1. La demanda contra el expresidente Ernesto Zedillo en EEUU por su responsabilidad en la masacre de Acteal en diciembre de 1997 ha abierto una reflexión y un debate sobre su permanencia en la política mexicana, y sobre su responsabilidad en la reproducción del autoritarismo del Estado mexicano y la violación a los derechos humanos. […]
1. La demanda contra el expresidente Ernesto Zedillo en EEUU por su responsabilidad en la masacre de Acteal en diciembre de 1997 ha abierto una reflexión y un debate sobre su permanencia en la política mexicana, y sobre su responsabilidad en la reproducción del autoritarismo del Estado mexicano y la violación a los derechos humanos. Zedillo y los intelectuales a su servicio señalan que se encuentra alejado de las grandes decisiones nacionales, que impulsó la democratización del país y un estado de derecho. La realidad es que Zedillo construyó un entramado institucional para armar un poder transexenal que le ha sido enormemente eficaz. Con discreción, sin tener que pagar los costos de una injerencia política directa, influye en aspectos centrales de la política nacional. Ese poder ha servido para consolidar el proyecto neoliberal en México y tratar de silenciar las graves violaciones a los derechos humanos cometidos durante su gobierno (Ver a Miguel A. Romero en La Jornada).
2. Zedillo -desde que hace más de once años dejó la Presidencia- con mucha habilidad e inteligencia se ha dedicado a ocupar asesorías, cargos académicos, dirección de empresas y a hacer negocios en los EEUU. Ante el enorme ruido que se desató en México alrededor de los gigantescos fraudes que se registraron durante el gobierno de Carlos Salinas, él tomo el camino de la discreción, del silencio, «a pasar agachado» -como dirían aquí- para evitar cualquier acusación. Pero el aniversario de la matanza de indígenas en Acteal vino a destapar la cloaca que mucho se había olvidado. ¿No fue acaso Zedillo el que quiso apresar en febrero de 1995 a Marcos -el dirigente zapatista- tendiéndole una reunión en Aguascalientes (poblado en las selvas de Chiapas) imitando con gran exactitud la reunión traicionera que le tendieron a Emiliano Zapata por el gobierno de Carranza en 1919 en Chinameca, poblado de las selvas de Morelos?
3. Ernesto Zedillo construyó -escribe Romero- un complejo entramado de relaciones trasnacionales que le ha permitido ser, tal vez, el personaje político mexicano que mayor reconocimiento en el sector empresarial internacional. Zedillo forma parte de juntas directivas, consejos de administración y consejos ejecutivos de importantes empresas a nivel global. Es asesor de otras tantas y tiene el nombramiento de director de algunas más. Además de ser profesor, es director del Centro para el Estudio de la Globalización en Yale, consejero asesor en la Initiative for Policy Dialogue (IPD) de la universidad de Columbia. Asesor del Instituto Internacional de Economía y becario visitante del Centro para el Estudio del Gobierno Global. Además de ser miembro del Club de Madrid y del Consejo de Inter Acción. Recuerdo que Zedillo, antes de concluir su presidencia, decía con mucha demagogia, que se convertiría en un desempleado más y sin cash.
4. Carlos Salinas ha sido hasta hoy el tipo más habilidoso y funesto entre los políticos mexicanos; quizá seguido por Fernández de Cevallos, el abogado de empresarios y de otros nefastos hombres de negocios. A Salinas, además de sus incómodos hermanos de sangre, sus más destacados hermanos políticos del PRI: Donaldo Colosio, Manuel Camacho y Zedillo, lo confrontaron. A Colosio lo hizo candidato presidencial, pero en uno de sus discursos pretendió deslindarse de Salinas; murió asesinado. A Camacho no le dio la candidatura, pero no dejó de jugarle el dedo en la boca dándole esperanzas. A Zedillo lo hizo candidato y presidente para suplir a Colosio, pero a los 20 días estalló la pugna entre ambos. Aparentemente Salinas salió mal del gobierno en diciembre de 1994 -además con un levantamiento armado (el EZLN)- pero dado que había favorecido ampliamente a los grandes empresarios, al panismo y al nuevo PRI (neoliberal), sigue fuerte.
5. Si al iniciar su Presidencia Salinas hizo -mediante negociaciones para que sea reconocido como presidente en 1988- fuerte al PAN, fue Zedillo el que al final de su Presidencia entregó -con evidente alegría- el cargo al panista Fox en el año 2000. Tanto De la Madrid, como Salinas y Zedillo -siguiendo la línea trazada por el presidente de EEUU, Ronald Reagan- transformaron a su partido (el PRI)- en vasallo de los EEUU, en neoliberal y privatizador. Precisamente esto impulsó la formación de la «corriente democrática» de Cárdenas y Muñoz Ledo dentro del PRI, luego su salida y la formación de lo que sería el Frente Democrático Nacional en 1987 y PRD dos años después. A partir de entonces el PRI se transformó de la posición centrista a la posición derechista; de aquel discurso «nacionalista revolucionario» o «tercer mundista» a un país directamente al servicio de los EEUU.
6. El gobierno de Zedillo -a pesar de haber llevado a la cárcel al hermano de Salinas- fue fiel a la línea trazada por el propio Salinas desde 1986, cuando aún era presidente De la Madrid. Fue tan hábil Salinas que parece haber gobernado tras la silla de De la Madrid, según los seguidores de Silva Herzog. Zedillo no solo gobernó con los dirigentes del PAN (Carlos Castillo, Luis H. Álvarez y Fernández de Cevallos) sino que incluso llevó a panistas a su gabinete. Y parece que con el IFE actuó también libremente: » El Ejecutivo le amarró las manos al PRI y en la bancada de este partido se hizo lo que el equipo de Los Pinos ordenó». Puso en los cargos a quien quiso y la simulación democrática fue tapada desde la Presidencia. Parece entre risa y risa Zedillo pudo muy bien manipular a su propio partido y preparar la llamada «alternancia». ¿Lo habría hecho igual Colosio Murrieta o Camacho Solís?
7. La historia oficial es la que escriben los vencedores: la historia real es que todos vivimos: es social, estructural, orgánica, nada escapa de ella; es de los seres humanos y los hechos. Dentro de su proceso hay mil y un fenómenos que se dan, se registran, se individualizan, se repiten, como parte del acontecer histórico. Aunque la historia del capitalismo es estructural hay pequeñas historias que hacen cambiar hechos aunque no las estructuras. Por ejemplo: Zedillo perteneció al equipo de Salinas; su presidencia fue posible por el asesinato de Colosio; Zedillo dio continuidad a la política neoliberal de Salinas e instaló al panismo; éste fue fortalecido por los gobierno de Salinas y Zedillo; los gobiernos panistas de Fox y Calderón han dado continuidad al neoliberalismo. ¿Cuánto ha cambiado en lo fundamental la política y la economía mexicana por el cambio de personas en el gobierno? Vivimos periodos cortos cuando la historia es interminable.
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