1. En 1985 un destacado periodista brasileño, Alan Riding, escribió un magnífico libro que intituló: «Vecinos distantes». Ese trabajo lo he leído más de cinco veces y revisado cien porque realmente es buenísimo. Me recuerda el trabajo de Bonfil Batalla sobre «México profundo» que siempre tengo a mano porque cambia ideas y visiones. Riding escribió: […]
1. En 1985 un destacado periodista brasileño, Alan Riding, escribió un magnífico libro que intituló: «Vecinos distantes». Ese trabajo lo he leído más de cinco veces y revisado cien porque realmente es buenísimo. Me recuerda el trabajo de Bonfil Batalla sobre «México profundo» que siempre tengo a mano porque cambia ideas y visiones. Riding escribió: Al cruzar la frontera (vía México)… el contraste es impactante de riqueza a pobreza, de organización a improvisación, de sabores artificiales a especias picantes. Más que por niveles de desarrollo los dos países están separados por lenguaje, religión, raza, filosofía e historia. EEUU con apenas doscientos años ya sobre el siglo XXI; México con varios miles de años y sigue sujeto a su pasado. El libro anuncia la implantación del neoliberalismo, pero fue escrito mucho antes.
2. México, aunque sea «patio trasero» de los EEUU desde que este país se transformó en el «amo del mundo», ha sido protegido para que no se convierta en un peligro. Por ello ha resultado muy extraño el trato tan fuerte que ha recibido de Trump, el presidente de ese país. Muchos piensan que sólo puede ser un chantaje, una serie de presiones para que el gobierno de México se someta mucho más que antes, ignorando Trump que desde 1982 todos los políticos y empresarios se han arrastrado como gusanos e ignoran qué más pueden hacer. ¿Puede olvidarse que los gobiernos mexicanos mantuvieron un poco de independencia y menos sumisión antes de 1982 a tal grado que no rompieron con Cuba, apoyaron a refugiados, así como a Nicaragua, El Salvador?
3. Yo nunca había visto tantas amenazas yanquis a México comparadas con las que ahora pone en práctica el presidente Trump. Mi odio permanente contra los yanquis nunca ha sido por su trato a México -a pesar de haberle arrebatado más de la mitad de su territorio a mediados del siglo XIX-ha sido por ser el «policía del mundo» que interviene de manera descarada y brutal contra los pueblos para explotarlos y saquearlos para luego imponer gobiernos que estén a su servicio. Con excepción de Europa donde interviene de otras formas y con otros métodos, en Asia, África y América Latina sus matanzas y asesinatos -contados por millones- han sido brutales. Espero que México no sólo sea nacionalista o chovinista y que piense en el mundo.
4. Desde hace por lo menos un siglo, una de las políticas principales de todos los gobiernos de los EEUU, era cuidar que sus países vecinos no tengan problemas, que estén bien, para asegurar sus fronteras. Aunque los EEUU, como país imperialista no pueda vivir sin explotar o saquear, siempre deberá ser cuidadoso con ellos para asegurar paz y seguridad. Pero ello se acabó desde el momento en que el imperialista reconoció que comenzaba a perder mercados, territorios y presencia en el mundo. Clinton dejó malparado a Bush en 2001 y éste tuvo que actuar de inmediato. ¿Cómo podría caérsele EEUU de sus propias manos sólo porque los Bin Laden, Sadán Hussein de Irak, Gadafi de Libia, Banisadr o los Ayatola de Irán, amenazaban al mundo?
5. A partir de 2001, con el bombardeo de los «torres gemelas» en Nueva York, los yanquis cambiaron sus estrategias de guerra respecto a los países asiáticos. Los argumentos que se dieron para invadir Afganistán e Irak, y amenazar a los países musulmanes, acusándolos de ser los ejecutores de aquellas «torres» y del fallido golpe contra el Pentágono en Washington, sólo convencieron a los ilusos. Investigaciones posteriores demostraron que no fueron ni árabes, ni musulmanes, ni Bin Laden, los que prepararon los aviones suicidas, sino que fueron los mismos yanquis los que crearon los derrumbes de las «torres» para luego crear las guerras que los salvaron de la tremenda crisis económica en que se encontraban los mismos yanquis en ese año.
6. En México hay mucha desesperación entre los políticos porque el país cada vez marcha más aceleradamente hacia su desplome por la caída dela producción, el desempleo, la devaluación, la inflación. Sin embargo el gobierno ha aprovechado el discurso retador del presidente Trump para continuar desviando el descontento de la población. Este presidente yanqui parece poseer muchas convicciones, pero mucha más terquedad; sin embargo no puede asegurarse que cumplirá con sus permanentes amenazas de construir el muro para encerrar la economía de su país. Parece que en algunos meses esta fiebre terminará y el pretexto Trump desaparecerá para llamar a las cosas por su nombre.
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