Suman diez millones y medio los ancianos que reciben una pensión de casi dos mil pesos mensuales. Se trata de personas mayores de 65 años. La prestación se estableció en el año 2000 durante el gobierno de López Obrador en el entonces Distrito Federal. De modo que la pensión universal tiene ya una antigüedad de más de dos décadas.
Poco tiempo después, y por la fuerza de las circunstancias y no por vocación justiciera, el gobierno del panista Vicente Fox decidió darle carácter federal a dicha prestación con un monto que equivalía a la mitad de la pensión vigente en la capital de la república.
Con la llegada de López Obrador a la Presidencia el monto de la pensión se homologó en todo el país y su monto se ha ido incrementando cada año y lo seguirá haciendo hasta, por lo menos, el fin del sexenio obradorista.
Pero la pensión de ancianos no es la única prestación de apoyo popular. También se otorgan becas para niños y adolescentes desde la educación preescolar hasta la profesional o universitaria. Así que esas asignaciones suman igualmente millones de beneficiarios. Y a todo esto debe agregarse la ayuda (una forma de pensión) que reciben los miles de niños y niñas con alguna discapacidad.
Es claro que este nuevo sistema pensionario es ya una institución nacional, semejante a los sistemas pensionarios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Una institución nacional como lo son la Universidad Nacional, el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana, el DIF, el Infonavit, el Fonacot, el Banco de México o el INE, entre muchas otras.
Es muy difícil, si no es que imposible, imaginar la vida de México sin alguna de estas instituciones. Y esta enorme verdad es perfectamente aplicable al sistema pensionario creado por López Obrador.
Y así como el Poli se encuentra indisolublemente ligado al nombre de su creador, el general Lázaro Cárdenas; y el Seguro Social al del presidente Ávila Camacho; y el del ISSSTE al del presidente López Mateos, la nueva institución que es el sistema pensionario quedará vinculado al nombre de su creador, el presidente López Obrador.
Así como nadie discute que Politécnico, IMSS, ISSSTE, Banco de México y muchas otras instituciones nacionales son producto de la Revolución Mexicana de 1910, nadie puede poner en duda que la pensión universal es el fruto magnífico y principal de la Cuarta Transformación encabezada por el Presidente López Obrador.
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