1. Si López Obrador es un caudillo, si impone sus ideas, si es el más odiado por los dirigentes del PRI, PAN, PRD y demás partidos, es porque ha superado a todos los políticos por lo menos diez veces. En 18 años ha recorrido todos los días de la semana, los meses y los años, […]
1. Si López Obrador es un caudillo, si impone sus ideas, si es el más odiado por los dirigentes del PRI, PAN, PRD y demás partidos, es porque ha superado a todos los políticos por lo menos diez veces. En 18 años ha recorrido todos los días de la semana, los meses y los años, seis veces todo el país y los políticos tontos o idiotas de los demás partidos que «lo retan» a debatir, a analizar, a competir, se han pasado esos 18 años durmiendo la siesta, haciendo negocios, ordenando tras su escritorio, viajando por otras naciones o gozando en fiestas y agasajos. Mientras él se ha jodido haciendo su trabajo, realizando 20 mil mítines pueblo tras pueblo, muchos le reclaman que no escucha, que es un caudillo, ¿Con qué cara puede alguien reclamarle por su trabajo y honestidad?
2. Para mí, con casi 60 años de militancia y escribiendo artículos desde 1976, López Obrador ya nos llevó mucha ventaja en política. Puedo elaborar las reflexiones que se me antojen, puedo sugerirle alguna idea, pero meterme en su experiencia de años de recorridos, de mítines, de mil un frentes las masas, en organización de partidos, sería una simple chupada mía. Quizá le gane en mil discusiones «teóricas o históricas», así como en cantidad de libros leídos o artículos escritos, pero en experiencias políticas lo mejor que puedo hacer es escuchar en silencio. Otra cosa sería confrontarme, ser un opositor abierto, porque las cosas que hace y piensa van contra los intereses de los trabajadores. Allí tendría de obligación de luchar contra él. Pero no es así.
3. Ningún político en la historia del PRI, del PAN, del PRD o de otros partidos hizo o ha hecho un trabajo de masas tan extenso o intenso que López Obrador. No soy amigo de él, nunca he militado en algún partido electorero, ni tampoco he votado; pero como pensante debo recocer lo que es evidente para todos los mexicanos. Desde 2006 debió ser presidente de México, pero el fraude fue brutal; otra vez en 2012 debió ser presidente pero las cantidades de dineros repartidos en la compra de votos fueron gigantescas. En julio de 2018 puede repetirse el descomunal fraude contra AMLO y, aunque estemos pensando que será el inicio de una gran revolución de los trabajadores, parece que tampoco eso se dará porque el ejército estará atento.
4. Madero apareció en México en 1908 y a los dos años ya estaba dirigiendo la Revolución; Carranza aparece en 1913 oponiéndose al golpe de Estado de Huerta y a los dos años era el líder de la revolución; Obregón aparece junto a Carranza y a los dos años estaba organizando el ejército nacional; Zapata aparece en 1910 luchando por tierras y es asesinado por Carranza nueve años después; Villa aparece luchando en 1913 y es asesinado por Obregón nueve años después. Si revisamos a los presidentes de la República de Miguel Alemán hasta hoy, sólo aparecen como diputados, gobernadores, para luego gozar de sus gigantescas jubilaciones vitalicias. Los primeros se enfrentaron en luchas armadas; hoy basta con estar al servicio de los empresarios y los EEUU.
5. Si López Obrador después de 18 años de trabajar políticamente con el pueblo llegara a la Presidencia para hacer lo que haría cualquier presidente priísta o panista, habría que mentarle la madre, desconocerlo y buscar derribarlo por traidor. Por el contrario, si por plantear beneficios a los más miserables es agredido por los empresarios, por la derecha, por el imperialismo, habría que buscar armarse para defenderlo. Frente a los gobiernos de la burguesía siempre hay que ser oposición porque es un problema de clase social; pero en el caso de AMLO -que puede ser un gobierno de transición hacia otro más radical- ni se puede ser apoyador incondicional ni tampoco de oposición sin ver. Hay que organizarnos para tomar posición ante cualquier acontecimiento.
6. López Obrador en los primeros seis meses de sus candidaturas de 2006 y 2012 siempre ocupó ampliamente el primer lugar en las encuestas; hasta parecería una estrategia de la clase dominante y los medios de información para engañar o hacer tonto al pueblo; pero cuando dan la orden los empresarios de bajarlo comienza a caer en las encuestas hasta ser «derrotado» en las elecciones. Yo he escrito varias veces que casi el 100 por ciento de los electores venden su voto, su conciencia y su voluntad; que el PRI y el PAN conocen desde hace 70 años a perfección todas las maniobras o trampas para manipular a los electores. No es un problema viejo de robo de urnas o de conteo de votos, sino de pensamiento amoldado por la clase dominante.
7. Si Delfina de Morena logra derrotar al PRI y al PAN en el Estado de México, «llueva o truene» López Obrador obtendrá la Presidencia. No solo será simbólico porque hará pensar en que «sí se puede porque se han desatado las armaduras», sino también porque millones de gentes se movilizarán pensando en que en México pueden cambiar las cosas y basta con hacer más grandes las movilizaciones en las calles. Pero si Delfina es derrotada entonces ningún pretexto, argumento o lloriqueo tendrá validez. Las elecciones del Estado de México serán determinantes y lo que suceda después también. Por cierto me causó muchas molestias que el lopezobradorismo no haya hecho una protesta en 2012 como o superior a la que realizó en 2006. ¿Por qué?
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