¡Eres! ¡Eres! Colegio de Bachilleres, Colegio de Bachilleres. Arriba, campeones, unidos lobos grises. ¡Auuuuuu! Algo importante está pasando, jóvenes estudiantes de entre 15 y 18 años del Colegio de Bachilleres (Colbach o bachos) se están movilizando por una educación integral y de calidad. Haciendo suya la historia de los movimientos estudiantiles de México se organizaron […]
Arriba, campeones, unidos lobos grises.
¡Auuuuuu!
Algo importante está pasando, jóvenes estudiantes de entre 15 y 18 años del Colegio de Bachilleres (Colbach o bachos) se están movilizando por una educación integral y de calidad. Haciendo suya la historia de los movimientos estudiantiles de México se organizaron en colectivos y han ido al encuentro de sus compañeros para invitarlos a la lucha. Han formulado un pliego petitorio en colectivo que expresa las demandas-problemáticas más sentidas de la comunidad. Este movimiento surge y crece a contracorriente de la represión de las autoridades del Colegio, de un estigma social que los señala y de la apatía de la propia comunidad.
Los bachos son la segunda casa de miles de jóvenes, su espacio de socialización, donde construyen su identidad y crean sueños sobre su futuro. Un espacio para pensar la realidad, una que busca cortarles sus anhelos de educación superior, que los clasifica como mano de obra barata y les niega su derecho a una educación integral.
El Colegio de Bachilleres nace en 1973 fruto de la necesidad de educación media superior en la Ciudad de México. Con 20 planteles es una institución pública que atiende a miles de jóvenes de clases populares. En un sistema que todo lo clasifica, los bachos son estigmatizados como escuelas para sólo terminar la prepa y de baja calidad, ya que no tienen pase reglamentado o automático a alguna universidad. A sus estudiantes igualmente se les cataloga como «malos estudiantes», «desmadrozos» y «flojos». Estigmas producto de una sociedad neoliberal cuyas características centrales son la desigualdad y la exclusión.
La reforma neoliberal a la educación ha significado procesos de privatización, mercantilización extrema y una reestructuración de las distintas instituciones educativas. Se han modificado planes de estudio, horizontes pedagógicos y el mismo discurso de la educación. Esto lo han padecido los jóvenes de los bachos a los que se les niega su derecho a la educación universitaria y ven como se ha reestructurado el Colbach alejándose de una educación integral.
En el sistema educativo nacional hay lugares asignados. A los estudiantes de los bachos se les impone una educación deficiente y se les cancela su derecho a la universidad. Algunos profesores, autoridades y estudiantes, parecen haber aceptado este lugar asignado. Otros más no lo aceptan y buscan cambiar el orden establecido. Es esta la razón profunda del movimiento actual de los estudiantes del Colegio de Bachilleres.
El movimiento estudiantil de los bachos no es nuevo aunque históricamente ha sido invisibilizado. Los estudiantes del Colegio de Bachilleres se han movilizado contra prácticas discriminatorias, contra el acoso a compañeras, contra las reformas a sus planes de estudios, contra la «Reforma Integral de la educación media superior» (RIEMS) y también han buscado tener un pase reglamentado a la educación superior. El actual movimiento es producto de esas luchas y demandas que no han sido atendidas por las autoridades. Frente a la represión estudiantil por parte de las autoridades del Colegio, que ha llegado a violencia física y expulsión de activistas, han decidido llevar su pliego petitorio a la Secretaria de Educación Pública. El miércoles 23 de octubre tomarán la calle nuevamente en defensa de sus derechos y sueños.
Aunque los estudiantes movilizados son sumamente críticos del Colegio de Bachilleres, los mueve un orgullo y un amor a la institución. Retoman sus colores en las movilizaciones, gritan con fuerza su porra, recuperan la figura del lobo gris como mascota que los representan y la llenan de significado. Como me dijo una compañera del movimiento: «El lobo nos representa, por audacia, por tenacidad, porque hacemos trabajo en equipo, somos agiles, feroces e inteligentes. Eso somos.»
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