Cuando los habitantes de la oficina conocida por el nombre de Departamento de Estado de EEUU quieren que se hable de sus objetivos, al oficial que lo expone se le tuerce la boca y se le abre de manera horrenda el hueco, torciendo la pequeña caverna oscura por la que asoma la cabeza de una serpiente que se mueve palabra a palabra, y entre los labios que van en dirección contraria uno de otro, los ojos en blanco y que arruga las cejas, parece un monstruo sacado de un espejo deformante. Sus palabras son iguales a su cara, es posible que asuste, pero nadie que lo tenga ante si mismo o escuche lo que dice, nadie, le va a creer. Y si escribe, ¡ay si escribe!, entonces no se ve la cara, pero se le ven las costuras pegando piezas desparejas, … ¡qué hipócrita! Cada informe del Departamento es deforme y deforma la realidad. El caso es que ya lo explicó bien clarito en una universidad de Texas en abril de 2019 el secretario de estado, ex director de la CIA, Mike Pompeo: “Mentimos, engañamos y robamos”, era el encargado de Trump para dirigir esa tarea. El mafioso Pompeo fue el que daba las órdenes al infausto Grupo de Lima para que los lacayos que lo formaban mordiesen a Venezuela. Mike fracasado como se ha visto, pero confeso mentiroso y ladrón, también sacó su culebra entrenada en el robo, Guaidó, a la que el “occidente global” dijo reconocer, con el papel especial del palmero español de Pompeo, Sánchez, que se atrevió, con chulería de conquistador, a dar 8 días al Presidente Maduro para que recogiese sus cosas y se fuese dejando al ofidio casablanquino la presidencia. ¿Recuerdan sus palabras despreciativas y amenazantes?, no se puede ser más arrastrado que un autocolonizado. Un ejemplo de nuestros días, el crimen cometido con el diplomático Andrés Saab, víctima de éstos viperinos, mentirosos y ladrones que ahora cierran la boca.
Al Departamento de Estado yanqui le han fallado los intentos de golpe de estado y las revueltas fascistas, pero si la historia pasada es esa para Venezuela, Nicaragua, Cuba, … ¿qué podemos pensar de lo que ahora escuchamos que emiten por la cueva, conforme mueven la cabeza de serpiente, sobre Bolivia?
La CIA, la DEA y sus correligionarios van cosiendo un tapiz en el que aparecen las drogas y la podredumbre en las instituciones: ¡cuidado que vienen! Se sabe por su espejo deformante que no hay palabra que salga de ese agujero que no sea acompañada por el movimiento oscuro de la cabeza colmilluda venenora. Los escándalos que han saltado en la primera mitad del año en Bolivia tienen un hilo que conduce hasta la mano de la DEA, que descose pequeños trozos sembrando divisiones que aflojan la fuerza social. A la tela desgastada le sucede la rotura y el desacoplamiento definitivo de las partes, en términos de calle todo lo que desune busca desarmar al pueblo. El descosedor de hilos, naturalmente unidos, está abriendo el mismísimo suelo y asoma el reptil que lleva dentro, … entonces, los pies del pueblo corren en direcciones contrarias, y los labios del repetidor de los mensajes del Departamento imperial se ponen en línea y enseñan los colmillos largos muy largos afilados y venenosos de la serpiente. Recuérdense sus objetivos: mentir, engañar y robar.
Atiendan a los siguientes datos: La anterior encargada de negocios en Bolivia, Phillis Powers, con amplio historial de trabajo en Panamá, Nicaragua, Irak, Perú, Colombia, Jordania, Rusia, Polonia, ahora se encuentra ocupando un alto cargo en el INL, agencia que trabaja temas de narcotráfico, y que “casualmente”, como agente profesional de las agencias con boca de cueva y lengua de sierpe, fomenta el proceso de deslegitimación del Gobierno de Bolivia.
No es “casualmente” que Insig Crime, INL, organización de espías que dice investigar de forma periodística, resulte que coincida en lo programado por el Pentágono, ¿cree usted que es casualidad?, pues vea: en su sitio web tiene colgado un informe oficial que se emitió en marzo de 2023 sobre el tema tráfico de drogas, y en ese informe hay un apartado sobre Bolivia en el que trata la estrategia internacional de control de narcóticos que publica el Departamento de Estado. En ese informe Bolivia aparece entre los principales países de transito y productores de droga, añadiendo que está en la lista negra porque en los últimos meses incumple las obligaciones de lucha contra el narcotráfico. Claro que, antes, los amos de EEUU habían sacado un informe en el que se calificaba al gobierno del Presidente Arce como implicado en el narcotráfico, buscando con ello sembrar incertidumbre en la gente para ir deshaciendo los hilos que unen socialmente.
Un dato que no puede quedarse en el olvido, el 15 de septiembre de este 2023 un documento de la presidencia yanqui exponía ese tipo de argumentos en torno a cuáles eran los países por los que pasaba la droga o que eran los mayores productores, viendo el 2024 ya, documento que servía como guía para el secretario de Estado, ¿recuerdan a Mike Pompeo secretario de estado?, pues en ese documento se señala a Bolivia con, que casualidad, la misma indicación: calificarla negativamente y declarando lo mismo: que incumple los acuerdos de lucha contra el narcotráfico. ¡Cuánta casualidad que unos y otros vinculados entre si a los intereses más del fondo de la cueva que enseña la cabeza de serpiente mientras habla, repitan hasta las mismas palabras contra Bolivia. El informe se encuentra en la web de la Casa Blanca, sección Briefing Room, con fecha del 15/09.
¡Cuidado que vienen! Bolivia, se sabe por el espejo deformante del Departamento de Estado imperial, que no hay palabra que salga de su agujero que no lleve la cabeza colmilluda de la serpiente. Mañana más.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Internacionalista e integrante de la REDH y de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.
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