1. El socialismo nunca estuvo «a la vuelta la esquina» porque las fuerzas opositoras, del capitalismo y del imperialismo, siempre fueron poderosas. A pesar de sus fracasos -por diversas circunstancias- en Europa, Asia y América, muchos socialistas siguen firmes buscando alternativas que permitan fortalecer los movimientos indígenas, campesinos, obreros, populares, etcétera, para continuar luchando por […]
1. El socialismo nunca estuvo «a la vuelta la esquina» porque las fuerzas opositoras, del capitalismo y del imperialismo, siempre fueron poderosas. A pesar de sus fracasos -por diversas circunstancias- en Europa, Asia y América, muchos socialistas siguen firmes buscando alternativas que permitan fortalecer los movimientos indígenas, campesinos, obreros, populares, etcétera, para continuar luchando por la igualdad social, económica y política. En Cuba, a pesar de que hace 45 años fue proclamado, aún sigue siendo un ideal, lo mismo que hoy en Venezuela de Hugo Chávez que en Bolivia de Evo Morales. El socialismo tiene que construirse con la participación directa de la gente porque es el final del trabajo asalariado y el principio de la igualdad.
2. Mientras Fidel Castro proclamó la construcción del socialismo en Cuba casi dos años y medio después de que asumió el poder al triunfo de la revolución, y Hugo Chávez lo anunció en Venezuela siete años después de ganar las elecciones, Evo Morales anunció el socialismo en Bolivia desde el nombre del partido que encabeza: Movimiento al Socialismo (MAS) En tanto que el Movimiento 26 de Julio y sus dirigentes, desde un inicio se cuidaron para no ser identificados con el marxismo y el socialismo y el Movimiento Bolivariano se transformó paso a paso en antiimperialista, el MAS boliviano desde el principio demostró tener mucha claridad ideológica acerca de lo que quiere. Los tres parten de condiciones diferentes.
3. Evo Morales, desde que era candidato -muy distinto al PRD y López Obrador- denunció la política de los Estados Unidos y de Bush, además que participó en foros y movilizaciones, estuvo en Mar de Plata en la Tercera Cumbre de los Pueblos en noviembre de 2005, cuando era candidato, y en la marcha contra el presidente Bush. Calificó como una derrota de EU en la Cuarta Cumbre de las Américas y reivindicó la valentía y fuerza con que los gobiernos de los países del Mercado Común del Sur y Venezuela defendieron su posición contra todo chantaje y presión. Fue, según Evo, una victoria también de América. Durante toda su campaña Morales no sólo confrontó a los empresarios y a los racistas, también a los yanquis.
4. La realidad es que los gobiernos yanquis no se van con fintas y silencios porque para eso cuentan con el FBI, la CIA, el Departamento de Estado y decenas de miles de orejas y agentes infiltrados en los gobiernos de todos los países. Lo que sucede es que ya no podrán derrocar gobiernos con la facilidad con que lo hacían antes. No pudieron con Cuba cuando quisieron invadirla por Playa Girón aquel abril de 1961; no pudieron con Venezuela cuando quisieron darle golpe de Estado a Chávez en abril de 2002 y tampoco podrán contra Evo en Santa Cruz o Cochabamba apuntalando movimientos racistas. Después de la reunión de Mercosur, a la que concurrieron Brasil, Argentina, Venezuela, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, incluso Colombia, tendrán que pensar.
5. Bolivia es una nación esencialmente de indios, donde predomina otra cultura y otros sueños. Aunque su población no pasa de los 10 millones y el analfabetismo es alto, el pueblo tiene un gran nivel de participación política. En los años 50 Bolivia logró una importante reforma agraria y que se nacionalizaran las minas, pero a partir de 1978 a 1989 sufrió dictaduras militares. Podría decirse que lleva apenas poco más de 15 años reconstruyendo una vida institucional y durante ese período han sido los indígenas, encabezados por Morales, Quispe y otros, los que han obligado a los gobiernos de Sánchez de Lozada, Hugo Banzer, Quiroga y Lozada nuevamente, a respetar un poco las instituciones.
6. La economía boliviana, según publicaciones, gira principalmente en torno a la agricultura de subsistencia, a la que se dedica la mayoría de la población activa, y las industrias extractoras del gas natural y del estaño, productos que encabezan las exportaciones de ese país andino. Pero hay otra agricultura tradicional que gira en torno a la coca, planta muy popular en el país y con cuyas infusiones se combate el mal de altura. Debido a los problemas originados por el destino y comercio de la coca -que según se ha dicho puede servir para producir cocaína- el gobierno boliviano ha desarrollado una batalla oficial para combatir su cultivo y reducirlo al consumo interno, llevando al descontento de la población que vive de ello.
7. Evo, como escribí en otro artículo, ha sido emplazado por la clase empresarial más racista de América Latina, para que gobierne en beneficio de los ricos que dominan la región de Santa Cruz, que durante muchos años ha planteado su separación para diferenciarse política y económicamente del resto del país. Proclama la «Nación de los Llanos» y se siente orgullosa -como lo expresó su prefecto- de sus ricos y sus grandes propietarios de tierras. Exigen la autonomía de Santa Cruz que es rica y le gusta ostentarlo en sus tiendas de marcas internacionales, en su decena de canales de televisión, en sus dos docenas de universidades privadas, en sus calles. Desde la campaña de Evo se amenazaba con la independencia de Santa Cruz.
8. En Cochabamba, la segunda ciudad más importante de Bolivia, surgió hace unos días un enorme movimiento de base que desconoció la prefectura de aquel lugar encabezada por el ex militar derechista Reyes Villa, elegido por el voto popular, y conformaron un movimiento revolucionario. Evo no desconoció al prefecto legalmente electo, pero para no ser acusado de ilegal, convocará de inmediato a un referéndum revocatorio para que el pueblo decida o rectifique expresándose con votos que superen los que recibió Reyes en la elección. La realidad es, como dicen seguidores de Evo, que las leyes actuales están desgastadas y el pueblo tiene el derecho a tomar la última decisión. Por ese motivo las leyes constitucionales deben ser sometidas a un cambio radical.
9. Bush y su gobierno intervencionista no podrá actuar en Cuba, Venezuela o en Bolivia como lo hace libremente en México, Colombia, Centroamérica y demás países muy sometidos. A pesar de que EEUU en países como Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador, Nicaragua, todavía sigue organizando oposiciones para romper las políticas soberanas de sus gobiernos, empieza a sentir fuertes resistencias. Lo importante es el hasta el pueblo norteamericano -muy cómodo y derechista- empieza a manifestarse contra la invasión y la guerra de Irak y a exigir el retiro del ejército de ese país invadido. Parece que la correlación de fuerzas ha comenzado a cambiar a favor de los pueblos. El neoliberalismo y el capitalismo, junto con la dominación mundial yanqui parecen batirse en retirada, sobre todo en América Latina. [email protected]