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Cuba - Música

Buena vista para volver al origen

Fuentes: IPS

Después de 10 años como uno de los acontecimientos más relevantes de la globalización en el ámbito musical, Buena Vista Social Club revive la idea original de fusionar el son cubano con música africana.

El relanzamiento involucra a una de sus estrellas, el guitarrista y cantante Eliades Ochoa, quien confió a IPS que «para fines de este año o inicios de 2007» está previsto comenzar las grabaciones del disco en que compartirá con los africanos.

En varias ocasiones el empresario disquero británico Nick Gold, dueño de la firma World Circuit que posee la marca registrada Buena Vista Social Club (BVSC), confirmó a este redactor que «no perdía la ilusión de unir a los cubanos con los africanos».

«Ahora Nick llamó a mi manager en Madrid» y le hizo la propuesta, dijo Ochoa, para añadir a continuación: «y yo quiero hacerlo», sin dejar lugar a dudas sobre la viabilidad del proyecto.

Una década atrás, el tresero y director de orquesta Juan de Marcos González, uno de los creadores de BVSC junto a Gold, se propuso combinar varias generaciones de cantantes e instrumentistas de esta isla caribeña para «rendir un tributo a la música cubana».

González deseaba en uno de los álbumes «recordar el sonido de las grandes bandas de los años 50» de Cuba, «pero no con formato de jazz-band sino de conjunto», en tanto Gold quería grabar otro mezclando «el son oriental cubano con un par de músicos africanos».

Los africanos no pudieron llegar, el guitarrista estadounidense Ry Cooder estaba listo para producir el compacto y los músicos cubanos ya estaban agrupados, por lo cual hubo una corrección del plan y nacieron al mundo los tres discos iniciadores de la leyenda en 1996.

Estos trabajos se editaron como «A toda Cuba le gusta», «Buena Vista Social Club», nominado y premiado, respectivamente en los Premios Grammy de 1997, e «Introducing Ruben González».

Desde entonces, Ochoa estaba destinado a la fusión entre el sonido de la isla y el proveniente de la herencia africana. Enfático subraya que es «como volver a los inicios» del proyecto, «pero que ahora será algo nuevo».

Dentro de la renovación discográfica de BVSC aparece también el primer álbum como solista del trombonista y director musical Jesús «Aguaje» Ramos, que comenzará a comercializarse este año.

Ramos asimila en el disco la sonoridad de las jazz band e incorpora el legado de los combos de los años 60 en la isla, en especial el de Felipe Dulzaides, para, a partir «del protagonismo del trombón», recrear géneros musicales cubanos en versiones «novedosas», explicó a IPS.

Diez años de ininterrumpida presencia en escenarios internacionales ponen en perspectiva la continuidad de Buena Vista Social Club, sobre todo por la desaparición física de varios de sus principales exponentes, que alcanzaron el reconocimiento mundial ya con muy avanzada edad.

Ellos son Manuel Licea «Puntillita» (1927-2000), Rubén González (1919-2003), Francisco Repilado conocido como Compay Segundo (1907-2003), Ibrahim Ferrer (1927-2005) y Pío Leiva, quien falleció el pasado 23 de marzo a los 88 años de edad.

En este sentido, Ochoa considera que con las pérdidas de las «cinco estrellas del disco, sólo quedamos Ry Cooder y yo».

De manera que sostiene que «eso, que surgió originalmente, aquella esencia ya no existe», sino que «queda el filme» del cineasta alemán Wim Wenders y «el recuerdo», aunque «como bandera de la música cubana va a perdurar por los siglos».

Juan de Marcos González no enfatiza el enfoque biológico y ha centrado coherentemente su criterio del fin de BVSC desde el ángulo de la propuesta musical, con la que convive sólo en conciertos especiales.

En una entrevista con este redactor en 2000, ya consideraba que el conjunto de discos «estaba repitiendo lo mismo», por lo que había decidido desarrollar sus proyectos discográficos y musicales de forma independiente al frente de la orquesta Afro Cuban All Stars.

No obstante, este verdadero fenómeno de masas en el planeta indica peculiaridades en su patrón de desarrollo. El título del disco y la cinta homónima dieron nombre genérico a orquestas con varios elencos, pues nunca ha existido una banda registrada como BVSC.

De ahí que, por derecho propio, cantantes y músicos participantes en los compactos fundacionales y con papeles protagónicos en la película de Wenders, incluso en sus carreras individuales reflejen la pertenencia a la agrupación.

El timbalero Amadito Valdés, una de sus figuras, no descarta que BVSC «haya cerrado un ciclo» con los músicos estelares fallecidos, pero opina que avanza en «otro ciclo activo de evolución», como lo demuestran las actuaciones y varios discos de sus integrantes vivos.

«Flor de Amor», de Omara Portuondo, alcanzó la nominación a los Premios Grammy 2004, al Grammy latino 2005 y a un premio ese mismo año de la exigente revista estadounidense Billboard. «Cachaito», de Orlando «Cacaito» López logró en 2002 uno de los premios de la emisora británica BBC en un certamen que organiza de world music.

«Mambo Sinuendo», de Manuel Galbán junto a Ry Cooder, consiguió un Premio Grammy en 2003, el mismo año en que fueron nominados a estos galardones «Bajando Gervasio», de Amadito Valdés, y «Barbarito Torres», del laudista de este nombre.

Finalmente, «Buena Vista Social Club presenta a Manuel ‘El Guajiro’ Mirabal», del septuagenario trompetista, que asombra al publico y especialistas por los registros y el fraseo que todavía exhibe, recibió nominación a los premios de la academia musical estadounidense en 2005.

Todos esos compactos toman como base la música tradicional de la isla en sus manifestaciones más genuinas, pero logran proyectar un trabajo de innovación e incluso experimentación que los actualiza.

El musicólogo cubano Jorge Fiallo, del centro de investigación y desarrollo de la música del país, afirmó a IPS que no existen «verdaderos motivos para adelantar el panegírico de Buena Vista Social Club», toda vez que «esta música se ha mantenido viva sin depender de su resonancia en el exterior».

Fundamenta que, en tanto «línea de desarrollo de la música popular cubana», la vigencia de BVSC no debe ser valorada en términos de «tiempo o éxito comercial», porque resultaría desdibujado «un movimiento musical por las veleidades del mercado».

A su vez, el laudista Torres recordó que varios miembros «nos unimos y hacemos cosas» válidas para proseguir la función de BVSC de «puente para dar a conocer nuestros diferentes géneros», por lo que «para mí existe todavía».

Galbán, Mirabal y Ramos confirmaron a IPS que a partir de esta primavera promoverán en Europa tanto sus discos como el de «Cacaito» López, en conciertos que los identificarán como «cuatro grandes de BVSC».

Ochoa, entusiasmado por el próximo álbum que acometerá vinculado a BVSC, cuenta que «Gold dice que cuando lo logre ya puede morirse y los africanos vaticinan que tocarán la gloria al compartir con este guajiro de Santiago de Cuba»