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Bolivia y el cinismo golpista

Fuentes: Rebelión

Los golpistas bolivianos injurian contra México por haber otorgado asilo político a Evo Morales, la auto-proclamada Jeanine Áñez, se ha lanzado sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador, acusándolo de desconocer la Declaración sobre el Asilo Territorial de 14 de diciembre de 1967, intentan mediante un video cuya autenticidad no se ha demostrado, convertir al […]

Los golpistas bolivianos injurian contra México por haber otorgado asilo político a Evo Morales, la auto-proclamada Jeanine Áñez, se ha lanzado sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador, acusándolo de desconocer la Declaración sobre el Asilo Territorial de 14 de diciembre de 1967, intentan mediante un video cuya autenticidad no se ha demostrado, convertir al gobierno mexicano en supuesto «cómplice» de lo que llaman una conspiración. Sí, así como se lee, nada más ni nada menos, el grupo neofascista que ha usurpado el poder en Bolivia mediante un golpe de Estado y desatado una brutal represión sobre le pueblo cometiendo crímenes de lesa humanidad con el apoyo de la oligarquía latinoamericana, la asesoría y mando del imperialismo estadounidense, el silencio cómplice de amplios sectores mundiales y la abierta aprobación de la Organización de los Estados Americanos (OEA), juega ahora a ser la víctima y se flagela en un acto de verdadero cinismo, quieren buscar responsables externos de los hechos que ellos han fomentado y cometido, la vieja fórmula de culpar al otro para no reconocer la naturaleza de sus acciones, los golpistas bolivianos son ridículos actores de la pantomima estenografiada en tantas ocasiones por el imperialismo yanqui.

En realidad las absurdas declaraciones de la auto-proclamada Áñez, son parte del ya evidenciado manual operativo de los golpes de Estado en Latinoamérica fraguados por los intereses estadounidenses. Quieren por un lado, distraer la atención internacional de la masacre brutal que están cometiendo el ejército y la policía boliviana en contra de su propio pueblo, las cifras de nuestros, heridos, detenidos y desaparecidos aumenta cada día, la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha hecho declaraciones sobre los sucesos represivos, los golpistas bolivianos han manchado sus manos de sangre desde días previos a la usurpación, actos que por su naturaleza son suficiente para que sean juzgados como arteros criminales. En un segundo plano, la intensión que ocultan es la de avivar los conflictos regionales entre naciones para debilitar la resistencia, evitar la unión y abrir el camino a futuras intervenciones militares imperialistas o golpes de Estado. Culpar a México por un supuesto apoyo implícito a lo que llaman complot, es generar una serie de discusiones diplomáticas que pudieran llevar a la ruptura de relaciones, pero esto, no únicamente entre México y Bolivia, sino que en el escenario de la disputa quieren ubicar igual a Venezuela, Cuba, basta para comprenderlo, las declaraciones de Donald Trump sobre el futuro de esos países, amenazas injerencistas que son apoyadas por los golpistas como buenos lacayos del imperio, también, las declaraciones de la auto-proclamada tienen el objetivo de azuzar el avispero ultraconservador mexicano, que desde un principio se mostró favorable al golpe de Estado en Bolivia y en contra del asilo a Evo Morales, no es para nada casual, que unas pocas horas después de las declaraciones cínicas de los golpistas, representantes del Partido Acción Nacional (PAN) salieran a la luz pública para exigirle a Evo Morales el fin de su supuesta «intromisión» en la política interna de México y, pedirle al gobierno federal, la revelación de los gastos económicos generados por el asilo político. Queda más que en evidencia que las declaraciones Ánez tienen la finalidad de generar conflictos internacionales y de servir como punta de lanza para el ataque ultra-conservadora. No se debe perder de vista que lo que acontece en Nuestra América, es resultado de las intensiones de dominación, expansión e intervencionismo estadounidense mediante la aplicación de estrategias de saqueo económico, sometimiento político y sumisión social-nacional que el capitalismo necesita como sistema para existir, el deseo es derrocar a todos los gobiernos de la región que no se sometan a los intereses imperialistas, tal y como se ha demostrado, usando los medios que les sean necesarios al fascismo.

La distorsión mediática es una herramienta tradicional en la estrategia imperialista, ejemplos hemos visto en el caso de los ataques contra la soberanía y gobiernos de naciones como Cuba, Venezuela y Nicaragua, entre muchos otros. Los golpistas en este caso, hacen énfasis en esta herramienta, la generación de miles de cuentas falsas en las redes sociales se ha denunciado, con las declaraciones comentadas y otras, intentan revertir la opinión mundial sobre lo que a toda luz es claro; ejecutaron un golpe de Estado en Bolivia bajo la tutela del imperialismo estadounidense. Es eso justamente lo que pretenden ocultar, el discurso del complot exterior, la generación de falsos problemas internos y la mentira de sus deseos democráticos son parte de esa estrategia, la victimización de Áñez como si ella y sus aliados fueran los agredidos, es el juego de cambio de opinión que pretenden imponer en el sentir internacional, mientras ocultan las intensiones geopolíticas ya expresadas y muchas otras. El cinismo les chorrea a los golpistas bolivianos de la boca como la sangre de sus manos, los crímenes que han cometido y siguen cometiendo deben ser juzgados. La guerra ideológica está abierta y en pleno andar, quisieron primero culpar a Evo Morales de efectuar un fraude, postulado que ha quedado en segundo plano por haber sido demostrada su falsedad, de igual forma, pretendieron hacer ver a Evo como un dictador aferrado al poder, ocultando los grandes avances sociales, económicos y culturales que Bolivia experimentó durante su gobierno, derrotadas esas mentiras, prosiguen los golpistas con nuevas acusaciones de terrorismo y sedición, el colmo del cinismo, pues el terrorismo lo ejercen los golpistas en estos precisos momentos reprimiendo y asesinando al pueblo, y la sedición, la cometieron ellos desde el momento en que comenzaron a orquestar el golpe de Estado. El cinismo siempre tiene un límite; la verdad aflora demostrando la vileza de los golpistas bolivianos y de quienes los apoyan.

El pueblo boliviano esta en las calles, resiste, es su deseo a establecer la justicia sin importar lo inhumano de la respuesta golpista que incrementa la violencia y la bestialidad, la solidaridad internacional debe mantenerse y extenderse, asumir nuestro lugar en la guerra ideológica es indispensable, combatir la mentira, la distorsión mediática y las fake news generadas por los neofascistas, difundir la verdad de los hechos, apoyar las causas de los pueblos, denunciar y repudiar el golpe de Estado en Bolivia, así como, la represión que se ha desatado en Latinoamérica contra las luchas justas de nuestros pueblos, difundir sus avances y demandas alzando la voz en pro de los desposeídos es nuestra misión en esta incesante batalla por un mundo mejor.

Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.