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En camino al infierno

Fuentes: Rebelión

Por fin la duda que desvelaba a los argentinos se ha disipado: el próximo presidente del país será, el ultra liberal Mauricio Macri. A la luz de los resultados del último domingo queda claro una cosa, nadie, pero nadie puede darse por conforme. La exigua diferencia entre las dos fuerzas un 51.40 % a un […]

Por fin la duda que desvelaba a los argentinos se ha disipado: el próximo presidente del país será, el ultra liberal Mauricio Macri. A la luz de los resultados del último domingo queda claro una cosa, nadie, pero nadie puede darse por conforme. La exigua diferencia entre las dos fuerzas un 51.40 % a un 48.60%, deja bien claro que la famosa «grieta» que según se decía había abismado el kirchnerismo, sigue muy viva, y es muy difícil que se comience a cerrar, si el nuevo presidente insiste en sus políticas de tierra arrasada con todo lo construido en los 12 años de kirchnerismo.

El lunes posterior a las elección ya ha mostrado la uñas, habló de un corte de relaciones con Venezuela, por sus disputas con la oposición, sin duda un guiño a los Estados Unidos, al tiempo que habrá puesto muy nerviosos a varios empresarios argentinos que exportan a Venezuela cerca de 2 mil millones de dólares al año; respecto a el nombramiento de su ministro de economía que un poco es definir su política, habló de un gabinete de 6 ministros del área, como para poder esconder a el temido Carlos Melconian, de una personalidad desorbitada, quién ya había hecho anunció respecto a recortes de gasto público y el despido de empleados públicos durante la campaña, por lo que fue llamado a silencio.

Durante estos años Melconian, mano derecha de Domingo Cavallo, el hombre que llevó a el país al infierno, se ha dedicado a azuzar al gobierno de Cristina Kirchner, desde cuánto medio opositor, que eran casi todos, vaticinando terremotos económicos que nunca se produjeron.

En las declaraciones del presidente electo, también mencionó un acercamiento a la alianza del Pacifico y respecto a un editorial del diario conservador La Nación, que le pedía no solo terminar con los juicios a los genocidas de la última dictadura, sino de alguna manera permitir que los más de 300, que ya estén cumpliendo prisión, sean liberados, la respuesta de Macri, (a quien se lo vio muy incómodo, hay que recordar que su padre Francisco, incrementó su fortuna exponencialmente en negociados con los popes de la dictadura entre 1976-1983), fue tibia muy lejana a la contundencia de una reprobación, por lo que deja abierta cualquier decisión.

La osadía de Macri, en su primera conferencia de prensa, preanuncia tiempos muy convulsos para el país, si bien se esperaba cierta cautela, no fue así, sus decisiones fundamentalmente económicas pueden llegar horadar rápidamente su base electoral, lo que parece no importarle demasiado. Ya ha dejado entrever sus pasos claves en la economía : fuerte devaluación, flexibilización laboral y eliminación de paritarias, solo resta saber si ya o gradualmente.

Macri asume muy debilitado, con minoría en senadores y diputados, con 16 gobernaciones peronistas y un piso peronista/kirchnerista del 49% que no es poco y se prevé que al poco de andar del nuevo gobierno, muchos de sus votantes se lamenten, ya demasiado tarde para lágrimas. E incluso sus aliados políticos comiencen a reclamar la poca presencia de sus cuadros en la estructura del nuevo gobierno.

Macri necesitara cerca de 12 mil personas para cubrir los puestos esenciales tanto a nivel Nación, como en la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, no es un secreto para nadie que su partido el PRO, no cuenta ni por asomo con esa cantidad de posibles funcionarios, lo que obligara al futuro presidente no a recurrir a los hombres de la Unión Cívica Radical, su principal aliado, sino a ejecutivos y empleados del sector privado.

Sin duda el nuevo gobierno seguirá apoyándose en el trípode que le dio el éxito, los medios de comunicación, que construyeron en su entorno un paraguas protector que le permitió no solo esconder las torpezas y hechos de corrupción de su gobierno en la capital argentina, sino que no se cansaron de lanzar artillería pesada contra el oficialismo.

El Mercado, que jugo permanentemente a las corridas bancarias, alzas artificiales del dólar y hasta llegó a obligar al personal jerárquico de bancos y empresas como el Santader-Río, a fiscalizar el acto eleccionario, camuflados de simples militantes del PRO. La tercer pata del trípode macrista fue el poder judicial que con una sarta de jueces corruptos consiguieron impedir el cumplimiento de leyes importantes sancionadas por el poder legislativo, como la famosa y discutida ley de Medios, que obligaba al holding Clarín, quien artículo todas las estrategias políticas, económicas y mediáticas contra el gobierno. Jueces provenientes de la ultra derecha, con serios antecedentes de violencia política en los años más crueles de la Argentina, realizaron allanamientos espectaculares, bien contra instituciones gubernamentales y empresas relacionadas de alguna manera a la presidenta.

Macri, asume sabiendo que en pocos meses más ese trípode será su único respaldo. Que poco y nada va a cumplir de sus promesas electorales, fundamentalmente los de sostener muchos de los beneficios sociales que estableció el gobierno saliente.

La alianza Cambiemos en su desesperación por alcanzar el éxito electoral no se evitó de prometer infinidad de resolución que se sabe son imposibles de cumplir. A cada sector social, a cada sector empresarial, a cada sector sindical hizo varias, cuando en el trascurso del tiempo no solo no las cumpla sino que vaya en contra de esos mismos sectores la agitación social, comenzar sin duda a verse nuevamente en las calles de la Argentina.

Los mercados, la banca internacional, saben que tiene demasiado poco tiempo para operar en la Argentina, si bien es muy pronto para pensar en el 2019, las próximas presidencial; en 2017, habrá elecciones de medio termino donde se renuevan parcialmente ambas cámaras legislativas a lo que sin duda el macrismo, a la vista de los resultados de las elecciones del domingo, con un techo del 51% y el desgaste de dos años de gobierno no podrá aspirar, por eso tendrán que lo que entrar a saco a al Estado, de manera urgente y sin anestesia para privatizar, vender y endeudarse todo lo posible, ya que hoy el país está desendeudado y le será muy sencillo conseguir créditos.

Si bien dijo que su primera visita sería a Brasil, el socio económico y político más importante de Argentina, aspira al debilitamiento del gobierno de Dilma, incluso que caiga antes de terminó para negociar con sus sucesores con quién si duda se entenderá mucho mejor.

La Grieta

Con este panorama se cree que la famosa «grieta» que divide a los argentinos no va a cerrar, al contrario se profundizara, ya lo ha dicho uno de sus principales arquitectos, el famoso periodista Jorge Lanata, un killer a sueldo del holding mediático Clarín, que «la grieta no va a cerrar por años», quizás la única verdad que ha ensuciado su boca, en estos últimos años. Por las dudas ya ha anunciado que se radicará en Estados Unidos a partir del 1 de diciembre próximo, soldado que huye…

Las heridas son muchas y duelen profundo, la oposición que se abroqueló tras el candidato que mejor consideraron los Medios y el establishment en general: Mauricio Macri, estuvo dispuesta a permitir y aceptar todos los burlotes contra el gobierno como una verdad revelada, desde burlarse de la muerte del presidente Néstor Kirchner a un sinfín de acusaciones de corrupción contra la presidenta, sus funcionarios y hasta familiares, sin que ninguna pueda continuar más que artificialmente, gracias a la complicidad de muchos jueces cooptados material y/o ideológicamente por el anti peronismo.

La presidenta Fernández de Kirchner, no solo se retira con más de un 54% de imagen positiva un detalle, pero detalle inédito en la historia argentina, lo que la habilita a convertirse en el primer presidente de la Argentina, que tras liderar un proyecto de 12 años, tiene las condiciones morales y políticas para ser la jefa de la oposición.

Si bien tanto la encuestas como la sensación daba que esta vez el kirchnerismo iba a recibir la gran tunda, que tantos deseaban, tampoco ha podido ser, y al contrario si bien perdió el gobierno, deja abierta una llaga para el futuro presidente, ese casi 49 % son votos genuinos, de tropa propia o socios ideológicos, ya que los partidos que conforman el Frente para la Victoria (FVP) el nombre oficial del proyecto kirchnerista está conformado además del peronismo, por un espectro de pequeños partidos de izquierda y organizaciones sociales, irrelevantes a la hora de la suma, que tampoco cuentan a la hora de la repartija de cargos, lo saben y acompañan por coincidencias puramente ideológicas.

No sucede lo mismo en la alianza triunfadora del domingo Cambiemos, que es una conjunción fundamentalmente de dos partidos el PRO (Propuesta Republicana) fundada por Macri en 2005 y la centenaria Unión Cívica Radical (UCR) que en sus más de cien años de vida, y más allá de haber dado siete presidentes al país, solo dos terminaron sus mandato el último Marcelo Alvear en 1928, a pesar de haber sido históricamente el rival del peronismo, jamás pudo encontrar su lugar en la historia argentina y tras jactarse de su republicanismo ha sido colaborador de todas las dictaduras. Lo que le permitió poder subsistir, abandonando en manos del peronismo el discurso popular y nacional que le dio origen en 1891, para convertirse más por azar que por voluntad, ya que desde hace más de medio siglo que no existe un partido conservador, en el representante de la burguesía y los sectores medios.

Junto al Peronismo, el Radicalismo es el único partido con representatividad territorial, ocupando muchas intendencias, y de vez en cuando alguna gobernación. Esta fue la estructura que aportó a Cambiemos, ya que el PRO, hasta ahora no podía salir de los límites de la ciudad de Buenos Aires a la que gobernaba desde 2007.

Macri, sabe muy bien que la inesperada elección del FPV, lo atan a su trípode de poder y lo convierten en un rehén de sus aliados, no solo los Radicales, sino algunos partidos provinciales, y algunos sindicalistas peronistas como Hugo Moyano y Luís Barrionuevo, de excepcionales dotes mafiosas, comprometidos con la corrupción en gran escala y que han sido responsables de todas las huelgas, paros y protestas que debió soportar el gobierno de Cristina Fernández, estos «buenos muchachos» no suelen hacer favores gratuitos y sin duda además de ya estar negociando prebendas para sus empresas (ambos tiene importantes emprendimientos en las mismas áreas que representan Moyano (camioneros) controla varias empresas de trasporte y Barrionuevo (gastronómicos) entre muchos emprendimientos es el dueño del restorán de comida japonesa más caro de Buenos Aires) Ambos sindicalistas, también acusados de haber pertenecido en su momento a la AAA (Alianza Anticomunista Argentina, una organización para-policial de triste celebridad desde 1973 hasta que se incorporó a la dictadura a partir de 1976) sueñan desde hace tiempo con conseguir el ministerio de trabajo para ellos o algunos de sus esbirros.

El dilema del kirchnerismo pasa en este momento en cuanto tiempo Cristina pasará a la contra ofensiva, cuán dañada saldrá de la monumental interna del peronismo y si conseguirá seguir controlándolo (muy difícil) o emergerá una nueva dirigencia.

Muchos están interesado en comparar al derrotado candidato oficialista Daniel Scioli, con Lula, y sus épicas derrotas antes de consagrarse presidente de Brasil, las diferencias entre ambos son abismales, Scioli, en realidad ha sido siempre un hombre de la estructura del peronismo, que casi hizo una carrera de escalafón, en los casi 20 años que lleva en la política no ha podido generar tropa propia, y mucho menos ahora.

Una de las últimas noticias que llamó mucha la atención en estas horas fue la renuncia del actual presidente de la UCR, Ernesto Sanz, que aspiraba a la jefatura de gabinete, pero solo le habían ofrecido el Ministerio de Justicia, un puesto de segundo o tercer nivel. Sanz no solo rechazo el cargo, sino que renunció a la presidencia del radicalismo, lo que prácticamente significa el abandono de la política. Lo llamativo es que fue el gran armador de la alianza PRO- Radicalismo, lo que no le ha producido muchos encontronazos con sus correligionarios. La versión oficial habla de que su renuncia se corresponde con graves problemas familiares, ciertos periodistas políticos hablan de que su paso al costado se debe a su enojo por el puesto ofrecido, pero algunas fuentes siempre bien informadas, hablan que Sanz, pudo haber sido extorsionado por la gente de Macri, con información muy reservada de actos de corrupción o cuestiones más privadas y de esta manera se sacarían a su principal socio de encima.

El nuevo gobierno asume el 10 de diciembre próximo, una fecha que marcará el inicio de un nuevo infierno para la Argentina.

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.