1. Los gobiernos del PRI y del PAN, por lo menos desde 1982 -cuando se impuso el Neoliberalismo privatizador en México y en el mundo- entre protestas, pero con la mano en la cintura, les han dado de palos a los trabajadores. El golpe más duro se lo dieron al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) […]
1. Los gobiernos del PRI y del PAN, por lo menos desde 1982 -cuando se impuso el Neoliberalismo privatizador en México y en el mundo- entre protestas, pero con la mano en la cintura, les han dado de palos a los trabajadores. El golpe más duro se lo dieron al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en octubre de 2009, pero también a los Mineros, a la APPO, a Mexicana, a los empleados del IMSS, a los profesores de la CNTE; incluso a los partidos socialdemócratas como el PRD que lograron dividir e integrar al aparato. ¿Fueron los traidores los obreros, sus dirigencias, los trabajadores que debieron dar solidaridad, los tres? ¿Fue el gobierno despótico, represivo y asesino obligado a defender a la clase capitalista?
2. Estuve muy presente siguiendo la lucha de los electricistas del SME que jamás creí que así de fácil se fueran a la calle; creí que el gobierno panista de Calderón y su secretario del Trabajo, el Ku Lozano no sabían que se estaban metiendo con el sindicato más luchador, además de la estructura eléctrica del centro del país. Cuando vi la primera batalla de las 17 mujeres en huelga de hambre frente a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en Reforma e Insurgentes me emocioné; pero al anunciarse que levantaron la huelga de hambre que mantenían desde hacía 17 días sin lograr nada, por una plática en la secretaría de Gobernación, me decepcioné. Dije entonces que ninguna lucha se levanta antes sino después.
3. El 25 de abril de 2010 iniciaron una huelga de hambre los electricistas. Durante la preparación del plan de acción, unos 5 mil electricistas manifestaron su interés de ayunar, de los cuales 2 mil 300 fueron sometidos a exámenes médicos. Alrededor de 600 los aprobaron y 150 ya estaban preparados física y anímicamente para empezar la huelga. El 23 de julio en la madrugada llegó a su fin la huelga de hambre que mantuvieron durante más de 90 días 14 ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro en la plancha del Zócalo de la capital del país, luego de que la representación del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) alcanzó un acuerdo con el gobierno federal en una reunión privada que se prolongó por más de ocho horas.
4. Luego se publicó que a casi seis años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) , el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) resurge como cooperativa. Que el líder sindical, Martín Esparza , informó que el SME consiguió, en asociación con la empresa portuguesa Mota-Engil y con el apoyo del Gobierno , un nuevo contrato colectivo para operar 14 plantas eléctricas, cuatro centrales de ciclo combinado, y para recuperar una parte de la materia de trabajo en la operación de un paquete de mil 700 megawatts. Me pregunté: ¿Qué hacer si no hay otra salida y nos han desbaratado como fuerza de trabajadores? ¿No son acaso los obreros electricistas quienes deben decidir?
5. Ayer se publicó (Ver artículo de Antonio Almazán) que los llamados pasivos laborales que los gobiernos neoliberales utilizaron para descapitalizar y llevar a la quiebra técnica a organismos públicos como Pemex, CFE y Luz y Fuerza del Centro (LFC) y otros obligaron finalmente al gobierno de Enrique Peña Nieto a negociar con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) los términos de una salida al conflicto, con un nuevo contrato colectivo de trabajo inscrito en el contexto de la privatización energética y del inicio del llamado mercado eléctrico mayorista. ¿Quién dijo que la privatización y las reformas estructurales no avanzarán porque la fuerza de los trabajadores la impedirán?
6. Además de ello, el gobierno federal está entregando, aquí sí en propiedad, una serie de predios y naves industriales en las que LFC operaba sus fábricas y talleres, a una COOPERATIVA del SME que buscará dar trabajo a poco más 14 mil trabajadores, que no contarán con un contrato colectivo de trabajo, en condiciones más precarias y temporales. Por supuesto, en esta negociación el gobierno federal saca ventaja. Del pasivo laboral de 80 mil millones de pesos, sólo entrega en propiedad bienes por un valor menor a 5 mil millones, y para su uso y explotación un parque de generación de aproximadamente 3 mil 600 millones de pesos. Me parece que no hay nada que aclarar ante la gran nitidez de esos acuerdos.
7. Lo único que ha pensado desde octubre de 2009, hace ya seis años, es que a los trabajadores les colocó el gobierno de Calderón, su secretario de Gobernación y el perro Lozano (secretario del Trabajo) una soberana paliza de la cual no se volvieron a levantar. He saludado al dirigente Martín Esparza algunas veces, pero no sé si es el culpable principal de las derrotas al movimiento, no sé sin son la baja conciencia de los obreros en lucha o de plano una lucha social totalmente débil o partidos políticos que sólo ven elecciones. La realidad es que es todo un contexto socioeconómico de un capitalismo mexicano que domina abrumadoramente.
8. Al final 28 mil obreros decidieron recoger su liquidación y 16 mil decidieron continuar luchando hasta el final. De acuerdo con lo publicado «una cooperativa buscará (espero que sea seguro) dar trabajo a 14 mil trabajadores que no contarán con contrato colectivo». El golpe contra los trabajadores del SME, así como contra los trabajadores de Mexicana de Aviación fue contundente. Espero que las derrotas sepamos asimilarlas para organizar bien nuestras batallas y no pensemos que estamos ganando cuando nuestras batallas se debilitan ante la total dominación de la burguesía. Hay que levantarnos para defendernos pero también para ser inteligentes buscando derrotarlos y enterrar a esa clase dominante.
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