Recomiendo:
0

Conversación con Héctor Hinojosa Rodríguez, ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Bolivia

«El neoliberalismo ha tenido más éxito en el plano ideológico que en el económico-social»

Fuentes: La Correo

Héctor Hinojosa Rodríguez es el ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Bolivia, y hasta sus oficinas acudimos para conocer de los orígenes, estructura, funcionamiento y resultados de las Escuelas de Formación Político Sindical que fomenta desde su cartera. Durante casi una hora, la autoridad de gobierno refiere al equipo periodístico de La Correo […]

Héctor Hinojosa Rodríguez es el ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Bolivia, y hasta sus oficinas acudimos para conocer de los orígenes, estructura, funcionamiento y resultados de las Escuelas de Formación Político Sindical que fomenta desde su cartera.

Durante casi una hora, la autoridad de gobierno refiere al equipo periodístico de La Correo profundas reflexiones históricas acerca de la clase trabajadora local, sus debilidades y desafíos, como también la urgencia de un rearme político e ideológico en el marco de la coyuntura actual, de ahí que todo gire alrededor del rol estratégico de las mentadas escuelas.

Orígenes de las escuelas

Las escuelas de formación han cumplido prácticamente un lustro de labor incesante, con una sistematicidad sin precedentes. Por eso no resulta casual que Hinojosa se extienda al hablar de la experiencia, finalmente su formación profesional como docente le hace tener una amplia perspectiva sobre la relación trabajadores-política-formación.

En cuanto a los resultados de las escuelas, el titular de la cartera de Trabajo nos cuenta que han conseguido firmar convenios «con las centrales obreras departamentales y con la propia Central Obrera Boliviana (COB), de tal modo que nos ha permitido mantener 17 escuelas». Todas -añade- diseñadas en torno a «tres aéreas de trabajo: por una parte está el trabajo con los sindicatos, donde se acentúa la formación política sindical; por otra están las cooperativas, donde se ve el tema político, se promociona el movimiento cooperativo, la economía solidaria y obviamente a los cooperativos como actores de la economía plural; por último, está nuestra dirección de servicio civil, dedicada a la formación a los servidores públicos».

¿Formación para quiénes, para qué y cómo?

Al preguntar acerca de los objetivos de las escuelas sindicales, el ministro nos pide hacer una precisión respecto al movimiento obrero y social boliviano, el que a su modo de entender «no se limita a hacer una lucha de carácter reivindicativo simplemente; sino que una de sus características fundamentales es que siempre ha luchado por objetivos de carácter político».

Las huellas históricas de la lucha política de las y los humildes en Bolivia son irrebatibles, por eso Hinojosa insiste en destacar que allí se encuentra la raíz del Gobierno de Evo Morales: «Este Proceso de Cambio sería inexplicable si no hubieran sido los trabajadores quienes lucharan por objetivos políticos como la democracia, las libertades democráticas, la vigencia de los sindicatos, los derechos democráticos. Ha sido fruto de las luchas contra las dictaduras, encabezadas en primera instancia por la Central Obrera Boliviana (COB), la Federación de Mineros y el movimiento obrero en general, sumado al movimiento popular».

Con ese precedente se trazaron los objetivos de las escuelas, que van desde la repolitización e ideologización de las bases, hasta la promoción de los derechos de los trabajadores, el fomento del cooperativismo y la sindicalización, además de contribuir al proceso formativo de «un nuevo tipo de servidor público con nueva ética, con nuevos valores», apunta la autoridad.

De este modo, el sistema de escuelas se focaliza en el fortalecimiento de las organizaciones de trabajadores, formando cuadros sindicales que a su vez enseñan y capacitan a sus pares, sin perder la vista -como señala el propio Hinojosa- en que «al Proceso de Cambio lo que le conviene son organizaciones sindicales, cooperativas y servidores públicos comprometidos con su pueblo».

Para interiorizarnos en los pormenores del funcionamiento de estos espacios educativos, nuestro entrevistado nos indica que marchan en los nueve departamentos, llegando a establecer hasta tres escuelas en algunos de éstos, por ejemplo en Cochabamba. Fenómeno que puede concretarse debido a su cualidad de «escuela itinerante» que presta servicios al sector público, cooperativista y gremial. Es por eso que sólo en 2018 han alcanzado a brindar capacitaciones a 2.347 trabajadores y trabajadoras, cubriendo las últimas el 40% del total de las plazas.

Los contenidos de las escuelas son organizados en módulos e impartidos a través de didácticas estrategias de enseñanza-aprendizaje, provenientes de la pedagogía popular, las cuales ponen énfasis en la horizontalidad del saber y la participación activa y creativa de las y los trabajadores. Tres son las líneas generales de este proceso, que Hinojosa Ramírez sintetiza: «El primero de esos lineamientos es recuperar la memoria histórica de los acontecimientos de nuestro país, particularmente del movimiento obrero y del movimiento social; una segunda línea tiene que ver con el tema de la defensa de los derechos laborales, la seguridad industrial y la salud ocupacional; una tercera línea busca socializar los acontecimientos de la realidad actual de nuestro país, las características del proceso de transformación, cuáles son los aspectos relevantes, entre otros». Todo contextualizado con el curso de la coyuntura nacional, regional y mundial.

Superar resabios neoliberales

En el lapso de la entrevista Hinojosa, nos hace ver una de sus principales inquietudes: «la brecha generacional» entre los antiguos dirigentes sindicales y los nuevos. Señala que el «oscuro túnel» a que fue sometida la clase obrera en la época neoliberal, tuvo como resultado su despolitización y desideologización, en muchos casos rompiéndose el puente histórico entre generaciones.

Por estas razones las escuelas sindicales aglutinan, en calidad de invitados, ponentes, escritores y facilitadores, a emblemáticos líderes y lideresas de la clase obrera, a modo de que las y los jóvenes palpen de primera mano la historia reciente de su propia clase. «La derecha estimula los sentidos inmediatos y pretende olvidar la tradición histórica, sobre eso actúa. Para nosotros sí hay un corte importante entre la anterior generación y la nuestra, porque de por medio ha estado el neoliberalismo, y ese ha sido un proceso bastante fuerte por su carga ideológica. Yo diría que el neoliberalismo ha tenido más éxito en el plano ideológico que en el económico-social, por eso es fuerte esta ruptura y por eso es importante recuperar la memoria histórica», confiesa la autoridad de gobierno.

El libro como arma

En estrecha relación con la actividad de las escuelas y con un notable desarrollo en el tiempo hallamos la ya reconocida Biblioteca Laboral, iniciativa emprendida por el exministro Gonzalo Trigoso, que cuenta a su haber con casi un centenar de títulos, todos distribuidos gratuitamente y de libre descarga en la página web de la institución.

Para Hinojosa, esta iniciativa es inestimable en tanto «promueve la autoformación» y «sirve de herramienta para el análisis y crítica colectiva con la formación de grupos de lectura».

En las numerosas y concurridas presentaciones de libros se fomentan debates entre las y los participantes, quienes además han podido acceder a los análisis nacionales hechos, por ejemplo, por Juan Ramón Quintana, Héctor Arce o Alfredo Rada, además de agudos trabajos históricos nacionales e internacionales escritos por intelectuales prestigiosos como Carlos Soria Galvarro, Froilán González y Adys Cupull, entre otros.

Proyecciones

Antes de despedirnos, desplazamos una última interrogante a nuestro entrevistado: ¿Cuáles son las proyecciones de las escuelas? El ministro atiende directamente nuestra inquietud: «Por el momento es mantener los niveles, es decir, al actual grupo de los 2.347 trabajadores y trabajadoras promoverlos a un segundo nivel; al mismo tiempo queremos organizar un nuevo grupo de primer nivel, para así darle continuidad a las escuelas».

Al momento de despedirnos, Héctor Hinojosa saluda calurosamente al equipo de La Correo y de paso nos regala un cd que contiene en formato digital todos los títulos publicados en la Biblioteca Laboral, además del libro testimonial: Pan comido. Memorias de la operación rescate de los guerrilleros sobrevivientes del Che 1968, escrito por Efraín Quicañez Aguilar.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.