-Mario Hernandez (MH): Damos la bienvenida a Carlos Ghioldi de la Comisión Gremial de Empleados de Comercio de la ciudad de Rosario. Este llamado tiene que ver con una comunicación que recibí de Uds. en relación a la próxima convocatoria a Convenciones Colectivas de Trabajo y una propuesta que surge hacia el conjunto del movimiento […]
-Mario Hernandez (MH): Damos la bienvenida a Carlos Ghioldi de la Comisión Gremial de Empleados de Comercio de la ciudad de Rosario. Este llamado tiene que ver con una comunicación que recibí de Uds. en relación a la próxima convocatoria a Convenciones Colectivas de Trabajo y una propuesta que surge hacia el conjunto del movimiento obrero respecto de dos temas que son realmente novedosos: la escala móvil de salarios y el control de márgenes de ganancias empresarias. ¿Podrías explicarlas?
-Carlos Ghioldi (CG): Esto surge de la militancia en los lugares de trabajo donde la principal preocupación es la forma en que las remarcaciones de precios y los reajustes tarifarios van liquidando y licuando lo que se ha conseguido en las discusiones paritarias. Una situación que en estos días se va a empezar a repetirse, como una suerte de bingo de cifras a ver quién pide más.
A nosotros nos parece que eso es una trampa. No es más revolucionario el que pide más, el problema son los salarios firmados una vez al año, los convenios con reajuste de suma fija o porcentaje fijo, porque quedan atados, encallados a una progresión, cuando muchos empresarios rápidamente remarcan los precios y los ajustan por encima de lo que han firmado. En comercio lo vemos perfectamente. Previo a la paritaria se hacen un colchón y posteriormente al acuerdo salarial recuperan los porcentajes firmados. Esa es una actitud que debe ser combatida a partir de una propuesta que sea el reajuste automático, la escala móvil. Si los precios se reajustan por encima de lo firmado también lo harán los salarios.
Este mecanismo en otros países se llamó «cláusula gatillo», incluso hay experiencias en empresas argentinas donde se desarrolló y en otros lugares del mundo.
La segunda propuesta es que hay un verdadero abuso de las empresas de remarcaciones y esto lo sabe cualquier empleado de comercio. La yerba o la leche del productor a la góndola no pasan por tantas manos que las encarecen. Es un monopolio. Lo que cobra un productor comparado con el precio de la góndola es muchísima diferencia. Creo que el kilo de yerba al productor se la están pagando $ 1/1.50. No puede ser que en manos de un solo intermediario llegue a la góndola arriba de $ 15 el medio kilo o más de $ 30 el kilo. ¿Qué margen de ganancia están aplicando?
-MH: Uds. hacen referencia al artículo 14 bis de la Constitución Nacional en relación a esta última propuesta.
-CG: El artículo mencionado contempla la participación de los trabajadores en las ganancias empresarias. Nunca fue reglamentado porque eso habilitaría el conocimiento de los márgenes de ganancia. Nunca fue reglamentado, quedó enunciado en aquel momento. Entonces, hay un mecanismo que permitiría empezar a discutir cómo los trabajadores y sectores populares ingresan a esa especie de santuario oculto, de tabú, de secreto, de territorio absolutamente vedado que son los márgenes de ganancia empresariales.
Todos estos acuerdos de precios que se están haciendo («Precios Cuidados») son paliativos que no tienen ningún tipo de incidencia porque están ocultado el fenómeno del margen de ganancia que está metiendo el empresario en el producto.
En estos días el Ministro de Economía hizo una interesante exposición sobre el problema del trigo y las formas en que se cambiaban las cuotas para exportarlo más y venderlo a precio de exportación en el país. Esto habilita a que hay que ingresar a este territorio. No puede ser que los trabajadores sigamos estando afuera de esto y el pueblo siga pagando cuantiosas ganancias a un puñado de empresas formadoras de precios.
Esta es una tarea que va más allá de la opinión que tengamos sobre qué corriente política, sindical o ideológica adscribamos. Es una tarea que puede unificarnos para pelearla en conjunto.
Dos medidas concretas: escala móvil y control del margen de ganancia empresarial debería ser una campaña nacional como la que venimos haciendo humildemente nosotros en Rosario. Hemos hecho llegar la propuesta por escrito a las organizaciones sindicales, nos parece importante que muchas la estén levantando, sino nos quedamos en el juego del bingo revolucionario: si vos pedís 30%, yo pido más, el 35%, y esa no es la solución.
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