1. Con un contingente de mil 200 personas (más de 600 estudiantes y otras 600 personas de la sociedad civil) que se manifestaron en Mérida, Yucatán, se demostró el apoyo a la huelga de 800 trabajadores administrativos, manuales y técnicos de la Universidad de Yucatán que se inició hace 12 días. Los manifestantes centraron sus […]
1. Con un contingente de mil 200 personas (más de 600 estudiantes y otras 600 personas de la sociedad civil) que se manifestaron en Mérida, Yucatán, se demostró el apoyo a la huelga de 800 trabajadores administrativos, manuales y técnicos de la Universidad de Yucatán que se inició hace 12 días. Los manifestantes centraron sus consignas y gritos apoyando un aumento sustancial de salarios a los trabajadores, reclamando a los funcionarios de la Universidad (UADY) sus insultantes salarios de más de 150 mil pesos y demostrando su solidaridad con los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y exigiendo su regreso con vida, porque así se los llevaron.
2. Fueron dos marchas que se juntaron frente al piquete de huelga del edificio central universitario: la de estudiantes de Facultades y Prepas de la UADY y la de empleados telefonistas, Monte de Piedad y jubilados. Preguntaban en su marcha los estudiantes: ¿No es acaso criminal que el rector, como sus compinches, cobre tanto dinero en salarios, compensaciones, jubilaciones con el mismo salario, en tanto los trabajadores sólo tienen ingresos de cuatro o cinco mil pesos? ¿Y pensar que la danza de los rectores y demás funcionarios millonarios de la Universidad se inició desde 1980 cuando se registró un pugilato por la autonomía entre el rector Rosado y el gobernador Luna Kan?
3. Al parecer fue el rector Mimenza, el más hábil político de los rectores de la UADY, que suplió al rector Rosado al verse obligado a renunciar, el que para parar los huelgas del sindicato de profesores (Apauady) y de Trabajadores (Autamuady) hizo que todos se sometieran a sus designios. Apenas fue designado inició pláticas con los dos sindicatos e hizo que lo acompañaran a México en busca de presupuesto. Su éxito fue rotundo pues obtuvo cien millones de pesos para acabar el déficit, pagar a los empleados y tener dinero de más, su tesorero era quien sería el rector sucesor Carlos Pasos. La bronca fue que en este mismo tiempo se autorizaron los enormes sueldos y jubilaciones para corromper a todos los funcionarios.
4. En 1994 publiqué en pequeño libro acerca de la historia de esta Universidad, sus principales problemas y la actuación de los rectores. En él escribí sobre el surgimiento del sindicato de Trabajadores (AUTAMUADY) a la sombra de las luchas de 1973-74 -durante el gobierno de Loret de Mola- que llevó al asesinato de Calderón Lara; así como de la creación del APAUADY en 1980 durante la confrontación política «por la autonomía de la Universidad» entre el gobernador Luna y el rector Rosado. En 1976 fui uno de los directivos y dirigentes del comité de huelga del SPAUNAM, sin embargo, siendo profesor de la UADY, vetaron mi ingreso al Apauady en los noventa viéndome obligado a participar informalmente en Autamuady.
5. El sindicalismo en la Universidad de Yucatán puede recuperarse a partir de los ejemplos de esta huelga de trabajadores y de la unidad con los estudiantes y profesores. En las Universidades -así como en los tecnológicos y escuelas normales- se reflejan los problemas del país y por tanto deben estudiarse y analizarse. Es condenable que desde los años ochenta, a raíz de la implantación del liberalismo privatizador, en las universidades se hayan erradicado carreras y asignaturas de carácter social-humanístico para dar paso a las técnicas y tecnológicas. Incluso aquellas materias que servían para analizar los contextos socio-económicos fueran suprimidas para dar paso a las que sean de «productividad», con ello se pretende acallar las protestas.
6. Por ello causó gran alegría ver a 600 estudiantes en las calles después de varios años de no salir a manifestarse. No puede olvidarse las batallas de los estudiantes contra el alza de precios del transporte en diciembre de 2006 y las grandes manifestaciones y protestas que realizamos en marzo de 2007 contra la visita de Bush-Calderón y la firma de la llamada «Iniciativa Mérida» que terminó con una feroz represión del gobierno llevando a la cárcel a 48 jóvenes estudiantes. Han pasado ocho años y muchos de ellos -que no son «hijos de papi»- son profesionistas desempleados porque el sistema capitalista ha sido incapaz para solucionar problemas de desempleo porque dice no contar con inversiones y presupuesto.
7. Pero los estudiantes han salido a la calle nuevamente y el próximo miércoles (mañana) tendremos una nueva marcha de protesta. ¿Hasta qué grado el sacrificio de los estudiantes de Ayotzinapa fueron la chispa? Tengo esperanzas de que ésta nunca se apague y que crezca en todo el estado y todo el país. Para ello la rectoría de la Universidad y sus salarios insultantes, están contribuyendo al despertar. La huelga continuará; sus dirigentes y abogados siguen firmes hasta lograr que las demandas del Autamuady se cumplan. Esta batalla va a trascender como ejemplo en varios sindicatos y organizaciones, por ello tenemos de obligación de brindarles nuestro apoyo y solidaridad. ¡Viva la huelga!
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