familia; pero como poderoso político -como cualquier político en el poder- es un «yjueputa». No conozco a ningún político, empresario adinerado, poderoso en medios de información y hasta en la academia, que no lo sea. El problema es indiscutiblemente el poder y la subordinación que crea. Por ello los anarquistas luchan por la libertad y contra todo poder (del gobierno, Estado, ejército, familia, escuela, la ciencia, iglesia, etcétera) y batallan consecuentemente por su destrucción donde se encuentre, buscando la horizontalidad, la revocación, la igualdad. No se trata de cambiar al gobierno burgués por otro, si no transformar desde la raíz el capitalismo.
4. Ir a la raíz de los problemas es ser radical. Ningún timorato se atreve; prefiere halagar al poder o quedarse en la mediocridad al no hacer nada contra él. Los padres de los 43 de la Normal de Ayotzinapa -con el total apoyo de los maestros de la CNTE, de zapatistas, de los estudiantes de las normales rurales, luchadores sociales, así como de otros centros de educación superior- no han parado durante un año; con ese ejemplo han llevado sus protestas en todo México y en muchos países del mundo. A partir del miércoles 23 harán una huelga de hambre en pleno Zócalo de la ciudad de México para culminar con una gigantesca manifestación el sábado 26 para recordar a sus hijos. Se espera apoyo; que el miedo y la mediocridad hayan aminorado en México.
5. En los estados de la República se registrarán también grandes manifestaciones contra el gobierno; no sólo en solidaridad con las batallas de los 43 padres en lucha, también contra el sistema capitalista de explotación que es el protector de gobiernos, empresarios, medios de información. En Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Nuevo León, Jalisco, Morelos, Veracruz, Puebla, como estados de más alta politización, se preparan actos masivos contra el gobierno federal y los partidos políticos (PRI, PAN, PRD, Verde, Panal) a su servicio; por ello esos partidos no descansan en sus campañas contra los movimientos sociales. ¿Podría ser de otra manera si reciben enormes cantidades de dinero de los gobiernos para comportarse como lo hacen?
6. La huelga de hambre de los padres en el Zócalo los días 23, 25 y 25 de septiembre, es la oportunidad de las organizaciones sociales no gobiernistas de llegar a acuerdos de unidad y lucha con los padres de familia y otras organizaciones. Los que honestamente estén buscando duplicar las fuerzas de apoyo: los electricistas, mineros, Mexicana, Atenco, los campesinos, estudiantes, zapatistas, lopezobradoristas, deberían aprovechar esta coyuntura para reunirse alrededor de la huelga de hambre y marchar juntos el día 26. ¿Qué mejor oportunidad para exigir justicia, libertad e igualdad que estando juntos un centenar de organizaciones que divididas y dispersas no han podido hacer nada importantes contra estos gobiernos capitalistas?
7. La gran burguesía mexicana, conformada por el poderoso gobierno, los grandes empresarios y los medios de información, nos siguen pegando fuerte y burlándose de nosotros porque no hemos respondido de manera contundente. Los padres, aunque pocos, nos han enseñado a responder con dignidad; pero nuestras estrategias no alcanzan para devolverles a los gobiernos los golpes y someterlos. Más que continuar con nuestras denuncias a sus operaciones como explotadores y represores debemos crear estrategias de lucha para echarlos del poder y construir gobiernos horizontales, revocables o autogobiernos. ¡Viva la lucha de los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinaba! ¡Muera el mal gobierno!
Blog del autor: http://pedroecheverriav.
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