La delegada responsable de Microsoft en España ha declarado que su compañía tiene un plan, un plan sobre (o contra) el movimiento del software libre. Dice que han hecho trabajar a sus empleados de la sede central con los programas elaborados desde ese movimiento para (de)mostrarles sus inconvenientes y desventajas. La poderosa multinacional quiere probar, […]
La delegada responsable de Microsoft en España ha declarado que su compañía tiene un plan, un plan sobre (o contra) el movimiento del software libre. Dice que han hecho trabajar a sus empleados de la sede central con los programas elaborados desde ese movimiento para (de)mostrarles sus inconvenientes y desventajas. La poderosa multinacional quiere probar, sin posible respuesta, que los postulados del movimiento son quiméricos (simple herencia sesentaoychista) y que los productos que salen de ese entorno no tienen un valor informático potente. Más allá de Windows, el caos y el sinsentido. Para hablar del movimiento del software libre hemos conversado con Víctor Carceler, ingeniero técnico en telecomunicaciones y profesor del ciclo formativo de grado superior de Administración de Sistemas Informáticos (ASI) en el IES Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).
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Si te parece podríamos iniciar la conversación precisando algunos términos. ¿Qué debemos entender por software libre? ¿Qué le diferencia del software propietario? ¿Es equivalente a software gratuito?
Lo que se entiende por software libre tiene diferentes matices según quien esté utilizando el término. En cualquier caso, el concepto de software libre está relacionado con la libertad que tiene el usuario sobre el software para poder estudiarlo, adaptarlo, utilizarlo y, si fuese el caso, redistribuirlo.
En inglés se utiliza el término ‘free software’ con el mismo significado de software libre, no con el de gratuito que podría desprenderse del ambiguo término ‘free’. Si el software se ha obtenido de manera gratuita o no es una cuestión básicamente comercial. De una u otra manera el usuario ha de contar con las mismas libertades.
Mi definición favorita de software libre es la de la ‘Free Software Foundation’ (en adelante FSF) que, como principal impulsor del proyecto GNU (que se inició en 1984 con el objetivo de conseguir un sistema operativo compatible con Unix que fuera software libre), ha contribuido de manera definitiva a la divulgación y aclaración del concepto. Puede consultarse esta definición en: http://www.fsf.org/philosophy/free-sw.es.html
En la Wikipedia (una enciclopedia de contenido libre que se consulta y escribe desde cualquier navegador web) también se puede encontrar una entrada sobre el software libre. En este caso se matiza que el concepto se aplica tanto a determinado tipo de software como al movimiento que lo promueve. Puede verse esta definición en: http://es.wikipedia.org/wiki/Software_libre
La diferencia entre el software libre y el propietario es, pues, precisamente la libertad. Con el software propietario el usuario no la tiene. En general, no puede verificar lo que realmente está haciendo, o va a hacer, el software que ha adquirido, no puede adaptarlo a sus necesidades, se le imponen unas condiciones de uso y, desde luego, tampoco puede redistribuirlo.
Estas condiciones con frecuencia llevan a situaciones en las que el legítimo usuario de un producto encuentra un error y legalmente no está autorizado a corregirlo, o bien puede suceder que ese mismo usuario, que tiene guardados todos sus datos/obra en un formato que no controla, dependa de que determinado fabricante siga considerando que le conviene incluir soporte para dicho formato en sus productos.
¿Pero entonces, si el fabricante considerara lo contrario, el usuario perdería su trabajo, todos sus archivos quedarían inutilizados?
Si en el futuro no pudiese utilizar un software que entendiera el formato en el que originalmente se guardó la información, seguiría teniendo sus archivos pero no tendría manera de acceder a esta información. Su trabajo, en definitiva, se perdería.
Desde instancias dirigentes de grandes multinacionales de la informática (léase, por ejemplo, Microsoft) se suele señalar que el movimiento por el software libre es un movimiento bienintencionado pero ineficaz. No es posible conseguir grandes cosas, buenos programas, con los procedimientos postulados por el movimiento. ¿Qué procedimientos son esos? ¿Crees que tiene alguna punta de veracidad esta crítica?
Tratándose de Microsoft, sinceramente creo que se trata de una campaña de desprestigio hacia el software libre. Que el movimiento del software libre es muy eficaz se puede demostrar fácilmente con hechos. Algunas piezas de ingeniería que hacen que Internet funcione tal y como la conocemos son el servicio DNS…
¿DNS? ¿Qué significan estas siglas?
Domain Name System. Es el servicio de nombres de dominio que se encarga de mantener la relación entre nombres como www.google.es y la IP del servidor. La IP del servidor es la dirección de los ordenadores, de Google en este caso, pero para los humanos es más fácil recordar www.google.es que una serie de números.
De acuerdo. Prosigue, si te parece.
Citaba el servicio DNS y, además, están el correo electrónico y los servidores Web. Pues bien, el servidor DNS más ampliamente utilizado es Bind; el servidor de correo electrónico es Sendmail y el servidor Web por excelencia es Apache. Los tres servidores de reconocida calidad son software libre.
Pero hay más. Sin duda el producto de software libre que más eco social está obteniendo es GNU/Linux. GNU/Linux es un completo sistema operativo libre que actualmente se puede ejecutar tanto en dispositivos embebidos (móviles, agendas electrónicas) como en ordenadores domésticos (de diferentes arquitecturas) y en superordenadores. GNU/Linux ha mantenido un ritmo evolutivo vertiginoso. La colaboración permite partir de los desarrollos existentes para dar un paso más. Si además, al dar ese paso, el nuevo software mejor adaptado a determinada situación vuelve a estar disponible para toda la comunidad se produce una realimentación que acelera enormemente el proceso.
El mecanismo no es nuevo. Es exactamente el mismo que utiliza la comunidad científica al discutir sobre matemáticas, física o medicina. Todos podemos experimentar y publicar. Las buenas ideas son adoptadas por la comunidad y éstas no se guardan y no e deben guardar en secreto. No hay ni debe haber ocultación de información. Esto es lo contrario del espíritu científico verdadero.
Luego, por tanto, las personas que colaboran en los proyectos son científicos o ingenieros informáticos. ¿Su trabajo es, entonces, trabajo voluntario, no remunerado?
No tiene por qué ser trabajo sin retribuir. Es posible que una parte del software libre se desarrolle de manera voluntaria o por resolver problemas personales, pero también es perfectamente posible que dicho trabajo sea remunerado. Una empresa puede pagar a sus colaboradores por desarrollar determinado producto.
Desde instancias similares a los que antes me he referido, suele también apuntarse que los programas del software libre son muy complicados de manejar, es decir, que el usuario sin conocimientos de informática se pierde en ellos, que están escritos pensando en los especialistas. Buenos, de acuerdo, pero para pocos. ¿Es el caso? ¿Hay que ser un informático profesional o poseer muchos conocimientos informáticos para manejar productos del free software? ¿Es más fácil el Word que el Writter, que el OpenOffice, por ejemplo?
No hay ninguna razón para que el software libre sea más complicado de utilizar o requiera una mayor formación que el software propietario.
Ahora bien, tradicionalmente muchos de los desarrollos del software libre han nacido en ámbitos académicos o técnicos para dar respuesta a problemas concretos de ingeniería, investigación y áreas similares. En estos casos se trata de software específico que está dirigido a usuarios expertos en un determinado campo y, consiguientemente, no es justo comparar la facilidad de uso de estas herramientas con el software de propósito general.
Pero, además, actualmente el software libre cuenta con un gran abanico de herramientas enfocadas al usuario final. Hay multitud de distribuciones de GNU/Linux que compiten entre ellas por conseguir la instalación y un uso más sencillo. Hoy en día, instalar una distribución de GNU/Linux como Mandrake, Suse, Ubuntu u otras no plantea ningún problema, de hecho consiste en contestar siguiente, siguiente, siguiente… durante el proceso de instalación y se termina con un SO plenamente operativo.
La facilidad de uso de las distribuciones de GNU/Linux modernas es tremenda. Un usuario final encontrará todas las herramientas para navegar por la web, leer el correo, escribir textos, trabajar con hojas de cálculo o con programas de dibujo, y con muchas aplicaciones más totalmente a punto para ser utilizadas. Hay que recordar que en el campo del software privativo, el usuario tras la instalación del Sistema Operativo, se encuentra desnudo y sin ayuda: tiene un Sistema Operativo carente de aplicaciones de ofimática, de desarrollo, de manipulación de gráficos y un largo etc. Todas esas aplicaciones las debe adquirir como productos independientes.
Además, hay que resaltar que la naturaleza cooperativa del software libre implica algunas ventajas. Por ejemplo, los programas se traducen a muchas lenguas. Es verdad que nada impide al software propietario hacer lo mismo, pero muchas veces Microsoft ha argumentado por ejemplo, que traducir sus productos al catalán no resulta rentable. Y ha publicado la traducción para determinados productos después de que la Generalitat de Catalunya pagase a Microsoft por la adaptación de esos productos al catalán. Esto es así, no es tan sólo una posibilidad.
El problema con frecuencia es que estas traducciones llegan tarde, cuando ya existen versiones nuevas del software en el mercado, que por supuesto han salido sin ser adaptadas al gallego, al catalán, al vasco o al danés, pongamos por caso.
El software libre permite a todos participar en su desarrollo, de manera que si, por ejemplo, la Generalitat catalana, el gobierno holandés o la presidencia peruana deciden que es interesante contar con OpenOffice en catalán, en holandés o en el español de Perú, los mismos técnicos de la administración pueden aportar la localización al proyecto general.
Actualmente OpenOffice.org cuenta con 33 idiomas nativos -soportados en el proyecto principal, hay adaptaciones fuera del proyecto principal para otras lenguas- que van desde el árabe al vietnamita incluyendo el catalán, el castellano y el euskera entre otros.
Desde el movimiento del software libre se critica en ocasiones la mala calidad y el espíritu estrictamente comercial de muchos de los productos vendidos por empresas del sector informático privatista que se presentan como el no va más de la última (y supuestamente imprescindible) innovación científico-tecnológica ¿Podrías darnos algunos ejemplos de ello?
En el software privativo es fundamental el marketing del producto, y algunas veces estos aspectos comerciales pueden tener mayor prioridad que los aspectos funcionales. Al fin y al cabo, se trata de vender cajas cerradas que no pueden desmontarse para ver qué contienen.
Pueden citarse diversos casos en los que la propaganda ha enviado mensajes contradictorios. Por ejemplo, mientras Microsoft comercializaba Windows NT, que es un sistema operativo destinado a servidores, argumentaba que las cuotas de disco eran una característica innecesaria, tal vez porque Windows NT no contaba con soporte para las cuotas. En cambio, en la siguiente versión de su producto, Windows 2000, finalmente se incluyeron esas cuotas de disco. En ese momento, Microsoft argumentó, en contra de lo dicho anteriormente, que se trataba de una característica fundamental. La verdad es que en un servidor las cuotas de disco son necesarias ahora, en los tiempos de Windows NT y también antes.
Luego, por tanto, si no te sigo mal, se han dado conscientemente informaciones falsas o como mínimo inexactas.
Microsoft tiene mucho cuidado en sus declaraciones. Las cuotas de disco no eran necesarias, según ellos, aunque otros sistemas operativos las soportaban. Pero, mientras defendían esto públicamente, trabajaban para incluirlas en su próxima versión del mismo producto.
Otro ejemplo de informaciones tendenciosas es cuando Microsoft llama ‘característica técnica no documentada’ a las vulnerabilidades que se descubren en sus productos. La función del eufemismo es obvia.
Probablemente la mayor evidencia de que los aspectos relacionados con el marketing tienen una prioridad más alta que los aspectos técnicos se encuentra en el campo de la seguridad. Cualquier usuario de Windows está acostumbrado a la existencia de software antivirus, que le protegen de virus con diferentes nombres pero que, básicamente, siempre han hecho lo mismo: llegar por correo electrónico y reenviarse a todas las direcciones guardadas en su agenda. El usuario ha llegado a aceptar como un mal menor, la existencia de estos virus, programas maliciosos y otra fauna, cuando en realidad debería haber montado en cólera por las deficiencias de su software y exigir responsabilidades.
Los medios de comunicación hablan de virus y gusanos de Internet, cuando, si fueran más cuidadosos, en el 99% de los casos deberían hablar de fallos, deficiencias y vulnerabilidades de determinados sistemas operativos o programas.
Los sistemas operativos y productos libres puede que no sean perfectos. Puede que contengan algunos errores de implementación, pero estos errores se corrigen rápidamente en cuanto se descubren. Además, durante el desarrollo de estos productos, la seguridad y la eficiencia son aspectos de la máxima prioridad. Y en ningún caso, una vulnerabilidad en un producto software se utiliza para decir al cliente ‘Este fallo no existe en nuestra nueva versión. ¡Cómprela!’, como con frecuencia se hace en el mundo del software privativo, en el que dejar de dar soporte a una versión obliga a los usuarios a adquirir la próxima versión del mismo producto.
Curiosamente cuando compraron la primera versión, la propaganda decía que era maravillosa, pero el contrato licencia del usuario final -que, desde luego, nadie lee- probablemente advertía de que si el software no cumplía con su función anunciada el fabricante carecía de responsabilidad.
Has dado razones que explican el interés de la comunidad científica informática en el movimiento del software libre, pero acaso el movimiento tenga interés también para el ciudadano no especializado en ese ámbito. ¿Es así? ¿Podrías exponer brevemente los beneficios ciudadanos del software libre?
Gracias al software libre un ciudadano puede disponer de un potente y moderno Sistema Operativo como GNU/Linux, FreeBSD u otros, en los que se pueden ejecutar toneladas de software libre que prácticamente cubren cualquier necesidad que pueda tener el usuario final. Gracias al software libre, un ciudadano que utiliza GNU/Linux no se debe preocupar por ficheros infectados adjuntos en mensajes de correo electrónico, puede acceder de manera continua a actualizaciones y a nuevas versiones del software y puede contar con un sistema a medida que se le ajusta como un guante. Con GNU/Linux un usuario cuenta con la posibilidad de escoger qué distribución utiliza y qué software instala.
Igualmente, gracias al software libre un ciudadano puede utilizar con libertad herramientas como el navegador Mozilla, el software de seguridad GPG, el de ofimática OpenOffice.org o el programa de gráficos Gimp, por apuntar cuatro aplicaciones entre la multitud de posibilidades. Cuando el usuario utiliza una herramienta que es software libre, puede estar razonablemente seguro de que la herramienta no incluye características indeseadas como spyware, puertas traseras o publicidad. Da igual que el usuario no sea capaz de leer y entender el código fuente de la aplicación. Como el código está disponible, otros lo leerán y expondrán todos los trucos sucios que pueda incluir.
El software libre, por su propia naturaleza, en la que el código fuente está disponible para que cualquiera lo revise y adapte, cuenta, en mi opinión, con las siguientes características: 1. Es seguro. 2. Es eficiente. 3. Resuelve los problemas de los usuarios, en lugar de condicionar a estos a trabajar del modo que desea el fabricante. 4. Impide abusos de poder en los que el fabricante impone su política de precios. 5. Fomenta el desarrollo tecnológico y divulga el conocimiento.
Martin Michlmayr, director del proyecto Debian, uno de los distribuidores de software libre, señalaba (auto)críticamente que una de las, digamos, no virtudes de este movimiento, de este software era la lentitud de sus innovaciones. Seguros, muy seguros, pero poco modernos. ¿Estaráis de acuerdo con esta crítica?
Debian es una gran distribución de GNU/Linux que cuenta con unas reglas bien establecidas desde hace tiempo para determinar qué piezas de software se incluyen. Uno de los objetivos de Debian es la estabilidad. Esta es incompatible con utilizar versiones que no han sido probada exhaustivamente, por ello, en la versión estable de Debian -existe otra de desarrollo-, tal vez no se incluyan las últimas versiones de los programas seleccionados. Pero esto, si acaso, es una característica específica de Debian, no del software libre, que es tremendamente creativo e innovador.
¿Existe alguna relación entre el movimiento del software libre y el copyleft?
El copyleft es el instrumento que se utiliza para traspasar junto con el software, su código fuente y las libertades para estudiarlo, utilizarlo, adaptarlo y redistribuirlo, asegurándose de este modo que todos lo podrán utilizar pero que, en ningún momento, alguien pueda secuestrarlo, para su beneficio exclusivo, realizando muchos o pocos cambios y convirtiéndolo en software privativo.
El copyleft es el instrumento que utiliza habitualmente la FSF para publicar el software del proyecto GNU. Sin copyleft, el software también puede ser libre; por ejemplo, el software de dominio público, pero nada impide que alguien realice software privativo a partir de el.
¿Pero esto no sería contradictorio con uno de los postulados básicos del movimiento?
Hay muchas personas que así lo entienden, y por eso defienden licencias tipo BSD u otras que dan total libertad sobre el código, incluso permiten hacer a partir de él software privativo. Pero el copyleft no tiene por objetivo restringir las libertades, sino más bien incentivar el desarrollo de software libre y asegurarse de que en el futuro nadie lo capturará para su uso exclusivo y excluyente. El copyleft es el medio legal para asegurarse de que quien utiliza una pieza de software libre y la modifica, o adapta de alguna manera, no recorte sus libertades fundamentales.
En ocasiones el copyleft levanta polémica. Por ejemplo, Microsoft ha declarado que la licencia GPL -la licencia que utiliza el proyecto GNU de la FSF- es una licencia vírica porque infecta. Es decir, cualquiera puede partir de software GPL para desarrollar un nuevo software. Pero este elemento derivado del original debe seguir siendo GPL. Ese es el tipo de «infección» al que se refiere Microsoft: no se pueden tomar desarrollos GPL y tras alguna modificación venderlos como desarrollos cerrados.
Evidentemente el copyleft no es un virus sino una defensa y una especie de contrato social. Muchas veces la industria se ahorra costosos gastos de desarrollo al utilizar software GPL. Por ejemplo, Cisco, un conocido fabricante de equipos de comunicación, utiliza el núcleo Linux en algunos de sus equipos con más éxito de ventas. Cisco se ha ahorrado las incontables horas de desarrollo que hay detrás del núcleo Linux, pero, a cambio, la comunidad recibe las modificaciones que Cisco hace al núcleo Linux para que se pueda ejecutar en sus productos. Si el copyleft no protegiese a Linux, Cisco lo podría haber utilizado sin devolver nada. Eso es lo que puede ocurrir al utilizar licencias que no incluyen en copyleft. Por ejemplo, hay diferentes sistemas operativos libres que descienden de Unix BSD. Al ser excelentes piezas de software y al utilizar una licencia sin copyleft, en muchas ocasiones las empresas han tomado el código para su beneficio sin retornar nada a cambio. Este es el tipo de software libre que Microsoft no considera vírico: un software que le ahorra costes de desarrollo y puede utilizar dentro de sus productos sin, además, dar crédito de ello.
Pero Microsoft no debe ser la única empresa a la que le gusta tomar sin devolver nada a cambio. ¿Qué tal se porta Apple?
Apple vende un sistema operativo muy bonito que se llama MacOS X. Pues bien, MacOS X está basado en software libre. El núcleo del sistema se llama Darwin, y es una implementación de un núcleo BSD. El navegador Safari, utiliza mucho código de Konqueror, un gran navegador muy utilizado en GNU/Linux. Pero esta semana he leído, aunque no pueda confirmarlo con toda seguridad, que Apple ha incluido una cláusula en los contratos con sus desarrolladores que les impide colaborar con proyectos de software libre en su tiempo libre. Es escandaloso. Algunas veces empresas como Apple mantienen posturas antagónicas, en ocasiones colaboran con el software libre y en ocasiones lo consideran un adversario.
¿Qué papel juegan Richard Stallman y Linus Torvalds en el movimiento?
Son dos grandes hackers. Richard Stallman lanzó en 1984 el proyecto GNU que pretende desarrollar todo un sistema operativo y sus aplicaciones como software libre bajo la licencia GPL, que está protegida por el copyleft. Stallman desarrolló diferentes piezas de software y aún mantiene un famoso editor de textos que se llama Emacs. Pero la razón por la que más se le conoce es por su energía en divulgar la idea de software libre que promueve la FSF.
Linus Torvalds inició el desarrollo de un núcleo tipo Unix que se pudiese ejecutar en ordenadores domésticos de bajo coste. El proyecto pronto despertó un gran interés y personas de diferentes puntos del planeta, que no se conocían físicamente, comenzaron a colaborar. En 1991 nació el núcleo Linux.
Para tener un sistema operativo completo se necesita un núcleo y un montón de aplicaciones y servicios. Si bien el proyecto GNU contaba con un gran número de aplicaciones, tenía algún problema con su propio núcleo. Por otro lado, una de las motivaciones para desarrollar Linux fue poder ejecutar software GNU, así que pronto se completó el sistema operativo libre conocido como GNU/Linux y que combina las dos piezas fundamentales.
Actualmente, Stallman defiende el software libre como presidente de la FSF y Torvalds coordina el desarrollo del kernel Linux.
¿Kernel Linux? ¿Qué es el kernel?
El Kernel es el núcleo del sistema operativo, la parte que se encarga de trabajar a bajo nivel comunicándose con el hardware, creando y manejando procesos, haciendo operaciones básicas que el resto del sistema operativo necesita para poder funcionar.
Hablabas, al referirte a Stallman y Torvalds, de grandes hackers. Pero, ¿un hacker no es un «pirata», aunque sea del ámbito de la informática? ¿Cuál es la filosofía de un hacker? ¿Destruirlo todo, arrasar con todo lo instituido?
Los medios de comunicación hablan de hackers cuando se produce cualquier tipo de ataque o acto ilegal. En realidad deberían hablar de crackers. Un hacker es una persona apasionada por un determinado tema. En este caso, por temas tecnológicos. Un hacker hace su trabajo con entusiasmo porque su motivación básica es aprender, divertirse, comunicar sus logros y conseguir reconocimiento social.
Podríamos hablar entonces de hackers de la pintura, de la filosofía o de la matemática.
Efectivamente. Usando de forma correcta esta terminología la respuesta es afirmativa. Picasso fue un hacker de la pintura, Gauss lo fue en el ámbito de la matemática.
Uno de los mayores escándalos del mundo actual es el abismo creciente entre algunos sectores minoritarios de países enriquecidos y multitudes excluidas de ciudadanos empobrecidos. Las nuevas tecnologías no parecen disminuir las distancias.¿El movimiento del software libre se plantea llegar de alguna manera a estas numerosas capas sociales marginadas de todo avance tecnológico?
Aunque ya he comentado que el software libre no tiene que ser gratuito forzosamente, es evidente que en la práctica, gracias a la libertad de poderlo redistribuir, es posible adquirirlo a muy bajo coste o sin coste. Esta es la razón por la que cualquier persona puede disponer de este software sin necesidad de contar con grandes ingresos.
Tal vez el software libre no se pueda comer, evitando así el hambre, pero gracias a él todo el mundo -insisto, todos los ciudadanos del mundo sin exclusión- puede contar con herramientas de desarrollo y herramientas con las que estudiar y trabajar, sin quedarse atado a determinadas condiciones de uso del fabricante que o bien limitan el provecho que se puede sacar del software o bien determinan la dependencia del usuario.
Gracias al software libre, en cualquier centro educativo del planeta que cuente con algún ordenador, se pueden utilizar las mismas herramientas avanzadas. Así, tanto en Helsinki, en Barcelona como en Nueva Delhi, se puede utilizar el compilador GCC, el programa de gráficos Gimp o el software ofimático OpenOffice.
El software libre no puede acabar con todas las desigualdades de un plumazo, pero en cuanto al uso de los recursos de software es una herramienta con un gran poder de divulgación y de equiparación.
¿Hay alguna experiencia de interés en el uso institucional del software libre? ¿Qué ventajas, si existen, ha reportado? ¿Podrías darnos algún ejemplo?
Hay muchas experiencias de uso del software libre en el ámbito institucional. Alemania, Reino Unido y Suecia promueven el uso del software libre en su Administración. Países como Brasil, Venezuela o China también tienen importantes experiencias en el uso del software libre.
Las razones para pasar a utilizar software libre pueden ser muy diferentes. Una administración puede buscar independencia tecnológica de otras potencias, puede buscar el modo de ofrecer un mejor servicio a sus ciudadanos, puede pretender reducir el coste de los sistemas de información o puede asegurarse de que la inversión en sistemas de información generará riqueza y desarrollo locales.
De todos modos, no hay que irse muy lejos para ver experiencias en el uso institucional del software libre. En España, por ejemplo, distintas administraciones autonómicas (Andalucía, Extremadura y Valencia, entre otras) han utilizado con éxito software libre en su Administración. El caso de Extremadura es probablemente la punta de lanza en España. La Junta de Extremadura ha desarrollado una distribución de GNU/Linux específicamente adaptada a las necesidades de la administración extremeña. Esta distribución se utiliza en diferentes ámbitos: educación, sanidad… Los resultados han sido tremendamente positivos. Una evidencia es que en Extremadura, gracias a los ahorros en costes de licencias, se cuenta con un ordenador por cada dos alumnos en los centros educativos públicos. Otra evidencia es que gracias a Linex, se está potenciando en gran medida la industria tecnológica en Extremadura, donde se realizan desarrollos que tienen eco internacional.
Así, pues, gracias al software libre, la Administración de Extremadura puede ofrecer a sus ciudadanos un mejor servicio al utilizar herramientas en las que priman el rendimiento y la seguridad por encima de aspectos de marketing. Además, de resultas de utilizar software libre, la Administración puede auditar el funcionamiento interno del software utilizado, adaptarlo a sus necesidades y asegurarse de que la información de sus ciudadanos, se guarda en formatos abiertos a los que se podrá tener acceso en el futuro sin ningún problema.
Conviene resaltar que Microsoft considera que el uso del software libre en la Administración Pública atenta contra la libre competencia, y que tras la presentación de Linex en 2002, Microsoft dedicó una partida de sus productos para Extremadura como una donación para las áreas más deprimidas de España. Evidentemente, Microsoft tiene mucho interés en que no se extiendan los casos de uso de software libre en la administración pública y para eso utiliza los medios que tiene a su alcance.
Juntamente con otros compañeros de trabajo, tú has organizado en Santa Coloma de Gramenet, una población del extrarradio barcelonés, una red ciudadana denominada XEILL (Xarxa Educativa i LLiure, red educativa y libre). ¿Podrías explicarnos en qué consiste este proyecto?
La XEiLL es un proyecto educativo en el que se pretende estudiar las posibilidades de los medios tecnológicos aplicados a la docencia.
La XEiLL es una red telemática, educativa y de libre acceso. Es una experiencia en la que participan los alumnos de ciclos formativos de familias relacionadas con las tecnologías de la información. En la red están integrados diferentes centros educativos que participan voluntariamente en el proyecto. La red la montan, administran y mantienen alumnos de formación profesional y en ella participan centros educativos de primaria o secundaria.
Para los alumnos de ciclos, la red es una fuente de motivación y de experiencia real. Para los centros educativos que participan, la red es una herramienta más que tienen a su disposición para realizar distintas actividades didácticas.
Una característica fundamental de la XEiLL es que utiliza la tecnología inalámbrica WiFi (un conjunto de estándares para redes inalámbricas), de modo que simplemente acercándose a un centro educativo que mantiene un nodo de la XEiLL se puede conectar con dicha red.
Es una red de acceso libre en cuanto no hay ningún control administrativo para conectar con ella. Cualquiera puede acercarse a un centro educativo, conectar con la XEiLL y acceder a los recursos que ofrece. Precisamente, este acceso sin trabas es ideal para alcanzar los objetivos del proyecto, entre los que se incluyen: 1. La divulgación de las nuevas tecnologías. 2. Fomentar la colaboración entre los centros educativos. 3. Acercar los centros educativos a su entorno social 4. Evitar situaciones de exclusión social en cuanto a recursos tecnológicos.
Finalmente, quiero comentar que aunque para conectar con la XEiLL se puede utilizar cualquier Sistema Operativo (sea este privativo o libre), toda la infraestructura de la red y todos sus servicios están basados en software libre.
Dos preguntas más para finalizar. Te ruego brevedad. Microsoft ha informado que ha llegado a un acuerdo con los gobiernos de treinta países amigos (incluyendo, entre ellos ,a China y España) a los que va a abrir el código de sus productos o parte de él. Luego, por tanto, la «gran empresa » también practica el software abierto». Eso sí, a sus amigos, sólo a sus amigos.
Esta opción que ha tomado Microsoft se debe a que no puede competir en igualdad de condiciones con al software libre y a que distintas Administraciones han mostrado claramente su interés por este software. Microsoft deja ver parte de su código, para que las administraciones o organismos amigos, puedan verificar su contenido. Pero lo que Microsoft no deja es modificar ese software ni adaptarlo ni por supuesto redistribuirlo. Tampoco deja ver el código completo del producto. Por tanto, es más un movimiento de publicidad que otra cosa. En la práctica no se puede asegurar que el software que se ejecuta cuando se compra el producto y el código fuente que Microsoft muestra tengan algo en común a no ser que este código fuente se compile y se comparen los binarios obtenidos con el producto original. En las condiciones del acuerdo propuesto por Microsoft, eso no se puede hacer. Además, quien tenga acceso a parte del código, se compromete a no desarrollar productos que pudieran ser competencia de Microsoft. Las limitaciones son evidentes, y su filosofía también.
Por otra parte, ha corrido estos días la noticia de la vulnerabilidad de los ficheros JPEG y la posibilidad de perder el control del ordenador al navegar con Internet Explorer.
Debido a un error de programación en el código que maneja las imágenes JPEG, algunos programas como Internet Explorer y Outlook pueden comprometer el ordenador del usuario que visualiza esta imágenes.
Simplemente se trata de una vulnerabilidad en el software de Microsoft, tal vez sea especialmente llamativa por lo evidente del fallo. Pero lo importante es mostrar que no hay nada perfecto, así que si el código está expuesto para que todo el mundo lo pueda revisar, como en el caso del software libre, entonces todos podremos estar más tranquilos.
Nota: Una versión de esta entrevista apareció en la revista El Viejo Topo, nº 200, diciembre de 2004.