Introducción La idea de unificar a diversas corrientes, grupos, partidos de izquierda en un frente, en un movimiento, en una coordinación, quizá se haya fortalecido desde la imposición del modelo neoliberal a escala mundial, particularmente desde 1982 en México. Desde entonces surgió una gran preocupación por articular actores sociales en torno a objetivos comunes, con […]
Introducción
La idea de unificar a diversas corrientes, grupos, partidos de izquierda en un frente, en un movimiento, en una coordinación, quizá se haya fortalecido desde la imposición del modelo neoliberal a escala mundial, particularmente desde 1982 en México. Desde entonces surgió una gran preocupación por articular actores sociales en torno a objetivos comunes, con la condición de respetar las diferencias. Han aparecido muchas fuerzas que están dando batallas importantes para presionar al gobierno y obligarlo a gobernar en beneficio de los sectores mayoritarios, entre éstas destacan actualmente los electricistas del SME, los miembros de la UNT, los mineros, los profesores de la CNTE, las grandes batallas de los profesores y militantes de la APPO, así como el EZLN y la Otra Campaña y fuertes corrientes del lópezobradorismo y miembros del FAP.
Pero como las batallas contra la privatización, el neoliberalismo, el panismo, el monopolio televisivo y la derecha priísta han pasado a primer plano, también las fuerzas de oposición se han hecho más amplias. No sólo está obligada a participar la izquierda, sino también lo que se podría denominar la centroizquierda y la socialdemocracia Las fuerzas de la derecha al parecer se han unificado en un campo muy claro obligando a los diferentes sectores de las clases populares también a encontrar puntos de unidad para marchar juntos. En Yucatán (con millón 900 mil habitantes) hay cinco tendencias que podrían aglutinarse: 1. Sectores militantes y disidentes del PRD que se han acercado a la lucha social; 2. Jóvenes que de alguna manera han estado cerca del zapatismo; 3. Núcleos estudiantiles de recién participación; 4. Algunos grupos del PRI abiertos hacia la izquierda y 5. Gente que se aglutina alrededor del grupo El Rebelde.
I. ¿Qué grado o nivel de participación política tuvieron los yucatecos durante la Independencia, la Reforma, la Revolución y el Cardenismo?
1. Más de mil veces nos hemos quejado por la falta de participación política del pueblo yucateco en la defensa de sus propios intereses. Pareciera que no siente su miseria y su hambre, que prefiere morir de inanición antes que luchar contra quienes lo tienen en esas condiciones. Sin embargo sólo vemos ese comportamiento como un problema «desgraciado», diferente a otros estados de la República o, también, en muchas ocasiones (tratando nosotros de ser autocríticos) decimos que porque no se trabaja directamente con la gente. Aunque en esta idea no se ha trabajado mucho, por las mismas circunstancias de que en ninguna década hemos contado con los militantes suficientes para hacerlo.
2. En 1810, durante la lucha por la independencia nacional contra la dominación española, en el centro y norte del país el pueblo se levantó en armas para liberarse de sus opresores. En Yucatán todo se redujo a una pequeña conspiración de los llamados Sanjuanistas encabezados por el padre Velázquez. Se registraron 70 años antes algunos levantamientos indígenas, como el de Canek, pero no obedecían al movimiento por la liberación de México sino a descontentos aislados. Sin embargo apenas se enteraron los gobernantes yucatecos de la firma de los acuerdos de independencia con España, inmediatamente se sumaron. En Yucatán todo se movió en las altas esferas gubernamentales sin que la población haya tenido participación alguna.
3. Durante la época de la Reforma, a mediados del siglo XIX (con excepción de la gran «Guerra de Castas» o levantamiento indígena), nuevamente Yucatán estuvo al margen de los acontecimientos nacionales. Las abiertas confrontaciones entre liberales, conservadores y alto clero en el centro del país, así como el conjunto de leyes que se expidieron, tuvieron una mínima difusión en Yucatán. Las leyes de desamortización, la Constitución de 1857, la guerra de Reforma, la separación del Estado y la Iglesia, la invasión europea y luego la intervención francesa y el Imperio no repercutieron en confrontaciones en Yucatán. Aún más, mientras los liberales con las armas en las manos se enfrentaban a Maximiliano en el centro de la República en Yucatán la plutocracia y el clero recibía con festejos a la Emperatriz Carlota.
4. Durante la Revolución 1910/17 tampoco participaron los yucatecos explotados. La Revolución tuvo que llegar «desde afuera», precisamente en el momento en que nuevamente se pedía la instalación en Yucatán de un gobierno autónomo al de México. La Revolución fue introducida por Alvarado por la fuerza y una vez en el poder tuvo que imponerla con medidas legislativas. Más adelante se vio obligado a negociar más con un grupo de hacendados. Felipe Carrillo quiso profundizarla la Revolución pero se topó nuevamente con la reacción del clero y los hacendados. La población estuvo al margen de esos acontecimientos, incluso una parte, los campesinos «acasillados», fueron usados por los dueños de las haciendas. El levantamiento de Valladolid en 1910 fue localista, obedeció a pleitos internos por la gubernatura.
5. En 1937 el presidente Cárdenas tuvo que imponer una Reforma Agraria sin que los campesinos yucatecos hayan luchado por ella. Las contradicciones entre los hacendados que aún eran los propietarios de grandes extensiones de plantíos de henequén y el gobierno de la República encabezado por Lázaro Cárdenas (que buscaba realizar una reforma agraria que otorgara las tierras a quienes las trabajaban con sus manos) se agudizaron; esto dio lugar a la expropiación de dos terceras partes de las tierras que estaban en manos de menos de 30 hacendados a que fueran convertidos en ejidos colectivos en beneficio de 23 mil personas que las trabajaban directamente, creándose al mismo tiempo Bancos de Crédito para otorgar préstamos a los ejidatarios mientras producían y comenzaba a venderse la fibra.
6. En conclusión: Al parecer los yucatecos no participaron en ningún momento cumbre de los cambios registrados en el país. Las pugnas que se han registrado se han dado entre las clases altas y los resultados han sido siempre el acomodamiento a las circunstancias dominantes. Parece que se sigue registrando esa misma tendencia: cuando los empresarios desean frenar alguna iniciativa gubernamental lo logran generalmente con el apoyo de los medios de información y hábiles abogados: exploración de petróleos, cambio de rutas del transporte, elevación de tarifas eléctricas, impuestos, etcétera. Las luchas sociales de los yucatecos, como el caso de los sindicatos formados por Calderón Lara (Charras) en 1973/74 y el masivo movimiento magisterial de 1989, surgieron por coyunturas nacionales: el galvanismo y la CNTE.
II. ¿Qué puede decirse de la situación económica y social de Yucatán a partir de 1982?
1. Yucatán, como todo México, vivió antes de 1982 un modelo económico diferente al neoliberal. El gobierno decía en los años 1930/ 40 que él representaba la continuidad de la revolución mexicana que Lázaro Cárdenas concluyó tardíamente. Durante un tiempo (1954/70) impuso el llamado «desarrollo estabilizador» que produjo el «milagro mexicano» porque México creció en más del seis por ciento como promedio anual durante todo ese período. A partir de 1970, en el gobierno de Echeverría, se propagó el llamado «desarrollo compartido» o «nacionalismo revolucionario». Con el ascenso de Miguel de la Madrid comenzó a aplicarse un nuevo modelo económico que fue conocido como Neoliberalismo, iniciado en Inglaterra por la Thatcher y en los EEUU por Reagan..
2. En 1983 se inició la instrumentación del neoliberalismo en Yucatán, cuando ya gobernaba el general Alpuche Pinzón. A pesar de ser un viejo incapaz políticamente se le obligó a aplicar el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que el mismo De la Madrid y Salinas vinieron a establecer. La gran reunión fue celebrada en el Poliforum Zamná y se llamó Planeación para el Desarrollo de Yucatán; plan que luego el gobernador no pudo poner en práctica por su ineficiencia. En esas condiciones llegó al gobierno, con carácter de interino, Cervera Pacheco quien, con gran habilidad y apoyo institucional, cumplió el encargo con creces. A tal grado que al concluir como gobernador fue nombrado secretario de la Reforma Agraria por Salinas.
3. El gobierno de Manzanilla Schaffer, a partir de 1988, debió llevar a fondo la política instrumentada por Salinas, pero por incapacidad a la mitad de su sexenio tuvo que renunciar en beneficio de Dulce María Sauri, quien se encargó de instrumentar la política salinista en Yucatán, particularmente la nueva Reforma Agraria que se encaminó hacia la desaparición de los ejidos y la privatización de las tierras. Este período de gobierno fue muy controvertido por las confrontaciones entre la gobernadora y Diario de Yucatán. Posteriormente vendrían 18 meses de acomodamiento constitucional a cargo de Granja Ricalde, que sería una breve transición para dar paso al sexenio de Cervera Pacheco, siendo éste su segundo gobierno.
4. Las maquiladoras. Estas empresas jugaron un importante papel en la economía yucateca, sobre todo para paliar el agudo desempleo. En 1983, cuando gobernaba el general Alpuche, se expidió el decreto para el fomento y la operación de las industrial maquiladoras de exportación (IME). Se buscaba una mayor integración a la economía de mercado. Al siguiente año el gobernador Cervera gestionó maquiladoras a Yucatán. En 1986 sólo había dos plantas y cinco años después se registraban 21. La liquidación de ejidatarios en 1992 creó 40 mil desempleados por eso 32 maquiladoras en 1995 registraron 5mil 477 empleados y cinco años después, en el año 2000 se registraban 143 maquiladoras con 35 mil 256 trabajadores. Si bien esas empresas siempre fueron centras de explotación intensiva, en aquellos años palearon el desempleo.
5. En 1989 se inauguró el Puerto de Altura de Progreso (PAP), se amplió el aeropuerto y se modernizaron las telecomunicaciones. El PAP permitiría atracar barcos de más de 20 mil toneladas. De 1995 a la fecha, el puerto de altura de Progreso ha registrado un crecimiento constante (del 8% anual) lo que lo ha convertido en el tercer puerto más importante del país. En 1999 el volumen de carga fue de 3,031 miles de toneladas. Los principales destinos de las líneas navieras desde el Puerto de Progreso son: los Estados Unidos de América; Georgetown; Honduras; Guatemala; La Habana y Veracruz, en México. Este puerto se constituyó en un eficaz promotor del desarrollo mediante el aprovechamiento de su posición geográfica estratégica para participar en mercados internacionales, facilitando el enlace entre el transporte marítimo y el terrestre en la transferencia de mercancías y pasajeros.
6. La Reforma Agraria. La producción henequera dominó la economía yucateca durante un siglo (1875/1975). Su declinación se debió a problemas de mercado, a la corrupción institucional y al surgimiento de los hilos plásticos. Más de 60 mil familias quedaron sin ingresos. Cordemex, la industrializadora del henequén creada en 1964, concretó su cierre en abril de 1991 y con ello perdieron su trabajo más de 5,300 personas. Con la visita de Salinas a Yucatán, en mayo de 1992, se pusieron las bases para desligar el henequén del gobierno del estado. Anunció durante la reunión de Umán el Programa de Desarrollo para la Zona Henequenera (PRODEZOH) para impulsar las actividades que apoyaran la economía campesina al dejar el cultivo del agave. Casi de inmediato de inició el proceso de indemnización de 27 mil 96 ejidatarios henequeneros menores de 50 años de 60 municipios. Se erogaron 150 mil millones de pesos. 12 mil 231 fueron considerados con derecho a jubilación.
III. ¿Cómo sintetizar las luchas del pueblo yucateco en los últimos 25 años?
1. En los últimos 25 años, aunque mínimamente, la población yucateca se manifestó en las calles. Sin embargo hubo muchas manifestaciones nacionales en que la población no estuvo presente. La huelga y la represión de los trabajadores en la Siderúrgica en mayo de 1983, con 165 obreros despedidos, no obtuvieron más apoyo que el de unos cuantos luchadores sociales. Ese mismo año se inició el programa de reordenación henequenera dejando las manos libres al gobierno para que hiciera lo que le venga en gana. En 1984 se hizo cargo del gobierno del estado, con carácter de interino, Cervera Pacheco y se realizaron elecciones estatales. En Mérida Rodríguez Abraham ocupó la Alcaldía en 1985 sin oposición fuerte.
2. En 1987 se realizaron elecciones para la gubernatura y Manzanilla Schaffer del PRI obtuvo el cargo con enorme facilidad; lo mismo sucedió con la alcaldía meridana que pasó a Ceballos Traconis. Tanto Manzanilla como Ceballos se enredaron en conflictos y corrupción que no provocaron movilizaciones o protestas. Todo se tejió en las altas esferas del poder y los medios de información. Las luchas de los trabajadores de las granjas de Tetiz tampoco despertaron al pueblo yucateco, mucho menos los fraudes que se denunciaron alrededor de los apoyos económicos a los damnificados del huracán Gilberto o las renuncias del presidente municipal de Mérida y luego la del gobernador Manzanilla en 1981.
3, Las grandes movilizaciones nacionales del magisterio en 1989 si prendieron en Yucatán. A partir de los primeros meses de ese año miles de maestros llenamos las calles de Mérida con fuertes manifestaciones de tres mil a ocho mil trabajadores de la educación durante los meses de marzo, abril y mayo. Manifestaciones que decrecieron pero se conservaron durante dos años. Nada sucedió cuando en 1993 Salinas firmó el Tratado de Libre Comercio, tampoco cuando el EZLN se levantó en armas aquel enero de 1994. Nadie dijo nada ante el asesinato de Colosio Murrieta o protestó contra la terrible devaluación de diciembre de ese mismo año. Grandes acontecimiento de 1994 de los que parece que el pueblo yucateco ni se enteró. Menos se daría cuenta del levantamiento armado del EPR en 1986.
4. Por último, la mayoría de los electores votó por Fox y contra la continuidad del PRI en el poder, pero le importó nada que durante ese sexenio haya crecido el desempleo, que la miseria se haya extendido y la corrupción hayas estado presente. Para los yucatecos como si no existieran los problemas, aunque éstos quizá los esté acercando más a la iglesia, a la enajenación total o al pasotismo, como dicen los españoles. A partir de 2005 en Yucatán un pequeño sector de estudiantes salió a la calle a protestar contra el alza de tarifas de los camiones urbanos, en 2006 se repitió la experiencia que se ligó en la protesta contra la visita de Bush, el asesino presidente de los EEUU. También los campesinos de Hunucmá, Caucel y Oxcum protestaron contra el despojo de sus tierras. Estos movimientos fueron reprimidos y muchos de sus participantes encarcelados.
IV. ¿Cómo caracterizar el ascenso y la caída del PAN en Yucatán de los últimos seis años?
1. El panismo yucateco, a pesar de haber nacido en 1939, era inexistente antes de 1968. Al decir de algunos directivos de antaño para que alguien aceptara estar al frente del PAN o quedarse en sus oficinas «había que lazarlo y luego amarrarlo». No se recibía subsidio del gobierno, cuando más algunas ayudas económicas de diputados y funcionarios nacionales. Sin embargo, después de las luchas contra las altas tarifas eléctricas el panista Francisco Solís Aznar obtuvo prestigio y fue postulado a la Presidencia Municipal de Mérida, misma que no aceptó pasándosela a Correa Rachó. Éste ganó las elecciones y se convirtió en el primer alcalde del panismo meridano recibiendo todo el apoyo del Diario de Yucatán.
2. El panista Correa Rachó disputó la gubernatura con Loret de Mola del PRI y fue derrotado. A parir de 1970 el PAN sufrió una nueva caída por 18 años, hasta que Ana Rosa Payán obtuvo en 1988 la diputación federal del distrito de Mérida al calor de la campaña presidencial de Clouthier. Desde entonces mantuvieron el dominio de Mérida hasta conquistar la gubernatura para un sexenio (2001/2007). Ese sexenio, con el total apoyo del gobierno nacional panista de Fox, el PAN pareció convertirse en el amo y señor del estado de Yucatán. Los empresarios consolidaron sus alianzas con el gobierno y éste apareció como el gran salvador del estado después de 70 años de dominio priísta. Sin embargo, con el paso de los años, el gobierno fue perdiendo apoyo.
3. El PAN exige mucho respeto y orden, pero olvida que no se puede respetar a quienes explotan y hacen más miserable a la población, a quienes en vez de escuchar reprimen. El respeto no puede escribirse en leyes y decretarse sino que debe ganarse mediante un trato amable y solidario. Tampoco puede pedir orden y paz frente a las protestas que nacen de las necesidades del pueblo por defender sus derechos. Los pueblos siempre son pacíficos, inician sus luchas presentando sus demandas y pidiendo con la mayor educación la solución de ellas. Por el contrario gobierno y patrones siempre llegan tratando con desprecio a los trabajadores, exigiéndoles disciplina y muchas veces negándose a escuchar. Esa es una costumbre panista que responde al tipo de educación que han recibido. Ese es el motivo por el que el pueblo tiene que defenderse.
4. Ese trato despectivo de los panista se translució para el pueblo durante el sexenio. Observó que el gobernador Patricio Patrón, los funcionarios de su gabinete y el alcalde meridano, estaban cortados con la misma tijera. Muchos eran empresarios, pensaban, se transportaban y se vestían como empresarios y gobernaban como gerentes de empresa. A pesar de que el presidente de la República les otorgó un fuerte apoyo político y económico la población los vio siempre como personas muy distintas al pueblo No hacían contacto porque llevaban la aureola de los viejos hacendados henequeneros. Por eso una de sus políticas fue comprar tierras y cascos de haciendas a bajo precio, con el fin de recuperar aquellos valores culturales idos.
5. El PRI, sin hacer trabajo político alguno, recuperó la gubernatura. Le bastó con seleccionar una buena candidata para enfrentarla a un pésimo abanderado del PAN. Pero la realidad es que el gobierno panista estaba muy desgastado por las denuncias de las que fue objeto: despojo de tierras a ejidos de Mérida, negocios de los hermanos del gobernador en venta de automóviles, alianzas con el multimillonario Roberto Hernández, represión a ejidatarios de Hunucmá, Caucel, Oxcum y de otros pueblos y exhaciendas de Mérida. El gobernante panista, por ser originario directo de la «casta divina», es decir, de la antigua alianza de grandes empresarios y alto clero, nunca pudo penetrar en el espíritu de los trabajadores yucatecos.
V. ¿Qué posibilidades de cambios en beneficio de la población pueden esperarse del gobierno de Ivón Ortega?
1. Ivón Ortega (prefiero escribirlo así y no Ivonne para evitar el afrancesamiento) ganó en elecciones la gubernatura porque el seleccionado panista (Xavier Abreu) fue un mal candidato, no porque el PRI durante el período anterior haya hecho un buen o regular trabajo de oposición. Pero además la abanderada del tricolor contó con un gran apoyo económico de su partido y de muchos empresarios. La población pobre, como ha sucedidos en muchas otras ocasiones, parece tener hoy muchas esperanzas en su gobierno porque en seis años de gobierno, el panismo no pudo penetrar en el espíritu de la gente. Sin embargo, a pesar de los muchos discursos de la gobernadora y su intensa actividad, todavía no se concretan medidas interesantes. Pero todavía estamos a 15 días de haber tomado posesión.
2. Lo que ha sucedido a través de los años y siglos, es que ningún gobernante yucateco ha cumplido, como debe cumplir, con la población que gobierna. En lugar de plantearse como objetivo la solución de los problemas de pobreza y miseria de la mayoría de la población, los gobiernos siempre parten del establecimiento de alianzas con los sectores dominantes de la política y la economía. Dado que los gobiernos han obedecido a los intereses de sus partidos (PRI, PAN, PRD, etcétera) gobiernan para favorecer a los miembros de esos mismos partidos dejando para después a los demás. Estos partidos suelen hacer alianzas con poderosos políticos y empresarios que luego son los que determinan el rumbo de gobierno.
3. ¿Con qué grupos y qué intereses está ligada la gobernadora? ¿Quién o quiénes le garantizaron a Ortega que sería candidata y por qué se escogió la contratación de una agencia encuestadora para que por ese medio saliera el abanderado del PRI? Quienes pueden responder a estas preguntas son los legisladores Beltrones y Gamboa Patrón, así como dos o tres cercanos del círculo de poder priísta. ¿No se recuerda acaso que se barajaban tres o cuatro precandidatos antes que Ortega llegara con ánimo de vencedora? ¿Quién contrató a la encuestadora de Televisa y cómo se hicieron los contactos para que los precandidatos aceptaran ese método de selección aislado del contacto con los militantes? Por aquí se pueden encontrar los grandes compromisos que hizo Ortega y que tendrá que pagar por obligación.
4. De todas maneras no debe olvidarse que en Yucatán hay poderosos grupos de empresarios que saben presionar con gran habilidad y conseguir lo que quieren. La gobernadora Ortega tiene que negociar con ellos para que la dejen gobernar. ¿Qué grupos o fuerzas pueden encontrarse entre los campesinos, obreros, sectores populares, que la obliguen a gobernar en beneficio de los más pobres? ¿Por qué va a voltear hacia los que menos tienen si son los grupos empresariales y sus amigos políticos los más cercanos a ella? Quisiéramos que el gobierno de Ortega gobierne para los sectores mayoritarios de la población, pero hay muchas fuerzas que lo impedirán, en primer lugar el mismo gobierno de la República que negocia todo con el PRI.
5. Sin embargo por allí se dice que la esperanza es lo último que muere. Hay que encontrar la manera para que los trabajadores y ciudadanos se organicen para presionar a la gobernadora Ortega. Ganará la batalla quien más fuerte y mejor presiones. Los trabajadores siempre han estado en desventaja porque carecen de recursos y medios para organizarse: carencia de educación política, falta de posición crítica ante los medios de información, ignoran formas de unidad con otros explotados, no recibe otro tipo de ideas y orientaciones, le falta tiempo y dinero para trasladarse. Quizá sea necesario construir medios de comunicación con los sectores de abajo para movilizarlos, pero también hacia arriba para que la autoridad escuche y conozca las demandas y tenga oportunidad de resolverlas.
VI. ¿Cómo conseguir la unidad de la izquierda y centro izquierda yucateca que permita la coordinación de una fuerza de presión para lograr un buen gobierno?
1. ¿Qué es la izquierda yucateca y quiénes la conforman? Hace muchas décadas se decía de manera general que la derecha era el PAN, el clero y los empresarios, ideológicamente encabezados por Diario de Yucatán. El centro era el PRI, su gobierno, un sector de «empresarios progresistas», Diario del Sureste. Por último, la «amplia izquierda» abarcaba a Lombardistas, Cardenistas, PC, otros grupos radicalizados, incluso los guerrilleros. Hoy las cosas no han cambiado mucho, aunque la ubicación del PRI desde 1982 dentro del neoliberalismo lo hizo confundirse con la derecha panistas. La izquierda y centro/izquierda se aglutinó más en el PRD y PT y el movimiento social creció al margen de los partidos. Hoy ha surgido un sector de la teología y comienza a aparecer un núcleo priísta visiblemente encabezado por Bartlett, Sauri y otros.
2. Pero en Yucatán, por lo menos desde el año 1960 que tengo memoria, la izquierda nunca a pasado de 100 personas, de éstos siempre 10 activistas bien identificados. En nuestro estado, hasta el año 2001 el PRI ejerció el monopolio del poder, aunque en 1988 apareció la primera diputación federal. Durante muchas décadas el PRI, al identificarse con la revolución mexicana y con Felipe Carrillo, apareció como centro/izquierda. Muchos de sus dirigentes: Antonio Betancourt, Hernán Morales, Zavala Traconis, Leopoldo Vallado, se autocalificaron marxistas, sobre todo frente a Diario de Yucatán. El PAN yucateco es hijo de los hacendados, del clero y de DY. La izquierda creció un poco cuando se fundo el FEP, en las protestas contra el asesinato del Charras y un poco más en los tiempos del PSUM. Hoy quizá seamos 300 personas dispersas con no más de 30 activistas.
3. La izquierda no podrá triunfar si no logra ampliar sus luchas. Por más sacrificios o batallas heroicas que dé si no cuenta con la fuerza suficiente no le harán caso, será sólo testimonial. Las razones o los argumentos jurídicos de nada sirven para que la clase política resuelva en beneficio de la población. Por eso se hace necesario batallar en las calles, en los campos, las fábricas, las escuelas, denunciando de manera abierta las cosas para obligar a los medios a informar y al gobierno a resolver. Nuestras manifestaciones de protesta en las calles son extremadamente débiles y, aunque siempre deben estar presentes, no ejercen casi ninguna presión para lograr conquistar sus objetivos. Otra cosa sería si tuviéramos una fuerza de masas que presionara de manera permanente o que lográramos apoyos fuertes para luchar en las calles cuando sea necesario.
4. Debemos partir del criterio de que la verdad puede estar en varias partes. Porque si consideramos erróneamente que nosotros tenemos la razón, es decir, la única posición correcta, estaremos cerrándonos ante las demás gentes que muchas veces también creen tener la línea válida. En los años sesenta y setenta cada partido o grupo se sentía el más marxista, leninista o comunista; pensaba que era la vanguardia de la clase y que alrededor suyo iba a aglutinarse la clase obrera. La realidad es que ese sectarismo, provocado por el atraso político y por condiciones de semiclandestinidad y represión, impidió que se desarrollaran debates libres al interior de las organizaciones políticas. No se puede triunfar con pocas fuerzas, son necesarias otras que sean suficientes para derrotar a quienes se oponen a los derechos mayoritarios.
5. La historia se ha encargado de demostrar que para triunfar sobre las poderosas fuerzas de la burguesía hay que unificar la mayor cantidad de fuerzas de los trabajadores; incluso para establecer un gobierno éste debe ser muy representativo de los diferentes sectores gobernados. Hay que construir las fuerzas (social y política) que hagan posible los cambios. No basta decir que «la política es el arte de lo posible» sino hay que tener la convicción de «la política es el arte de hacer posible lo imposible». Debemos aprender a escuchar para no confundir deseos con realidad. Pero para ganar batallas hay que partir de que podemos transformar las cosas, que «ubicarse en la realidad» suele ser muchas veces aceptar las cosas como son. La voluntad del «sí se puede» produce las energías para pasar a otro plano de la lucha.
6. Tenemos que articular la izquierda política/electoral con la izquierda social, pero para ello hay que poner por encima todo lo que une y en segundo plano lo que divide. Eliminar las deformaciones y los vicios que trae el vanguardismo y el verticalismo, así como esa mala cosa que lleva «muchas veces sin querer», a la manipulación de masas. Enfrentar los aparatos de coerción y su hegemonía sobre sectores populares desarrollando procesos de construcción popular alternativa al capitalismo. Si no tenemos mejores propuestas y métodos para que las masas se movilicen, la burguesía seguirá manipulándolas. La izquierda ha perdido credibilidad por ser poco diferente al centro y la derecha. Tenemos que demostrar que la izquierda es otra cosa diferente. Hay que plantear una plataforma que aglutine a los perdedores y perjudicados por el neoliberalismo.
* Escrito en agosto de 2007 como una contribución para el análisis y la discusión acerca de la unidad de la débil izquierda en Yucatán.