“Cuando un imperio cae es cuando más destruye para aferrarse al poder que va perdiendo”…
En un contexto de crecimiento económico de los BRICS cada vez mayor que el de EEUU y de desdolarización. La emergencia de los países del sur global queda determinada más que por el sistema de sanciones, embargos y bloqueos que pretende imponer EEUU en la región, por la pericia de los gobernantes para establecer nuevos acuerdos y tratados comerciales que permitan al país en cuestión superar cualquier problema de recesión económica, tal y como se ha visto en el caso de Venezuela. En este escenario el gobierno de Luis Arce en Bolivia evidencia una curiosa falta no solo de pericia en el manejo económico del país al no establecer nuevos acuerdos comerciales con los BRICS que permitan al país evitar la recesión económica actual sino que además demuestra negligencia en tanto se advierte una política fallida de importación de los combustibles que han generado un efecto dominó en el alza de los precios de la canasta básica familiar, generando una desaceleración del crecimiento económico pero además un daño mayor a la economía de los sectores sociales más vulnerables. Adicionalmente su gobierno, implementa una política de burbujas de información como parte ya no solamente de un terrorismo económico sino también mediático, en tanto pretende desviar la atención del pueblo a problemas de pugnas políticas por el liderazgo dentro del MAS, demonizando la figura de Evo Morales ahora bajo la acusación de pedofilia, pero aún más generando una persecución sistemática contra el ex mandatario con amenazas de secuestro como señalan varios dirigentes, hasta el intento de asesinato del pasado Domingo, con 14 tiros que impactaron en el vehículo que iba y sobre el que hasta la fecha el gobierno no habría iniciado ninguna investigación ni se habría pronunciado al respecto.
Es decir estamos hablando que en un contexto de recesión global impulsado por EEUU y su política de déficit fiscal para el sur global cuyo objetivo ha sido y es generar un estrangulamiento económico de los países emergentes, y en el que el proceso de desdolarización que se consolida con la emergencia del nuevo sistema financiero internacional que proponen los países del BRICS para el sur global y que cuestiona tanto la hegemonía del sistema financiero global de EEUU basado en el dólar como la única divisa a nivel internacional, así como la efectividad de su política de estrangulamiento económico para el sur global a través de nuevos tratados y acuerdos comerciales con China y Rusia principalmente, y que posibilitan nuevas formas de recuperación económica exitosa para países como en el caso de Venezuela, ¿Bolivia no puede crecer económicamente?. Esto significa que ante un problema de sanciones y de recesión económica que ha podido superar Venezuela luego de una crisis económica severa a la que indujo el embargo de EEUU, ¿Bolivia con mejores condiciones económicas y sin el antecedente de una crisis de tal magnitud no puede superar la recesión económica que ha generado una hiperinflación de los productos de primera necesidad y que impulsaron la marcha a nivel nacional que lideró el ex presidente demandando al gobierno la expulsión de sus ministros más cuestionados por generar la depauperación de la economía del país? y que dicho sea de paso ¿culminó con la destitución del Ministro de Justicia?.
Pero aún más estamos hablando de un gobierno de Luis Arce que no es capaz de sancionar a los funcionarios que de forma negligente no realizaron los trámites de importación del combustible. Una negligencia que incluso ha sido evidenciada por una funcionaria Chilena en cuanto al proceso de importación cuya demora se pudo haber evitado con una buena gestión. Y que además evidencia una falta de política de apoyo a los pequeños empresarios al cobrar sobreprecios, tal como lo denunció el canciller chileno Heraldo Muñoz cuando afirmó que Aduana de Bolivia le cobra a los propios Bolivianos un sobreprecio abusivo por la importación de sus productos, con una ganancia del 300% sobre los productos importados. Esto en contraposición a la política de desregulación del Estado como principal exportador en beneficio de las élites agroindustriales cuyas ganancias en dólares no se reinvirtieron en el país, sino que fueron a parar a la bolsa de valores de Wall Street en la compra de acciones, o del real state, o en bonos de la Reserva Federal o en paraísos fiscales que les permiten evadir impuestos. A todas luces estamos hablando de un nuevo modelo económico que pretende no solo desestabilizar económicamente al país sino que sobretodo, estamos hablando de una estrategia política de guerra contra el pueblo Boliviano al que se sumerge en una burbuja mediática con el objetivo de visibilizar una demanda de pedofilia sobredimensionando un problema personal que debería ser investigado y no ventilado como un show de la miseria y anteponiéndolo a un problema económico nacional que viene afectando la economía de todos los sectores sociales sin distinción, como si la magnitud de la discusión fuera la misma utilizando un mecanismo de inmersión mediática, conocido como un “trauma prostético” según el reportaje de Naomi Klein el pasado 5 de Octubre en The Guardian, cuando denuncia esta política de manejo de la información para equiparar un problema de una magnitud menor con otro de magnitud mayor para inducir a un juicio de bueno o malo que se puede manipular en el ámbito político para lograr la aceptación o el rechazo de la población hacia una persona o un evento determinado, en este caso la aceptación del pueblo Israelí del genocidio del gobierno de Nethanyahu en Gaza, esto es a través de la manipulación del trauma del 7 de Octubre y la masacre contra las víctimas de Israel por parte de Hamas a través de una burbuja de información inmersiva que crea el discurso para justificar el genocidio contra más de 200 mil muertos, más de la mitad mujeres y niños y mantener al pueblo de Israel con cierta indiferencia ante el dolor de esta limpieza étnica financiada por EEUU.
En esta burbuja de información el gobierno del presidente Arce pretende mantener a la población de Bolivia aislada del problema central, no solo de la falta de pericia y negligencia de su gobierno en la falta de combustible y la hiperinflación, sino sobre todo en esta nueva política de estrangulamiento de la economía del país, para el beneficio de una nueva casta social familiar que aún no le explica al país de donde sacó los 5 millones de dólares para comprarle una casa a su hijo, y por supuesto de élites oligárquicas de una derecha facista en el país que ahora arremete contra los bloqueos señalando que el problema es de narrativas y no de seres humanos cuya economía ven mermarse afectando a los más vulnerables y que el ex mandatario Morales no está detrás de una pelea contra el gobierno en defensa de las demandas del pueblo sino más bien que busca escapar de la justicia e impulsar su candidatura para el 2025. Que Evo Morales se hizo un autoatentado y que por lo tanto el gobierno de Luis Arce debe reprimir ya mismo con policías y militares la protesta de los nadie que solo defienden a un pedófilo y no la comida de sus hijos ni la falta de combustible. Por supuesto lo que no dicen es que el bloqueo ya comenzó a perjudicar sus exportaciones y sus ganancias en dólares y sus expectativas de inversión o de recuperación de sus dineros en estos momentos en que el sistema financiero global vuelve a entrar en una recesión que desde 1929 no se veía venir por la pugna de un sistema financiero alternativo que proponen los BRICS sobre la cadena de suministros del petróleo principalmente bajo una divisa alternativa al dólar, frente a un sistema financiero global dominado por el dólar que hoy por hoy evidencia la gran estafa de la impresión de un billete sin mayor respaldo de la reserva del oro, sin mayor respaldo que los bonos de la reserva Federal que obligaba a comprar a saudí arabia y/ o a invertir en la bolsa de valores a cambio de brindarle su protección militar contra revolucionarios comunistas o nacionalistas que quisieran comerciar el petróleo con una divisa alternativa al dólar y que hoy ocurre con los BRICS en una nueva reconfiguración geopolítica del comercio internacional, con una China y Rusia cuyo poder militar supera al de EEUU y cuyas sanciones y embargo solo dinamizan más la participación comercial de nuevas economías emergentes como La India en la venta del petróleo de Rusia a Alemania y que ganan un plus debido a la sanción de EEUU contra el gas y petróleo de Rusia. Que solo redunda en la afectación también de los sectores más vulnerables en Europa como los jubilados que ya no pueden acceder a la calefacción en los meses del crudo invierno, debido a la subida excesiva del precio del combustible.
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