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La Fábrica de Sueños. "Butch Cassidy & the Sundance Kid "(1969), de George Roy Hill

Dos bandidos yanquis caen en Bolivia

Fuentes: Rebelión

La esencia del western no reside en el enfrentamiento con el paisaje inhóspito (que de por sí da origen a la historia del Norte), sino en el encuentro con el indio, ese absoluto extraño para quien nuestro Nuevo Mundo es su Antiguo Hogar, ese ser que no desciende de Sem ni de Jafet y que, a diferencia del negro descendiente de Cam, ni siquiera fue importado para derrotar a la naturaleza salvaje. JONATHAN CAPE (Londres, 1969, p. 16) 

Desde la bóveda interdisciplinaria de La Fábrica de Sueños, vía Cine-Club Al Filo del Tiempo, el Ciclo de tributo a vida y obra de Robert Redford continúa con Butch Cassidy & the Sundance Kid (1969), de George Roy Hill, con la actuación memorable del trío de bandidos yanquis Robert LeRoy Parker (Beaver, Utah, 1866-Tupiza, Bolivia, 1908), alias Butch Cassidy (1), Harry Alonzo Longabaugh (Mont Clare, PE, 1867-San Vicente, Bolivia, 1908), alias Sundance Kid, ambos, miembros de la banda Wild Bunch (hoy, una relevante productora de cine), y Etta Place, profesora de escuela y esposa de Sundance (2). Miembros, todos, de una inusual empresa para delinquir y parte de uno de los pocos westerns románticos, con todas sus letras, de la historia del cine. Máxime cuando se sabe que se trata de un auténtico triángulo amoroso, sin celos, traiciones ni maricaditas de por medio. Desde el inicio se le informa al público que se trata de una historia en la que Casi todo lo que sigue es real

Y lo es: así, breve historia sobre un hecho de no tan sutil lavado de imagen pero antes de víctimas y edificio, como el que se realizó, luego del golpe al Palacio de Justicia a magistrados como Manuel Gaona, Luis H. Montoya y Carlos Urán pasados por guerrilleros por investigar a militares que habían violado DD.HH durante el Estatuto de Seguridad de Turbay. El hijo del primero, Mauricio Gaona, dice que a su padre lo mató el M-19, de Petro (Wikipedia), pero el fuego en el que también cayó Montoya lo causó el Ejército con un Rocket incendiario y explosivos C4 donados por Reagan a Colombia y traídos en un avión C-130 (3): el tercero, Carlos H. Urán, recibió una bala 9 mm (que no usaban guerrilla ni soldados) en el cráneo (4) y los tres magistrados fueron al cuarto de guerrilleros en ML, sitio al que se llevó a 16 de 35 víctimas en la retoma por 5.300 soldados, cifra que de suyo habla del desbalance de fuerzas usado con un fin: Los dejamos entrar, cerramos y acabamos con todos.

Como sostiene la hija de Urán, Helena Urán B., en charla con Cecilia Orozco (5). Lo mismo que pasó con 100 millones de indios en EE.UU: se les dejó entrar en las reservas, los encerraron un tiempo allí, con la llegada de los colonos tras las mejores tierras se les obligó a huir y, al final, acabaron con casi todos, en su errancia por la Unión gringa, no Americana. Para Frank Gruber, guionista y novelista de Cowboys, sólo existen siete temas básicos en el Western: la historia del ferrocarril; del Ranch; del imperio ganadero (versión épica de la historia del Ranch); la venganza; la caballería contra los indios; la historia del proscrito; y la del Sheriff o tema de La Ley y el Orden (6). Una lista incompleta, señala Ph. French, para refutar a F. Gruber, con las variedades más obvias del género, abarcaría: el Western épico, el Sur Western (o Super Western: que para los franceses describen obras vastas y ambiciosas que traicionaban la simpleza esencial del género), el W. adulto, el W. satírico, el W. comedia.

También, el W. de cámara, el W. liberal, el sociológico, el realista, el anti-Western, el W. psicológico, el W. alegórico y, en épocas no tan recientes, el Spaghetti Western (aprovechado por la publicidad y la propaganda en TV de pastas), del cual es pionero S. Leone a partir de Yojimbo, de Kurosawa, filme en el que el cineasta japonés admite el influjo de High Noon (1952) o A la hora señalada, de F. Zinnemann, o Shane, el d… (1953) o Raíces profundas, de G. Stevens, y el cual fue plagiado en el primer W. Spaghetti de amplia distribución internacional: Por un puñado de dólares (1964), del citado S. Leone (7). No obstante, hay que decir que a Gruber y a French se les escapa un género atípico y en el cual cabe Butch Cassidy & the… el Western romántico y único, por demás, en el que apenas un indio, a la distancia, asoma su figura, como guía de los otros cinco que persiguen a los bandidos yanquis en cuestión, es decir, a LeRoy, a. Butch Cassidy, y Harry A. Longabaugh, a. Sundance Kid

Tal cual se plantea desde el inicio, luego de que Sundance se le aparece a su novia Etta y ésta le suelta lo que más le gustaría: que por una vez llegaras a tiempo. Entonces, Butch surge y canta: Tu suave piel blanca es mía. Y, al llegar en bici, añade: Te presento el futuro pues el caballo ha muerto: para el comercio de la época. Sundance sacude sus celos y le espeta a su amigo, ¿qué haces?, y Butch contesta: Robando a tu chica. Sundance concluye: Llévatela. Y Butch, por su parte: Eres un bastardo romántico. Y ahí está, más que un simple W. romántico, un triángulo amoroso de la más fina estirpe: el conformado por dos bandidos yanquis y una maestra de escuela, ya convertida en una bandida yanqui más. En consonancia con la Union Pacific, de E. H. Harriman, o la demostración de que el capitalismo es lucro y no servicio a la gente. Firma que partió de Nebraska directo hacia el Oeste: le habían asignado 12 millones de acres de terreno sin edificar y 27 millones en bonos del gobierno y creó la Credit Mobilier.

Compañía a la que el Gobierno de turno le entregó USD$ 94 millones para su construcción, siendo que el costo real era de sólo 44 millones. Para evadir una pesquisa vendieron acciones a bajo precio a unos senadores, ante propuesta del congresista Oakes Ames, de MA, fabricante de excavadoras y director de Credit Mobilier, el mismo que señaló: No hay ninguna dificultad en hacer que unos hombres cuiden de su propia propiedad. La UP empleó veteranos de guerra e inmigrantes irlandeses, unos 20.000 hombres, que instalaban cinco millas de vía férrea al día y morían por centenas dado el calor, el frío y las batallas contra los indios, que se resistían a la invasión de su territorio (8). Así como hoy los palestinos resisten a los sionistas, pero a eso le llaman guerra o conflicto y no lo que es: invasión, limpieza étnica, en fin, genocidio; para el payaso/fusible naranja es Plan de Paz y su brazo político y armado la ONU concede un mandato colonial sobre Palestina y seguirlo al pie de la letra. (9)                    

Otro tipo de mandato colonial, contra los inmigrantes y los negros, para que se sepa en manos de quiénes debe estar la riqueza y sobre quiénes recae la competencia económica, surgió en tiempos del sucesor, de 1889 a 1893, del demócrata Grover Cleveland, o sea, el republicano Ben Harrison, quien había sido abogado para las empresas del ferrocarril y encabezó una compañía de soldados durante la huelga de 1877, la mayor del país hasta entonces. La reforma nodal del gobierno Cleveland revela el secreto de las reformas legislativas en EE.UU. Se suponía que la Ley de Comercio Interestatal de 1887 regularía los ferrocarriles en beneficio de los consumidores, pero no fue así. Harrison también tuvo un gesto hacia la reforma: la Ley Anti-Trust de Sherman (1890) ilegalizó la formación de una asociación o conspiración que restringía el comercio interestatal o exterior: dicho senador, autor de la Ley, explicaba la necesidad de reconciliar a los críticos del monopolio, y sin irse por las ramas…

Sherman decía: ‘Deben hacer caso a su petición o prepararse para los socialistas, comunistas y nihilistas. En estos momentos, fuerzas jamás vistas desorientan a la sociedad’. Como hoy hacen los avispados herederos del CD, para desvirtuar a Petro sobre reformas urgentes, antimonopolio, y benéficas para el pueblo. Cleveland, reelegido en 1892, se enfrentó a la agitación del país, provocada por el pánico y la depresión de 1893, y para ello utilizó al ejército. Así dispersó una protesta que marchó hacia Washington, el Ejército de Coxey, y de ese modo acabó, en 1894, con la huelga nacional de ferrocarriles. De los casos relativos a la XIV Enmienda llevadas al Tribunal Supremo entre 1890 y 1910, 19 iban sobre negros y 288 sobre corporaciones. En 1893, el juez del TS, David Brewer, al dirigirse al Colegio de Abogados de NY, dijo: ‘Es una ley invariable que la riqueza de la comunidad esté en manos de unos pocos’. A los ricos que daban migajas de sus alforjas de oro se les llamó filántropos.

J. Rockefeller donaba a universidades de todo el país y ayudó a fundar la U. de Chicago. Huntington, de la Central Pacific, luego UP/CP, entregó dinero a dos universidades para negros, Hampton Institute y Tuskegee Institute. Carnegie dio dinero a universidades y bibliotecas. Un milmillonario fundó la U. Johns Hopkins y otros como Cornelius Vanderbilt, Ezra Cornell, James Duke y Lelan Stanford fundaron universidades, con sus nombres, como buenos amigos de sus caras reflejadas en el agua. El 30.jul.1902, la plaga judía de NY celebró un funeral multitudinario de un rabino y se produjo una serie de disturbios encabezada por irlandeses, resentidos por el ingreso de judíos a su barrio. Entre los foráneos, había una desesperada competencia económica. En 1880, en CA, inmigrantes chinos, que las firmas del ferrocarril habían traído para hacer un trabajo agotador por salarios de caca, ya iban en 75.000, casi el 10% de la población: se volvieron las víctimas de una violencia continua. (10)

La depresión, como la del 29 o la de hoy, siguió durante años y provocó una marea de huelgas en el país. ¿La mayor? La huelga nacional de obreros del ferrocarril (1894) que arrancó en la Pullman de Illinois, a las afueras de Chicago, por ser uno de los oficios más peligrosos de EE.UU: cada año morían más de 2.000 trabajadores y había unos 30.000 heridos. Eso ocurrió en jun.1894 cuando los empleados de la Pullman Palace Car Company fueron a la huelga y recibieron el apoyo presto de otros sindicatos del área de Chicago. El motivo fue el despido de dos miembros del comité de agravios, más cinco reducciones salariales. Pullman era una úlcera de la Comunidad: era dueña de casas, escuelas e iglesias. El Sindicato Gringo del Ferrocarril pidió, en respuesta al caso, a todos sus miembros no usar los vagones Pullman. Pero, como casi todos los trenes los tenían, eso equivalía a boicotearlos a todos, o una huelga nacional. Rápido se paralizó el tráfico de las 24 líneas de ferrocarril que salían de la ciudad.

En el contexto general de corrupción, Crack económico, expansión del Oeste, huelgas, sindicatos, persecución oficial, surge el Western romántico y triángulo amoroso atípico: de amor y amistad a la vez, de cofrades e inadaptados, libres y proscritos al mismo tiempo. Con personajes complejos, para nada maniqueos, llenos de alegría y humor, carisma y filosofía, solidaridad mutua, sentido de grupo y cooperación hasta el único límite, eso sí, del libre albedrío, uno nada religioso, más bien, laico total. Robert LeRoy n. en Beaver, Utah, en 1866, hijo mayor de una familia mormona numerosa o de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, dedicado a su trabajo en el rancho familiar, donde aprendió todo sobre los oficios de jinete y vaquero. De adolescente, se cruzó con el ladrón y bandido Mike Cassidy, quien por entonces se ocultaba de la autoridad en la zona. A los 18, atracó algunos locales, huyó de casa y cambió su apellido por el de Mike y Butch, por Butcher, dado su oficio de carnicero…

Harry Longabaugh n. en Mont Clare, PA, se reitera, en 1867. A los 15 años viajó al Oeste, pero las cosas no le salieron como esperaba, así que con 20 años fue arrestado en la ciudad de Sundance, Wyoming, por robar un caballo. Su primer atraco sabido le valió el apodo de su vida, Sundance Kid, y dos años en la cárcel. Al salir, intentó abandonar el delito y ganarse la vida como vaquero, pero pudo más la vida fácil del dejar hacer, dejar pasar, y fue acusado de robar un tren en 1892. Pasan cuatro años, y el Butch Cassidy de la vida real se había hecho a un nombre como forajido tras atracar el San Miguel Valley Bank, de Telluride (1889), con sus secuaces Matt Warner y Tom McCarthy, y 21.000 dólares de botín. Así, Cassidy descubrió su talento y talante para preparar, organizar y ejecutar grandes robos. Luego de 18 meses en prisión, se reunió con viejos socios, otros nuevos, y en 1896 nacía la Wild Bunch o Pandilla Salvaje, banda con la que pretendía alcanzar el Zénit del atracador, oficio tan gringo.

Eran sus miembros: R. LeRoy Parker, a. Butch Cassidy, Harry Tracy, a. Elzy Lay, Ben Kilpatrick, a. Tall Texan, Harvey Logan, a. Kid Curry (a quien se confundía con Sundance Kid), y Harry Longabaugh, a. el mismo Sundance Kid ya citado. Se considera a la Wild Bunch la artífice del robo de bancos y atracos a trenes más extensa y triunfal de toda la historia de EE.UU, con Cassidy como cerebro del grupo, apto para medir riesgos y opciones, así como de prever dificultades que pudieran darse durante el atraco y yendo desde los puntos de reunión hasta el instante del asalto y las rutas de huida. Por otra parte, Sundance Kid, era célebre por ser el pistolero más rápido de la banda y, más allá, del Oeste, pero que no sabía nadar así como Butch Cassidy nunca había disparado, como se puede constatar en el filme cuando se da el episodio de Argentina y Bolivia, los dos países por los que ambos pasaron, en compañía de la discreta profesora Ethel Etta Place, que no es ningún lugar sino una mujer.  

En la realidad de la banda Wild Bunch los atracos de éxito parecían inferiores a su codicia y por ello empezó a ser un pedo pesado para las firmas de trenes y los dueños de bancos que veían a distancia explotar sus cajas fuertes y dinamitar sus vagones blindados, para luego ser vaciados sin ambages; eso hizo que la agencia de detectives privados Pinkerton pusiera sus ojos en ella y los obligara a huir durante meses y así vino el mayor error cometido por la banda (el que es mostrado de otro modo en el filme: Butch y Sundance huyen en un solo caballo y dejan libre al otro, creyendo timar al enemigo): seguros de haber despistado a los persecutores, los Pinkerton, Wild Bunch fue a un estudio de Fort Worth, TX, y se fotografió. Pronto, algún curioso los reconoció y ya estaban en los muros de todos los pueblos del Oeste los carteles con el respectivo Se busca y sus rostros entre tímidos, expectantes, relajados (11). En el filme, a Butch y Sundance los persigue un grupo de cinco investigadores y un aborigen. 

El filme se ambienta a finales del XIX, con el Oeste aún en desarrollo y el irrespeto generalizado a la ley y el orden, como hoy. Al expandirse, surgieron bandas de forajidos que sacaban tajada de ese raro ponqué en el que la autoridad flaquea o, peor, está ausente, y ello facilita la ejecución de robos a trenes y asaltos de bancos. A lo largo de su vida delincuencial, Butch Cassidy dio muestras de ser un tipo con carisma y generosidad, suerte de Robin Hood vaquero que, cual Petro, quitaba a los ricos y daba a los pobres, cosa que enfadaba, y enfada, a los ricos de allá y a los comemierdas de acá. Aun así, tal imagen romántica no siempre era proyectada por la realidad, en tanto Butch también fue actor de violencia, crimen y asesinato por doquier. Su compañero, Sundance Kid, era muy hábil con las armas, pistolero rápido y certero, leal a aquél y un hacedor de silencio que sabía conservar la calma en situaciones de riesgo o abierto peligro: en suma, un filósofo de la acción antes que un charlatán de cuarta…

Tras sus hazañas delincuenciales, la dupla vaquera y su novia común derivaron en pesadilla para las autoridades y en leyenda del Oeste, tanto para la prensa como para la gente. De ahí que a la postre se cimentara más la leyenda que la realidad de sus actos y se escribiera o filmara más la primera que la segunda. No obstante, como nadie está exento de la envidia, porque mata más que el cáncer, como decía Cochise, pero no el indio, porque no aparece, sino el ciclista, de la fama pasaron a ser prioridad para la impajaritable, perniciosa y corrupta Ley, la sin Orden. Porque recuérdese que Orden es la palabra preferida en el diccionario de la tiranía, la misma que hoy habita en EE.UU por cuenta del payaso/genocida mechiamarillo. Y aun con todo lo que han hecho, Butch y Sundance están lejos de llegar a ser semejante piltrafa humana. La coda del filme es trágica, emblemática y en ella se hace muy difícil separar la fantasía de lo real: Etta regresa a USA y sus novios o amantes marchan a Bolivia…

Comen en la plaza gracias a un Viejo: un joven nota la marca en un caballo y corre hacia la autoridad, y en menos de lo que canta un gallo, tarde, Butch y Sundance son acorralados por bolivianos; de pronto, la cámara los toma en un plano boliviano o de las bolas hacia arriba, G. del Toro dixit, y no se sabe si los mataron o se suicidaron, según la leyenda (12). El Che fue asesinado en Bolivia el 8.oct.1967 por los Boinas Verdes. El humor político permite decir que mientras Butch Cassidy & the… es de 1969, con carácter retroactivo dos bandidos yanquis, en el filme, caerían baleados por bolivianos, tal vez más como producto de la justicia poética que de una involuntaria venganza del insigne guerrillero. La dupla decide enfrentar la muerte antes que rehuirla o ser objetos de burla por rendirse a priori. La imagen icónica final, ese plano congelado a la usanza de los 400 golpes que caen no sobre un niño, sino sobre dos adultos, deriva en la eternidad fílmica para dos claves forajidos de la historia del Oeste… 

Todo gracias a su estilo visual, guion rico en verbo e imagen, Western romántico y trío de amor/amistad genuinos que radica su poder en el humanismo y no en la villanía de sus actos, los que hubieran podido desvirtuar su valor para caer en la vana historia de dos bellacos en Bolivia. Roy Hill supo mezclar acción con romance y humor para deleite de los guerrilleros cinéfilos que en el mundo son… o, bueno, somos. Sin el guion de W. Goldman, otro sería el destino del filme. Al abolirse el Código Hays en 1966, surgen temas más liberales y a la vez ásperos, ligados a sexo, violencia, muerte, con un nicho para el cine romántico:  El graduado, de M. Nichols; John & Mary, de P. Yates; Love Story, de A. Hiller, y música de F. Lai: cuyo tema titular Marthica grabó en Tik-Tok. (13) Por la tolerancia de las sentencias del TS sobre libertad de expresión eclosiona el porno, mientras cineastas con ética reflejan la violencia a causa de Vietnam: A sangre fría, de R. Brooks, Bonnie & Clyde y Little Big Man, de A. Penn. 

En la exacta violencia, Peckinpah es pionero especialista del Western crepuscular, justo, con Wild Bunch (= Los sin perdón, de Eastwood) y el ralentí en las muertes violentas, o con Straw Dogs, la toma de conciencia sexual y viril forzadas del profe D. Sumner, ante la agresión de unos machos hacia su esposa Amy, lo que le lleva a vengarse. Tal cine de los instintos llevó a Peckinpah a exaltar a los gángsters Doc y Carol en La huida, sin final feliz de muerte romántica (sí en B. & C.) e identidad temática con otras loas coetáneas de forajidos y pillos que se sublevan contra los opresores y el Estado patriarcal: A quemarropa, de J. Boorman, Dos hombres y un destino, de G. Roy Hill, Dólares, de R. Brooks. La aparente evolución del cine gringo, como signo elocuente en la nueva era, osciló entre mal cinismo y amargura, para proyectar al final crisis ética, desencanto y perturbación tras caerse el mito de An American Dream, hoy la pesadilla yanqui. Filmes típicos sobre dicha farsa hay muchos. 

Entre ellos Midnight Cowboy, del virtuoso airado John Schlesinger, la cruda relación entre el gigoló Joe Buck y el timador tísico Ratso Rizzo; Easy Rider, Road Movie o balada hippie de D. Hopper (El amigo americano, WW) (14). Los dos yanquis quizás no cayeron en Bolivia, mientras Ethel Place, o Bishop, desempleada, según el censo de 1900, sí: regresó a EE.UU el 30.jun.1906, se estableció en Frisco, CA, y hoy figura desaparecida desde 1909. Su vida la narró Gerald Kolpan en… Etta: una novela (2009). (15) Dos hombres… es un filme sobre el dejar ser antes que el deber ser (así el Orden decreta el caos), búsqueda del ser por sí mismos; aun así, el velo romántico no debe ni puede distraer del traje bandolero que envuelve las historias del trío, por más carisma que los recubra. Al cabo, ya a un lado Etta, Butch y Sundance siguen siendo dos bandidos yanquis en Bolivia: al filo del tiempo, símbolos de barones ladrones e invasores, no de seres humanos con la impronta del carisma y la rebeldía.

A Santiago, por el positivo impacto que me causó su atención al hablarle de mi ensayo sobre el filme, que me llevó a terminarlo en un par de días y que luego me llevó a soñar por primera vez en la vida con él: si eso no es un prodigio, entonces tampoco me interesa en adelante saber lo que es un milagro… Já.  

Notas, enlaces y bibliografía:

(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Butch_Cassidy 

(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Sundance_Kid 

(3) https://www.youtube.com/watch?v=53xbeLSesNA 

(4) https://www.youtube.com/watch?v=Kvfa9kk5F8U Ver lista en los 3:57 min. del video.

(5) https://www.youtube.com/watch?v=A08b0fgns3s

(6) FRENCH, Philip. WESTERNS, las películas del Oeste. EDICIONES TRES TIEMPOS, Bs. Aires / DIMELISA, México, 1973, Impreso en la Argentina, 163 pp.: 22. 

(7) Íbidem, 1973, 163 pp.: 22, 23 y 27. 

(8) ZINN, Howard. La otra historia de EE.UU – Desde 1492 hasta el presente. PDF, 512 pp.: 188 a 220.

(9) https://mpr21.info/la-onu-concede-a-estados-unidos-un-mandato-colonial-sobre-palestina/  

(10) Íbidem, Nota 5, PDF, 512 pp.: Cap. 11: LOS BARONES LADRONES Y LOS REBELDES.

(11) https://muyinteresante.okdiario.com/historia/33124.html 

(12) Hablo de mi esposa Marthica Peña o Manuela Balshoi, su seudónimo legal, en Tik-Tok.

(13) https://rebelion.org/un-pintor-muerto-al-que-le-va-muy-bien/ 

(14) https://www.geraldkolpan.com/etta/author.html 

(15) Aunque se diga que ambos caen en San Vicente, LeRoy Parker murió en Tupiza, otro punto de Bolivia. El libro de Lula Parker Betenson, Butch Cassidy, mi hermano, cita que varias personas se toparon con él luego de 1908 e incluso en 1925. Ahora bien, se dice que Longabaugh regresó a EE.UU y murió en 1936. Cuando la leyenda se impone sobre la realidad, hay que imprimir, o filmar… la leyenda, se reitera. 

https://web.archive.org/web/20080216070245/http://www.sundancekidhenrylong.com/

FICHA TÉCNICA: Título original: Butch Cassidy & the Sundance Kid. Castellano: Dos hombres y un destino. País: EE.UU. Año: 1969. Gén.: Western / Romántico / Crepuscular / Historia / Drama. For.: 35 mm; color; 112 min. Dir.: G. Roy Hill. Guion: W. Goldman. Prod.: J. Foreman. Mús.: Burt Bacharach. Fot.: Conrad L. Hall. Mon.: John C. Howard / Richard C. Meyer. Int.: Butch Cassidy (Paul Newman); Sundance Kid (Robert Redford); Ethel Etta Place, o Bishop (Katharine Ross); Percy Garris (Strother Martin); Vendedor de bicicletas (Henry Jones); Sheriff Bledsoe (Jeff Corey); Woodcock (George Furth); Agnes (Cloris Leachman); Harvey Logan (Ted Cassidy); El marshal (Kenneth Mars); Macon (Donnelly Rhodes); William News Carver; George Flat Nose Curry (Charles Dierkop); Jugador cartas #1 (Paul Bryar); Jugador cartas #2 (Sam Elliott); mujer alta del tren (Jody Gilbert). Prod.: Campanile Productions. Dist.: 20th Century Fox Film Corporation. Premios: 4 Oscar; 9 BAFTA; 1 Globo de Oro; 1 Grammy; 5 Laurel de Oro; 1 Writers Guild of America; 1 ASCAP. Estreno (EE.UU): 24.oct.1969.

Enlace del filme: https://co.video.search.yahoo.com/yhs/search?fr=yhs-sz-002&ei=UTF-8&hsimp=yhs-002&hspart=sz&param1=2533467288&p=butch+cassidy+and+the+sundance+kid+1969&type=type80260-2133086105#id=9&vid=b3ba71bf184a27be8d6dde249b141677&action=view   

Luis Carlos Muñoz Sarmiento (Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago & Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y jazz, catedrático, corrector de estilo, traductor y, sobre todo, lector. Fundador y director del Cine-Club Andrés Caicedo, desde 1984. Colaborador de El Magazín EE, 2012; columnista, 2018. Su libro Ocho minutos y otros cuentos, Colección 50 libros de Cuento Colombiano Contemporáneo, se lanzó en la XXX FILBO (Pijao, 2017). Mención de Honor por MLK: Todo cambio personal/interior hace progresar al mundo, XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba (2018). Siete ensayos sobre los imperialismos – Literatura y biopolítica, coautoría con Luís E. Soares, publicado por UFES, Vitória (Edufes, 2020). El libro El estatuto (contra)colonial de la Humanidad, producto del III Congreso Int. Literatura y Revolución, con su ensayo sobre MZO y su novela Changó, el gran putas, lo lanzó UFES, 20.feb.21. Invitado por Pijao Eds. al Encuentro Nal. de Narrativa vista desde las Regiones (Ibagué, 1º a 4 nov.23) Invitado por UFES al Congreso Literatura, Soberanía Nacional y Multipolaridad (Vitória, 25.nov.23). El 10.abr.2025 salió en Brasil La Fábrica de Sueños – Ensayos sobre Cine, primero de ocho libros por publicarse. Autor en ARC, Rebelión, Magazín de EE, Las2Orillas y traductor/coautor, con Luis E. Soares, en dichos medios. Director del Cine-Club Al Filo del Tiempo, que se emite desde la bóveda interdisciplinaria de La Fábrica de Sueños. E-mail: [email protected]

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.