Silvio Rodríguez, el cantautor cubano tomó parte en una interesante exposición que con el título de 5 X 5 La Jiribilla en el pincel, reúne obras de otros 25 artistas, entre ellos el ministro de cultura, Abel Prieto. La muestra se encuentra instalada en el memorial José Martí, en la misma base del monumento del […]
Silvio Rodríguez, el cantautor cubano tomó parte en una interesante exposición que con el título de 5 X 5 La Jiribilla en el pincel, reúne obras de otros 25 artistas, entre ellos el ministro de cultura, Abel Prieto. La muestra se encuentra instalada en el memorial José Martí, en la misma base del monumento del Héroe de la Independencia, en la Plaza de la Revolución.
Esta exhibición está consagrada a La Jiribilla, un espacio de Internet informativo-cultural alternativo creado el 5 de mayo del 2001, al socaire de la Batalla de Ideas que emprende Cuba para conservar su emancipación política y conquistas sociales. Grandes rúbricas de la pintura isleña están allí con su versión personal de la Jiribilla, entre estos el autor de Ojalá, que en sus inicios artísticos fue dibujante del Magazine comunista Mella junto al autor del personaje animado Elpidio Valdés, el venerado Juan Padrón. La publicación homenajeada se inspira, precisamente, en un poema de José Lezama Lima: «Jiribilla, hociquillo simpático, Simpatía de raíz estoica.Fabulosa resistencia de la familia cubana. Arca de nuestra resistencia en el tiempo. Cinta de la luz en el colibrí».
Entre las rúbricas que engalanan la exposición, están nada menos que Roberto Fabelo, Frémez, Nelson Domínguez, Zaida del Río, Manuel López Oliva, Agustín Bejarano, Kcho, Choco, Ernesto Rancaño, Diana Balboa, Ever Fonseca, Roberto Diago, Ileana Mulet, Los Carpinteros. Completan la nómina Aimé García, José Luis Fariñas, Rocío García, Moisés Finalé, Arturo Montoto, Luis Enrique Camejo, Vicente Rodríguez Bonachea, Angel Ramírez, Carlos Guzmán, Eduardo Moltó, Yoan Capote y el grupo Camaleón.
En el listado no sólo se ha dado cita en esa muestra mucho de lo que más brilla en las artes plásticas de la isla, sino también una diversidad de formas y estilos asombrosa para acometer un asunto común: cómo imaginar la Jiribilla. Resulta imposible referir uno por uno los trabajos que incluyeron pinturas y escultura, pero hay que decir que la Jiribilla de Silvio Rodríguez se asemeja al Puck de Shakespeare (Sueño de una noche de verano) y el de Abel Prieto al Cuervo de Poe. La pieza de Rodríguez (de trazo blanco) vuela y la de Prieto (negra) está como posada en una ventana atisbando. En el caso de Fabelo, como siempre en él, la Jiribilla es una peluda y alucinante pesadilla, dibujada magistralmente. Con todo 5 X 5 La Jiribilla en el pincel es una vanguardista exposición a partir de lo que en décima los cubanos llaman «un pie forzado», desafiante, incisivo y venturoso, como la publicación que le da origen. lac/js