M.H.: Una nota publicada el mes pasado, el domingo 21 de mayo en Tiempo Argentino, relata cómo opera el lobby farmacéutico en la Argentina. Tema que tiempo atrás supimos abordar. G.M.: Te referirás al tema de la modificación de la disposición de ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) que hizo Macri. La […]
M.H.: Una nota publicada el mes pasado, el domingo 21 de mayo en Tiempo Argentino, relata cómo opera el lobby farmacéutico en la Argentina. Tema que tiempo atrás supimos abordar.
G.M.: Te referirás al tema de la modificación de la disposición de ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) que hizo Macri. La industria farmacéutica está moviendo un billón de dólares al año a nivel mundial, o sea cuatro veces la deuda argentina cada año. Influye en modo profundo en las medidas de gobierno de la mayoría de los países por esto mismo. Una de las cuestiones importantes es referirse a la investigación médica, lo que deberían llamarse «los experimentos con personas». En Argentina hay una larga experiencia bastante nefasta al respecto, una de ellas fue el experimento que hubo a mediados de la década pasada que utilizó a 15.000 niños para probar una vacuna, en ese experimento murieron 15 niños.
Esa es la vacuna que tiene que ver con el neumococo que puede traer algún tipo de infección, es una vacuna por demás dudosa en cuanto a su efectividad y en particular este experimento que mató a 15 niños entre 0 y 2 años de edad, pobres y algunos de ellos enfermos, ha derivado en una especie de sumario que dio como resultado una multa de un millón de pesos a uno de los laboratorios más poderosos de la Argentina, que es Glaxo. Esa multa se repartió en el 40% a Glaxo y el resto entre los dos investigadores que llevaron adelante esto, uno de ellos el hermano del Ministro de salud de Santiago del Estero y el otro un viejo conocido, Miguel Tregnani, un tipo que se rajó de Córdoba por hacer experimentos con niños en el Hospital de esa ciudad y robar dinero al Estado cordobés, se jubiló antes de tiempo para ir a Santiago del Estero y hacer esto.
Un millón de pesos para un laboratorio como Glaxo no es nada. Menciono este antecedente como parte de muchos, algunos de ellos trágicos como en EE UU donde hubo un experimento muy grave con 400 personas de raza negra que fueron sometidas a una observación de la evolución de la sífilis, realizado antes del descubrimiento de la penicilina, pero que continuó luego, siendo la penicilina un tratamiento efectivo. Los privaron de tratamiento para observar cómo evolucionaba la enfermedad, muchos murieron, otros se volvieron locos y durante 30 años los observaron teniendo el remedio con el objetivo de llevar adelante la investigación.
En ese contexto hay una película conocida que se llama «El jardinero fiel» que es un caso real de la investigación de un antibiótico en África con niños africanos que también se cobró la vida de varios, pero además hubo atentados a las personas que investigaban esto. La cuestión de la industria farmacéutica es de lo más terrorífica del mundo y es uno de los principales capitales del mundo, está entre los cuatro primeros lugares junto al narcotráfico, la industria bélica y la trata de personas.
Nuestro Presidente ha hecho una modificación de una disposición que acorta los tiempos para la aprobación de los estudios. Tenía un plazo de ejecución para ser evaluado que podía llevar hasta 160 días hábiles, si no era aprobada en ese lapso, la investigación no se podía hacer. El Presidente acortó ese plazo a 70 días y además dispuso que si en ese plazo no era desaprobada, automáticamente será aprobada. Es volver a una situación relacionada con Menguele.
Seguramente habrá un gran número de experimentos que van a comenzar a hacerse sin la supervisión de ANMAT. Le da carta blanca a los laboratorios para experimentar sin control alguno. Ese es un escenario posible, lo cual no es poco, porque en el escenario anterior ya pasaron cosas gravísimas; alivianar los controles es muy peligroso.
M.H.: Te confieso que lo que nos acabás de comentar de alguna manera aumenta la apuesta de lo que tenía previsto dialogar contigo, porque yo lo desconocía por completo. En realidad con respecto al tema de cómo opera el lobby farmacéutico en Argentina apuntaba más a los costos de los medicamentos, pero indudablemente me acabás de tirar con artillería pesada porque lo que comentás es de una gravedad mayúscula y, sobre todo, teniendo en cuenta que algunas de las principales figuras del gobierno de Mauricio Macri están vinculadas precisamente a la industria farmacéutica.
G.M.: El que está vinculado con el negocio de los medicamentos y la farmacia es uno de los Vicejefes del Gabinete, Mario Quintana, ex presidente de Farmacity.
M.H.: La nota a la que te hacía referencia estaba centrada en los costos, hay una serie de remedios que apuntan al tratamiento de la hepatitis C y otras enfermedades que según dónde se compren tienen costos diferenciales importantes. Por ejemplo, algunas multinacionales como el caso de Gador, Gilead y Richmond presentan medicación vinculada a la hepatitis C que tiene un costo del orden de los 5.000 dólares para un tratamiento completo, cuando esa misma medicación se puede conseguir en la India a 1.000 dólares.
G.M.: Ese medicamento es una especie de excepción porque forma parte de un lote de prácticas que se va a ir incrementando cada vez más. Es un problema particular, pero como suele ocurrir con los medicamentos, hay algunos que son maravillosos, caros o no, pero resuelven problemas importantísimos y detrás de esos aparecen los medicamentos que son milagrosos en el sentido mediático del término, no es el caso de la hepatitis C pero ya están en difusión. El Dr. Cormillot, por ejemplo, ya está haciendo gala de un medicamento que es para tratar el colesterol que sería maravilloso por una serie de ventajas que tendría con respecto a otros, es otro medicamento que sale un dineral. Ahí ya estaríamos en problemas que son para escasísimas personas, lo que suele ocurrir es que los lobby farmacéuticos logran instalar la necesidad de este tipo de medicamentos para muchas más personas de las que realmente necesitan esa medicación. No es el caso particular de la medicación de la Hepatitis C. Lo que ocurre es que la solución para eso existe y se trata de dejar de alimentar al pulpo de las farmacéuticas, eso se puede hacer si los Estados deciden invertir en investigación y en medicamentos. Argentina se niega a hacerlo. Uno de los países que lo ha hecho es Brasil, que tiene un laboratorio enorme de producción pública de medicamentos cerca de Río de Janeiro, que forma parte del Instituto de salud pública y produce, entre otras cosas, medicamentos para el HIV y esto lo hizo a partir de una disputa que tuvo con un laboratorio que quería cobrarles una barbaridad de dinero, entonces decidieron hacerlo ellos desde el Estado.
M.H.: En más de una oportunidad hemos dialogado en torno a la ley de genéricos ¿se ha avanzado en eso?
G.M.: Completo lo anterior, India y China son los dos sintetizadores de drogas y medicamentos más importantes del mundo, el 70-80% se hace allí. India tiene algunas facilidades mayores para los mercados pero son estos dos países los que abastecen el mercado de genéricos o de droga base para todo el mundo. Te comentaba el caso de Brasil, pero éste aún no está sintetizando medicamentos, compra la droga de este medicamento de India y la producen ellos, rechazaron en un momento la compra directa del medicamento elaborado en India por una cuestión de soberanía, el costo es un poquito mayor que si lo comprara directamente en India pero lo hacen así porque consideran que es mejor que Brasil produzca sus propios medicamentos. Lo que no hace es la síntesis de la molécula, todo esto es una respuesta que deberían tener los Estados y los pueblos para definir su independencia respecto de las farmacéuticas.
Hay una Ley de prescripción por nombre genérico que hizo el ex ministro Ginés González García que sirve para bastante poco, tiene más prestigio del que debería tener porque en realidad lo único que hace es que se recete el medicamento por el nombre genérico. Esto sería fantástico si la mayoría de los medicamentos tuvieran un precio diferente por marca y eso no siempre es así, algunos tienen poca diversidad de oferta, los produce un solo laboratorio o dos y no tienen grandes diferencias entre sí, y en otros que son producidos por muchos laboratorios la diferencia de precio entre el más caro y el más barato no es amplia. Hay algunos medicamentos, muy pocos, que tienen diferencia de 3 veces entre la marca genérica y la de laboratorio conocido. Además PAMI no entró en el convenio para la prescripción por nombre genérico. Entonces, el problema del nombre genérico es una cosa, el problema del genérico en sí es otra cosa, son los medicamentos que podrían no tener marca y ser producidos por el Estado, que es lo que pasó con el medicamento del HIV en Brasil y que podría pasar prácticamente con cualquier medicamento luego de 15 o 20 años de patente.
Muchos de los medicamentos que se usan habitualmente tienen ese tiempo de inventados y la mayoría de los útiles tienen ese plazo ya. Eso llevaría a otra discusión que sería sobre las patentes, otro tema que también es abordable. Pero en principio la cuestión es quién investiga, quién produce y quién hace este tipo de cosas. Son los Estados los que deberían hacerlo. La discusión de los genéricos es bastante amañada porque además de ser útil, es adecuado, es indignante que no lo sea. El problema de eso incide bastante menos en la problemática final que lo que la gente supone, en realidad el problema más grave está en la producción misma de medicamentos y antes de eso en la investigación para que no pasen las cosas que están pasando.
Hay una dirección de correo electrónico que es medicamentos.alames.org que es una página que coordino. Hoy hubo un debate interesante en Facebook sobre la cuestión de algunas vacunas y ahí pueden tener datos acerca de eso. Vale la pena investigar un poquito.
El viernes volvimos de un Congreso que hubo en Rosario sobre la salud en general y una parte dedicada al tema de los medicamentos y una radio colega tuya me hizo una entrevista y está también en esa página.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.