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Carta a Evo

Fuentes:

Mi mensaje tiene faltas pero sale de mi corazón, como un rayo, y no de mi cabeza. Mi mamá me comprendió. Es un llamado de exigencia y de esperanza. _________________________________________________ El que te habla es Esteban, un obrero francés. Evo, si me oyes, por favor, escúchame. Eres de los círculos allegados a la familia de […]

Mi mensaje tiene faltas pero sale de mi corazón, como un rayo, y no de mi cabeza. Mi mamá me comprendió. Es un llamado de exigencia y de esperanza.

_________________________________________________

El que te habla es Esteban, un obrero francés.

Evo, si me oyes, por favor, escúchame.

Eres de los círculos allegados a la familia de nuestros socialistas franceses, que en 1981 prometieron sacarnos del hoyo. Puedes creerlo y puedo demostrártelo, porque no solo lo han dicho sino que también lo han escrito un montón de veces.

Puedes venir a Francia para comprobar tú mismo que todavía estamos en el hoyo, más hondo, cada vez más numerosos.

Soy el obrero francés Esteban, el gabacho, el franchute, el idiota, el analfabeto que creyó que tus allegados se habían equivocado. Entonces protestó, pero en 1988, cuando dijeron: ¡Vota por nosotros y esta vez no nos equivocaremos! votó otra vez por ellos.

Quemo etapas. En 2005, te lo cuento por si no lo sabes, tus amigos socialistas intentan engañarme de nuevo diciendo que todavía se equivocaron, pero esta vez poco.

Mientras tanto voy saliendo de mi «analfabetismo» gracias a mis amigos de aquí y del mundo entero.

Tus colegas políticos defraudaron mi confianza, ya no gozan de los mismos privilegios y todos mis amigos se apartan de ellos.

Tu pueblo te eligió para que cumpliese tus compromisos. Si hoy te digo esto es porque me he enterado de que tienes ya la intención de incumplir esos compromisos.

Quieres subastar a nuevos accionistas el mayor yacimiento de hierro del mundo (el Mutún). Este yacimiento pertenece a los bolivianos, se lo confiscaron tus predecesores. Tu pueblo lo exige.

Evo, no te conozco muy bien, pero, te ruego que no cedas ante las amenazas de los capitalistas o, lo que es peor, que no dejes que te compren con los millones de dólares que agitan delante tu cara y que están dispuestos a meter en tu bolsillo. No cojas el camino de la traición perversa igual que tus colegas franceses.

Yo se que NO TODOS PUEDEN SER COMO CHÁVEZ, pero:

RESISTE, el pueblo esta contigo.

RESISTE por tu pueblo.

RESISTE por mí, que te estoy mirando, que confío en el porvenir.

RESISTE por el mundo.

RESISTE por el ejemplo que yo, el francés, no he podido dar todavía.

Fraternalmente,

Esteban