1. Yo creo que el Chapo y sus colegas -de acuerdo a lo muchísimo publicado- son grandes delincuentes dedicados a los negocios de la droga en México y otros países; pero también creo que el gobierno de México y su ejército «no tienen nada de blancas palomitas» porque desde hace varias décadas también han estado […]
1. Yo creo que el Chapo y sus colegas -de acuerdo a lo muchísimo publicado- son grandes delincuentes dedicados a los negocios de la droga en México y otros países; pero también creo que el gobierno de México y su ejército «no tienen nada de blancas palomitas» porque desde hace varias décadas también han estado enredados o imbricados con el narco. El problema aquí es quién tiene el poder militar, la «legalidad» e impone «la verdad».
2. Tengo la convicción de que a estas alturas la bronca de la droga no es quién fuma o quien no; si no que se reduce a ver quién gana más dinero, quién controla más territorios y países, quién obtiene más poder, quién es capaz de dividir ganancias y quién organiza mejor sus estrategias de ataque, conquista y defensa. Así como se «esconden los grandes tráiler» de maderas, de mercancías, los que roban gasolina, así -con autorización- sale y entra la droga.
3. Como es bien sabido en todo México, luego de que ingresan 500 tráiler ilegales descubren y publicitan que «atraparon» a uno de madera, otra de contrabando de mercancía, otro de gasolina y otro de droga. La realidad es que no tiene vergüenza por su cinismo de otorgar abiertamente los permisos de los cargamentos. Más aún se preparan los escenarios para que acudan los medios electrónicos (TV y radio) a hacer la toma con un alto funcionario al frente.
4. La realidad es que ni a mí, ni a mis familiares y quizá a ninguno de mis amigos, nos han vendido o regalado droga y parece que estamos muy lejos de ellas. La información difundida desde hace 50 años es que la droga se vende en países de alto nivel económico a personajes que tienen mucho dinero que la adquieren para remediar sus males psicológícos; los pobres mexicanos que la adquieren buscan evitar enfermedades del cuerpo y del pensamiento.
5. Yo impartí clases a decenas de miles de alumnos durante 42 años -desde la escuela primaria hasta el posgrado en 6 estados y el DF- y nunca me enteré de la droga entre estudiantes; pero tampoco, jamás, dejé de escuchar comentarios, chismes, leer periódicos y revistas amarillistas, que de manera alarmante informan de vidas y muertes por causa de la droga. Creo que ese asunto es un negocio de gran escala en el que la competencia es fundamental.
6. Este negocio de la droga lleva en los tiempos modernos unos 45 años y comenzó con poco y se convirtió en gigante, es decir, con el apoyo del Estado mexicano, colombiano y demás, ha crecido hasta otros países. Pero además no se puede acabar la venta al mayoreo porque representa muchísimos dólares. Así como en EEUU es imposible acabar con la venta legal de armas y, obviamente, su fabricación, se vislumbra que pronto las tiendas de droga serán de 24 horas.
7. No creo que al Chopo se le siga cazando como un ratón por el gato mexicano y yanqui. Tiene que haber una reacción importante de sus colegas; espero no mueran inocentes ¿Será que los investigadores que lo colocaron en la lista de Forbes como uno de los hombres multimillonarios del mundo, así como sus colegas de esas listas, no salgan en su defensa? Si lo matan acabará el gobierno con el miedo de que vuelva a fugarse. Si no lo atrapan pronto su leyenda traspasará las fronteras de la región.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.
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