A tres días de su posesión como Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, quien estaba trabajando en la casa de campaña del Movimiento Al Socialismo (MAS) en La Paz, sufrió un atentado con un cartucho de dinamita, con la intención de generar un clima de inestabilidad de cara a la transmisión del mando.
Según Sebastián Michel, vocero del MAS, adentro de la casa de campaña, además del presidente electo, se encontraba el equipo de comunicación y otro de protocolo. “Esperemos que no se repita, esperemos que sea un loquito que algo más planificado. Ese es el clima que vivimos y esperamos que de acá al domingo no se complique”, sostuvo Michel.
La toma de posesión de Luis Arce como presidente de Bolivia está prevista para este próximo domingo en La Paz, tras resultar ganador de las elecciones generales del pasado 18 de octubre con una amplia mayoría del 55,18 por ciento de los votos.
Sectores de la ultraderecha xenófoba y racista reclaman una auditoría de las elecciones al denunciar un supuesto fraude, algo que descartó el organismo electoral que argumenta que la fiabilidad del resultado está avalada por todas las misiones de observadores internacionales.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, rechazó el jueves tal pedido y manifestó que solo queda pendiente el traspaso de mando presidencial fijado para el domingo p´rocimo. El TSE oficializó el 23 de octubre el triunfo en primera vuelta del MAS frente al candidato de la alianza Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, quien obtuvo 28,89 puntos porcentuales.
Opositores bloquean Santa Cruz
La presión opositora se hace sentir en Santa Cruz, donde se registraron cerca de 30 puntos de bloqueo en cumplimiento del paro cívico de las provincias, convocado por el Comité Pro Santa Cruz. Las rutas fueron cortadas en todo el camino hacia la Chiquitania, llegando hasta la frontera con Brasil
En otras regiones del país también se registraron bloqueos esporádicos, como es el caso de Cochabamba, donde varias arterias principales de la ciudad amanecieron cerradas y en La Paz, un grupo de ciudadanos protagonizó un bloqueo en la calle 0 de Obrajes, el cual fue levantado antes del mediodía.
El pueblo se moviliza
Ante las amenazas de confrontación, el mallku mayor de los ayllus de Norte Potosí, Sebastián Felipe Gabriel, anunció este jueves que 10.000 indígenas de su región llegarán a La Paz el fin de semana con el objeto de brindar seguridad y asegurar la posesión del binomio del MAS.
Por su parte, la Central Obrera Boliviana (COB) instruyó a sus afiliados que se presenten en la ciudad de La Paz el domingo para resguardar los alrededores de la Plaza Murillo y garantizar el acto de posesión de Luis Arce Catacora como presidente.
“Vamos a garantizar la posesión de nuestros hermanos Lucho-David, somos indígenas guerreros del Norte de Potosí, nunca vamos estar de rodillas y eso queremos aclarar”, manifestó Gabriel en Plaza Murillo.
“Nosotros vamos a garantizar (la transición), tampoco vamos a pelear, vamos a estar viendo la posesión con nuestra cultura, con nuestros instrumentos, nada más, a nadie se va a provocar, así que 10.000 indígenas del Norte de Potosí vamos a estar”, afirmó.
“Los trabajadores nos declaramos en estado de emergencia para resguardar La Paz, resguardar el Palacio, para resguardar, la Plaza Murillo, para que no haya enfrentamiento entre compañeros, entre hermanos”, dijo el ejecutivo de la COB Juan Carlos Huarachi.
La COB llamó a evitar las acciones de “separatistas, renegados y derechistas que de forma ilógica e ilegal vienen realizando acciones vandálicas, paros cívicos y bloqueos, exigiendo auditorías a las elecciones del 18 de octubre sin ninguna prueba”.
Golpistas piden auditoría, la OEA apoya resultados
El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, a nombre del Poder Ejecutivo, envió una misiva al presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, en la que le solicita que, para dar certidumbre, tranquilidad y credibilidad a la ciudadanía boliviana, atienda el pedido de las “expresiones públicas y espontáneas de diferentes organizaciones territoriales sociales y cívicas” y ordene la realización de una auditoría a las elecciones realizadas el 18 de octubre.
Núñez, en representación del Gobierno, asegura que dicha determinación “es necesaria e imprescindible para otorgar mayor legitimidad a los resultados de las elecciones, por el bien de la democracia y la vigencia de la pacificación en el país”, iniciada, según él, tras el golpe que puso en la presidencia a Jeanine Áñez.
La misión de observación de la Organización de los Estados Americanos (OEA ) desplegada en Bolivia para las elecciones del 18 de octubre, informó el jueves 5 a su Consejo Permanente que el proceso fue “transparente” y que los resultados en las urnas expresan fielmente el voto ciudadano.
De la reunión virtual participó, en su último acto oficial en el cargo, la ministra de Relaciones Exteriores del gobierno de facto, Karen Longaric, quien destacó que el gobierno de Áñez “cumplió a cabalidad” con su principal mandato de dejar un gobierno elegido en las urnas.
El gobierno de Áñez, remarcó Longaric, garantizó un tribunal electoral independiente y convocó a la observación internacional. Además, dijo, reconoce el triunfo del candidato Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Boris Acosta Reyes. Sociólogo y periodista bolivano, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)