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La derecha (y ultraderecha) en el Morena

Fuentes: Rebelión

El triunfo contundente del ultraderechista y virtual neonazi José Antonio Kast en las recientes elecciones presidenciales en Chile, que marcó la debacle del gobierno de la izquierdista coalición denominada Frente Amplio y corroboró el retroceso de los regímenes progresistas en la región latinoamericana —materializado antes en Ecuador, Perú (mediante un golpe legislativo), Argentina, Bolivia y, de manera inminente, en Honduras—. encendió también las luces de alerta para Colombia y, tangencialmente, para el México de la autodenominada “Cuarta Transformación”, donde gobiernos de ese tipo mantienen aún el poder bajo el asedio, junto con Cuba, Venezuela, Guatemala y Nicaragua, de las acometidas del gobierno de Donald Trump.

Como reacción, la presidenta Claudia Sheinbaum manifestó que “Es momento de reflexión” para los movimientos progresistas de América; pero negó que algo similar vaya a ocurrir en México, porque aquí «hay mucho apoyo popular al gobierno”. Y agregó que eso se debe a la reducción de la pobreza y porque «la mayoría de los mexicanos está de acuerdo con la transformación».

Quizá tiene razón la presidenta en que un viraje a la derecha no parece inminente en México; pero no es porque haya mucho apoyo popular al gobierno y su partido. En Bolivia y Argentina había mucho apoyo de los ciudadanos al MAS y al Partido Justicialista, respectivamente, que estuvieron en el gobierno por varios periodos, pero eso se desplomó. Lo mismo ha ocurrido en Honduras, donde la coalición gobernante, Partido Libertad y Refundación-LIBRE, también perdió el apoyo mayoritario en unas elecciones que, un mes después, han dado un cuestionable triunfo al candidato de la ultraderecha, Nasry Asfura, descaradamente apoyada desde Washington.

Las condiciones políticas son diferentes en México, sí, pero acaso por otras razones. Porque el imperio del norte no ve una amenaza en los gobiernos morenistas, que han sido más que obsecuentes a los mandatos de Washington en temas de migración, seguridad, comercio, finanzas y alineamientos internacionales. Y porque las oposiciones —con las cuales el gobierno de Trump también tiene sólidos lazos— se encuentran muy debilitadas por sus propios errores y desaciertos y porque grandes porciones de ellas, el PRI, PAN y PRD, se integraron ya a esa licuadora llamada Morena. Aunque el PAN intentará, en su nueva época, atraer a los sectores de ultraderecha y resentidos como el despótico plutócrata Ricardo Salinas Pliego, no parece ser en lo inmediato que acumule la fuerza suficiente para desplazar al morenismo.

Lo cierto es que los gobiernos cuatroteístas han fortalecido su red de alianzas con sectores importantes del capital conservando a éstos sus canonjías, impidiendo cualquier incremento de impuestos a sus sobreganancias y muchas veces otorgándoles contratos por asignación directa. Difícilmente esos grupos de poder tendrían interés en fortalecer un organismo de oposición. El mayor peligro para el régimen neopriista estaría, entonces, en una ruptura; poco probable también, a pesar de las crecientes divisiones internas, porque el sistema sigue siendo una eficaz protección e impunidad para sus miembros más prominentes, involucrados en corrupción, negocios, tráfico de influencias o enriquecimiento ilícito.

Quizá dos tercios del priismo, como lo comentaba aquí en mi anterior colaboración, incluyendo ex gobernadores y ex funcionarios, aparato corporativo (CATEM, SNTE, CROC, STPRM, STFRM) y al llamado Grupo Atlacomulco, se han incorporado al partido oficial o a su aliado el Partido Verde, y son hoy parte del bloque gobernante. En buena medida se ha anulado a las oposiciones tradicionales neutralizándolas o integrándolas a la actual coalición gobernante.

Pero no sólo eso. El hecho es, también, que una parte significativa de las derechas, incluso de la ultra, ha anidado en el oficialismo y se ubica ahora dentro del Morena. No es sólo que el gobierno de Evelyn Salgado rinda homenaje en Guerrero al sanguinario cacique Rubén Figueroa Figueroa, como lo hace el Congreso de Veracruz con el finado ex gobernador priista Fidel Herrera Beltrán.

Es que no se puede considerar sino como parte de la derecha al, paradójicamente, dirigente sindical Pedro Haces Barba. Como diputado, al unísono con los grupos empresariales, se opone al establecimiento de la jornada de 40 horas con dos días de descanso, y propone que del salario de los trabajadores se descuenten automáticamente, sin su consentimiento, las deudas bancarias, a la usanza de las tiendas de raya del periodo colonial y el porfiriato. El falsamente obrerista Haces se da una vida de opulencia, con viajes en aeronaves privadas, visitas frecuentes a España, donde tiene algunos de sus negocios por su afición a la tauromaquia, con grandes festejos, etcétera, que recuerdan más al ostentoso Luis Napoleón Morones que a los austeros Vicente Lombardo o Fidel Velázquez. Propietario del lujoso rancho Bosque Lago al sur de la Ciudad de México y de una empresa que otorga préstamos sobre nómina a los trabajadores, presume tener una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Las Vegas. En la Cámara de Diputados opera como virtual vicecoordinador de la bancada del Morena, en tanto mano derecha del líder cameral Ricardo Monreal. Bajo su cobijo se ha desarrollado la industria de la extorsión, como ha quedado al descubierto con la aprehensión de Edgar Rodríguez, alias El Limones, secretario de Organización de la CATEM en Durango e inculpado de extorsión a empresarios en los Estados de Coahuila y Durango como cabeza de Los Cabrera, un grupo aliado a la facción de Los Mayitos del Cartel de Sinaloa.

Más a la derecha (si acaso es posible) se encuentra el hoy diputado morenista Hugo Eric Flores Cervantes, dirigente nacional del otrora Partido Encuentro Solidario (PES), que perdió su registro en las elecciones de 2021 pero se integró al Morena junto con Cuauhtémoc Blanco, Edith Carolina Anda González, Armando González Escoto y otros políticos que ahora trabajan en constituir un nuevo partido satélite del oficialismo desde la organización Construyendo Solidaridad y Paz (CSP, mismas iniciales que las de la presidenta). Con evidentes vínculos con la iglesia evangélica neopentecostal (menor en México que en Brasil, donde fue decisiva para el triunfo de Jair Bolsonaro en las elecciones de 2018), Flores Cervantes ha propuesto llevar a la Constitución el “derecho a la vida y la familia” para revertir el derecho ya conquistado al aborto. En 2021 declaraba: “El PES promueve los verdaderos provida, un movimiento de conciencia y reconciliación nacional con la vida, y no de división y de encono, la posición en este tema siempre será firme”. Y reiteraba: “Quienes defendemos la vida somos constantemente señalados como retrógradas, como emisarios del pasado, cuando justamente es lo contrario. Y sí, somos conservadores, somos conservadores de vida, por lo tanto, de la humanidad”.

En la Cámara, Flores Cervantes preside la Sección Instructora, que tiene a su cargo dictaminar sobre solicitudes de declaración de procedencia (desafuero) contra legisladores y otros funcionarios de elección popular. Es la misma comisión que desechó en marzo pasado la solicitud enderezada contra Cuauhtémoc Blanco, señalado por intento de violación contra su media hermana y correligionario del propio Hugo Eric Flores.

¿Y qué decir de los estrechos vínculos del partido oficial con la iglesia Luz del Mundo, del pederasta condenado en los Estados Unidos Naasón Joaquín García? A ésta pertenecen el senador guanajuatense Emmanuel Reyes Carmona, el diputado Favio Castellanos Polanco, también delegado del Morena en Jalisco; Rogelio Israel Zamora Guzmán (cuñado de Naasón Joaquín, senador electo por el PVEM en 2018 y afiliado luego al Morena) y el ex diputado (2021-2024) Hamlet García Almaguer, entre otros. Emmanuel Reyes Carmona preside también la agrupación política nacional Humanismo Mexicano,una expresión política de esa agrupación religiosa.Imposible no recordar que en 2019 el gobierno morenista facilitó el Palacio de Bellas Artes para realizar un homenaje al llamado “apóstol” Naasón, al que asistieron dirigentes del Morena como Martí Batres Guadarrama y algunos otros políticos. En septiembre de 2025 fueron arrestados 38 integrantes de la iglesia Luz del Mundo que se entrenaban en un campo de adiestramiento militar en Vista Hermosa, Michoacán, con réplicas de armas de fuego, armas blancas, y equipo táctico. Declararon que entrenaban para ser guardias de seguridad de sus líderes religiosos.

En las pasadas elecciones del Poder Judicial, la Iglesia Luz del Mundo logró colocar a dos hijas de obispos de esa congregación como juzgadoras: Eluzai Rafael Aguilar (hija del obispo Samuel Rafael, defensor de Naasón Joaquín), jueza penal, y Madián Sinaí Menchaca Sierra (hija de Nicolás Menchaca Tristán, que sucedió a Joaquín García al frente de la iglesia, al ser éste encarcelado), jueza administrativa; ambas en el Estado de Jalisco. Otros siete candidatos pertenecientes a LLM intentaron también ser electos como juzgadores sin lograrlo. Pero, de todos modos, esa agrupación religiosa tiene ya presencia en los poderes Legislativo y Judicial a través o gracias a sus relaciones con el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador. Los vínculos de Luz del Mundo con Morena han sido destacados en el reportaje del Canal 6 de Julio “La Luz del Mundo, iglesia de abusos y con poder político y judicial” https://n9.cl/qndc6.

Tampoco ha de soslayarse al empresario agroindustrial neoleonés Alfonso Romo Garza, admirador de Porfirio Díaz, de Carlos Salinas de Gortari, de Ernesto Zedillo y Augusto Pinochet, que fue también consejero del Instituto Atlántico de Gobierno, dirigido por el ex presidente español José María Aznar, y propietario de la Casa de Bolsa Vector, a la que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores recientemente le revocó la licencia por la investigación que pesa sobre ella por lavado de dinero en presunta vinculación con el Cártel de Sinaloa. Romo Garza, como se sabe, fue uno de los hombres más cercanos a López Obrador y su jefe de la Oficina de la Presidencia de diciembre de 2018 a 2021. Desde 2012 facilitó a éste la relación con diversos grupos del gran capital, que luego fueron favorecidos con contratos de construcción o aprovisionamiento al gobierno federal.

Los opositores de derecha a la llamada “Cuarta Transformación” son, así los grupos ideológicamente más radicalizados o aquellos que han recibido directamente ataques en el discurso de López Obrador o de Claudia Sheinbaum ahora, llamados como “conservas”, “fifís”, “reaccionarios” u otros calificativos, pero que no han sufrido ninguna afectación a su riqueza o fuentes de acumulación. Que, además, no han logrado articular, hasta ahora, una propuesta política coherente con la cual presentar una oposición unificada ni potente a la hegemonía cuatroteísta. Pero no hay que olvidar que casi todas esas oposiciones tienen o han buscado vínculos con Washington y podrían, en un futuro no lejano, fortalecerse como un contrapeso más eficaz e, inclusive, disputar electoralmente el Congreso y la presidencia.

Eduardo Nava Hernández. Politólogo – UMSNH

X: @ednava7

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.