1. El ejército mexicano nació para defender al gobierno, no al pueblo. Durante los años de la dictadura de Porfirio Díaz (1876-1911) el ejército sirvió para defender al gobierno contra las protestas sociales, huelgas obreras y movimiento campesinos. Al triunfar la revolución maderista en los tratados de Ciudad Juárez Madero heredó intacto el ejército de […]
1. El ejército mexicano nació para defender al gobierno, no al pueblo. Durante los años de la dictadura de Porfirio Díaz (1876-1911) el ejército sirvió para defender al gobierno contra las protestas sociales, huelgas obreras y movimiento campesinos. Al triunfar la revolución maderista en los tratados de Ciudad Juárez Madero heredó intacto el ejército de Díaz y éste se le sublevó dos años después en La ciudadela, en 1913; luego fue necesaria una segunda etapa de la revolución que derrocó al golpista Victoriano Huerta y reorganizar el ejército en Teoloyucan bajo el mando de Carranza/Obregón en 1914. Desde entonces el ejército o fuerza armadas, ha estado bajo el estricto control del gobierno; su primer jefe ha sido siempre el presidente de la República. Formalmente se dice que es para servir al pueblo, pero muy otra ha sido la realidad.
2. Los militares -dice el general- «no estudiaron para estar en la calle defendiéndose de la delincuencia» sino para estar en sus cuarteles y defender al país ante una agresión o intervención extranjera. Sin embargo, dado que México sólo ha estado en guerra ante las invasiones de los EEUU a mediados del siglo XIX, 1847 y principios del siglo XX (1914), así como de Francia cuando la invasión napoleónica en 1862/67, ha sido muy claro que durante 102 (más de un siglo) no existe explicación de la existencia de cientos de miles o millones de soldados y marinos, de policías federales de alto nivel y de las instituciones a que pertenecen. Quizá con ese millón de militares y sus familias ya se hubieran organizado cooperativas de producción y consumo y ahorrado los billones de pesos que se han dilapidado en salarios y armas sofisticadas compradas en los EEUU y otros países.
3. Todo mundo coincide en que los militares deben regresar a «sus cuarteles» pero, ¿Qué hacen en sus cuarteles que no sea barrer y limpiar, hacer ejercicios militares, asistir a algunas clases y viajar a otros países para recibir enseñanzas y entrenamiento antiguerrillas? Yo pienso que en ningún país del mundo deben existir ejércitos, marinos o altos grados de la policía. En lugar de aumentar en número -al mismo ritmo en que se desarrollan culturalmente los pueblos- cada año deben reducirse esas fuerzas armadas hasta desaparecer. Hay países en el mundo (Suiza, Costa Rica) que durante muchas décadas ha funcionado sin esas instituciones y no sabemos que las hayan invadido. Las naciones invadidas en Asia, África, América Latina son las que se han rebelado contra la expoliación, los saqueos y las disposiciones imperialistas. ¿Para qué esa instituciones?
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