1. Si se reconoce el triunfo en la Presidencia de López Obrador, en el mismo julio se iniciarán los cambios impulsados por movimientos masivos; el primero de ellos será en educación con la poderosa fuerza de la CNTE y seguramente el apoyo de miles de maestros del SNTE. Esteban Moctezuma, designado por AMLO nuevo secretario […]
1. Si se reconoce el triunfo en la Presidencia de López Obrador, en el mismo julio se iniciarán los cambios impulsados por movimientos masivos; el primero de ellos será en educación con la poderosa fuerza de la CNTE y seguramente el apoyo de miles de maestros del SNTE. Esteban Moctezuma, designado por AMLO nuevo secretario de Educación -impulsado por nuevos vientos ideológicos y la fuerza de los maestros- tendrá ya un Plan Educativo elaborado en decenas de congresos educativos por los maestros más progresistas; además, seguramente llamará a especialistas en educación encabezados por Pérez Rocha y otros.
2. ¿Qué se hará con el llamado «Nuevo Modelo Educativo» de Aurelio Nuño, personaje incapaz e ignorante que dedicó dos años en la SEP a la persecución, represión y cese de maestros? Al faltar sólo seis meses del pésimo gobierno de Peña, lo más seguro es que tire a un gran basurero por ser producto de la imposición, del autoritarismo y porque su contenido es sólo un refrito inservible. Se habla de «no memorizar y sí aprender a pensar», cuando ya Freire desde hace 50 años había expuesto en sus libros esas ideas y muchas más. Véanlas en «Pedagogía del oprimido y varios libros más ¿Descubrieron la equidad en educación, respeto a las etnias e igualdad de género?
3. Luego el déspota Nuño descubrió que en el «Nuevo Modelo» debería ser obligatorio el inglés así como la computación, tal como propuso el candidato Labastida del PRI el año 2000, ¿Será para que lo niños al migrar a los EEUU se desenvuelvan con facilidad? De hecho, como fracasó Peña Nieto con todas sus «reformas estructurales», en educación fueron seis años -con Chuayffet y Nuño- de nuevo fracaso total. En vez de tocar los problemas de fondo: la falta de alimentación de decenas de millones de niños, de acercar a los padres a la escuela y de intensificar los cursos adecuados para los maestros, otra vez se perdió el tiempo en planes anti educativos.
4. Sé que la educación en el sistema capitalista responde a los intereses de los ricos millonarios y jamás beneficiará a la mayoría de la población; sin embargo -dentro de nuestras esperanzas- está que las cosas no se desenvuelvan tan mal para el pueblo. Por ello siempre apoyamos que se extiendan los desayunos escolares en todas las escuelas enclavadas en poblaciones y zonas pobres. Si las mentes o el cerebro no funcionan bien ninguna enseñanza podrá lograrse; si no se establece adecuadamente la relación de los maestros con los padres de familia, tampoco se puede garantizar que la educación funciones; lo mismo debe decirse de la capacitación de los maestros.
5. ¿Se dieron cuenta de «la enorme preocupación del maldito funcionario Nuño» por la educación, las escuelas, los niños? A la primera se fue de «jefe de campaña del PRI» y se ha acomodado como suplente del candidato Meade en caso de que no avance su campaña. Espero que nuestro pueblo adquiera plena conciencia del papel de esos funcionarios saltimbanquis que ocupan cargos en cualquier momento y lugar. Meade no había ocupado más puestos que la secretaría particular y privada de Peña Nieto; pero no debe olvidarse que por ese camino anduvo Gamboa Patrón que se ha convertido en el «Fuché» o el «Maquiavelo» de la política nacional del PRI.
6. Pensando en el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-40) que de gobierno burgués, callista, se transformó en «nacionalista revolucionario» por las circunstancias del momento, tengo esperanzas en que López Obrador permita grandes movimientos de masas que obliguen a la gran burguesía a hacer, aunque limitadas, concesiones. Espero que los Moctezuma, Villalobos, Romos y Torrucos y otros sufran cambios con los nuevos tiempos y apoyen los movimientos de los trabajadores que seguramente se desatarán. Yo, a pesar de mi profundo pesimismo, me dejo llevar muchas veces por la emoción. Por ello creo que en educación vamos a enterrar el «Nuevo Modelo Educativo» de Peña.
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