1. Falta fuerza, el poder de nuestras movilizaciones no alcanza para obtener victorias. La burguesía que apoya a Esther Gordillo es muy poderosa. Me decía el pasado 2 de septiembre, en el campamento situado frente al edificio del ISSSTE de la ciudad de México, uno de los compañeros más activos de la […]
1. Falta fuerza, el poder de nuestras movilizaciones no alcanza para obtener victorias. La burguesía que apoya a Esther Gordillo es muy poderosa. Me decía el pasado 2 de septiembre, en el campamento situado frente al edificio del ISSSTE de la ciudad de México, uno de los compañeros más activos de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) de la sección XVIII de Michoacán. Un activista muy honesto que lleva veinte años en las movilizaciones de la CNTE nacional y de su estado. «Le ponemos todas las ganas y mucha valentía, pero nada nos resuelven porque necesitamos más fuerza. Movilizamos a 100 mil, pero requerimos el doble y acciones contundentes que sienta la burguesía y la hagamos ceder. Pero para eso necesitamos apoyo de otras organizaciones, pero apoyo real, no de palabra. Cada organización lucha por sus propios intereses muy particulares, por eso es muy difícil la unidad»
2. La mayoría de los mexicanos no sabe que en diferentes períodos históricos los pobres, los explotados, los de abajo, han podido tomar el poder y hacerse cargo del gobierno, pero por diversas causas no han podido. En 1914 las fuerzas de Zapata y de Villa encabezaron la Convención de Aguascalientes, incluso tomaron la Ciudad de México y por falta de ideas y férrea unidad, fueron derrotadas a los pocos meses por las fuerzas burguesas encabezadas por Carranza y Obregón. Con ello en lugar de una revolución campesina y popular se abrió el camino de la revolución democrático burguesa que venía madurando en el país. ¿Representó un avance progresista esa revolución? Indudablemente sí, pero quien se quedó con la Revolución fue la burguesía que la legisló y organizó a su favor. Después de ese triunfo Zapata y Villa fueron emboscados y asesinados por la misma burguesía que se adueñó del poder.
3. Durante el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934/40) surgieron condiciones para que el sector de la burguesía nacionalista profundizara las reformas que emprendió, así como sus nacionalizaciones, en beneficio de los campesinos y los obreros. Sin embargo los trabajadores no tuvieron la fuerza independiente necesaria para presionar y obligar a Cárdenas a ser consecuente. Las organizaciones de masas, así como los sectores de izquierda, se entregaron al gobierno y contribuyeron a que los trabajadores bajaran la guardia. Se registraron medidas populares importantes (reforma agraria, fundación de la CTM, nacionalización de ferrocarriles, asilo a exiliados españoles, educación «socialista», expropiación petrolera,), pero concluido el sexenio cardenista se retrocedió lo avanzado. El sector más reaccionario del gobierno burgués se hizo cargo nuevamente del gobierno para dar continuidad al proyecto derechista anterior.
4. En 1956/59, los ferrocarrileros, profesores, electricistas, petroleros, estudiantes politécnicos, lograron unificar sus fuerzas y ganaron algunas demandas, pero le dejaron las manos libres al gobierno de López Mateos quien los reprimió con brutalidad cuando se descuidaron. Aquellas batallas que aglutinaron a decenas de miles de obreros en las calles y cumplieron con fidelidad poderosos paros obreros, se convirtieron en muy importante testimonio histórico, pero pudieron profundizarse con estrategias unitarias a pesar de la brutal represión. No fue el planteamiento la toma del poder, pero pudo transformarse en una fuerza de masas para obligar a gobernar en beneficio del pueblo. En 1965/66 los médicos, por primera y única vez, salieron a la calle a luchar por salarios, becas y derechos, recibieron la solidaridad del pueblo de México, se descuidaron y el gobierno de Díaz Ordaz los acabó.
5. En 1968 salimos a la calle e hicimos temblar al gobierno y a los empresarios durante más de dos meses; el dos de octubre el gobierno nos reprimió con brutalidad en Tlatelolco porque nuestro movimiento no pudo penetrar otros sectores, en particular el de los trabajadores que seguían controlados por la CTM y demás organismos supeditados al gobierno y al PRI. La prensa, la radio y la televisión estuvieron, como hasta hoy, al servicio del gobierno y los poderosos empresarios. El movimiento estudiantil, que gozaba de las simpatías de millones de personas por la justeza de sus luchas, fue ampliamente calumniado por los medios de información. Buscaron siempre mediatizar con los juegos olímpicos que se iniciarían el 12 de octubre. Tampoco este movimiento se planteó la toma del poder, pero sí pudo transformarse en un movimiento de masas que fuera la base para las luchas de los siguientes años.
6. La década de los 70 fue de grandes huelgas obreras y movilizaciones. El presidente Echeverría instrumentó un gobierno de «apertura», de «nacionalismo revolucionario» y «apoyo a América Latina». Sin embargo, la izquierda era ilegal o semilegal, y se desató la llamada «guerra sucia» contra los movimientos sociales (guerrillas en el campo y urbanas) llevando a cientos de militantes de izquierda a la represión y desaparición. Funcionaron decenas de pequeñas y medianas organizaciones y los sindicatos independientes crecieron en número y combatividad. Veinte años después, en 1988, el gobierno realizó un gran fraude electoral. Cuauhtémoc Cárdenas, ganó al parecer la elección y no fue reconocido. El PAN se alió con Salinas y lo reconoció, pero el cardenismo no estuvo al nivel de las circunstancias. La alianza del presidente Salinas y el PAN fue abierta; creció la derecha y la izquierda sólo puso los muertos del sexenio.
7. En 1993/94 se firmó el Tratado de Libre Comercio (TLC) y la izquierda sólo protestó con vergonzosa timidez por la solidez aparente del gobierno de Salinas. Al iniciarse 1994 el zapatismo se levantó en armas y con ello sacudió la conciencia dormida de la izquierda convirtiéndose de manera automática en vanguardia de las luchas del pueblo de México; pero después de un año comenzó a frustrase las esperanzas. En el 2001 la caravana zapatista recordó que todavía quedaba una vela prendida en Chiapas. A pesar del terrible desgobierno foxista, el gran crecimiento del desempleo y la miseria, las luchas en México fueron muy débiles; se pensaba que Fox había hecho arreglos con los jefes de los movimientos. A partir de 2004, aunque sólo electoralmente, López Obrador se convirtió en el centro de la oposición política. Enormes movilizaciones en el DF, con más de un millón de manifestantes contra el desafuero, jamás se habían visto.
8. López Obrador pudo obtener la Presidencia pero parte de la izquierda no apoyó pensando en que AMLO era «más de lo mismo». Se hizo a un lado Cuauhtémoc Cárdenas y sus seguidores, disgustado porque el PRD no lo hizo candidato presidencial por cuarta ocasión. Los zapatistas del EZLN y sus adherentes se lanzaron a «La Otra Campaña» recorriendo el país y diciendo que AMLO era igual de enemigo que los otros candidatos del PAN y del PRI. En el interior del PRD, por aquello de las luchas internas, las corrientes que seguían a Cárdenas y las más derechistas se negaron a colaborar en la campaña. Alrededor de AMLO se construyó un equipo paralelo al PRD que en lugar de lograr la unidad profundizó la escisión en la campaña. López Obrador por consigna de la burguesía encabezada por Fox, los grandes empresarios, los medios de información, la derecha y el gobierno yanqui, no podía ganar por ningún motivo
9. En Oaxaca, en casi siete meses de grandes batallas, no se pudo expulsar del poder al gobernador asesino Ulises Ruiz porque: fuera de algunas declaraciones del PRD, de La Otra Campaña (del EZLN), del Diálogo Nacional y la CNTE nacional, el apoyó no apareció directamente. Las declaraciones sin compromiso sirven poco. Oaxaca luchó en las calles del 15 de mayo al 25 de noviembre hasta que fue desarticulada y brutalmente reprimida por el ejército a mando de Fox, aunque de Calderón en los hechos. En Atenco (donde La Otra Campaña tenía enorme influencia) se reprimió con salvajismo el movimiento y se encarceló a muchos dirigentes campesinos. Por sectarismo las organizaciones fuertes no apoyaron directamente. Lo mismo ha pasado con el movimiento sindical minero y otros movimientos pequeños que han sido reprimidos con gran bestialidad por defender sus tierras, su trabajo, la ecología, sus formas de vida.
10. El panorama no tiene nada esperanzador. Existe un enorme descontento social porque el desempleo crece, la carestía se incrementa, los miserables salarios no aumentan, las amenazas de represión están al orden del día, los líderes corruptos siguen en el poder, los empresarios acumulan cada vez más ganancias. A López Obrador le faltó fuerza, por eso fue defraudado en las elecciones. A los profesores de la sección 22 y a la APPO de Oaxaca les falló la fuerza, por eso el gobierno de Fox, aliado al PRI, los reprimió con brutalidad y apresó a sus principales dirigentes. A los de la CNTE nos ha faltado fuerza para tirar a la Gordillo y democratizar el SNTE. Los mineros del sindicato han carecido de fuerza, por eso su dirigente sigue perseguido sin haber podido regresar a México. A Marcos le ha faltado fuerza por eso su lucha sigue débil y estancada en muchas regiones. Los electricistas y otros sectores obreros han podido frenar la privatización abierta de la electricidad.
11. Se anuncia la conformación, para el próximo dos de octubre en la Ciudad de México, de un Frente Nacional Amplio e incluyente contra la represión y por la defensa de los derechos humanos que, en adelante podría conformarse como el núcleo de un Frente Democrático Social y Antiimperialistas. Quizá los nombres sean lo de menos; lo importante es que este tipo de iniciativas unitarias lleguen un día a cimentarse. Se dice que están participando 62 organizaciones encabezadas por el Comité Eureka que preside Rosario Ibarra, el Frente de pueblos en Defensa de la Tierra, la APPO, etcétera. Faltan los electricistas, la UNT, los lópezobradoristas, los mineros, la CNTE y muchas más organizaciones. Si no se logra la unidad, este nuevo organismo será uno de los diez que en los últimos años ha nacido con los mismos objetivos de unidad sin conseguirlo. ¿Qué hacer para que no continúe este estado de cosas donde (después de los últimos 50 años de sufrir derrotas, persecuciones, golpes, cárceles, asesinatos) sólo se oyen quejas ?