1. Si alguien no sabía que es “ lucha de clases” y cómo las clases dominantes le ponen en su madre a los trabajadores, basta ver toda la crudeza en México, así como en todo el mundo capitalista, gobernado incuestionablemente por la burguesía: se protege a los ladrones, asesinos, defraudadores de cuello blanco, a los millonarios que dominan y mandan; sin embargo, por otro lado, se crean leyes para aplastar las batallas, las protestas de los explotados; se criminaliza otra vez a los profesores de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Michoacán, que cientos de veces han usado este método para exigir que los gobiernos cumplan con sus promesas, que cumplan con sus pagos y liberen a sus presos por luchar.
2. “Criminalizar las protestas” sociales es elaborar leyes prohibicionistas aprobadas por legisladores al servicio del poder contra los pobres y explotados y, al mismo tiempo, destinar a policías, soldados, cuerpos de seguridad, para evitar reuniones, mítines, mentadas de madre contra la autoridad. El presidente López Obrador repite y repite: “no somos iguales a los neoliberales”, pero hay muchos puntos esenciales en que sí, tal como proteger a expresidentes, ex poderosos funcionarios, empresarios inversionistas enriquecidos, miles de agentes al servicio yanquis y, al mismo tiempo, mantener en prisión a 214,776 mexicanos de origen pobre por robarse pan para comer, junto a su familia.
3. En mis utopías -por no decir tonterías ilusas- pensé que AMLO –que se decía era de “centro/izquierda”- al otro día de tomar posesión de la Presidencia decretaría la libertad a todos los miserables presos, en primer lugar a todos aquellos luchadores sociales encarcelados por oponerse al gobierno burgués. Pero hoy a dos años de gobierno en vez de reducirse el número de presos miserables, ha aumentado de manera exagerada. “Más de 13 mil en 10 meses de 2020”, según Animal político. No es problema de la secretaria de Gobernación o del Fiscal general, que obviamente están al servicio de los que ordene AMLO como todos los integrantes de su gobierno y del partido Morena.
4. Acaba de publicar (ayer) la revista de investigación ANIMAL POLÍTICO que en 2020 la cifra de personas que ingresan a cárceles crece a niveles récord en México. En tan solo 10 meses, con todo y pandemia sanitaria, el número de reos se ha elevado en 13 mil 840 internos respecto a los que había al arranque del año. Y con ello la sobrepoblación se ha agravado: más del 40% de los penales ya registran condiciones de hacinamiento. Este disparo en la población penitenciaria, el mayor de la última década, no es resultado de un mayor número de sentencias condenatorias sino del creciente encarcelamiento de personas de manera “preventiva”. Es decir: personas detenidas, pero sin sentencia.
5. Las personas en presión en 2020 son 214,776, cuando un año antes eran había 200 mil y en 2011 sólo 12 mil, según Animal Político. Datos de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) confirman que mientras en diciembre de 2019 el 37% de todos los internos eran personas en prisión preventiva, para octubre de 2020 el porcentaje ya ascendía a 42%. En total 90 mil personas recluidas sin condena. Oaxaca o Michoacán, la población penitenciaria ha crecido en niveles de 10 hasta 30% tan solo en 2020. La toma de casetas, el bloqueo de carreteras y vías de ferrocarril tendrán que continuar a pesar de la represión criminal y el encarcelamiento mientras las injusticias sigan registrándose y la desigualdad continúe.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com