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Sentido de época

Fuentes: Rebelión

Es mucho lo que se arriesga

Actualmente se debate y se arriesga la ordenación del sistema político del país. Lo que llamamos kirchnerismo, surgió del peronismo pero alberga otros sectores provenientes de ideologías asimismo emancipatorias que se identifican con el kirchnerismo en la aspiración que tienen para el destino del país y para la América Latina.

Distintos pero equivalentes

Como vimos en reiteradas oportunidades, desde el 2003, al principio del proyecto vigente, la derecha y parte del progresismo se han opuesto insistentemente a esta construcción, restándole valor a la transformación que no cesa de producirse.

Curiosamente, las críticas que van en sentido contrario, coinciden en desprestigiar tanto a las medidas significativas tomadas, cuanto a todo aquél que se muestra acordando con dichas medidas. Para unos, éste es un gobierno estatista que coarta las libertades individuales y empresariales y se mete en las vidas privadas porque les exige que cumplan con sus obligaciones fiscales. Para los otros, los progre a fondo, este gobierno es igual al menemismo porque concierta con poderes extranjeros.

La derecha trabaja para darle un corte a este ciclo, derrotarlo para que termine el populismo, la igualación de oportunidades entre los unos y los otros. Que se liquide la corrupción, dicen con la mente invadida por los medios hegemónicos que siempre han amparado a los gobiernos más corruptos y que aún no han salvado sus propias corrupciones. Aspiran a finalizar con esa indecencia de sostener que los ricos y los pobres, los blancos y los negros, tienen iguales derechos. La clase media no quiere que la clase baja se le acerque, quiere llegar a ser clase alta, pero la clase alta no acepta que se arrimen.

El sector progresista no kirchnerista, pretende que el kirchnerismo sea destruido porque no cumple con todo el ideario revolucionario del que se ha hablado y soñado, desde mucho tiempo atrás. No precisan cómo, si este proyecto fuera frustrado, para lo que trabajan, harían para que triunfaran las ideas revolucionarias. Pareciera que siguen con el nefasto slogan «cuanto peor mejor». No valorizan los enfrentamientos que se despliegan contra grandes corporaciones para llevar adelante las medidas distributivas, igualatorias y soberanas que se han realizado. Tampoco explican cómo Néstor y ahora Cristina fueron y son protagonistas fundamentales en la constitución y refuerzo de la UNASUR, del MERCOSUR, del NO al ALCA, si la evaluación que hacen de este gobierno fuera como ellos dicen. Junto a Néstor, Lula, Vilma, Chávez, Evo y Correa, Cristina es pieza indispensable de esta tan ansiada Patria Grande Latinoamericana, también un sueño eterno, recién ahora en cimentación.

Sentido de época

En estos diez años se ha logrado mucho en el plano social, en la preeminencia de la política sobre la economía, en la recuperación de soberanía. Se han atacado varios frentes de poder y nada de lo hecho quedará para siempre si no se lo confirma en cada acto y si no se trabaja duro, como hasta ahora, para seguir avanzando.

Los que estaban acostumbrados a ver justa la injusticia, a combatir los movimientos populares, tienen claro que a este camino hay que cortarlo. No pasa solamente en Argentina. Los acosadores liberales acechan en los países latinoamericanos que se han atrevido a combatir al neoliberalismo, aunque sea democráticamente (se han llenado la boca con esta palabra que sólo respetan cuando lo elegido conviene a sus intereses), con parlamentos funcionando.

Se han propuesto clausurar esta etapa. No reconocen en ella ningún salto cualitativo, ni un sentido de época que muchos desean que continúe, avance, se profundice y que no sea frustrado en nuestro país ni en los demás países latinoamericanos embarcados en proyectos equivalentes.

Sombras y confusión

Las corporaciones informativas inventan lo que sea, sin pruritos, para desprestigiar al gobierno. No le perdonan haberse atrevido a desafiarlos. Las mentiras instaladas en complicidad entre opositores y medios periodísticos que esparcen sombras y confusión, se han convertido en agua corriente en estos tiempos electorales. «La plata de los jubilados», dicen el Frente Renovador y los medios hegemónicos, sus aliados circunstanciales. Expresión que esconde el verdadero significado de los fondos de la seguridad social. Estos fondos están conformados por los aportes de los trabajadores activos y de lo tributos patronales, pero además por el IVA, impuesto que aportan todos los consumidores. La seguridad social no es solamente para los jubilados, que reciben su jubilación, es también de los trabajadores activos que reciben asignaciones familiares y los desocupados que también reciben una asignación. La Asignación Universal AUH, es la extensión de la asignación familiar a todos los que habitan el país aunque sean desocupados o no tengan trabajo registrado. Cabe remarcar que todos aportan a la seguridad social porque aún los desocupados o no registrados consumen y pagan el IVA correspondiente que contribuye al fondo de la seguridad social. Con esta cantinela desmerecen el portentoso salto fundacional del gobierno cuando recuperó los fondos previsionales de las AFJP, que estafaron por años a los jubilados y pensionados cobrando comisiones obscenas e inversiones que siempre significaron pérdida para los aportantes. Los mismos que así se expresan se opusieron oportunamente a la movilidad Jubilatoria para todos, un derecho ganado que representa tener un sistema progresivamente más justo y más inclusivo. Otra mentira del candidato a diputado del Frente Renovador es que «la plata de los jubilados», se usa para las netbooks que se reparten en las escuelas. La Anses solamente se ha encargado de la provisión de las máquinas utilizando su gran experiencia en administrar políticas sociales, pero no son fondos de la ANSES los que se usan para comprar las netbooks del plan Conectar Igualdad, tan elogiado en todos los ámbitos educacionales. La idea de desprestigiar a la ANSES, lamentablemente ajusta con otra expresión vertida en el sentido de retornar los aportes previsionales a los bancos privados.

Es mucho lo que se arriesga

Los opositores pregonan el «fin de ciclo», como expresión de deseo. Los que están comprometidos con este proyecto, por el contrario, ansían profundizar y ampliar las conquistas en los dos años que quedan hasta 2015. Unos destruyen, sin propuestas a cambio. Otros se disponen, convencidos de que lo construido se defiende siguiendo el camino emprendido en 2003. Hay dos proyectos, es un momento en que se está de uno o de otro lado. Elegimos la Argentina que continúa consolidándose sin represión, sin ajustes, a favor del país, de la igualdad, de la soberanía. El camino es difícil, pero nunca se pensó que podría ser fácil. Se sabe que es mucho lo que se arriesga. Los poderes, las mentiras, los privilegiados de siempre se seguirán resistiendo. No siempre, como se ve, con armas limpias.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.