Llegó el viernes, 17 de Noviembre, que suponía el tercer capítulo de la aprobación y discusión sobre el artículo 71 del reglamento relacionado con el sistema de votación de la nueva Constitución Política del Estado. Solo faltaban 27 oradores (por decirlo de alguna manera) para acabar con la interminable ronda de las 119 peticiones para […]
Llegó el viernes, 17 de Noviembre, que suponía el tercer capítulo de la aprobación y discusión sobre el artículo 71 del reglamento relacionado con el sistema de votación de la nueva Constitución Política del Estado. Solo faltaban 27 oradores (por decirlo de alguna manera) para acabar con la interminable ronda de las 119 peticiones para decir algo. Se llegaba al medio día sin pena ni gloria. Sin consenso y mucha tensión. Un teatro disfrazado de circo, abanderado, con pancartas, con huelga de hambre, con mucho cansancio, y mucha tensión. Llegaba el turno de votar sobre el sistema de votación. Son las dos de la tarde, y se pide cuarto intermedio para intentar otra vez más algún acercamiento entre las diferentes propuestas. Roberto Aguilar, del MAS y vicepresidente de la directiva, propone una media hora de descanso para retornar a la votación definitiva. Desde las 14h a las 19.30h fue el tiempo transcurrido de la supuesta media hora concedida como cuarto intermedio. Los relojes en Bolivia funcionan de manera diferente. En esas 5 horas y media equivalentes a media hora boliviana, se pasó de nuevo a pasar lista en un par de ocasiones. Los asambleístas se sentaban y levantaban desesperados e impacientes. No era para menos. La directiva seguía sin salir a la palestra, y los pasillos del teatro se atestaban de charlas repentinas entre compañeros del mismo partidos o con rivales de toda la vida. Unos aprovechaban para sacarse la foto para el recuerdo. Otros se escapaban a la cafetería. La anécdota estrafalaria y circense la protagonizó un huelguista de hambre del UN que se quitó su camisa, y su espalda estaban graffitada con la fracción de moda en Bolivia, 2/3. El pecho también estaba tatuado con algún lema ilegible. El ridículo personaje se contoneaba por el estrado con una bandera de Bolivia. El gordito huelguista (todavía no se notaba los estragos del hambre) paseaba sin complejos alrededor de la mesa de la directiva entre los gritos, insultos, aplausos y silbidos del respetable (por decir algo). Aquella escena no dejaba de respetar las reivindicaciones de los movimientos sociales por una Asamblea Constituyente. Esa desastrosa imagen no representaba al pueblo como poder constituyente. Esto comienza a tocar fondo.
La directiva, con la presidenta a la cabeza, salen a escena a las 19.30h. Silvia Lazarte (del MAS y presidenta de la directiva) anuncia que comienza la votación de la votación. Antes de dar rienda suelta al momento esperado de la votación, algunos asambleístas (los de siempre) solicitan moción de orden. La presidenta les concede la palabra, restringiéndolo a dos minutos. El primero en hablar es Samuel Doria Medina: huelguista, líder del UN, dueño de Burguer King en Bolivia y dueño de la Fancesa (cementera más importante del país). Doria Medina dice literalmente que habían estando negociando de nuevo con el MAS, se había llegado a un acuerdo después de 2 horas, y que justo antes de la firma de tal acuerdo, se ha llamado por teléfono al ejecutivo, y se ha negado tal posibilidad. El máximo exponente del UN manifiesta que el viceministro Hector Arce ha venido en avioneta a las 17h a Sucre para injerir en este proceso, y no permitir este acuerdo, y entonces, sigue con su huelga de hambre y llama a que se sumen el resto de partidos políticos. Justo después, interviene Guillermo Richter (MNR) y dice que ellos también han hecho todos los esfuerzos posibles para llegar a ese acuerdo, y que el MAS quiere hacer la constitución solo. Ruben Dario (PODEMOS) defiende la postura de los 2/3 para el texto en detalle, texto en revisión y texto completo. Además aprovecha para criticar al resto de fuerzas políticas por haber intentando negociar de nuevo con el MAS. Alguien del Bloque Popular pide que se entre ya en la votación, pero la oposición seguía procurando boicotear la asamblea pidiendo la palabra y demorando al máximo votación. Un asambleísta del Camino al Cambio alarma sobre la futura fractura de la unidad del país, alerta de la desunión, y que el MAS es el responsable de todo esto. Otro constituyente comenta que los próximos sucesos son responsabilidad del MAS. Vargas dice que el único culpable es Evo, y que su grupo debería abandonar la Asamblea Constituyente. Alguien se queja de la no independencia de la AC, y pone el ejemplo de que el MAS de aquí no decide sino deciden desde la Paz. Solo restan 3 peticiones más para intervenir. Todos en la misma línea. Algún atrevido de PODEMOS dice que él no tendrá ni voz ni voto. Cualquier cosa se puede escuchar en este hemiciclo. Se acabaron los 7 turnos preestablecidos, y de nuevo, aterriza la bronca en la sala. Otra vez mas, se concede la palabra a Samuel Doria Medina para repetir el discurso anterior. Más pitos en el tendido. Llegan las ofensas, improperios, chillidos, etc. La tensión va en aumento. El vicepresidente de la directiva (Mauricio Paz, PODEMOS) abandona la directiva y la sala en un acto de indisciplina democrática y poco respeto a los presentes. Luego habla Roberto Aguilar que enuncia el orden de las propuestas a votar. Primero, turno del AS: 11 votos por el SI, 177 por el NO, y el resto son abstenciones y no votos. Segundo, la propuesta del MAS sobre el dichoso artículo 71 (lo adjunto enseguida): votos por el SI, 140, por el NO, 87, y el resto abstenciones y no votos. Tercero, la propuesta de PODEMOS y compañía, votos por el SI, 88, votos por el NO-131, y el resto abstenciones y no votos. La cuarta propuesta del Bloque Popular fue retirada, como señal de apoyo al MAS. Así termina este artículo interminable. Silvia Lazarte proclama que el artículo 71 de sistema de votación será el propuesto por el MAS, que dice lo siguiente:
Articulo 71 (sistema de votación: Las decisiones de la A.C. se aprobarán por, regla general, por mayoría absoluta. La AC aprobará por 2/3 de los votos de sus miembros presentes, los siguientes casos:
a) El texto final de la Constitución Política del Estado;
b) Los artículos del proyecto de la nueva constitución que sean observados, con la presentación de un texto alternativo, que reúna 1/3 del voto de los miembros presentes, pasarán a un segundo debate, el cual se llevará adelante una vez aprobados todos los artículos no observados. La observación de las minorías podrá darse sobre un máximo de tres artículos, que serán los más votados por la minoría. Esos artículos, si no llegan a obtener 2/3 para su aprobación, serán puestos a consideración del pueblo soberano en el referéndum de aprobación de la nueva constitución.
c) En todos los casos expresamente determinados por el presente Reglamento.
A continuación, la presidenta declara semana regional para socializar todo lo acontecido en este mes, que no es poco ni fácil de contar ni debatir. La oposición pide el control nominal del voto, y después del pertinente rifirrafe, se concede, aunque dejando inconcluso la fecha de este nuevo procedimiento añadido. Y así terminó el tercer capítulo de esta película, donde creo que nadie quedó contento. La derecha de PODEMOS no respeta las reglas democráticas exigiendo algo que han perdido en las pasadas elecciones, y apela a los dos tercios como manera de entorpecer el proceso, ya ni ellos son necesarios para que el MAS tuvieran este porcentaje. UN sigue en el camino del chantaje antidemocrático de una huelga de hambre para suplantar el protagonismo que no tuvieron en las urnas (solo representan al 3,5% de los constituyentes). MNR sigue perdido, y sin saber que hacer ni que decir, acercándose al sol que más calienta y sin norte político. El MAS aprueba una propuesta mixta, que nada tiene que ver con los dos tercios, pagando un peaje mediático y político por algo que realmente no es. Todos les acusan de algo que no han hecho puesto que la propuesta original de mayoría absoluta brilla por su ausencia. No hay mal peor que pagar por algo que no disfrutas. El MAS no aprobó la mayoría absoluta mientras sus bases celebran a las afueras del teatro Mariscal con cánticos y gritos de mayoría absoluta. Esto no hay quien lo entienda.
El día siguiente los periódicos reflejan cómo esta el patio, por fuera y por dentro. Por ejemplo, el Correo del Sur (Sucre) titula en portada del Sábado: «Rodillo del MAS aplasta y peligra la Constituyente», y el domingo con el siguiente titular alarmista: «La Asamblea pone al país al filo de la confrontación». La huelga de hambre continua, y UN hace un anuncio público en los medios de comunicación donde establece, por ejemplo, que: 1. La Asamblea se convirtió en un ajuste de cuenta del MAS, 2) Está en riesgo nuestros derechos, el futuro de nuestros hijos y nuestra propiedad, y 3) defenderemos la Democracia con nuestras vidas si es necesario. Además, hoy mismo, UN sigue enredando con la petición de la intervención de sus amigos de la OEA (Organización de Estados Americanos) en la Constituyente. No comment. Ellos se desacreditan por si solos. PODEMOS sigue amenazando con la retirada y la creación de una Asamblea Constituyente paralela, abusando de un lenguaje extremadamente bélico.
Sin embargo, no me atrevo a pregonar ninguna victoria del MAS en este encuentro. Por un lado, la oposición política y mediática le tildan de radicales o de pasar el rodillo cuando el artículo 71 aprobado hace referencia explicita a la aprobación por dos tercios del texto constitucional definitivo, y por tanto, no tiene otra que enfrentarse a la construcción de consensos si no se quiere caer en un vacío legal. ¿Qué pasará si no hay dos tercios para la aprobación de la Asamblea? También este artículo propuesto por el MAS abre la puerta a tres artículos que no se aprobarán por mayoría absoluta y que deben recorrer un laberinto kafkiano. Por otro lado, las bases siguen pensando que se ha aprobado un sistema de votación por mayoría absoluta, y cuando conozcan el efectivo artículo, se darán cuenta de la moderación de esta propuesta.
Este es el punto y seguido de Reglamento. Así se culminan tres meses y once días, aunque todavía no está todo dicho. Esta semana son de marchas y movimientos, desde un lado y otro. Unos para defender lo aprobado democráticamente, y otros para exigir democracia cuando son ellos quienes no la practican. No hay duda que hay tensión, y mucha. Todo anda caldeado, y esperemos que se calme, que las aguas revueltas vuelvan a su cauce si es que algún día lo hubo. Esperemos que unos sepan perder, y los otros ganar aplicando verdaderas medidas que le permitan refundar y cambiar el país, y dejar ese pasado oscuro de sometimiento a los de siempre.